martes, 5 de mayo de 2020

-Luna Tg- PT4 "FINAL"





"VISITEN EL NUEVO BLOG DE UNA NIÑA LINDA N.N"





-PARTE 1-




Alberto estaba terminando de calificar unos exámenes, el agotado hombre de 60 años estaba tan cansado de su patética vida, años atrás había perdido al amor de su vida por un chico hijo de papi que le daba  todo por lo que había conquistado a base de premios a su amada, mientras que el un chico patético nombrado mejor amigo había sido humillado y rechazado por la chica que amaba, no solo por su aspecto regordete, sino también por su falta de ingresos para satisfacer las necesidades de su amada, Alberto terminó siendo un simple maestro de preparatoria luego de haber estudiado contabilidad en una escuela simple de gobierno, las cosas no iban tan bien  como pensaba y simplemente se había estancado con el paso de los años, reprimid por su estilo de vida, Alberto se dedicaba no solo a dar clases, sino también a  molestar a sus alumnas a las cuales de vez en cuando lograba robarles una que otra foto intima e inclusive prendas para su colección de pornografía personal, el hombre estaba demasiado fastidiado, había terminado de calificar el último examen, levanto su asqueroso culo flácido caminando con bochorno hasta la sala donde se sentó con una chela frente al televisor, el hombre se aplasto plácidamente mientras que miraba la televisión holgazaneando, pronto, el ventanal frente a el parecía mostrar un asombroso cielo colorido, la luz iluminaba todo el cuarto y molestaba a Alberto quien estaba algo ebrio por el alcohol de  su cerveza, el hombre comenzó a sentirse hostigado, pero la pesadez de su cuerpo y el estado en el que se encontraba le impedían controlarse, Alberto terminó rendido e inconsciente en el sillón luego de experimentar un fuerte cosquilleo en todo su cuerpo, más haya de sentirse placentero le  estaba doliendo hasta someterlo y adormecerlo, la mañana llego, el sol iluminaba todo a su paso, era un nuevo día, las cosas no estaban para nada bien, muchas personas estaban confundidas y alteradas, Alberto despertaba aturdido, su mente se sentía tan revuelta, miro directamente hacia el televisor cuando un largo mechón de cabello caía en su rostro, el intento alejarlo simplemente moviendo su brazo con rapidez, sentía su cuerpo bastante energético, sin darse cuenta, bostezo mientras intentaba estirarse a apagar el televisor el cual otra vez había dejado encendido quedándose dormido en el sillón, el hombre camino como normalmente lo hacía hacia el baño, pronto, expulso un fuerte grito femenino atardeciéndose a sí mismo, miraba su entrepierna totalmente hueca de donde antes tenía su gordo miembro ahora parecía tener una rajita muy parecida a una vagina, Alberto se tocaba experimentando un ligero cosquilleo intentando controlar lo que pasaba, su vagina estaba completamente húmeda por el orín que había liberad descontroladamente mientras empapaba toda su ropa y le escurría el orín entre las piernas, -¡Pero que putas paso aquí!, donde está mi pene, se ha ido –gritaba la nueva chica confundida, ella volteo hacia el espejo del baño solo para darse cuenta de que frente a él se encontraba una mujer bastante hermosa, su cabello laceado color negro donde antes se encontraba su cabeza limpia de cabello por su desafortunada calvicie extrema, un bello rostro con ojos cafés, una mirada extremadamente sensual así como su voz, la chica levanto de inmediato su enorme playera dejando al descubierto sus proporcionados senos, la chica enloqueció, tocaba extrañada su nuevo par de senos jugueteando con lascividad, pronto bajo su mirada visualizando la sensualmente curvilínea figura de sus curvas y caderas, un abdomen lucidamente plano, sus caderas anchas y un culo firme y redondo, la mujer se agasajaba con sus impresionantes tetas copa C, sentía sus pezones arder sensiblemente ocasionándole placer, la mujer energética se enmudeció, si bien podría tener al menos 30 años, su cuerpo parecía el de una diosa sexual, Alberto se quedaba impresionado mirando a la  sexy hembra en el espejo, aun sin poder creer que era el mismo con tan majestuoso cuerpo, el ex hombre salió del baño desnudándose con morbo, recorría todo su cuerpo mientras corría hacia su cuarto a masturbarse, la mujer se abría de piernas mientras con un espejo reflejaba