Holita, esta historia la escribí especialmente por mi cumpleaños, le di un poco de la escencia de lo que yo misma haría en una situación así, la sentí algo realista a mi perspectiva y fantasía, pero igual si no les gusta no hay problema, la verdad tengo que aceptar que soy mala para el sexo, es algo que últimamente ya no se me da y que quizás por eso no les interese lo que escribo.
¡El mejor regalo de
cumpleaños!
Se acercaba mi cumpleaños, no
era que fuera especial el celebrarlo como cada año, se podría decir que siempre
me daban lo que quería, aunque había ciertas cosas que deseaba que sabia que
nunca se podrían.
Me estaba maquillando en la
intimidad de mi habitación, me terminé de arreglar y luego de ponerme la peluca
como ultimo gadget de mi outfit femenino, comencé a tomarme fotos, pues lo hacía
como mera relajación y de gozar de mi apariencia en femenino.
Si, se podría decir que era un
travesti, para colmo, mi novia lo sabía, me había descubierto
desafortunadamente hace algún tiempo, a ella nunca le pareció que lo hiciera,
pero no le quedaba de otra mas que aceptarlo, indebidamente, continúe con el
juego aunque ella no quisiera, era mi cuerpo, mi decisión.
Pero a medida que pasaba el
tiempo, me tomaba mucho rato libre para disfrutar de este mal por las buenas, para
variar, mi novia había descubierto que tenía un blog en internet, uno de
aquellos en los que se hablaba mucho sobre el cambio de cuerpo, algo que expliqué,
era más una fantasía que una realidad.
Hablamos mucho sobre el tema,
ella indago demasiado en las entradas de mi blog, descubriendo que no solo me vestía
de mujer porque me gustara mi lado femenino, sino también porque realmente
deseaba convertirme en una en realidad, si bien, con cualquiera de los diversos
métodos, pero fantasiosos que relataba en esos medios.
Uno de mis fetiches y mayores
deseos, de los cuales ella había leído, era mi fuerte deseo por cambiar con una
modelo chilena muy famosa de internet, publicando un sin fin de publicaciones sobre
ella.
Algo que no terminamos de
conversar, pues me había sentido demasiado nervioso además de incómodo por platicar
esas cosas con mi novia, quien claramente estaba furiosa y muy dolida por mis
gustos y deseos ocultos.
A pesar de eso, tratamos de no
hablarlo, no quería que esto se interpusiera en nuestra relación, o eso
pensaba, pues resulta, que mi novia se lo había tomado muy enserio.
- ¡Espero que te guste el
regalo sorpresa y especial que tengo para ti! – Ximena me había enviado un
mensaje antes de dormir.
- ¡Jaja, sí, ya no puedo de la
emoción! – le respondí solo para tenerla contenta, no es que me sorprendieran
las cosas que sabía me regalaría solo porque se lo dije.
- ¡Ya verás que sí!
Fue lo ultimo que me dijo
antes de dormir, ella se fue a dormir mientras que yo continué jugando en mi
consola y luego me fui a dormir sino fue que, al despertar a la mañana
siguiente y encontrarme con ella frente a mi cama, supe de lo que ella estaba
hablando.
- ¡Sorpresa! – Ximena gritaba
de felicidad, luego de que su sorpresa finalmente me levantara con un golpe de
la cama.
- ¡Da…, Daniella! – gemí al
ver a la exuberante mujerzuela frente a mi cama acompañando a mi novia - ¡Pero!,
¿Cómo?, ¿De qué se trata esto? – titubeé aun intrigado y nervioso.
- ¡Pues este es tu regalo!,
¡Cambiaras de cuerpo con Daniella Chávez! – mi novia decía basculante como si
pudiera creerle.
- ¡No jaja, es imposible!, ni
siquiera yo eh podido encontrar algo para hacerlo.
- ¡Tranquilo amor, este será
tu regalo de cumpleaños!, ¿A caso no es tu gran deseo tener mi cuerpo? – la
puta de Daniella hablaba de manera tan seductora que mi miembro ya llevaba
parado por un largo rato.
-Contacté a Daniella por su
only fans y le pagué para que aceptara cambiar de cuerpo contigo y pudieras
disfrutar de tener su cuerpo por un día.
- ¡Pero…!, ¡Eso es imposible!
-Investigué mas afondo, se
nota que los hombres solo saben entrar a la primera pagina de internet que se
encuentran, me costó mucho trabajo, además de dinero que pagué por el hechizo
que me dio un brujo, pero finalmente, ¡Aquí esta!
Ximena ponía un par de frascos extraños en la mesa mientras que tomaba un papel donde se supone que traía el hechizo escrito por el mismo brujo.
Mi mente estaba en blanco,
¿Cómo puede ser que esta mujer aceptara cambiarme de cuerpo con una prostituta?,
¿Cómo es que su orgullo llego tan lejos como para pagar por todo esto y traerme
a la mismísima Daniella para que yo pudiera usar su propio cuerpo.
