Desde ya les puedo decir que para escribir historias no soy tan constante, así que puede que esperen bastante tiempo para la segunda parte. Gracias C:
Era como una leyenda urbana, habían hombres que eran reportados como desaparecidos y nunca los volvían a encontrar, sin embargo algunos "volvían" con la diferencia de que ahora era una mujer la que reclamaba su identidad. Según las mujeres que reclamaban su identidad, es que ellas eran los desaparecidos, y que alguna persona las tuvo retenidas y las convirtieron en mujeres por alguna razón, pero que afortunadamente pudieron escapar.
Nunca se pudo demostrar que fuera cierto, a parte de que las mujeres que se presentaban tenían en su ADN los genes XX por lo que eran mujeres 100% naturales, sin embargo, sí resultaba curioso que las mujeres que aparecían no tenían identidad y no estaban registradas en el sistema como el resto de humanos, era como si nunca hubieran existido.
Siempre me pareció que el tema era una payasada, y que las mujeres reclamadoras de identidad eran oportunistas, no hay forma de transformar un hombre en una mujer al 100% y menos transformando cada uno de sus genes. Así que pensaba que los hombres secuestrados quizás estaban en líos con la mafia o envueltos en algún arreglo de cuentas.
Más lejos de la verdad no podía estar, y lamentablemente tuve que experimentar esto por propia cuenta para saber que este tema era verdad.
Un día estaba regresando a mi casa después de estudiar, a eso de las 11:00 pm, vivía solo y mi familia se encontraba de viaje por el país, ellos eran así, y bueno, mi enamorada estaba haciendo un curso en el extranjero, así que podía irme a fiestas sin preocupaciones ya que mis padres pagaban mis estudios.
Cuando estaba por llegar a mi puerta sentí un hincón en el cuello, y mientras se me nublaba la vista solo pude sentir como me arrastraban a un carro antes de desvanecerme.
Desperté en una cama y aún tenía la vista nublada, poco a poco me fui recuperando y ¡¿Pero qué diablos?! podía ver un par de senos pegados a mi, y no podía ver mi pene, simplemente no veía nada, quería moverme a ver qué había pasado pero noté que mis manos y pies estaban atados.
Tranquilo, tranquilo pensé. Debe ser un sueño, sí, eso es. Cuando alguien entró de repente al cuarto donde me encontraba y me dijo ~Hola bebé, ¿cómo estás? veo que ya despertaste, la inyección no suele durar tanto, pero bueno~ Ahí es donde ordené mis ideas, sentí un hincón en el cuello antes de desmayarme, ¡esto era real! ¡¿Qué me has echo maldito?!
~Si no te calmas no podemos hablar tranquilos preciosa~ me dijo.
Tuve que calmarme un poco si quería sacarle información a este sujeto. Okay, bueno, dime, ¿Qué me pasó? ¿Qué me hicieron?
~Ay, tu carita es tan linda que no puedo negarme a contarte todo lindura, está bien~
~Me llamo Sandro, soy una persona solitaria, y por eso recurrí a esto, verás, tengo contacto con Los Feminizadores, ¿habrás escuchado de esa leyenda urbana donde desaparecen hombres y a veces aparece una que otra mujer reclamando su identidad? pues, es cierta, esas mujeres eran hombres y fueron transformados al igual que tú -decia esto mientras señalaba mi nueva vagina- yo, sin embargo, lo hice por motivos distintos a los de ellos, la inyección que te puse es por qué te he estado observando, estás solo actualmente y nadie te va a buscar, y así lo hicieran, jamás te encontrarían.~
Maldito, ¿Por qué me hiciste esto? -pregunté-
~Tranquila nena, ya estoy llegando a esa parte... Verás siempre me han gustado las mujeres, sin embargo, soy muy malo con ellas, me rechazan y ninguna quiere estar conmigo, así que recurrí a Los Feminizadores, para que me dieran un poco de su "fórmula" por así decirlo, ahora tengo una mujer linda, que a parte de ser mi sirvienta, también será mi esposa.~
Por un momento me quedé petrificado, este tipo estaba loco, debía encontrar el modo de soltarme y tratar de escapar de este lugar -¡Suéltame maldito! déjame ir, me llamo Ángel, soy un hombre ¿oíste? ¡H-O-M-B-R-E!-
~No Ángela, no digas esas cosas, -decía mientras me desataba las manos y me hacía sentar- te enseñaré... mira, ¿ves estos lindos senos? son de mujer, si te los pellizco así, te dolerán, ¿a los hombres no les duele no?