su vagina para verla mientras se tocaba, pronto Alberto disfrutaba de a experiencia femenina como nadie, su vagina se venía incontrolable un par de veces hasta que finalmente sus energías ya no dieron para más, la mujer madura se tendió entre las sábanas completamente humedecidas mientras jadeaba del gran poder sexual que emanaba de su cuerpo, miro en su celular la hora notando que ya era demasiado tarde como para asistir al colegio, extramente ni siquiera le habían llamado para preguntar por su inasistencia, Alberto se levantó intentando acostumbrarse a su nuevo punto de equilibrio disfrutando de su nueva sexualidad mientras caminaba experimentando a ser una modelo, su cuerpo era extremadamente sexy a comparación con de asqueroso cuerpo flácido y horrendo que tenía, la  mujer se paró frente al espejo de su baño y con morbo se  sentía bastante incomodo al mirarse  como hembra, parecía que miraba a otra persona, una mujer muy buenota y sexy que jamás le haría caso, Alberto jugueteaba con sus tetas, sentía  violando la feminidad de una mujer extraña ajena a sus pensamientos, como si él le hubiera robado su cuerpo o la controlara sin su consentimiento, la mujer deslizo sus caderas con sus manos nalgueando el redondito culito que tenía, se sentía bastante caliente y sensual frente al espejo, -¡Hola bebe!, no te hare daño, solo quiero tocar este hermoso y calientito culito, ¿no te molesta verdad?, ¡oh, cierto, tuno puedes hacer nada, porque yo te controlo mi princesa! –se decía a si mismo Alberto quien comenzaba a sentirse incómodo y excitado de sí mismo, aun no controlaba su sensibilidad y las hormonas le jugaban chueco, se sentía tan impactado de la hermosura de mujer que era, Alberto pensó en como luciría una sexy lencería, - ¡No tengo ropa de mujer! –se decía así mismo decepcionado, luego recordó, durante sus años de experiencia le había robado unas cuantas prendas a sus sexys alumnas de la prepa, corrió a su cuarto y regreso con algunas de ellas, pero se decepciono al notar que ninguna le quedaba, o eran muy chicas para sus perfectos y redondos senos o eran bastante grandes que sus senos le quedaban como esferas a comparación de esos tremendos escotes copa D que sus alumnas y ex alumnas tenían, deseaba poder tener aunque sea unas tetas más grandes para disfrutarlas con mayor  intensidad, sus pezones se erizaron, pronto se miró de nuevo hacia su pecho, afortunadamente aún eran lo suficientemente grandes para agasajarse, la mujer regreso a su cuarto, decidió que era momento de salir a buscar ropa  para probar su nuevo cuerpo, tomó la tarjeta de crédito casi al límite de corte, que importaba ahora, el ya no era un hombre, era una nueva y completamente sexy mujer para el mundo, eso le recordaba que si ahora era mujer debía de llamarse como una, luego de pensarlo mucho,  Alberto decidió que Alejandra seria su nuevo nombre, la bella mujer salió vestida horriblemente  con una enorme playera  y unos pantalones que con trabajo le quedaban, todo era bastante grande para vestir la perfecta forma de su nuevo cuerpo, la mujer caminaba por la calle mientras que notaba como algunas personas la observaban, excitados por su hermoso rostro y confundidos por su mala vestimenta, Alejandra solo se rio para sí misma y pidió un taxi para levarla al centro comercial, -¡Hola señorita! –decía el taxista quien parecía algo develado pero excitado, - ¡Hola, podría levarme al centro comercial más cercano por favor –pedía Alejandra mientras notaba como el hombre parecía querer mirar su nuevo cuerpo, - ¿Te gusta mi cuerpo? –le preguntaba ansioso al hombre, - ¡Eh, perdón señorita, no era mi intensión molestarla! –le decía avergonzado, Alejandra se abrió de piernas mientras dejaba que el hombre se hiciera ilusiones, pronto deslizo sus manos muy cerca de la entrepierna del hombre con lo cual casi provocaba un accidente, el hombre la miro excitado, no imaginaba que una mujer alguna vez le haría semejante cosa, pronto, la mujer le sonrió excitada, deslizo sus manos por sus senos mostrando lo increíbles que eran, remarcadas en ese espanto de playera vieja que tenía puesta, -Sabes, yo antes era como tú, un sucio y viejo hombre pervertido, pero esta mañana todo cambio –la mujer le decía mientras dejaba que el hombre degustara de sus grandes atributos hasta