Ximena debía de estar jugando,
seguramente investigó lo de los roles y solamente fingiríamos que somos el otro
por un rato como un teatro.
- ¡Para lograrlo!, primero
deben de beber este líquido ya preparado por el Shaman y luego mantener
relaciones sexuales, el flujo de energía en sus shakras hará el resto del
trabajo.
Ximena en verdad estaba loca,
ahora, incluso podría cogerme a la mismísima Daniella, este debía de ser el
mejor cumpleaños de mi puta vida.
- ¡Prepárate para una buena
mamada mi amor! – Daniella continuaba con el juego, o con la burla, ya no sé qué
caragos era, seguramente había cámaras por toda la habitación para burlarse de
mi después de esto.
No sabia que carajos hacer, me
quité la ropa de inmediato mientras alucinado admiraba como la hermosa Daniella
se quitaba la ropa frente a mí en persona, ¿Ella había aceptado venir hasta
aquí desde tan lejos solo para cambiar su cuerpo con un hombre?, que ironía de
la vida, es la burla misma en persona, el dinero mejor invertido o quizás más
desperdiciado, pero bien gastado ¡jaja!.
Entonces, aun nervioso, entre
en sí por un momento.
-¿Qué carajos?, ¿En verdad me estas
dando permiso de cogerme a una prostituta? – me dirigí a Ximena nervioso y por
fin cuerdo, estaba tan caliente de lo que estaba pasando que ni siquiera me
había percatado de que esto la lastimaría demasiado, quizá fue una prueba y
había fallado.
-¡Este es tu regalo!, nada de
lo que suceda hoy va a perjudicar nuestra relación –ella parecía tan segura,
notaba su mirada, es más, parecía que ella quería disfrutarlo tanto como yo
-¡Adelante!, cógetela y terminemos con esto que el día ya está pagado y se está
perdiendo – apresuraba, pues yo aun estaba en shock, pero era cierto.
- ¡Vamos amor, aprovéchalo!, ¡Serás
yo por todo un día! – la Daniella me susurraba con una voz tan seductora que
sentía que mi pene se venia a chorros, ¡carajo!
Sin pensarlo más, comencé a
acariciar sus ricas tetas, su exquisito culo, ¡Dios, puta madre, hay papaya de
Celaya!, me sentía en las nubes, me había perdido, mi pene estaba demasiado
apretado, al punto de estallar, miraba a mi novia, pensaba que ella estaría
triste y arruinada de ver como su novio estaba mas excitado por cogerse a una
prostituta que a ella misma.
Pero no, incluso, la miré
sentada disfrutándolo todo, tan solo le faltaba una cubeta de palomitas, es más,
creo, que se había puesto a grabar.
Daniella se tomó el frasco, su
expresión fue desagradable, pero no quise seguirle el juego, a pesar de que
ella lo tomo despacio, yo pensé que solo era tequila combinada con mariguana
para entrar en juego.
Apenas abrí el frasco, lo engullí
de un solo trago, grave error, mi garganta ardió como el fuego, mi boca
experimento una fuerte picazón y mi estomago lo había resentido al punto de
casi vomitarlo.
- ¿Qué mierda me diste Ximena?
– jadee asqueado.
- ¡Apresúrate amor! – Daniella
me jaló de la mano impulsándome hacía ella.
Nos tendimos en la cama, mi
mente daba vueltas, pensé que esto era obra de una mariguana muy fuerte,
Daniella estaba ahí, jadeaba tanto o igual fuerte que yo, nuestros cuerpos se
sentían ardientes, miré sus exquisitas piernas y luego de que ella las abriera,
¡Mierda, aquí vamos!, grité gimiendo mientras impulsaba mi pene hasta el fondo.
- ¡Ahhh! – ella gimió con
fuerza, mientras que algo pasaba con nuestros corazones.
Ni si quiera tuvimos que hacer
un juego previo, ella estaba viniéndose en segundos, nuestros cuerpos latían a
miles por segundo, nos sentíamos calientes y ni siquiera me di cuenta si me
había venido o aún seguía dormido de tanta alucinación.
Unos segundos mas tarde, mi
mente o mi alma parecieron dar un azotón contra el suelo, eso pensaba, pero no,
algo apretaba muy fuerte mi entrepierna, sentía como un chorro cálido brotaba
de aquella zona y se sentía una especie de calorcito muy extraño, apenas miré hacía
el frente y noté como mi propio cuerpo trataba de reponerse.
- ¡Ahhh!, ¿Funcionó? – Ximena
pronunciaba a un lado, mirando como si fuéramos un experimento.
- ¡Si, funcionó niña, ya
tienes su regalo! – Daniella era la primera en reaccionar, apenas despertó, se quitó
de encima mío, mirando con un poco de miedo que efectivamente el cambio se
había realizado.
