lunes, 7 de enero de 2019

“Intercambio Navideño” -CAP 5-






Isela y Brenda


Los dos chicos luego de dejar a Roger en el cuerpo de Karina ser llevado por su novio,  decidieron ir a casa de Isela, justo antes de llegar le había sonado el celular de la chica donde la que respondía era Íngrid en el cuerpo de Miguel, tan solo le dio las indicaciones para llagar a su casa y esta le colgó el teléfono, siguieron el camino pues
Isela no vivía muy lejos de la escuela, algo de suerte para ambos para no sufrir perversidades en el camino, el cual sabían ya que en varias ocasiones había seguido a Isela solo para verla hasta su casa, como unos vil acosadores, ahora entendían que eso pudiera estar muy mal ante su nueva posición, quizás hasta deseando no haberlo hecho en el pasado ahora solo llegaron a su tan anhelado destino y se prepararon para entrar a la casa de la chica pues ya se encontraban ansiosos de probar sus delicias, -Hola chicas, que bueno que ya legaron, aunque no me habías dicho que fueran a venir tus amigas Isela –saludaba la madre de Isela-, -No mama pues fue rápido es que es para un trabajo en pareja, verdad Brenda…, -Ho si, si señora, perdón por llegar de repente, (Ya sabía que esa no era una buena idea, se nota que la señora no está para nada de acuerdo, no  quiero imaginar si supiera que somos unos chicos en los cuerpos de las niñas), -pensaba Marco-, -Bueno chicas, siéntense ya vamos a comer, Isela por favor luego de terminar te lavas los trastes, yo ya hice la comida y termine cansada tu papa llega  hasta la noche y también lo tengo que atender, háblale a tu hermano que ya venga a comer, -¡Hermano! –decía Brenda inesperada-, -¿Qué pasa que no recuerdas a Carlos el hermano mayor de Isela?, -No si digo si señora jaja, (¡rayos!), Raúl estaba alucinado, tantas veces había contemplado ese momento en sus fantasías cuando visitaba los grupos o alguna  que otra página porno o de lectura sobre los cambios de cuerpo, si bien hubiera querido un cuerpo como el de Karina o Brenda, no tenía un mal cuerpo para disfrutar, pensaba en lo sexy que era tener el cuerpo de Isela, ser una colegiala, que sus amigos también hubieran sufrido del cambio y sobre todo que tenía un hermano mayor, aunque de modo más realista pensaba en que  su supuesto hermano jamás caería en una situación de incesto como la que imaginaba, ya ansiaba poder tocar su cuerpo y verse desnudas con Brenda, -¡Hermano ya vamos a comer baja! (¡wow!, me encanta como suena mi voz de niña angelical si tuviera mi pene ahora mismo ya se hubiera puesto duro), -¡Voy hermanita!, qué bueno que ya llegaras me moría de hambre, los chicos se pusieron sobre la mesa pero a penas y las chicas se sentaran a comer la madre de Isela mando a la chica por las tortillas, Brenda se quedó sentada a esperar a la chica, quien quería que la acompañara a comprarlas pero la madre se negó pues ella era la visita, mejor suerte para Marco pues no quería salir con ese cuerpo a la calle, Raúl  no protesto y salió  a explorar las afueras de la colonia de la chica, si bien se sentía ilusionado de vivir una experiencia como esa, ser una linda colegiala por las calles, se subió uh poco la falda y anduvo cerca de las tiendas donde compro lo necesario que le había pedido su nueva madre, la cual ya le estaba pareciendo algo mandona, la chica regreso con las cosas no sin antes bajarse la falda por su la familia la regañaba, en el transcurso de ello se topó con unos chicos, los cuales no dejaron desapercibida a la chica tan linda que pasaba frente a ellos, estos se detuvieron y Raúl lo noto, por un momento sintió lo excitante que era que se fijaran en él, se dio la vuelta viéndolos aunque no eran lo que él esperaba, parecían más niñatos como los que había corrido en la salida de la prepa, sin embargo le rodearon aprovechando que se encontraba sola en la calle, Raúl se sintió incomodo intento escapar pero uno de ellos le tomo por el brazo y le aventó un fuerte beso, -Iselita, que paso, ya no te acuerdas de mí, mamacita, siempre dejándote a desear, Raúl no caía a la cuenta, se logró soltar del brazo del tipo, se le cayó el refresco pero logro darle un golpe el rostro al tipo, este reacciono regresándole un golpe que le dejo tumbada, por poco intentaban algo  más si no es que una de las vecinas salía a defenderla, la señora le ayudo cuidándola hasta que llegara a su casa luego de correr a los chamacos que intentaba agredirle, esta agradeció alago apaniqueada regresando en sí misma para que su mama no le regañara.