donde se podía, tampoco pretendía desnudarse regalándole un show completo para él solo, el  hombre se excito, llego por fin al centro más cercano y miro como la sensual mujer se bajaba mostrando sus hermosas caderas vestidas con un horrible  pantalón enorme de mezclilla, -¡Sabes!, anoche estaba seguro de llevar a un hombre muy ebrio conmigo, cuando regrese de liberar mis necesidades el ya no era u hombre si no una morena y caliente mujer, jamás entenderé porque, pero le di una buena  y calurosa sacudida –el hombre le decía mientras que Alejandra miraba como el hombre se alejaba algo asqueada, por poco podría haber sido violada por un hombre, Alejandra recordaba los problemas de las mujeres con sus bellos y sensuales cuerpos, casi arrepintiéndose de ser una de ellas y no un simple hombre gordo como antes, Alejandra ignoro el ultimo hecho y notando sus geniales senos marcados en su pecho decidió seguir con sus planes mañaneros, camino por el centro comercial recorriendo todas las tiendas de ropa femenina, probándose muchas sexys prendas que se acomodaba en sus geniales senos mientras que modelaba frente al largo espejo en busca de cada vez más sensuales poses para lucirse con su cuerpo, pronto, Alejandra salía con toda una mercancía de ropa femenina para su nuevo cuerpo, sin olvidarse de comprar un par de prendas nueva para llevarse puestas a la escuela y lucir como toda una sexy nueva profesora, la mujer regresaba a su casa notando como todos los hombres la veían caminando sensualmente por las calles mientras se regocijaba sexymente meneando sus caderas al compras  y sintiendo el rebote de sus grandes senos en su pecho, ambas mostrándose en un amplio escote el cual dejaba ver sus senos a los hombres, la bella mujer terminó de subir todas sus cosas a el taxi diciendo no actuar como la última vez, se arrimó en la parte de atrás y se mostró tranquila mirando hacia la calle hasta llegar a su casa, aun así noto como el hombre intentaba mirarla por el retrovisor, sentía unas ganas tan fuertes de gritarle pues comenzaba a sentirse hostigado, pero se contuvo pues podría ser peligroso estando sola con el hombre y más sabiendo que ahora sabría donde vivía, Alejandra salió del taxi acomodándose con los tacones pues era algo nuevo para ella, fue ayuda por el hombre a llevar todas sus cosas hasta su departamento, notaba como el hombre la seguía por detrás tan solo para aprovechar y poder verla caminando mientras su vestido se elevaba mostrándole sus bragas, Alejandra se sorprendió de notar como era tan fácil seducir a cualquier hombre para que hicieran lo que quieran, luego de pagarle, el hombre no dejaba de mirar hacia  su escote, ella pensó rápidamente si dejarlo entrar y aprovechar de una vez para probar su feminidad, pero tan solo dejo que se acercara a tocarlas, el sentir como el hombre manoseaba sus tetas lo hico estremecerse y sentir como su entrepierna se mojaba, el hombre trataba de empujarla cerrando la puerta, ella trato de bloquearlo golpeándolo en la entrepierna, pronto se sintió tan temerosa de como el hombre tan abusivo se estaba aprovechando vilmente de la situación, ella estaba realmente arrepentida, -¡Maldita perra, pero si ya estabas caliente! –el hombre renegaba, Alejandra entre sollozos asustada empujo al  hombre por fuera de la puerta y la cerro rápidamente con la llave, luego del suceso, Alejandra comenzó a probarse ropa mientras se tomaba fotos con su nuevo celular, se creó un nuevo perfil notando como rápidamente su buzón se llenaba de solicitudes de hombres precoces en busca de su cuerpo, más tarde, saco de entre sus cosas nuevas un consolador, pero luego de pensarlo un rato, se sintió romántica y decidió que exploraría su nueva virginidad con un buen hombre que la quisiera de verdad, los días pasaron y el director le había llamado, -¡Buenas tardes,, señor…, Téllez!, me imagino que está enterado de la situación, he de pensar que usted debió de ser alguno de los afectados, por lo que luego de haberle dado algunos días usted ya debió de arreglar sus asuntos, ahora debe de presentarse en la escuela para entregársele las indicaciones pertinentes –el sujeto le decía mientras que Alejandra consternada respondía con su nueva voz a tipo quien inmediatamente se enteró de lo que había sucedido con el hombre, -¡Ah, ha