Raquel
era una mujer madura, a sus 57 años daba clases en una escuela particular, lo
cual no le daba muchos ingresos, pero luego de su divorcio con su esposo, ella había
quedado algo sola y reprimida, de vez en cuando recibía la visita de su única
hija a su casa y casi siempre era solo para ir unas dos horas y volver a su
departamento de soltera, lejos de su madre en su gran vida como chica fitness y
modelo amateur.
Mientras
tanto, Raquel tenía que lidiar con los chicos molestos de la preparatoria donde
daba clases, muchas veces el ser una maestra vieja era todo un dolor de cabeza,
a veces deseaba volver a tener sus gloriosos 23 y verse tan bien como su hija,
todos los días se sentada en su escritorio y daba clases a chicos puertos que
lo único que hacían era burlarse de su clase y no poner atención a sus clases,
ella sentía coraje, coraje de que los jóvenes de ahora ya ni siquiera pusieran
atención en su materia, ni fueran responsables, pero lo único que la calmaba,
era ver a ese chico joven y apuesto de 17 años, Kevin, quien además, era el
portero de la selección de la escuela, un chico apuesto y atlético del cual por
alguna razón se había enamorado, quizás la vejez o el deseo de ese amor
prohibido que le hacía tanta falta en la cama.
Raquel hacia todo lo imposible por estar cerca de Kevin, incluso, reprobarlo para darle clases extra y estar siempre cerca de el a solas luego de las clases, pero Raquel sabía que un chico de su edad y del estatus que tenía, jamás le haría caso a una vieja amargada como ella, sin embargo, la gota que derramo el vaso, fue cuando Raquel se encontraba a solas con Kevin en el salón de clases, él estaba enfurecido por que la maestra nuevamente lo reprobara y casi obligara a estar con él en una clase extra, en un momento de distracción, Kevin abrió su celular y comenzó a ver el Instagram de una chica que llevaba tiempo gustándole, ella era una chica fitness de su ciudad y la veía a cada rato de lo mucho que le gustaba y esperaba poder llevarse la a la cama.
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Cuando
Raquel paso a revisar su trabajo, noto que en su celular estaba mirando nada más
y nada menos que una foto de su sexy hija, Raquel se sintió adolorida y muy
frustrada, su hija le estaba robando el show de su querido Kevin, su hija era
todo lo que ella ya no era y más deseaba ser para tener el hombre de sus
sueños, ella estallo de coraje y, una vez que corrió a Kevin del salón, busco
una manera de obtener el cuerpo de su propia hija.
Luego
de encontrar una daga corta cuerpos en internet, Raquel cito a su hija
fingiendo sentirse demasiado mal, la chica primero ignoro a su madre moribunda,
esperando horas para que llegara, Raquel esperaba impaciente con la daga en la
espalda sujetada por sus asesinas manos arrugadas, una vez que su querida y
odiada hija llego, la sorprendió por la espalda, clavándole la daga en su piel dejándola
caer como un globo desinflado.
Al
día siguiente, para toda la escuela fue una completa impresión que la sustituta
de la maestra Raquel fuera nada más y nada menos que esa sexy chica fitness
quien sorprendentemente era su hija, Kevin no pudo quitarle los ojos de encima
a su gran amor, mientras que la chica parecía gozar de las miradas de los
chicos calientes sobre ella, la ahora joven mujer, no dudo en reprobar a Kevin
una vez más, tal y como lo hacía su madre, el chico pensaba que el reprobarlo
estaba en la sangre de su familia, mientras que esta vez, aquella mujer sexy le
había hecho la propuesta de su vida, al invitarlo nada más y nada menos que a
su ahora departamento de soltera, a enseñarle de una mejor manera sus clases
reprobadas, una vez que Kevin llego al lugar citado, no pudo contener las ganas
de sentir una erección en sus pantalones, luego de tan sorpresivo recibimiento
de su parte.
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