-Au au, ¡basta porfavor!-
~¿Ya ves? y ahora mira esto, que hermosa hendidura tienes, y creo que es hora de estrenarla, y te vendrá bien para que te acostumbres, puesto que esto es irreversible.~
Me desató las piernas y eché a correr hacia la única puerta que había, Sandro caminaba lentamente detrás de mí, como si no tuviera prisa, cuando de pronto un shock eléctrico me recorrió todo el cuerpo y caí al piso.
~Por si no lo habías notado, tienes un collar en el cuello, que casualmente controlo con este control, así que espero que lo pienses 2 veces antes de tratar de huir la siguiente vez.~
Solamente atiné a patearle los testículos, y cayó al piso retorcido de dolor. Me miró con una cara que me dió miedo y me metió una cachetada. Usualmente habría sido capaz de soportar ese dolor, pero por algún motivo, esa cachetada me hizo ver estrellas.
~Maldita perra, eso me dolió, me estás causando más problemas de los que deberías, ya es hora de que te acostumbres a tu nuevo estado~ me dijo, y de la nada me empezó a arrastrar del cabello en dirección a un sillón.
Traté de resistirme en vano, ya que esa cachetada aún me estaba doliendo, me lanzó al sillón y se empezó a desvestir. Comencé a rogarle que no hiciera eso, que iba a ser bueno, y que no lo denunciaría con la policía por lo que me había echo, cuando de pronto se echó a mi lado y empezó a masajear mis nuevos senos. La sensación entre el dolor de la cachetada y el leve placer que sentía ahora me eran realmente confusos, no sabía que pensar, cuando de pronto de mi boca salió un gemido, que de inmediato Sandro interpretó como una señal.
~Ya te estás adaptando, bien, es hora del paso 2.~
Apenas terminaron de salir esas palabras de su boca, pude sentir como su pene erecto estaba empezando a penetrarme, cosa que me tomó por sorpresa y empecé a sacudirme para escapar de esa situación. Sandro me agarró del cuello mientras yo movía mis piernas tratando de escapar, sentía como me dividía en 2, física y mentalmente. Físicamente sentía como un pene me atravesaba y era doloroso, puesto que era mi primera vez, y mentalmente estaba confundido, puesto que después del dolor llegó el placer, y no sabía cómo reaccionar ante eso, los gemidos empezaron a salir nuevamente de mi boca, mientras Sandro me sujetaba con fuerza. Todo era muy confuso, quería llorar, cuando de pronto sentí como Sandro temblaba y su pene tenía espasmos.
Si... bueno, ojalá haya sido una buena introducción o algo por el estilo. Ah si, me olvidé decir, si es que ven que no hay coherencia en el largo de cabello de las chicas o las personas distintas, etc. Cada vez que vean uno de esos detalles, un hechicero lo hizo. Gracias :v
Me gustó mucho , en cada capítulo conoceremos a una persona que fue víctima de los femenizadores ?? ;3
ResponderBorrarNop, en realidad esperaba concluir esta historia, para quizás o hacer justo eso que dices, o simplemente ver cada caso en captions individuales, cómo para resumir todo el asunto xd y así pedir nombres a los que comentan y hacerles caps 🤔 pero claro, es una idea solamente... ^^
BorrarAh, me olvide poner... Que bueno que te haya gustado :3
BorrarMe parece interesante la historia entendí la referencia del hechicero
ResponderBorrarmuy bueno pero esos corazones no dejan leer bien
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