veo!, así que usted se oye bastante bien, bueno lamento lo que está pasando y espero que se presente este lunes de inmediato, buenas tardes –el sujeto le colgaba algo curioso ante la sensual y femenina voz de la mujer mientras que ella pensaba en que hacer, luego de un momento, Alejandra preparo todas sus cosas y a día siguiente se alisto con un sexy conjunto de maestra, el día había comenzado excitante, subiéndose nuevamente a un taxi con un poco menos de miedo, se aseguró de protegerse mientras que el señor muy amable la levaba sin problemas, cuando Alejandra llego, todos estaban alterados, muchos de sus alumnos estaba  completamente irreconocibles  así como de algunos de sus compañeros maestros, nuevas chicas que desconocía y las chicas que conocía algunas de ellas totalmente mejoradas, inclusive la señora Hernández quien era la anciana secretaria del director altamente rejuvenecida, casi  ni distinguían que era ella quien le atendía en la dirección, también podía ver como muchos de sus alumnos le miraban morbosos y sorprendidos de ver a la nueva sexy maestra que desconocían caminando con una sensual falda que le volaba con el aire y una blusa muy sexy que mostraba un gran escote mostrando sus pronunciados senos rebotando en su pecho, luego de entrar en la esperada junta escolar, Alejandra se sintió empoderada y a la vez algo nerviosa por mostrarse como una mujer bastante atractiva quien antes era conocido como un aburrido y fastidioso gordo, notaba como el director le dirigía  una mirada calurosa hacia sus senos  mientras que sin pensarlo cruzaba las piernas avergonzada de ver como algunos de sus compañeros hombres le miraban por las piernas sus bragas, el  silencio incomodo a todos en el área y las maestras quienes fueron las que menos cambios sufrieron en muchas de ellas tomaron el mando apoyando al director en las nuevas decisiones escolares, Alejandra tomaría una nueva identidad y por supuesto que seguiría con su clase matemática como el reglamento escolar lo indicaba.



Las clases en el instituto Zumárraga se habían normalizado, las nuevas estudiantes se sentían algo temerosas, pero con suerte cada una fue asistida por sus padres o nuevas amigas a quienes consideraron un apoyo único y emocional ante su nueva feminización, sin embargo, aún llegaban a ser el objeto de burlas y acosos por parte de sus compañeros hombres quienes no habían sufrido del impacto del fenómeno de la Súper Luna Rosa.

Gustavo llagaba muy nervioso a la escuela, había pasado ya un mes sin asistir pues tenía bastante miedo de salir, su  padre se había transformado en una mujer madura muy bella pero gorda luego del trastorno de la luna, había corrido a su madre de la casa pues si bien antes ya tenían bastantes  pleitos fuertes por el machismo de su padre ahora estaba completamente furioso por lo que su borrachera esa noche le había hecho, mientras que a Gustavo lo golpeaba furioso por haber caído igual que el en tan absurda situación, su único hijo macho convertido en una hermosa niña muy tierna y llamativa, el golpe había sido muy duro para ambos mientras que el hombre ahora no tenía como mantenerse luego de tan espantoso cambio, había perdido su trabajo en la obra pues todos sus compañeros se burlaban de su estado, ni algunos de los casos entre ellos habían sido tan precarios como el suyo, inclusive su compadre quien casi intentaba abusar de él luego de su transformación lo habían manoseado horriblemente como nunca hubiera  imaginado, mientras Manuel o la nueva señora Manuela resolvía su vida, la pobre nueva Laura estaba rebasada, cuando esa mañana había despertado convertido en una hermosa chica, con buenas curvas y caderas, además de su cabello completamente rubio, sus ojos cristalinos, así como un par de senos bien formados copa B en su pecho, era una belleza de chica inclusive más que las que recordaba de su escuela, pero lo peor de todo, era que con esto, no sabía si tendría el mismo temor y respeto de sus compañeros a quienes molestaba, ahora era una niña frágil y quizás a todos los que alguna vez les hizo daño posiblemente ahora tomarían venganza por la situación en la que estaba, la chica se tomó todo su tiempo, inclusive ahora sin su madre era aún más difícil, su nuevo cuerpo femenino había experimentado su primer periodo, había