Mientras tanto Marco se sentía algo incómodo, veía sus tetas recargadas en la mesa marcándose con su sujetador sobre la blusa, veía su cabello sacudido por el aire extendido por sus hombros, este le era molesto pues le tapaba a menudo la vista, solo que no quería verse demasiado incomodo ante la familia de la chica pues no quería ser tan obvio en ser tan inexperto al ser lo que no aparentaba, luego de eso seguían una tras otras tragedias de chica que como chico nunca entendió pero ahora las sufría, sentía una ligera comezón en su entrepierna, la cual no sabía cómo calmar pues podría verse claramente mal andarse tocando esas zonas tan prohibidas con el chico frente a ella en la mesa, quizás aun con la madre estaría expuesta, intento moverse un poco para rascarse con la carne de sus piernas, pero fue imposible, seguido de eso, noto como el chico le veía, no a los ojos sino más bien debajo hacia sus pechos, su rostro se llenó de aun matiz rojo por la pena que este le dio, se intimido y solo siguió con su vista a otro lado, pero sentía la presencia de los ojos del chico en sus tetas, espero a que la madre se volteara para acercarse un poco a ella y pedirle perdón pues se había dado cuenta de su error, el chico aún más tímido con respecto de su cuerpo solo acepto y sin más remedio prosiguió con la espera de su amiga, después de todo ella llego y prosiguieron con la esperada comida, todo fue platicas y risas hasta que por fin terminaron en muchas de esas ocasiones el hermano de Isela parecía coquetearle a Brenda, poco las chicas se retiraba a su cuarto pero la madre interrumpió y obligó a ambas a lavar los platos, el hermano vilmente se fue a su cuarto pero ellas terminaron el trabajo que nunca había siquiera pensado en tocar como hombres en sus casas, la otra chica termino de arreglar la cocina y la mesa donde comieron, algo torpes en sus pasos pero terminaron, estaban algo enojadas de lo que pasaron como chicas, aun así supieron afrontarlo para encontrarse con sus grandes tesoros en el cuarto, las chicas terminaron y subieron presurosas a la habitación de la chica, tan pronto como entraron pusieron el seguro y se aventaron asombrosos en la cama luego de presenciar el interior del cuarto de una chica, pintado de color rosa con cortinas, totalmente ordenado, con cajones llenos de ropa y lencería de chica, Raúl era la más ansioso en cambio Marco solo se limitó a verse en el espejo pues le daba pena irrumpir en la intimidad de su amiga, Isela sacaba la ropa de sus cajones y su armario, veía los zapatos que cuanto más encontraba más se excitaba imaginarse con la solo idea de usarlo, pensaba en su miembro que si tuviera en esos momentos ya se hubiera venido por la simple imagen de lo que ocurría ante sus ojos, Brenda se quedó admirando su figura de sus grandes tetas, copeaba con sus manos la circunferencia de estas persuadida a que era algo increíble, si bien una chica bien dotada, de repente, sin notarlo, la otra chica se acercó detrás suyo para apretarle las tetas con intenciones de prenderla, lo cual resulto en lastimarla un poco por no saber tocar un par de pechos como esos, se quitó de encima a la chica con su aspecto sonrojado por la intimidación y el tacto de la otra, pero aun así le había dolido el fuerte pellizco que había plantado sobre ellas, -Estúpido te más cuidado, recuerda que estas cosas son sensibles –regañaba Marco a Raúl-, a veces ni sabían si llamarse como chicas o como chicos, aunque la respuesta es más que obvia pero con el enfado e inexperiencia aún se decían como machos en cuerpos de princesas, -Calma, lo siento, es que tenía ganas de tu sabes…., -Si pero no me importa debe de tener cuidado, sé que tengo las tetas más grandes de las chicas pero aun duelen si no