Deslizó mi antes pene fuera de
su propia vagina y trató de limpiarse con un poco de asco mientras que se
reponía del impacto que había sido todo, pues estaba tan sorprendida como
todos.
- ¿Cómo te sientes nena? –
Ximena preguntaba a la susodicha.
- ¡Bueno, tengo un pene, jamás
pensé hacer esto! – la dama ahora convertida en mí se pronunciaba.
- ¿Y cómo se siente la nueva
putita? – Ximena se dirigía ahora a mi persona.
No podía entender aun todo
esto, mi mente aun daba vueltas, pero sentía mi cuerpo muy extraño, continué mi
inspección hacía el frente.
- ¡Oh, puta madre, no mames,
no mames, vergaaa! – grité apenas mis ojos pudieron mantener la dirección
enfocando hacia mis nuevas tetas - ¡Tengo senos, funcionó, tengo el cuerpo de
Daniella!
Escuché mi nueva voz, una voz
tan seductora y femenina era realmente mía, tapé mi boca algo nervioso, o
bueno, nerviosa, apenas me intenté levantar sentí como mis nuevo montículos se
balancearon lado a lado, intentando moverme pues la nueva anatomía de mi cuerpo
era diferente y extraña, no se diga de los sentimientos que este cuerpo ahora
me provocaba.
Me llené por un momento de
miedo y frustración, mi cabeza trataba de mantener el equilibrio de mis pensamientos,
mi cuerpo ardía en calor, mientras que algo me punzaba en mi entrepierna.
Bajé la mirada aun emocionado
y alterado de ver que efectivamente ahora tenía esos majestuosos senos que
tanto deseé tener en mi jodido pecho.
- ¡Ahhh, ahhhh, que rico, que
rico, no mames, en verdad tengo este cuerpo! – gemía luego de apretar mis tetas
un sinfín de veces.
Había repasado tanto este momento
en mis historias, que luego de que les dijeran repetidas y ahora no podría ni siquiera
pensar en cómo narrar este momento, era real, estaba aquí, tenía este cuerpo justo
ahora, ¿Qué otra mierda podría hacer más que sino manosear las tetas que yacían
tanto tiempo en mis mejores fantasías?
No solo tenía estas tetas, tenía
una vagina, ¡Mi ahora jodida vagina!, podían penetrarme, tener el periodo y
quedar embarazada, bueno, al menos era por un día, ¿Verdad?
Me levanté sintiendo como mis
senos rebotaban, mi culito se sentía tan rico y carnoso, miré unos segundos por
detrás, parecía un perro buscando su cola, pero ahora era mi perra cola.
- ¿Lo estas disfrutando? – Ximena interrumpió, mientras que andaba todo maniaco tocando cada parte de mi ahora cuerpo.
- ¡Sí, no puedo hacer nada más!
– respondí luego de mirar a ambas chicas quienes se quedaban con la boca
abierta.
Me acerqué al espejo admirando
mi cuerpo desnudito, ¡Ahhh!, mira nada más, que sexi me veo, estas tetas, este
culo, este rostro, soy una hermosa rubia, ¡Soy una puta mamacita!
- ¡Hola hermosa, que sexy
eres!, ¿Me dejas darte un beso hermosa? – jugaba con mi reflejo, las dos chicas
se reían, mientras veían que lo estaba disfrutando demasiado.
Escuchar aquella sensual voz
salir de esta boquita era un regalo divino de los dioses, pues si este poder no
fuera de un verdadero dios no sabía de donde más podía venir.
Apreté mis senos en el
cristal, sentí una chispa proviniendo de mis ricos pezones rosaditos, ¡Ahhh, esto
es increíble!, no podía con la sensación que mi cuerpo proyectaba, era irreal, era
irreal saber que estaba en este cuerpo y no era un sueño.
No pude contenerme las ganas
de manosear el cuerpo de esta puta, ver ante mis propios ojos que tenía este
cuerpo en carne propia me llenaba de mucho placer, no me importaba que me
miraran aquellas dos, ahora el poder y el control de este cuerpo era solo mío,
¿Por qué contener mis ganas de masturbarme siendo que este era mi regalo?
Continué hasta que pude experimentar
mi primer orgasmo, ambas chicas miraban despreocupadas, cuando incluso todo se
estaba grabando, pero de un momento a otro, mi novia decidió que terminara con
esa insaciable ronda de masturbación que le estaba dando a este cuerpo.
- ¡Bueno ya!, no desperdiciemos el día en solo masturbarte.
Ximena arruinaba la intensidad
con la que estaba viniéndome a marchas forzadas con esta vagina, notaba que
Daniella se encontraba algo incomoda en mi cuerpo, aunque ella realmente se
sentía algo excitada de ver como masturbaban su propio cuerpo, tanto, que
incluso tenía una fuerte erección entre sus piernas.
- ¡Hazlo ahora! – Ximena le ordenaba
a Daniella quien rápidamente sujetaba mi ex pene con sus manos - ¡Chúpasela
maldita puta! – Ximena se refería a mi directamente como una puta.