sido lo más doloroso y horrible que había padecido en su vida, ahora era una niña, como podía lidiar alguien con eso, bueno al menos no era el único, su nueva madre, parecía toda una puta, llevaba varios hombres y aunque había jurado lo más machamente posible jamás ceder ante su nuevo sexo, le había sido imposible encontrar otro modo más que sublevarse para mantenerse, pero con ningún hombre conectaba, si bien no era una gorda tampoco era un monumento de mujer, porque no se había convertido tan siquiera en una súper modelo como en otros de los casos, le había tocado la peor parte, ser una vieja vale verga, sus tetas colgando y su cuerpo todo flácido, su cabello desalineado y su culo deformado, sin decir nada peor de  su rostro ridiculizado, solamente se había rebajado a trabajar como cabaretera en un centro nocturno en la ciudad, por lo que vivir con ella era aún peor que antes, la pobre chica se armó de valor, salió a comprar algo de ropa y como pudo, con mucha vergüenza decidió regresar a la escuela que era el único lugar que pensaba estaría mejor que en su horrible casa, Laura se arregló lo mejor posible, siguió algunos tutoriales pero por más  que intentaba no quedaba como decían en el video, simplemente se acomodó el sujetador, un par de bragas y el uniforme de colegiala  que había comprado secretamente en la escuela, sus mediadas se ajustaban perfectamente a su silueta, se sentía bastante ridícula con toda esa ropa femenina pero parecía que poco a poco retomaba la confianza, era como si por dentro ella siempre  hubiera querido ser Laura, aprovechó un momento para tomarse unas fotos  y con una sonrisa mejorada se sintió preparada al regreso, el viaje en camión fue lo peor de  su primer día, simplemente las personas era un fastidio ante su nueva forma, sobre todo los hombres quienes en muchas opciones intentaron manosearla, tan solo en un  intento, sintió como su vagina se mojaba horriblemente después de que un hombre logro tomar sus tetas para jugarlas un buen rato, ella chilló sin poder hacer nada agarrada del poste en el camión lleno de gente sin poder moverse, horrorizada, salió del camión para caminar unos metros a la escuela, un par de chiflidos resonaban a la vista de su cuerpo, se sentía  muy avergonzada, al entrar veía como los que antes conocía la desconocían totalmente, había perdido su grande y cuerpo brabucón por el de una niña pequeña y debilucha, aun así entro sintiendo la  fuerte mirada de todos, la chica nueva  ellos pensaban, pero al entrar en su salón, la nueva maestra quien antes era  su horrible maestro regordete Alberto ahora era una belleza madura de mujer, ella la sostuvo mientras la presentaba con sus compañeros, inclusive una hermosa chica pelirroja con grandes atributos, otra niña rubia entre otras chicas nuevas que desconocía igual o mejor de hermosas que ella, inclusive algunas de  sus compañeras conocidas limitadamente mejoradas como Valeria, quien lucía bastante  sexy, antes era una gorda bastante fea, mientras que el cambio la había vuelto una chica modelo, Laura se sentó intimidada, sabía que sus compañeros la estaban maldiciendo en sus mentes, veía a su alrededor  como algunos de sus cuates la miraban  fuertemente, recorriendo con sus perversas miradas desde  sus piernas hasta sus senos remarcados en su blusa escolar, luego miraba hacia delante, como la nueva maestra Alejandra aprovechaba todo su encanto para llamar la atención de sus clases como antes no lo hacía, era tan obvio que ni siquiera se molestaba en pedir atención de  sus alumnos, todos embobados ante sus sensual figura que meneaba con confianza por toda el aula, al llegar el recreo, Laura salió algo abrumada, pronto, algunas chicas se acercaron a ella, era Valeria y su nuevo grupo de amigas, -¡Hola, Gus!, oh no, ahora eres Lau, nuestra nueva perrita brabucona, pero ya no te vez tan brabucona ¿cierto? –decía la chica confianzuda mientras se regocijaba resaltando su figura, con una sonrisa sínica en su rostro, mientras  que sus nuevas amigas se reían junto con ella, pronto, Valeria la empujo haciéndola caer fuertemente hacia el suelo, Laura se sentía tan impotente, sentía el dolor de su caída, el ardor de las raspaduras en sus manos, no quería pero le era imposible no sentirse apenada y no llorar, la fragilidad de sus