𝑬𝒓𝒓𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒂𝒏 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒐

 

- ¡Okey esto es más divertido de lo que pensaba! -decía Víctor al salir de la clínica de intercambio, -No sé cuánto tiempo más podré pasar con este cuerpo, pero lo voy a disfrutar.

Víctor dio unos cuantos pasos con su nuevo cuerpo, cuando sintió como el teléfono vibraba, la llamada perturbo su mente, el novio curioso de la chica con la que había cambiado le estaba llamando.

- ¡Hola nena…!, espero que no tardes en llegar, te estoy esperando, ¿Si hiciste el cambio con esa amiga tuya?, entonces sabes a lo que me refiero, Lily…

Víctor no tuvo tiempo de responder a la llamada del novio caliente de Ximena, quien era la chica del cuerpo en el que estaba, decidió continuar caminando, sintiendo como su falda volaba dejando sus piernas descubiertas, hasta hace poco solo era un hombre de 43 años, quien trabajaba como cajero en un banco, pero ahora tenia el cuerpo de una linda chica, que, por mala suerte del destino para ella, el Cambio de Roles los había puesto en el cuerpo del otro.

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Víctor había sido designado por su jefe para participar en el cambio de roles, el hombre de 43 años, esposo y padre de tres hijos, estaba cansado de su vida, así que decidió probar un poco, aunque había sido de los que criticaban esos cambios, no podía negar que sentía curiosidad, cuando miraba como sus compañeras actuaban tan raro con sus cuerpos todo el tiempo, ya que, claramente eran otros hombres en sus cuerpos.

Víctor sabia que el cambio era obligatorio, una vez que sus jefes decidieran, el cambio solo seria por un mes y podían ser aleatorios como designados, el caso, es que el jefe de Víctor ya había decidido con quien intercambiaría, que era Kevin, un empleado joven de otra sucursal del mismo banco, con tal de adquirir experiencia del puesto de Víctor, pero las cosas salieron mal para todos, excepto para Víctor.

Pues la pareja de Ximena, que era Lily, una de sus amigas de la universidad, había faltado de improviso, dejando a Ximena obligada a cambiar con alguna otra persona, por reglas de la Clínica, pero fue justo cuando a Víctor le avisaron, que su compañero de intercambio tampoco había llegado a la cita, que la Clínica los había colocado obligatoriamente para el intercambio.

Víctor no podía estar más feliz, ahora que era una chica durante todo un mes, lo mejor, es que su novio no esperaba que un hombre estuviera en su cuerpo, pensaba que era otra chica dentro de ella y no revelaría nada para divertirse lo mejor posible en ese cuerpo cuanto pudiera.