Eso me había hecho sentir algo
perturbado y a la vez excitado a montones, pues ella sabía perfectamente que referirse
a mí de esa forma era uno de mis fetiches y fantasías más grandes.
Mire a Daniella viniendo hacía
mi con mi ex pene en sus manos, se notaba nerviosa, pero bastante condescendiente,
sin pensarlo mucho, mis sentidos se pusieron como locos, hincándome frente a
ella mirando lo que antes era mi órgano masculino, regresé a ver a mi novia,
ella estaba como loca desquiciada feliz tomando captura ante la cámara para que
esta hiciera una captura total del momento sin perder nada de detalle.
No sabía cómo sentirme, ¿De
verdad estaba sucediendo?, mi novia, obligándome a ser una total y verdadera
puta conmigo mismo.
- ¡Ummm, que rica esta tu polla
bebe! – suspiré gimiendo hacia Daniella mirándola con lascividad hacía sus
ojos, sintiéndome extraño pues antes eran míos, observé mi propio rostro
totalmente empañado de nervios y mucha lujuria que intentaba salir desenfrenada
-¿Quieres que te la chupe amor?
Pregunté sonando como toda una
puta, especialmente, utilizando su bella y sensual voz, no podía contener mis
ansias, quería reírme por lo poco ridículo que me sentía en esta situación, no
podía dejar de pensar en que esto pudiera ser como en una de mis historias, y
terminaría siendo asaltado de mi propio cuerpo, quedándome atrapado en este
cuerpo de prostituta.
Recuerdo cuando una vez fui
con una y explícitamente le conté toda la narrativa de mi fantasía, de lo excitado
que estaba de solo pensar que ella me robaría mi propio cuerpo, aquella prostituta
solo se rio de mí, pensó que era un jodido puto en todo el sentido, ¡Que mierda
hice aquel día!
Bueno, ahora solamente mire mi
propio pene, abriendo la boca y metiéndomelo todo en mi boquita de Daniella,
comencé a deslizar su cuerpo carnoso en mi lengua, mis labios hacía el trabajo
ligero, mientras que mi lengua debía de jugar con todo ese órgano completo,
para que Daniella pudiera sentirse excitada, ese era mi trabajo como
prostituta, satisfacer a un machito con mi boquita de zorra.
Daniella estaba sintiendo como
manejaba muy bien su ahora pene con mi boca, podía verse como su cuerpo se sacudía,
cerró los ojos y comenzó a jadear suavemente, no es que los hombres gimamos
mucho como las mujeres,
Pronto, comencé a meter y
deslizar mi ex pene dentro de mi boca con mayor precisión y facilidad, hasta
que le tenía dominada, dándole con todo un show y maroma a su órgano de
Daniella, que al poco rato, se vino dentro de mi boca no pareciendo del todo
satisfecha.
Un leve suspiro provino de mi
novia, quien haba olvidado estar observado desde hace un buen rato, ella no
parecía enojada, sino todo lo contrario, es ahí entonces, que descubrí que mi
novia había originado o es que había tenido un extraño y mas caprichoso fetiche
que el que yo tenía desde hace mucho tiempo.
Pues al parecer, a Ximena le
excitaba mirar a las personas sostener relaciones sexuales, es decir, a mi
novia le excitaba la idea de ver a su novio teniendo sexo con otra persona, y,
el hecho de que ambos estuviéramos intercambiados aumentaba mucho más ese
placer de ver a su propio novio siendo la puta en este caso, con el rol
intercambiado.
Ximena bajo su mano a su
vagina y había comenzado a masturbarse, mientras miraba todo.
- ¡No paren, ahora penétralo!
– Ximena ordenaba a la mujer que ahora tenía mi cuerpo, siendo que no le había
sido suficiente lo que había hecho para ninguna de las dos –¡Querías ser una
putita, ahora verás que es ser una putita!
Ximena sostenía gritando con
mucha euforia, se le notaban las ansias por verme convertido en una puta,
Daniella comenzó a tomar órdenes y de un momento a otor me agarró las tetas de
golpe, haciéndome gemir de la nada, no entendía como lo hacía, ¿Es que el
cuerpo de una mujer debía de ser tan sensible?
Sentía mis propias manos en
los senos de Daniella, sentía como amasaba sus propias tetas con fuerza y
morbo, a ella le gustaba entonces sentir las fuertes manos de un hombre
apretando con fuerza para sentirse sumergida en un gran nivel de satisfacción y
placer, pellizcó y mordió levemente mis pezones con tal experiencia que me hizo
un squirt en mi vagina, no sabía lo increíble que era eso y tampoco sabía que
eso sucediera al provocar eso con ciertas partes del cuerpo, sobre todo, los pezones.