sentimientos  se apodero de ella en el peor de los momentos, -¡Auuu, quiere llorar, quiere llorar! –gritaba la amenaza mientras que todos la rodeaban, inclusive algunos chicos quienes antes  consideraba sus amigos, pronto, uno de los chicos a quien antes  molestaba la levantó solo para volverla a tirar, la  sostuvo de su hermoso cabello pelirrubio y la  jaloneo bruscamente contra el suelo e intentaba tocar morbosamente y con toda la intención sus nuevos senos, -¡Ahora quien es el pequeño! –le gritaba el chico quien ahora se veía más alto y poderoso mientras la sujetaba lastimándola  con fuerza, comenzaron a grabarla mientras chilaba sin control, se sentía  muy mal, ahora sabía que regresar a la escuela había sido la peor decisión, Alejandra se acercó, -¡Niñas, ya  déjenla en paz! –gritaba la mujer que llegaba a su rescate, luego de levantarla y ayudarla, todos se fueron dejándola a solas con la maestra, -Sé que esto es difícil pero deberías de acostumbrarte, anteriormente los molestabas demasiado y ahora ellos quieren tomar lo que dejaste –le decía la mujer curando sus heridas y limpiando su rostro maltratado, Laura la abrazo fuertemente, necesitaba de un gran apoyo ahora, regresaron a sus aulas y Laura regreso a su casa horas después con molestias en su cuerpo, la maestra Alejandra llego en su nuevo auto deportivo y decidió llevarla con ella hasta su nuevo departamento, Laura le conto todo lo que sucedía en su vida  ahora, inclusive en su pasado, Alejandra ahora comprendía  el porqué de su actitud, sin duda el origen del problema está en su casa, su padre era horrible y por eso su comportamiento en la escuela, ahora era peor pero ella no podía desquitarse como antes, ni siquiera lo pensaba ahora que no tenía la  fuerza para hacerlo  y su madre aprovecho para irse lejos y ahora  no sabía nada de ella, Laura decidió irse a su casa, Alejandra la llevo mientras que miraba como la nueva madre de la chica legaba hecha borracha con un hombre quien la manoseaba abusivamente, se sintió mal por la chica, no quería  dejarla  ahí, pero no le correspondía, no era su vida  y no podía hacer nada por ella, Laura regreso a lo suyo mirando con tristeza como su nueva amiga se alejaba, sin duda a ella le había ido tan bien luego de ser un viejo amargado, Laura se encerró en su habitación, pensando en si volver a la escuela, escuchaba todo afuera, los cantos de su madre con los del extraño con quien se acostaba, Laura se durmió cuando horas después se sentía algo extraña, se despertó en medio de la noche experimentando algo de frio, cuando se dio cuenta, escuchaba los jadeos de un hombre muy cerca, Laura alzo la vista, presenciando como el hombre asqueroso que su madre había llevado ahora  estaba en su vagina lamiendo e  intentando penetrarla, Laura grito lo más fuerte posible mientras que el tipo la forzaba, su vagina estaba descubierta y manoseada por el hombre, mientras que sus brazos estaba atrapados por las fuertes manos del hombre, Laura pedía ayuda pero nadie se acercaba, luego como pudo, doblo la rodilla golpeando en los testículos al hombre quien cayo  completamente adolorido, -¡Maldita perra! –le gritaba mientras que ella se levantaba huyendo, Laura salió de la casa mientras que corría dejando todo atrás, ya no pensaba en regresar a esa casa ni a la escuela, se refugió cerca de una plaza mientras que el amanecer llegaba, luego de la noche tan pesada, Laura tenía bastante frio y decepción de sí misma, camino por horas  hasta encontrar a  su maestra, la mujer la recibió mientras que angustiada la veía, su situación era muy fuerte y no debería estar sola por las calles, Laura  se sintió reconfortada mientras que la mujer pensaba en como adoptarla como hija, sinceramente ya era lo suficientemente adulta como para que tuviera problemas de adoptarla, a pesar de  todo, Laura ya tenía 17 años, pronto cumpliría los 18 y no veía el caso en adoptarla, ambas esperaron con el tiempo a que sus padres la  buscara, lo cual pareció bastante bueno pues jamás supieron más nada de ambas, Alejandra y Laura se mantenían como madre e hija lo suficientemente bien para parecer una pareja inseparable, cuando el tiempo llego, Laura decidió tomar su camino apoyada por su madre y amiga, la chica se mudaría a otra ciudad en busca de sus sueños y oportunidades.