sabes tratarlas, las chidas siguieron con lo suyo, Isela rápido se desnudó quedando boquiabiertos con el encanto de la misma, unos buenos proporcionados melones apenas algo grandes como los de la otra, posiblemente las tendría algo escondidas para que no le vieran tanto como a las demás en la escuela, aun así era una sorpresa que no se imaginaban, el secreto de Iselita sus grandes melones que por fin unos chicos manoseaban, Raúl fue el claro ganador, llevo sus manos a sus pechos jugando sin parar, mientras que Brenda lo hacía con más cuidado, intentaron quitarse el sujetador entre ambas liberando sus tetas cayendo por la influencia de la gravedad, se sintió apenada, pero con intención de agasajarse a sí misma, total, por ahora era suyas y no debería tener pena de probarlas, aun así el tacto no dejaba duda a la imaginación, sentía el roce de sus pezones los cuales se hincharon junto con las tetas, cada roce que sentía una mayor fuera que le recorría a el cuerpo con tan solo poner sus dedos con ligeras caricias sobre sus melones, Isela hacía lo propio con  su cuerpo, descubrir su grado de feminidad era un sueño que cualquier hombre pudiera imaginar, se tomó unas cuantas fotos desnuda con el celular guardándolas por si acaso regresaban a sus cuerpos y no se olvidarse del momento en el que estuvo en ese cuerpo, los sueños se cumplían para Raúl, por fin tenía el cuerpo de una chica y a otra chica casi desnuda frente a él con grandes tetas para disfrutar, pensaba en la envidia que causaría entre su comunidad secreta al saber que por fin había conseguido cambiar de cuerpos con una linda colegiala como esa, una vez había pedido caps a un blog para saciar su fantasía, las imágenes de algunas de sus amigas en  traje de baño así como de Isela y otras cuantas pero esto era más cercano a lo que una cap pudiera ofrecerle, era real para el ante sus ojos y sus manos, ya se había quitado la ropa quedando en lencería, su cuerpo bien definido denotaba unas curvas más pronunciadas de las esperadas, -¡Wow!,
habría sido capa Isela de engañarnos todo este tiempo –decía Raúl-, el cuerpo de Isela estaba más dotado de lo pensado, la chica había ocultado por un largo tiempo el secreto de sus atributos para que nadie lo supiera, le constaba al ver como sus otras amigas eran más acosadas que ella por tener unos pechos más grandes que los suyos, aunque aparentaba ser una tabla en comparación con los verdaderos pechos que poseía por debajo de su blusa escolar, de momento Raúl comenzó a apretujarse ambos senos, se quitó la faja del pecho que aplastaba un poco más sus atributos, seguido de eso, aprendió a cómo debía de quitarse un sostén, de ello cayeron deslizadas dos grandes masas que eran sus preciados y secretos pechos, tan redondos y hermosos como jamás nadie los vería, sus pezones se hincharon y la excitación llevo una cosa a la otra en la mente cochambrosa de la ahora chica, su vagina se humedeció y pronto los dedos de ella hicieron presencia en su zona intima, gimiendo con esa perspectiva única de lo que debía ser una verdadera feminidad, en cuanto a Brenda, a un se limitaba a dar pasos más grandes de los que tenía en sus manos, disfrutaba del roce de sus pechos, regreso en sí, pero la chica alocada en sus hormonas no dejaba de jadear ante los estímulos visuales y predominantes en su cuerpo, Brenda fue tras ella regresándole en si, finalmente, esta se hecho sobre de ella intentando desnudarle pero apenas arrancaba de nuevo su blusa le detuvo se recorrió de la cama y dejo que esta siguiera desprestigiando la feminidad del cuerpo de la chica, salió a tomar aire un rato, todo esto del cuerpo femenino le estaba causando un gran revuelo, cuando noto que detrás de ella se encontraba el hermano de Isela, el cual