La semana de la salud 2 -Nacido para ser Delfín-

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Luego de una cantidad variada de sueños desconcertantes, había decidido pasar a visitar al psicólogo, con ello fue como conocí a la doctora Ángela, la joven mujer muy linda por cierto llevaba tiempo tratando mi caso, pero por alguna razón no encontraba pruebas suficientes para refutar mi caso, todo era tan claro, necesitaba una ayuda más avanzada.

Poco después me inscribió en un programa secreto, la doctora había terminado el papeleo estando casi segura de que eso me ser serviría para terminar mis sueños húmedos, aunque no de la manera en que piensan, me sentía bastante nervioso por lo que estaba por suceder, la simple idea de entrar en esa máquina me aterraba por lo que iba a hacer en mí, aunque no dejaba de excitarme la idea pues era lo que reflejaban mis instintos, también pensaba en porque mejor ella no cambiaba de lugar conmigo para ver si tenía efecto con ella o conmigo en otro cuerpo, pero la doctora aseguro ser mejor en este caso lo que debía de hacer ahora.

Tenían la bañera lista, una instalación complicada pero rápida de aparatos entre la piscina donde se encontraba el gran animal con sensores conectados estirándose hasta donde yo me encontraba, mi corazón se aceleraba poniendo mis nervios extremadamente altos, donde las preguntas lógicas de una cosa así me invadían, ¿podré respirar bajo el agua?, ¿podré nadar?, ¿cómo sabré que decir y cómo decirlo?, ¿me entenderán?, ¿la doctora me dejará atrapado en el cuerpo del animal o me regresará a mi cuerpo?, y, ¿Qué pasará conmigo y mi familia?, todo eso me invadía la mente.

Los doctores y enfermeros iniciaron el proceso, sentí como mi mente se rompía en miles de pedazos llevándome como en un vórtice descocido que me dejo inconsciente un par de minutos, mis pulmones respiraban a fondo de los nervios que tenía hasta que las respiraciones dejaron de ser normales para mi entendimiento y costumbre, cambiando a una respiración distinta a la que conocía, de pronto, ya no sentía mis brazos ni mis piernas, no me sentía yo mismo, sentía el agua fría cubrir mi cuerpo, de pronto abrí los ojos, mirando todo un mundo diferente de mí mismo, estaba debajo del agua, quise moverme pero no entendía como, simplemente me movía de lado a lado torpemente, intentaba gritar o decir algo pero de mi garganta solo salían chillidos que si entendía pero no las personas a mi alrededor, estaba seguro, yo era ahora el animal, ahora era el delfín que tantas veces se había sumergido en mi consciencia, la doctora se acercó a mí con mi cuerpo a un lado, este pareciéndose mover casi sin dificultades más que las obvias para un animal en cuerpo humano, la doctora sonreía, -Bueno, parece que por fin te has encontrado contigo mismo, los estudios que estamos haciendo con ustedes son sorprendentes, el delfín tiene bastantes capacidades para ser lo suficientemente inteligente y usar tu cuerpo sin problemas, habla, se mueve, camina, respira sin dificultades, vaya, creo que ese será una buena oportunidad para seguir mis estudios neuronales, la doctora se alejaba con mi cuerpo mientras que yo me quedaba atrapado en el cuerpo del delfín, sorprendentemente había entendido todo lo que dijo y me quedaba pasmado ante la presión y trauma de terminar como un delfín quizás el resto de mi vida, pero al menos comienzo a sentirme mejor y me ha encantado ser un delfín que se mueve por las aguas, al parecer soy hembra y dentro de poco creo que tendré que aparear con algún delfín macho.