Estaba fascinado, pero ella me
empujó a la cama, me abrió las piernas y como yo ya estaba listo para que me
metiera la verga que antes era mía, pues simplemente sujetó su pene y lo deslizo
sin preguntar dentro de mí,
- ¿Te gusta amor? – Daniella exclamó,
mientras me miraba, me sentí tan cabron mirando mi rostro de esa forma, se
dirigía a mí, tratándome como soy yo fuera la zorra en este caso.
Cuando me di cuenta, Ximena
estaba recortada en el sofá metiendo sus dedos dentro de su vagina, observando
todo gimiendo descontroladamente, sin duda, ese día entendí muchas cosas sobre
nuestra relación.
Daniela solamente cumplía con
su trabajo, aunque luego de muchos años de experiencia, cumpliendo fetiches y
todo tipo de fantasías locas, esta haba sido la mas extraña y sorprendente de
todas, pues estaba cogiéndose su propio cuerpo.
Sentía como usaba mi pene con
tal sabiduría que cada deslice que hacía con mi pene dentro de su vagina era
como sentir una caricia de un ángel recorriendo todo mi ser, mi boca no paraba
de gemir, era una locura, estaba gimiendo como una puta, me estaba volviendo
loco, era una sensación tan indescriptible, entre aterradora y fascinante a la
vez.
Quién te pudiera decir que ha
experimentado esto alguna vez en su vida, seria la persona mas afortunada de la
historia.
Antes del intercambio,
habíamos intimado la primera vez, si le dijera a mi yo del pasado que esto
sucedería justo hoy y en este preciso momento no me lo hubiera crido nunca,
estaba siendo cogido por la propia Daniella en su propio cuerpo.
Mis piernas no dejaban de
temblar, Daniella acariciaba mis senos apretando levemente hasta de repente
apretarlos como unos globos, acariciaba mi cuello y me daba de repente algunos
apretones intentando asfixiarme.
Eso último, había sido una de
mis fantasías, pues me imaginaba siendo sometido y de cierta manera agredido
hasta el ahorcamiento con un cuerpo así, siendo una completa sumisa, aunque
también descubrí que eso había sido una orden mas directa de Ximena que de
cumplirme una fantasía, pues a ella le encantaba también el sadomasoquismo, y
verme siendo maltratado como una le hacía más cosquillas en su entrepierna.
Daniella aún no había acabado,
me tiro a un lado tomando su ahora pene y comenzó a deslizar su miembro dentro
de mí por la parte trasera como si fuera una perrita, sentía como dominaba
montándome detrás, pero en cuanto pasaron unos minutos, su pene ya no pudo
contenerse más y se vino dentro de mi dejándome todo la lecha dentro de mi ser,
algo que se sentí muy extraño y demasiado placentero a la vez.
- ¡Ya basta, cógeme a mí! – Ximena
exclamó, pero había tomado primero un poco de la poción y le dio algo de eso
mismo a Daniella, procurando dejar un poco para mas tarde.
No me había percatado de eso
hasta que vi cómo le había obligado a ella también, apenas pudiera reponerme de
lo que ella había hecho conmigo, cuando mire la escena tan cabrona en donde
Ximena se montaba a Daniella estando en mi cuerpo.
La pobre Daniella o quizás, mi
pobre pene había dado toda la batalla posible, cuando ya estaba trabajando en
la vagina de mi novia, no sabía cómo sentirme, ¿Que intentaba Ximena con eso?,
¿Qué no era suficiente hombre yo para querer que una mujer con la basta
experiencia, usando mi cuerpo lo hiciera más rico que yo mismo?
Pero entonces sucedió, las
mire caer desvanecidas sobre la cama, mientras que sus cuerpos convulsionaba,
de repente, una a una comenzaron a reaccionar, primero, Daniella reaccionó un
poco más rápido despertando en el cuerpo de mi novia, acariciando sus atributos
nuevamente femeninos pero siendo los de Ximena, quién no tenía tan bien dotado cuerpo
como el suyo, pero se sentía un poco aliviada de volver a ser mujer.
- ¡Ahhhh, me siento tan
extraña! – Ximena despertaba en mi cuerpo, encontrándose con un nuevo mundo
completamente diferente.
Ella miró mi pene, que estaba
demasiado erizado y agotado de tanto jugar con las vaginas de ambos, no pensé
que pudiera continuar teniendo la fuerza de seguir en este alocado capítulo de
perversión que sucedía en mi vida.
Ximena estaba acariciando mi
cuerpo, experimentando lo que se sentía de ser un hombre, era extraño mirar la
manera en la que alguien mas tocaba mi cuerpo, pero me provocaba cierto placer
al pensar que ella estaba insinuándose cosas al tenerlo.
Mientras que trataba de
reponerme, mis senos se sacudían de lado a lado, mi cabello me estorbaba, por
lo que todo lo que tenía este cuerpo comenzaba a molestarme, no estaba
acostumbrado a experimentar con este tipo de situaciones, mi cabello nuca había
sido largo y mucho menos tenia unas tetas colgando de mi pecho todo el tiempo, comenzaba
a molestarme.
