viernes, 29 de mayo de 2020

Soda Mágica Posesión into Colegiala


¡¡Volvieron los viernes de saga caps!!


¡Viernes de Saga Caps!







Mabel era una chica tímida, siempre se sentía insegura de si misma, casi como cualquier chica tímida y común de tantas quienes son asechadas por los hombres más abusivos y pervertidos, a ella no le simplemente no le gustaba llegara ser el objeto de las miradas de los hombres.

Para su mala suerte, Mabel era el objetivo personal de Héctor, un chico de su salón quien tenía en secreto la habilidad de poseer a las  personas, utilizando una soda mágica, con la que liberaba su alma de su cuerpo, lo había hecho en varias ocasiones, esto, porque a Héctor le encantaba primero analizar a sus víctimas para después darles donde más les dolía y sin que supieran como ni cuando adueñarse de sus cuerpos, en todo caso sus víctimas eran más chicas tímidas que hombres, pues le gustaba desvirgar a las chicas tímidas convirtiéndolas al menos durante su estancia en sus cuerpos en niñas totalmente pervertidas y sexys al contrario de sus verdaderas dueñas.

Fue entonces que Mabel, regresaba a su casa, una vez más, Héctor la había seguido tomando los datos suficientes luego de una semana de estar caprichosamente sobre de ella, Mabel se encerró en su habitación el resto de la tarde y Héctor regreso a su casa esperando el momento oportuno en el que sus padres se fueran de viaje de negocios como en toda ocasión en la que ha actuado para apoderarse de un cuerpo.

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Al momento en el que se fueron los señores, Héctor regreso a su cuarto, se aseguró de que todo estuvieren orden mientras se deslindaba de su cuerpo y bebiendo de la soda mágica, su alma salió disparada de su cuerpo, -¡Oh, linda y tierna Mabel! –exclamaba Héctor luego de viajar astralmente hasta llegar al cuarto de Mabel –Por fin tendré tu lindo cuerpo –Luego de eso, Héctor comenzó a meterse porra boca de la chica quien estaba aún apunto de dormir, mirando su perfil de Facebook y platicando con algunas amigas, Mabel comenzó a sentir una especie de escalofrío cuando noto como un vapor extraño se introducía dentro de su boca, sin poder cerrarla, Mabel se levantó aterrada tratando de correr sin posibilidad alguna, de pronto sus piernas dejaron de correr y su cuerpo quedó inmóvil por unos segundos hasta que sus manos comenzaron a acariciar sus pequeños senos vertiginosamente mientras Mabel trataba de moverse sin que esa fuerza extraña la dejara, -¡Mabel, por fin eres mía, no te resistas, yo sé que te gusta! –decía la voz en su cabeza mientras apretujaba más fuerte sus senos, la chica comenzó a sentirse fuertemente excitada, sus senos eran bastante sensibles y ella como ahora Héctor lo sabían, luego Héctor comenzó a frotar su vagina, deslizando su mano por su short de dormir  frotando suavemente los labios vaginales, Hechor ya era un experto, no se dejaba influenciar tan rápido por un cuerpo como la primera vez, pero el cuerpo tierno y sensible de Mabel lo estaba dominando, sintió un par de cosquillas que recorrían todo su cuerpo y antes de que eso lo encerrara más en un bucle pasional, separo su mano de su seno y la otra de su vagina, Héctor levanto su blusa, exponiendo los senos de Mabel, subió sus manos de nuevo hacia ellos ahuecándolos y rebotándolos mientras saltaba muy a gusto mirando  como brincaban frente al espejo, Mabel solamente chillaba pero de placer al sentirse acorralada, de alguna forma Héctor había descubierto un extraño fetiche en ella pues no parecía resistirse, incluso, fue el cuerpo más fácil que le había tocado poseer hasta ahora, -¡Porque paras! –Mabel silenciaba luego de que el extraño intruso de su cuerpo quitara las manos de sus senos, -No linda, nunca imagine que fueras tan perversa, hasta la más calladita tiene sus secretos, Héctor sentenciaba mientras hacía que Mabel chillara de nuevo esta vez pellizcando los pezones erectos de sus senos, Mabel se frotaba, le excitaba como el sujeto la tomaba como esclava de su propio cuerpo, jamás había sentido algo así, pero le gustaba.

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Después de pasar toda la noche experimentando con Mabel, el chico se dio un baño, explorando los encantos de su cuerpo femenino, luego se modelo así mismo frente al espejo mientras se ponía el uniforme de colegiala, esta vez, se aseguró de subir un poco más la falda y de abrir los botones de su escote, - Pero ¡qué crees que esas haciendo! –Mabel le gritaba, -Tranquila princesa, solamente me divierto, Héctor simulaba moverse como puta con su cuerpo, luego de besarse a sí misma en el espejo, se tocó los senos asegurándose de que se marcaran sus pezones en la blusa, -Vamos excitadas, ¿te parece? –Héctor sentenciaba mientras Mabel se sentía avergonzada, bajaron a saludar a sus padres y luego de almorzar se fueron a la escuela, la madre de Mabel la miraba extraña, se comportaba diferente y más coqueta que antes, incluso fingió no ver que sus pezones se marcaban en su blusa, pero eso solo le hacía sentirse algo incomoda.