Julio había permanecido en casa mucho tiempo, luego de su transformación su madre había decidido que lo mejor era apoyarla resguardándola  en casa, la universidad solo pasaba mientras que Jules no podía hacer nada por su vida, se sentía indefensa y sin ganas de hacer nada, esa noche había cambiado por completo su vida, se miraba en el espejo, bastante atractiva para lo que imaginaba, una belleza de ojos, su cabellera pelirroja y su cuerpo de reloj de arena, días después, su mejor amigo Alexis llegaba a su casa, esperaba saber algo de su amigo quien no aparecía desde ya hace un tiempo, su madre lo dejo entrar mientras que Jules se sentía apenada y muy nerviosa, se presentó hacia su amigo quién sorprendido la miraba hecha una belleza, -¡Hola, soy yo, Jules! –le decía al chico quien no paraba de mirarla,-¡Hola..!, ¿Julio, Jules, pero que es todo esto? –le preguntaba sorprendido, aun ya sabiendo la situación de los demás, -¡Pues sucedió wey! –le respondía, luego de un rato en incomodo silencio, los dos  amigos charlaron unas horas, para Jules era bastante incomodo hablar de sus cosas cuando ahora era  una ella, inclusive  ahora que estar encerrados en su cuarto era bastante íntimo y penoso para ella, Alexis por su lado, respetaba la situación de su amigo, pero no podía dejar de mirarla, sobre todo hacia sus senos los cuales mostraba muy bien en una blusa escotada, Jules se chiveo con pena sabiendo que Alexis la miraba de otra forma, pronto, el chico grandulón se acercó a ella, mirando fijamente hacia  sus ojos cristalinos impregnando sus labios con las suyos,  Jules había experimentado una extraña emoción dentro de ella, no le disgustaba el beso de su amigo para nada pero su cuerpo se erizaba, sus senos se hinchaba y su vagina de mojaba, había recibido ese beso con total aceptación que su cuerpo muy sensiblemente se había excitado al sentirlo, Alexis no perdió el tiempo quien con calma comenzó a tocarla, desnudo sus senos comenzando a acariciarlos con calma y educación, sujetaba sus pezones firmes y rollizos haciendo que Jules se excitara, estaba jadeando con fuerza  cuando pensó que ya no pararía, justo cuando Alexis intentaba desnudar su parte intima, Jules lo detuvo, le gustaba lo que hacia pero sentía que era muy pronto, incuso ahora que acababan de encontrarse, el  no era normal, ahora era una niña, sabía que le llenaba pero no quería las  cosas por la fuerza, Alexis retrocedió sonriéndole, él se  sentía bastante avergonzado pues no sabía si era muy gay lo que hacían, pero ahora él era una chica, una bastante sexy y no había problema si el intentaba algo con ella, su confianza estaba en lo alto pero Jules decidió pararlo con nostalgia, le  atraía  su amigo pero no era momento para eventos, con el tiempo, Jules se tuvo más confianza independizándose  de su madre quien la veía partir ahora como chica, poco después hecha una chica independiente, conoció nuevos romances que la hicieron sentirse bastante madura, relacionándose  poco a poco con mayor claridad y confianza.

Ana y la ahora Karla, habían formalizado una nueva relación de lesbianas, habían perdido sus aburridos trabajos por los de ahora unas modelos, su hija Valeria quien estaba igual que ella se había afianzado como actriz entre los medios.

Marcos, se había despertado confundido, recordaba borrosamente la intensa noche que paso en su borrachera, parecía ilógico lo que  había experimentado pero se juraba a sí mismo no volver a tomar tan fuerte alcohol, se levantaba anonadado, estaba fuera de su casa, su cuerpo se sentía muy extraño y fue cuando noto su piel morena, el hombre comenzó a tocarse asustado, noto su  nuevo sensible  par de senos mientras  que visualizaba el resto de cambios en su cuerpo, cuando lo peor ya había pasado, se encontró con un fuerte dolor en su vagina, estaba completamente roja y palpitando con un olor extraño, apenas y podía caminar cuando recordó al viejo gordo montándolo en esa oscura noche, su cabeza di vueltas hasta que soltó un grito de desesperación, sus vecinos caminando notaron a la morena vuelta loca, la desconocían mientras que una mujer ario la puerta, era su esposa bastante molesta, abría la puerta arrancada pensando que era su esposo quien tocaba, decepcionada, miraba a una bella chica morena desesperada en la puerta, parecía que tenía el uniforme de su esposo, -¡Y tu quien eres! –le gritaba, -¡Mujer, soy yo, Marcos tu esposo, no sé qué es lo que paso! –la chica la miraba, trataba de que su mujer se compadeciera de ella quien no entendía  porque esa mujer decía ser su esposo, intentando no creerle dejo que entrara a la casa, luego de un exhaustivo interrogatorio la mujer estaba completamente segura de que era  su esposo quien hablaba en esa chica tan extraña, luego del mal trago, Marcos se dio un baño con ayuda de su esposa, no fue caliente  como piensan si no uno donde le enseño a su ahora ex marido a tratar su nuevo cuerpo, su hija Paola de 7 años con su inocencia ni se enteraba quien era la bella chica morena quien viva en la casa, Sandra y Pamela como ahora se llamaba, habían decidió guardarle el secreto a su hija, esperando que con los años olvidara a su padre recordándolo solo como un héroe, Pamela había perdido obviamente su trabajo en la empresa, su nueva imagen le impedía ser ingeniera  por distintos motivos racistas, a pesar de todo, la familia logro salir adelante, mientras que Pamela era  contratada como asistente de una bella chica japonesa quien antes era un anciano empresario y Sandra se volvía una enfermera.