Ximena jadeó al ver como su
ahora pene comenzaba a ponerse duro, palpitante como si tuviera vida propia,
ella me miró sin pensarlo mucho, estaba claro cuáles eran sus intenciones, ella
iba a cogerme.
- ¡Ven pequeña puta, aun no
hemos terminado! – Ximena se acercaba a mi antes de que pudiera negarme.
Me sometió tirándome a la
cama, Daniella solamente se limitaba a dejar que la pareja de locos que habían
pagado por esto se divirtieran, no era como que quisiera detener la lujuria
insaciable de esta mujer.
- ¡Detente Ximena!, esto ya no
me está gustando…
Trate de bloquearla, pero ya
era demasiado tarde, me tiró una cachetada, haciéndome sentir algo indefenso,
ella se opuso con su fuerza, parecía que estaba endemoniada con una especie de
poder que solo sabrá ella que era lo que sentía.
Me estaba poniendo nervioso,
aunque de cierto modo, este era una de las fantasías más grandes que tenía en mucho
tiempo, pues mi novia, ahora me iba a coger usando mi propio cuerpo, teniendo
yo el cuerpo de Daniella.
Miré su entrepierna, pero
antes de si quiera decir algo, ella me abrió las piernas e introdujo su pene en
mi vagina, apenas sentí un ligero cosquilleo penetrando en mí, gemí perversa
ante el apretón que sentía en mi entrepierna.
Sin lograr haberle detenido,
sentía como mi vagina experimentaba una calurosa y húmeda sensación que no
paraba, era como entrar una vez mas al juego, nunca pensé que esto pudiera no
tener un límite, no se cansaba, esta jodida vagina seguía permitiendo que el
cuerpo de Daniella me provocara más y más placer.
Ximena parecía disfrutarlo más
que yo, sus ojos aunque míos, pero perturbadoramente ahora suyos, me miraban
con ganas de sentirse el rey y amo de mi libertad, me apretaba mis tetas y no
soltaba mis piernas, sacudía su coxis de un lado a otro haciendo que su pene
jugara con todo dentro de mi coño.
- ¡Ahhhhh, ummm! – escuchaba
como de mi boca resoplaban ligeros gemidos, me sentía atrapado en el propio
juego de Ximena, ahora me demostraba que ella era el macho y yo la putita que
venia ha cumplirle sus cochinas fantasías.
Antes de venirse dentro de mi
coño, sacó mi pene de la vagina de Daniella y me jaló del rubio cabello para
meterme su pene en mi boca, viniéndose dentro para hacerme tragar toda la leche
que provenía de mis testículos, o, al menos lo que quedaba de ella.
- ¡Trágatelo todo maldita
puta! – Ximena exigía, me sentía tan jodido escuchando sus fuertes palabras con
mi voz.
Pero como quería ser una perra
obediente me lo tragué, sintiendo el espeso sabor saladito que tenía mi propio
semen, porque si, era mi semen el que pasaba por mi boca hasta mi garganta.
Ximena no parecía muy
satisfecha, aunque por el momento, se sentía cansada, quizás era porque mi
cuerpo de macho ya había dado lo suficiente, tanto con las tres cogidas que ya
le había dado a este cuerpo, ahora parecía que Ximena era quien lo resentía.
El día aun no terminaba y me metí
a darme un baño, pues Ximena me dijo que íbamos a salir, Daniella se fue a
pasear con el cuerpo de Ximena, mientras que me dejaba un buen conjunto de ropa
que ponerme, pues para variar, Ximena había escogido cautelosamente los
accesorios y prendas que más me harían ver como una completa puta, pues además,
eran los outfits que más me excitaban de Daniela y con los cuales más me imaginé
vistiendo al tener su cuerpo.
Cada sensación que le daba el
agua caliente a mis pezoncitos, acariciando todo el cuerpo de Daniella era una
chispa poderosa que recorría todo mi cuerpo, no sabía como es que este cuerpo
no paraba de sentirse tan caliente y excitado en todo momento, eso es lo que debía
de hacer que Daniella fuera una completa puta todo el tiempo, tanto que, no podía
pensar en otra cosa mas que en mi pene, en lo mucho que quería sentirme cogida
todo el tiempo.
También me ponía a pensar a
cada rato sobre el cómo vestirme, en salir de compras, esto lo relate alguna
vez, aunque no pensé que mis pensamientos realmente fueran alterados en la
realidad, pero era claro, el hechizo o lo que sea que fuera, pondrían mi alma
en este cuerpo pero no mis gustos y aficiones, claramente, tenía los pensamientos
y gustos de una puta.
Entonces, mi mente ahora mismo
tenía la mente de una puta chica Bimbo, ¡Es verdad!; no podía pensar, estaba
atrapado, ahora mi mente solo quería que fuera penetrada y solo pensar en cosas
de mujeres, compras, usar vestidos, blusas, faldas, tacones, maquilarme y
tomarme fotos, no estaba pensando en nada diferente de hombre desde que estaba
en este cuerpo.