rápido se acercó a ella, estando en la azotea en donde nadie los veía, -Hola linda jeje, veo que hoy quisiste venir a pasarla un rato con  nosotros, ya tenía tiempo que no venias y ya te extrañaba mucho, -¡Holaaa! jeje, hay enserio, bueno es que yo no, no se jeje –contestaba Marco nervioso-, la chica retrocedió unos pasos hasta que casi caía del techo y el chico la alcanzo jalando de su mano hasta abrazarla, ambos quedaron viéndose fijamente desconcertados, la cara de Carlos se veía apenada, llego un momento de tención para ambos, Brenda intimidada veía al chico, sus ojos brillaban como una tormenta de diamantes deslumbrar con su mirada, el chico la sostenía en brazos, este era el momento oportuno que tanto había esperado, acerco un poco sus labios frente a los de la chica intentando rosarse entre ambos, la chica hacia lo mismo dejándose llevar por los sentimientos encontrados en su cuerpo, Marco no entendía por qué pero de verdad le atraía el momento, él no era homosexual perro por alguna razón el cuerpo en el que estaba le decía  que el chico frente a ella le gustaba y quería, no es más, tenía la necesidad de que llegara ese momento, ese beso que esperaba con ansias desde hace unos años cuando lo conoció, solo que la chica en ese entonces comenzaba a tener sus primeros pasos como mujer, así que tenía pena de todo en la vida y aun parecía estarlo, no se inmuto ante la llegada del beso apegando los labios con los del chico, finalmente los unieron y se dieron un gran beso, el chico se alejó sonriendo, -Gracias, pensé que no te gustaría el beso, yo…., -¡Eh, este, yo…,  no, no sé cómo es que hay, (no puedes impedir esto, es por la chica, es por Brenda no por ti, tu regresaras a ser chico, regresaras a tu cuerpo y nada de esto volverás a recordar) –pensaba para sí mismo algo nervioso por lo que había pasado-, -No, no tranquila, mira sé que esto es nuevo para ti pero prometo respetarte, llevamos meses queriendo hacer esto, por favor, no te alejes de mi otra vez, te necesito –decía el chico entre lágrimas, con el rostro enrojecido-, -Yo, este, es que mira no.., está bien si la verdad que yo también te quiero, me.., me gustas mucho si, la chica trago saliva, no podía creer la semejante situación en la que estaba, sin embargo sentía una ligera satisfacción y placer por lo que había hecho, sus pezones se sentían extraños como de un tipo de hinchazón parecido al de hace un rato, se detuvo en sí y respiro intentando apaciguar los sentimientos encontrados, el chico siguió la plática, parecía no tener fin mientras tanto que ella escuchaba todo lo que le decía, parecía muy romántico y un gran prospecto a lo que podría ser su novio, el chico no se limitó a decir lo que sentía mientras que la chica escuchaba cada palabra, al poco rato le dejo tan enamorada como si la verdadera Brenda fuera la interceptora de todo el contendió que pasaba por sus oídos  y sus ojos, tenía un sentimiento de amor hacia el chico, se abrazaron mutuamente, ya era algo tarde por lo que el cielo había oscurecido después de pasar horas platicando de los enamorados que estaban, el chico se ofreció a llevar a su nueva novia a su casa, aunque claro esto aún no lo sabía nadie, Marco algo asustado de lo que sentía así como de lo que pasaba, corrió rápido con leves tropiezos debidos a sus enormes razones, entro a la habitación de la amiga encontrándola con un desastre de perversión inmediata, como si de una sesión de pornografía se tratase, rápido la chica le dio jun levantón a la otra dejándola con una buena compostura entes de que alguno de su familia fuera a entrar, quías las chicas de antes pudieran haber sido las mejores amigas, pero esta vez no sería el caso, la relación entre su amistad estaba claramente rota, ninguna de