"Asiática Tetona"

 

¡Felicidades José!

José era otro de esos chicos pervertidos que me pedían sus cochinadas menudo, no tenía otra opción, debía de hacerlo, así que sin que él se lo esperara, me dispuse a atravesar las dimensiones de la 4 pared tan solo para escabullirme una noche antes de que fuera el día de su cumpleaños y mientras dormía, salí como pez en el agua por el espejo de su habitación, me estaba divirtiendo nada mas de esperar a ver la cara que pondría al despertar cuando se diera cuenta de que ahora lo había convertido en lo que tanto deseaba, pero más porque de verdad lo había convertido en una mujer asiática con grandes senos, que para variar los había llenado bastante de leche y de una magia poderosa que haría que siempre estuvieran tan llenos de leche que sus pezones no dejarían de producir y emanar leche de ellos, estarían tan sensibles que lloraría incluso sin poder dejar de gemir y jadear durante largos periodos de tiempo, quizás algún descanso le daría al pobre, pero mientras descansa agarraría energías para desear ser preñado o preñada de sus deliciosas tetas llenas de leche, lo mejor aún más haya, era que le haría perder el conocimiento del idioma dándole el idioma asiático acorde a su nuevo cuerpo.

Si, la verdad es que quería verlo sufrir gozando de su petición, quería verlo humillado frente a su familia una vez ellos entrara a su habitación cantándole las mañanitas y darse cuenta de que en lugar del chico que habían despedido anoche para ir a dormir y que esperaban verlo sorprendido al celebrar por un año más de vida en realidad encontrarían a una mujer completamente desconocida, totalmente desnuda y excitada probando sus generosas tetas llenas de leche y masturbándose tan perversamente como un cerdo en el cuerpo de una mujer, así tal cual, con mi mano toque su frente produciendo los suficientes cambios físicos como los había planeado, sí que él se diera cuenta mientras dormía, hasta que termine mi magnífico trabajo, desnude su cuerpo y lo deje sin nada para que cuando tan solo el sol tocara a su ventana este despertará y descubriera maravillado todo lo que le hice a su cuerpo, me escondí en el espejo de nuevo esperando al amanecer y cuando este llego, solo mire con felicidad y muchas risas como él estaba asustado estrujando sus nuevas y deliciosas tetas exprimiendo la leche que tenía dentro y comenzando a gemir sin parar como lo había predicho, ahora miraba como entraban sus padres y se encontraban a esa tipa masturbándose en el cuarto de su hijo, carajo, sí que le di el mejor de los cumpleaños, de nada José.