¡Felicidades Martín!
- ¡Umm que rico verdad Liz! –Martin se burlaba de la chica luego de frotar lascivamente su vagina con sus manos, -¡Ya basta maldito infeliz, deja mi cuerpo, deja de manosearme cuerpo como si fuera una puerca –Liz le decía intentando volver a tener el control de sus manos, -¡Lo siento nena!, pero me estoy divirtiendo mucho haciéndote gemir como una puta y no pienso detenerme, al menos deberías estar feliz de que no pueda hacer nada más que mover tus brazos y piernas –Martin se imponía ante los reclamos de Liz quien ya no aguantaba más, -Tan solo deja de masturbarte unos minutos, necesito hacer mi tarea de matemáticas –la chica suplicaba, -Pues será más entretenido hacerla con una mano en tu vagina y con la otra en la libreta ¡Jejeje! –
Martin era un chico pervertido que siempre tenía fantasías y fetiches de lo más absurdos, un día, se había encontrado un hechizo en el que podía poseer el cuerpo de alguna persona, pero esto solo funcionaba con ciertas partes de su cuerpo, esto a Martin le daba bastante curiosidad, por lo que utilizo en hechizo con una de sus compañeras, quien a la mañana siguiente, fue despertada por Martin cuando este estaba estrujando sus tetas y masajeando su vagina sin parar, Liz se asustó mucho intentando parar pero sus manos no le respondían y lo mismo con sus piernas, Liz intento gritar pero Martin le hablo antes que esta hiciera algo, poniendo las reglas del juego, días después, Liz no deja de ser manoseada por Martin quien es el único que pude controlar sus manos y piernas a su antojo, tienes que esperar hasta que él quiera moverse y ayudarla a caminar, hacer sus tareas eh incluso sus necesidades, pues lo peor era sufrir teniendo que bañarse cuando este manoseaba todo su cuerpo de una manera bastante asquerosa y pervertida sobre su propio cuerpo y a todas horas.
Gracias Por la historia y lindo Sabado Karina
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