Incluso, porque lo primero que
hice fue masturbarme y luego vinieron una tras otra indiscriminada pero no tan violento
escenario de sexo como si se tratase de una orgia, que, aunque me sentí algo
inconforme, terminó por enloquecerme en todo momento.
- ¡Ahhh! – gemí sin pensarlo,
estaba recodando y analizando todo, pero sin darme cuenta, mis manos jugaron
impetuosamente con mis tetas y mis dedos pellizcaron sus pezones, así que, me
estaba aleccionando a mi mismo mientras mi subconsciente trataba de
comprenderlo todo.
Salí de bañarme exhausto, pero
cuando pude apenas descansar, Ximena ya me estaba dando órdenes, me lanzo
prenda tras prenda y primero me hizo modelas como si fuera la misma puta que
siempre desee ser, tomándome fotos con diferentes outfits en lencería.
- ¡Ándale, querías ser una
putita?, entonces posa bien, ¡Para ese culo!, aprieta las caderas, aprieta esas
tetas, sonríe a la cámara, ¡Sé una puta!
Ximena me ordenaba en todo
momento, no puedo creer lo mucho que tardamos en maquillarme, peinarme y en probarme
cada maldito outfit que me hacía ver cada vez mas puta, pero al final, hice
todas y cada una de lasa cosas que Ximena me había pedido.
Me sentía tan caliente y
excitado al sentirme con esa fantasía cumplida, en verdad estaba actuando como
una puta frente a la cámara, recordando cada pose que había deseado hacer con
el cuerpo de la engreída y zorra de Daniella, ahora siendo yo el que lo hacía,
poniendo poses inocentes, siendo una completa perra sumisa, demostrando y
derrochando mis bellos atributos de diosa.
El día continuaba su camino,
me estaba preocupando en que pasaría si me quedaba atrapado en el cuerpo de
Daniella, aunque me parecía de lo mejor poder ser ella por siempre, no querría
quedarme como una tonta mujerzuela que no podía pensar nada mas que en penes y ser
sexualizada en todo momento y situación.
Recordar como trataban hasta
yo mismo a esta mujer como una estúpida que solo se aprovechaba de que era una
bella mujer para tener lo que quería, nadie le tomaba enserio, pues decían no
era inteligente, yo mismo lo insinué, ella solo sería con estas carnes para una
cosa y solo era para ser una estúpida con ganas de que le dieran por el culo.
Ximena se vistió también y nos
salimos como si fuéramos una pareja a cenar, veía como todos me miraban, me
observaban por la manera en que caminaba, era extraño salir a la calle siendo
esta mujer, era una diosa, mis tetas estaban expuestas al oscuro y bochornoso
mundo de los hombres donde todos podían ver como estas nenas se sacudían a cada
paso que daba, al igual que mis caderotas, este rico culote que ahora era mío
se balanceaba al compás de mis tacones, me sentía como toda una zorra deseada
por todos.
Solte una risita, cuando mi
ahora novio me dio una inofensiva nalgada, me apretó el culo y tomándome a la
fuerza me susurro al oído que me comportara como una puta frente a todos
mientras salíamos a pasear, para que gozara de esta experiencia totalmente.
No me molesta para nada, me
llenaba de placer sentirme así y que todos se dieran cuentas de ello, me
encantaba que mi novio me hiciera sentir como una estúpida, como una mujer
frágil que solo servía para estar de zorra por las calles y frente a todos los
hombres.
- ¡Muéstrame las tetas!, que
solo para esos sirves, sino quién te va a pagar esta comida tan cara.
Ximena se aprovechaba en cada
momento de hacerme menos, de hacerme sentir que era una mujerzuela que se aprovechaba
de sus atributos solo por dinero y cosas caras, así lo era, pues ahora estaba
inmerso en este mudo en el que mi cerebro solamente pensaba en cosas
completamente zorreables.
Al regresar a casa, ya era de
noche y Daniella nos estaba esperando, se notaba algo extraña, pero no se
notaba preocupada del todo, Ximena se sentía algo cansada, realmente tanto ajetreo
en el día le había estresado hasta el cansancio, aunque realmente yo me sentía
demasiado bien y eso que yo era quien se había llevado todo el trabajo duro al
ser tan brutalmente penetrada.
Ximena saco los frasquitos de
la pócima para volver a nuestros cuerpos, pero al revisar los frascos, Ximena
se encontró con que estos estaban vacíos, ella no pensó muy rápido en lo que
había pasado, sino en imaginar sin estar segura que había dejado mal colocado
los frascos la última vez que los había usado para intercambiar con Daniella y
poder estar en mi cuerpo.
Pensar que curiosamente esto
justamente hubiera pasado en el momento en el que regresaríamos a nuestros
cuerpos me parecía convenientemente sospechoso.
