El señor Suarez un hombre de 78 años
estaba descansando en su silla reclinable cuando su nieta volvía a poner su
música chillona de niñas chinas, su nieta de 16 años como toda niña
influenciada por los gustos modernos y molestos de la época escuchaba esas
cancones tan martirizantes y estruendosos para sus oídos, cuando estaba por
dormir, una siesta antes de la cena, el hombre experimento un extraño mareo y
luego comenzó a despertar como si hubiera dormido horas, sus ojos estaban una
cerrados intentando despertar cuando sintió un fresco muy extraño, sus músculos
se movían como si fueran jóvenes y algunas partes de su cuerpo se movían por todos
lados, cuando se inclinó sobre la cama el hombre intentaba quitarse los
cabellos de encima, -¡Pelo cuando me creció el pelo tan rápido, ah, mi vox! –el
hombre se llevaba las manos a la boca al escuchar como con dificultad intentaba
hablar mientras escuchaba una dulce y suave voz de chica salir de su boca,
luego noto debajo de sí mismo un par de bultos carnosos sostenidos por un
sujetador de chica, rápidamente llevo sus manos a sus nueva tetas e
impresionado comenzó a jugarlas deleitándose, -¡Oh, jon tan juavez!, ¿pelo qué
jue lo que pajo, polke joy una chika? –el hombre se originaba aun conmocionado
luego de hurgar en sus calzoncillos femeninos para ver si su miembro tampoco
estaba encontrándose con una rajita sensible que era su nueva vagina, luego de eso,
se levantó corriendo al baño para notar su rostro femenino y de chica asiática
la cual no aparentaba más de 20 años, salió del baño para investigar que
sucedía pero luego de intentar no encontró nada, parecía estar en una ciudad
muy lejos de su casa y todos estaban igual de confundidos que él o ella,
algunos hablando aun en coreano y otros intentando hablar en su idioma, regreso
a su nuevo departamento donde aprecia vivía sola e intento comunicarse con su
familia aun sin saber cómo usar el teléfono más que estaba en coreano, Yim Hon
Su, llamo a su teléfono, la chica había despertado en el cuerpo de un hombre
negro africano y luego de pelear con una mujer lo suficientemente delgada para
saber que estaba luchando por el teléfono igual que ella para comunicarse la
golpeo quedándose el teléfono, pero al llamar a su celular la persona en su
cuerpo no sabía que responderle, aun intento hablarle en ingles pero el sujeto
parecía no entenderle, la chica fue goleada por la espalda por la mujer
desnutrida quien parecía si saber español y contesto, -¡Hola, me llamo José, no
sé porque tengo el cuerpo de esta puta negra, tengo hambre, tu quien eres!,
-¡Hola, joy Daniel Juarez, t…soy de Argentina, no t…sé qué paso, pero soy una
chika coreana, to…dos estamos confundidos, parece que nadie está en su propio
cuerpo! –trataba de hablar el hombre quien apenas podía silabar sus palabras en
español con un acento oriental -¡Maldición tío, yo soy de España, pero no sé
cómo ayudarte, creo que yo estoy en una posición peor que la tuya, me tengo que
ir, solo hay una forma de sobrevivir en este lugar, suerte con su cuerpo! –el
sujetó colgaba, sin duda se escuchaba como una vieja ronca sin fuerzas ni
energía, Daniel noto que habían colgado y las palabras del teléfono aun eran en
coreano, -Si tan solo pudiera encontrar a alguien que hablara español entre
tantos sujetos extraños haya afuera.
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