las dos eran ahora amigas, al menos no podrían serlo de ese modo, ni siquiera lo habían sido como los chicos que alguna vez fueron, Marco se enfadó dejando sola a la chica, ciertamente no conocía al chico que habitada dentro de ella, pues claramente era todo un cerdo asqueroso, aun así, Raúl hizo todo por mantener el orden, bajo a despedirse de su amiga, aunque esta no le dio el adiós con buenos ánimos, más que para solo aparentar, la madre notaba que ya era tarde y aunque el chico lo iba a hacer espero a que su madre ´propusiera el plan de llevarle a su casa, tomo las llaves del bocho de reserva de su padre  y llevo a la inocente chica que ya era su novia a escondidas a su casa, por suerte para Marco, Raúl ni se había enterado, pero estaba claro que no podría confiar esos secretos a él por más que fuera el hermano de este y dueño del cuerpo de su amiga, el chico la llevo felizmente hasta la puerta de su casa, ponía música romántica para ambientar el interior del carro, mientras tanto, Brenda trataba de ser cerrada en sí, poniendo una postura pensativa aunque algo picarona, el chico ni por enterado, sabía que así era ella, aun así estaba muy feliz de que por fin había logrado el cometido de ser su novio, al llegar, le dio su despedida, ambos se dieron un beso, aunque el chico pareciera tener controversias con la situación lo hizo con afecto, salió del auto solo para encontrarse con la que es su nueva casa, saludo a sus padres quienes ya la esperaba, estos eran amorosos y pacíficos con ella, sabían que la chica tenía problemas de autoestima, siempre era tan callada y penosa, sabían que era una buena chica por lo que no tenían reparo en darle una mejor vida, aunque no se imaginaban ni por asomo lo que le sucedía pero la veían con la misma actitud de siempre.



Isela regreso a su cuarto, no antes de que  su nueva madre le  obligara a la limpieza de la cocina después de darle de comer al que es su nuevo padre, esta enfureció pero apretó los senos de su hija pues sentía que era una forma de vengarse por lo que le hacía, apoderado de la intimidad de su pequeña, regreso a su habitación  luego de ello y paso la noche disfrutando a más no poder de sus nuevos encantos, luego durmió el resto de las dos horas de noche que quedaban, al despertar parecía un zombi, era claro que necesitaba de un buen baño y arreglos en toda la cara para verse hermosa, algo que no planeo muy bien antes de fantasear con ser chica, si bien recordaba como en las  historias padecían de esa responsabilidad los chicos que terminaban como chicas, siguió con lo suyo, se sentía tan desvelada pero gustosa de sí misma, se lanzó a darse un rico baño disfrutando más de sus delicias, se acomodó muy bien la ropa, esta vez no era la misma Isela del día anterior, se acomodó la falda de una forma más provocativa, remarcando sus glúteos con la panti sin short que antes se ponía la antigua dueña de su cuerpo, la que antes protegía a toda costa su intimidad, termino con el sujetador el cual ya había aprendido a colocarse en toda la noche que paso probando del efecto de colocarlo sobre sus dos montes, esta vez sin la faja que le había costado quitarse el día de ayer, esto hizo que sus pechos remarcaran más por debajo de la blusa, la cual por cierto dejó sin los botones abrochados, se maquillo como pudo pintándose los labios de un color muy fuerte, sus ojos parecían tan negros como los de una prostituta con maquillaje exagerado, su cabello desarreglado sin peinar, se puso finalmente unas lindas calcetas y sus zapatillas escolares, regreso a  verse en el espejo y se tocó una vez más sus delicias, -Eres una perra Iselita, que.., a no perdón, soy una perra, soy tu perra, no yo soy una perra, soy una puta, mírame, que rica me veo, acaso