- ¡No seas así Ximena!, de
seguro te quieres vengar de mi y dejarme en el cuerpo de esta puta! – le
gritaba enojado y totalmente nervioso.
- ¡No me digas así pendejo!,
¿Qué te crees?, ya no estamos en la dinámica para que me llames así, ¡Respétame
que yo soy una mujer decente! – Daniella contestaba sintiéndose molesta de que
todo el día le estuvimos llamando de maneras horribles, lo cual soportaba
porque solo estaba adentrada en el papel en el que le habían pagado.
- ¡Yo no estoy jugando estúpido,
no sé qué paso!, no creas que quiero continuar en tu estúpido cuerpo.
- ¡Entonces porque se vaciaron!,
esto debe de tener alguna explicación.
- ¡Ay sí!, lo dice el señorito
que sabe lo que sucede en esas historias, ¿Verdad?
No sabíamos que hacer, Ximena
parecía la más desesperada, intentaba llamar al Shaman pero no le respondía,
estaba estresada, parecía que faltaba algo que ella aun no me decía, no parecía
querer aceptar su terrible error y no tener una solución de emergencia.
- ¿Qué vamos a hacer?, supongo
que podemos ir mañana con le Shaman y pedirle un poco más de esa poción para
volver a nuestros cuerpos, ¿No?
Ximena no parecía querer
responder, aunque el asunto parecía que era bien conocido por alguien mas entre
los tres que no parecía querer que esto sucediera.
- ¡El efecto tiene un límite!,
debemos de regresar a nuestros cuerpos antes del siguiente amanecer, sino nos
quedaremos atrapados para siempre.
Ximena gritó entre lágrimas,
sus manos de hombre temblaban y se veía algo ridícula siendo que lo hacía con
mi cuerpo, yo recibí la noticia como un golpe de agua fría, entonces, ¿Estaba atrapado
como la puta de Daniella?
No sabía si reír, si llorar,
si estar feliz o tener miedo de quedarme así para siempre, esto solo pasaba en
las historias, esto solo era fantasía, ¡Desde que momento esto se volvió una
verdadera amenaza Body Swap!.
Daniella quien tenía el cuerpo
de mi novia parecía la menos preocupada, Ximena entro en desesperación, no sabía
que hacer, estábamos perdidos, estábamos a atrapados en estos cuerpos para
siempre.
Daniella había sido contratada
por Ximena unos días antes de mi cumpleaños, ella recibió los mensajes de
Ximena por el chat de Only Fans, cosa que le pareció demasiado curiosa, pues la
chica prometía tener un arma de cambio de cuerpos mágica, que era 100% real, la
mujer incrédula aceptó con la condición de un pago en cifras muy grandes, la
cual Ximena aceptó pagar, pero en dos partes, una la pago en transferencia y la
otra ya estando aquí para evitar estafas.
La mujer incrédula aceptó
venir y hacer todo el show, creyendo que solo iba a cumplir un rol como una fantasía,
pero no fue así, inmediatamente las cosas se volvieron locas, ella estaba en el
cuerpo del chico y luego de que le obligaron a hacer cosas asquerosas y muy
perversas, terminó en el cuerpo de mi novia.
Poco después de que esta se
diera el placer de experimentar tener una vida mas tranquila y fuera de su vida
de comodidades por sexo, Daniella noto que Ximena tenía una mejor vida que
ella, no tenía la fortuna que ella generaba por su porno, pero si tenía dinero
gracias a el trabajo de sus padres que le daba ciertos lujos sin tener que
darse a conocer como una puta frente al mundo entero.
Lo cierto es, que Daniella regresó
a casa luego de experimentar toda esa vida, deseando robarle la vida a mi novia
y aprovechando de que sabia ciertos secretos de Ximena para lograr su cometido,
al final, ella se llevó quizás no la mejor parte del trato, pero si dejándome
un gran regalo de cumpleaños.
¡Bueno!, dije, después de
todo, ¿Quién no desearía quedarse atrapado en este cuerpo?
Comente a ambas después de que
amaneció y todo permaneció igual, preparé mis maletas y me fui derecho a Dubái,
donde ya me esperaba un nuevo amante, no podía haber un mejor regalo de cumpleaños
que este delicioso par de tetas.
¡Feliz cumpleaños! <3
ResponderBorrarGracias ☺️
BorrarFelicidades Karina, por cierto muy buena historia ❤
ResponderBorrarGracias 😊
BorrarKari feliz cumpleaños, se que es tarde pero no queria pasar sin felicitarte, muchas felicidades y gracias por compartirnos tus historias, te has vuelto un icono dentro del tema, felicidades
ResponderBorrarFeliz cumpleaños karina y dawn te manda muchos abrazos 🎂 🥳🥳🥳
ResponderBorrarFeliz cumpleaños atrasado Karina, está historia 10/10 de lo mejor del año
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