Mientras iban a la escuela, Héctor se subió al camión como siempre que lo hacía con los cuerpos de las chicas, sobre todo colegialas, se aseguraba de ponerlas en el peor de los escenarios posibles y luego disfrutaba de la depravación sexual de los hombres sobre el cuerpo de las chicas como Mabel, rápidamente miro un grupo de hombres en el fondo, algunos albañiles, de esos que miraban más obscenamente a las mujeres, no tardo en ver como sabroseaban sus piernas y sobre todo, no dejaban de admirar sus pezones, Héctor les guiño el ojos mientras se  colocaba de espaldas sobre ellos, el camión iba a todo lo que aba meneándose de lado a lado, mientas que su falda se levantaba con el viento, -¡Oye que te pasa, que no ves que esos tipos se me quedan viendo! –gritaba Mabel alterada, luego Héctor se agacho asegurándose de que los hombres de atrás miraran bien sus pantis marcando su culo redondeado, uno de ellos reposo rápidamente sus manos sucias en sus glúteos acariciando mientras Héctor y Mabel sentían la presión de sus manos en su culo, -¡Detente por favor! –gritaba Mabel sin saber a quién decirle si al intruso o al enfermo que la tocaba, pero Héctor la ignoró, luego se levantó simulando una caída gracias al rebote del camión, aventándose hacia los señores quienes rápidamente la manosearon por todas partes mientras fingían levantarla, Mabel chilló a mas no poder, todas esas manos asquerosas en su cuerpo, luego otro par de hombres la levantaron regañando a los enfermos que la manosearon, -¿Por qué me haces esto? –lamentaba Mabel, -¡Umm!, pues no es mi cuerpo qué más da, yo lo disfruto si tu sufres pues es tu problema –Héctor se aprovechaba mientras que la chica lo insultaba enojada.

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Luego de un día  agotador de escuela, Héctor se había divertido bastante con Mabel, sedujo a sus compañeros más pendejos a cambio de dinero, le encantaba tener ese poder cuando tenía a una mujer en sus manos, o mejor dicho sus manos, manos con las que acariciaba las grandes y a veces pequeñas pollas de los hombres desprestigiando a las niñas de sus cuerpos, Mabel estaba totalmente avergonzada, mirando todo sin poder detenerlo, la había hecho ver como una puta en la escuela, siendo manoseada por hombres todo el día y sin quererlo, inclusive penetrada por el ano, afortunadamente no en su vagina la cual aún estaba virgen pero si había sido manoseada en más de una ocasión durante el día, Héctor estaba un poco satisfecho, pero antes de partir del cuerpo de Mabel, uso el dinero que obtuvo para comprarle un juguetito especial a Mabel, luego regreso a su casa y tomo unas cuantas fotos con su cuerpo, Mabel se sentía horrorizada, luego las envió a un perfil privado para que no se dierá cuenta de quién era, saco el pequeño  juguetito de su mochila y luego de divertirse un buen rato con él en su vagina salió de Mabel dejándola indefensa mientras jadeaba sin control tratando de sacar el aparato de su vagina, Mabel tardo un buen rato antes de poder sacarlo de ella, pero justo en el momento en el que intento hacerlo por última vez, su madre había estado enojada por su extraño comportamiento en el día, encontrándola desnuda e infernalmente perversa ante sus ojos, Héctor se quedó mirando por un rato hasta que se le ocurrió la idea de apoderarse del cuerpo de su madre, antes de que Mabel sintiera el chancletazo de su madre, esta se estrujo los senos, luego se aventó sobre de Mabel y comenzó a besarla sin control, bajo su mano maternal hacia su vagina enseñándole a cómo utilizarla, le  arrebato el juguete de sus manso y desnudando su vagina le enseño como usarlo mientras Mabel miraba la perturbadora escena de como su madre se masturbaba frente a ella, la señora estaba perturbada, su cuerpo se movía contra su voluntad, pero comenzaba a disfrutar lo que hacía, después de jugar un rato entre madre eh hija, Héctor salió del cuerpo de la señora, las miro por fuera perturbadas y apenadas y después se fue a su casa regresando a su cuerpo, pasando el resto de la noche masturbándose con sus propias fotos como Mabel.

Al día siguiente, regreso a la escuela, estaba ansioso por saber cómo vendría Mabel este día, para su sorpresa, parecía la misma Mabel que engendro el día anterior, con su falda sobre las rodillas, su cabello suelto y su escote bien abierto, parecía una Mabel completamente diferente, se acercó a Héctor el chico rico de la escuela intentando seducirlo, - ¡Hola bebe!, porque no viniste ayer –preguntaba Mabel tontamente sin saber que él era quien la había tomado el día de ayer.



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