no soy tu puta preferida, si, si lo soy, soy mi puta preferida –decía la chica mientras amasaba sus pechos-, salió de su cuarto tratando de no ser vista por la madre, pero esta apenas le encontró soltó un grito en el cielo, -Isela del Carmen Villalobos Campos, que son esas chingaderas, no eres una puta de la calle, ahorita mismo te me largas a  tu cuarto y te pones decente como debes chamaca del diablo, la madre enfurecida mandaba a la chica con un jalón en el cabello que traía desarreglado, la hizo despintarse del feo maquillaje que cargaba, la peino jalándole el cabello hasta dolerle pero dejándolo bien lacio, parecía la fenómeno de antes, eso sin olvidar que la mujer había dejado pasar por su mente el que no traía la faja de siempre, le jalo la falda para taparle las la vista  y la dejo en su cuarto para que terminara de arreglarse, la chica entre lágrimas del miedo que le dio al  sentir eso, solo se limitó a enfadarse más con ella, le deseaba la muerte, no le dejaba ser feliz con el cuerpo de su hija, termino esta vez sin dejar a la vista  las apariencias, le llevo su nuevo hermano a la escuela, cuando entro se fue directo al baño a arreglarse como le había gustado esta mañana, sería su venganza, volvió a dejar a la chica con una imagen de vil puta y corrió al salón pare que todos le vieran mientras que sentía el cariño que le estaba teniendo al cuerpo de Isela sobre todo por sentir ese rebote inesperado de sus pechos al contacto de su blusa escolar y del movimiento producido por la dirección de sus impulsos, pronto el escandalo no se hizo esperar, todos gritando –¡La puta de Isela vaya que la cambio el chico!, ¡Por fin vemos a la verdadera Isela!, etc., la chica en el cuerpo del Julio se veía enfadada, no tardo en acercarse y soltarle un fuerte bofetón en la cara, seguido de eso todos armaron una trifulca peleando por el derecho de sus cuerpos. 




Marco había sido recibido por su nueva familia, estaba con el corazón acelerado después de tan aturdido día, su padre le ofreció algo de cenar, aunque él quisiera deleitarse con el gran festín que había en la mesa no podía, su estómago se sentía lleno, era algo nuevo para el manejar eso, asintió al ofrecimiento de su padre y se marchó  a su cuarto, ya llegaba la  hora de ir a la cama, Marco sabía que tenía que darse un baño, terminó por entrar en las
extrañas inmediaciones de su cuarto, al abrir noto como la  chica tenia todo en orden y arreglado tal cual como la otra, aunque no tenía colores muy vividos sí que tenía un cuarto sumamente femenino, con los cajoneras llenas de ropa íntima entre otras cosas, había posters de bandas favoritas  de ella, peluches etc., se sintió acorralado irrumpiendo en la intimidad y propiedad del chica, la conocía de poco tiempo pero sabía que era una gran amiga, siempre le ayudaba con alguna cosa u otra, estaba feliz de que ella le hubiese tocado en el intercambio pero nunca se imaginó que terminaría estando en el cuerpo de ella, llego el momento de tener que desnudar su cuerpo, había  recordado la primera vez que lo había hecho, sentía esa adrenalina estallar entre sus emociones, termino por quitarse la ropa de encima sentía ese frio recorrer su cuerpo al desnudarse, noto como tenía que quitarse la panti y el sujetador, los cuales hizo con un poco de morbo en su pesar, había visto ya los pechos desnudos de la chica e inclusive tocado, pero no había visto el resto de su cuerpo, sobre todo esa parte aún más íntima que la anterior, descubrió la forma de la vagina de esta, sonrojado regreso en si al terminar con la misión de esta noche, entro en la regadera, sentía un poco de frio entre sus partes pues aun no calentaba lo suficiente el agua, pero poco a poco esto se volvió aún más difícil con el tacto