Cami ahora era una feliz sexo servidora en el burdel, Madame Pisanov había sido bastante favorecida luego de mirar su nueva mercancía, un par de chicas muy atractivas para su negocio, su fiel aprendiz había sido de gran ayuda ahora que había cumplido su promesa, le ayudaba a su Madame mientras que aprendía a ser toda una reina en la belleza, seducía a muchos hombres obteniendo más a cambio, Liz quien resultó afectada por el cambio, se sentía bastante indefensa, quería escapar de la Madame pero al igual que como a ella y a otras nuevas  chicas las había vuelto prisioneras en su negocio sexual, Liz había sido educada con fuerza y violencia, ahora era una niña y tenía que obedecer como tal, no podía ni llamar a su familia pues nadie le creería, mucho menos ahora que con tanto daño psicológico se sentía una perra, luego de su primer día con un hombre de negocios, Brandon un hombre de 56 años con ganas de coger, la penetro vilmente haciéndola su perra, así como otros tantos hombres quienes llegaban ansiosos por tomar a Liz como su puta, Luis  perdido la razón y sus recuerdos  influidos por los de Madame a quien ahora obedecía sin reclamar.

La nueva empresaria Lee y su pareja intima Gabriela ambas eran una feliz pareja, entre ambas se daban placer todas las noches, luego de un largo día de trabajo, liberaban sus presiones, la nueva empleada del señor Ramírez era bastante eficiente, mientras que Lee se entretenía degustándose con su nueva exótica asistente, Pamela quien tenía un historial bastante bueno en la ingeniería, transformada por lo mismo que ellas y apoyada por un nuevo programa del gobierno.

Fernanda llevaba a su nueva niña al colegio, aunque  Carla no quería pasar por toda una etapa nuevamente en el colegio, era necesario para salir adelante con sus  vidas, pues  nadie la contraria siendo tan niña en un empleo de tiempo completo en un bufete de abogados, Carla se sentía  algo tranquila de asistir junto con otros niños de su edad, así no pasaría por burlas  ni otras cosas sentimentalmente cuestionables, aun se sentía bastante avergonzada por tener que usar ropita de niña, sobre todo falditas y braguitas femeninas para una niña de su edad, además tenía miedo de lo que venía, la adolescencia y sobre todo el hecho de que  ahora  era una  niña y lo que eso conllevaba en el futuro, afortunadamente Carla conoció a Paola, una linda niña de su ahora edad quien se había convertido en su inseparable amiga a quien le confeso la verdad de más grandes.  

Alejandra se había quedado sola luego del tiempo que convivio con Laura, la  chica había partido a estudiar medicina mientras que ella seguía en su dedicación en las clases, seguía siendo toda una perra en la escuela, era tan atractiva que el director hacia lo que podía para mantenerla  aun en la escuela, ella ya no quería esa vida tan patética para una mujer como ella, penaba que teniendo tan buen cuerpo podría dedicarse a otra cosa y obtener mejores oportunidades con su cuerpo, poco después se volvió influenciar en Instagram, donde se dedicaba mayor parte del tiempo a mantener su cuerpo en forma, se había ganado bastantes seguidores, uno de ellos inclusive  invitándole cosas buenas a cambio de unas nudos, pero con el  tiempo, conoció a Fernando, un hombre amable y millonario que la cortejo pacientemente, Alejandra estaba feliz con su nuevo estilo de vida, sentía que por fin había llegado el indicado, se  abrió tranquilamente hacia Fernando quien desde el primer momento supo la verdad de Alejandra, luego de un tiempo, Fernando le regaló  una verdadera noche de pasión a Alejandra, quien por fin obtuvo su primera vez disfrutándola como tanto lo deseaba y no con cualquier hombre ansioso de su cuerpo.




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