del agua recorriendo su cuerpo, pues Brenda parecía tener un cuerpo muy sensible,, termino con ello a raíz de tan increíble excitación, se vistió algo tímida con la ropa de dormir de la chica, un lindo short y una blusita de tirantes con acolchonado en la parte de sus pechos, pues si bien era cierto eran de sumo cuidado, le quedaba bien, poco  a poco la Brenda de antes dejo de insistir  en ese sentimiento de culpa y pena dejando a una Brenda más suelta, animada de su cuerpo, sentía lo cómodo que era ese acolchonado de su blusa con sus pechos sabiendo que por fin descansaría de esas dos molestias esa noche, o al menos es aun creía, regreso a explorar el resto de su habitación el cual era muy lindo, abrazo unos cuantos peluchines que por alguna razón le gustaron, teniendo amor por ellos al abrazarlos, en eso, un fuerte recuerdo llego a su mente, vio como se  había dado ese beso unas horas antes con el amor platónico de la dueña de su cuerpo, se sonrojo abrazando al peluchin de más, luego de ello, fue directo en  el espejo del cuarto, quería admirar un poco más de ese cuerpo, sentir ya  que era suyo pues hasta que no regresaran a sus cuerpos lo seria y tenía que acostumbrarse a ello, paso un poco más para que se fuera a dormir pues el sueño le estaba agotando, apago las luces yéndose directo a la cama, algo le dio molestia en su espalda, encendió la luz de nuevo encontrándose con un pequeño cuadernillo, sin querer lo abrió y  descubrió en ello un mar de letras incesantes, eran de una caligrafía extraña así como exótica, pero que él lograba entender de alguna forma, pues tenía el cuerpo que conocía a la perfección ese manuscrito, luego de leer un rato, se percatado de que se trataba del diario de la chica, -Brenda tiene un diario –pensaba-, luego de eso, pensó que debía de anotar lo que había sucedido hoy, además del cambio por su puesto la experiencia que tuvo con Isela y el beso apasionado que tuvo con el amor de su vida, que tanto decían las delicadas palabras del diario de Brenda, algo que lo hizo sentir aun peor luego de anotar y leer en ello pues pensó que había irrumpido aún más en la vida de ella, seguido de eso intento mantener la calma para dormir, lo cual no logro con
excito, pues al tratar de moverse, sus dos grandes nenas se movían sin razón alguna, le incomodaba, sobre todo porque no podía dormir en la posición que más le  gustaba cuando era hombre, al dormirse boca  abajo, intento hacer un gesto de enfado al recordar lo sucedido esta mañana siendo la razón de su trágica experiencia de vida, finalmente se quedó dormida, al día siguiente, el despertador sonó y Marco había despertado con ilusión de que todo fuera un sueño, pero tan solo apenas había abierto los ojos se encontró con su par de pechos estorbando la vista de la cara, los toco un poco pensando en el miedo que era volver a ver que los tenia excitándose con ello, dejo de pensar en el predicamento notando que tenía que  regresar a la escuela como ella, se limitó a pensar en lo que sentía al bañarse dándose una rápida enjuagada, se colocó el interior en su cuerpo y posteriormente la ropa escolar de la  chica, se admiró unas cuantas veces más en el espejo alucinado del tan magnifico cuerpo que ahora era suyo, aprendía moverse con esas limitaciones que le estorbaban el paso pero que se sentían tan rico con solo pensar en tenerlos, su padre le llevo a la escuela luego del desayuno ligero que le dio su nueva  madre y se encontró con Karina en la entrada, esta estaba algo apenada por igual, solo con una mirada basto para saber que ambas estaban ocultando un gran secreto, retomaron juntas el camino hacia el salón donde ya estaba Isela armando todo un espectáculo.






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