-C-7
"Este es el 7 capitulo de esta historia esta ves es un spin off creado por este autor no se si aun sea el final ni si Vanesita vaya a seguir enviando mas capitulos pero por ahora disfruten de este capitulo especial :3"
"BY TEEMO"
Bueno, esta historia está basada con la historia Medallón de
Zulu del foro. Me declaro fan de la escritora y se ha convertido en mi historia
favorita. Quería ambientarla y relacionarla, para ir creando un pequeño mundo
más influyente. Quisiera que él o la autora original la leyera y diera su
permiso para mis futuros capítulos.
Nueva empresa zulú - Cap. 1
¿Cómo había llegado a esto?... mi mirada paso al respirador
del cual salía un transparente tubo que iba directo a mi nariz. En mis dedos
había al menos tres agujas para administrarme suero y el infernal sonido del
electrocardiograma me hacía aborrecer mi situación actual.
Yo, que poseía una de las empresas de control de inversión más
poderosas del mundo. Que controlaba el dinero de magnates y había sido tan
temido en el mundo empresarial, ahora respiraba pesadamente dependiente de
tantos malditos cables y sueros. El tiempo era más poderoso que el dinero y a
mis 91 años parecía que mi cuerpo había llegado a su límite. Cerré los ojos
odiando mi estado, recordando mis virtuosos años, joven y poderoso, influyente
e imparable. Mis ojos se abrieron
nuevamente cuando escuche la puerta abrirse, por ella entro apoyado en un bastón,
mi viejo amigo, Gabriel me había acompañado en mi ascenso, volviéndose vicepresidente
de la empresa.
-Hola mi amigo – me saludo sentándose con cuidado en la
silla. Era casi igual de viejo que yo, pero parecía que aun podía usar sus
piernas para andar por sí mismo, hasta eso me daba envidia en el estado que me
encontraba. – Lo siento, la mesa directiva se reunió y decidido que… es el fin…
te han desahuciado, ahora están discutiendo quien debe tener los derechos sobre
tus acciones.
-Malditos… - solté hiperventilando por la rabia mientras mis
lagrimas salían de mis ojos. Esos malditos buitres. En cuanto mi salud se había
deteriorado me habían ido relegando, quitando mis derechos poco a poco. - ¿a quién
están postulando? – pregunte tratando de calmarme, si me alteraba una enfermera
vendría y no podría hablar con Gabriel.
-A Silvia – nombro después de unos segundos. Sabia porque la
había nombrado con ese amargo tono de voz. Aquella mujer, una víbora que se
creía lista, pero era altamente estúpida. Hacia solo dos años, egresada de la
universidad y tomando el puesto como secretaria menor, había aprovechado sus
excelentes atributos para subir rápidamente en la empresa. No era un secreto la
forma en que había subido, y hasta hace poco se había tomado el puesto de asistente
personal de uno de los directivos mayoritarios de la empresa. Que ella fuera
seleccionada solo significaba que querían poner a alguien tonta y manipulable
para dirigir sin abandonar la protección que representaba ser un directivo,
después de todo, si empezaban a hacer negocios ilícitos, entonces Silvia sería
la primera en caer por ser la presidenta de la empresa. – pero no vine por eso.
te traigo noticias – añadió Gabriel con una media sonrisa.
Le deje continuar, debían ser noticias importantes si mi
amigo había venido hasta aquí para ello. Parecía dubitativo, pero cuando se decidió
a hablar lo hizo apretando con fuerza su bastón. Y a los últimos ratos, sabía
que ese gesto significaba que hablaba enserio. Me conto así, que hace unos días
había ido al teatro (conocía el gusto de mi amigo por el). Sin embargo, al
salir se le había acercado una hermosa joven de excelente cuerpo ataviada con
una provocativa y atrevida ropa. Por supuesto, él había pensado que se trataba
de una prostituta y a su edad había perdido el lívido casi por completo. Sin embargo, ella le había dicho que tenía la
oportunidad de cambiar su vida, o, mejor dicho, de rehacer su vida y recuperar
su juventud. La opinión de Gabriel fue
que, de prostituta esta mujer era una estafadora que quería aprovecharse de un
viejo adinerado, y por supuesto, esa era mi opinión también.
Sin embargo, saco una tarjeta en la cual solo había un
teléfono, me dijo que la joven se la había dado y se había ido sin insistir.
Eso era diferente, como un verdadero maestro de los negocios, sabia identificar
a un charlatán y estos rogaban e insistían en lo milagroso de su producto. Este
era un truco viejo, pero bueno, ofrecer algo, mostrarlo en su esplendor y dejar
que el pez picase. Ella había mencionado lo que todo viejo como yo ansiaba: su
juventud de regreso, y exhibiendo su belleza seguramente había hecho que
Gabriel considerase que eso no era una charlatanería.
Hace diez años quizá, hubiera quitado de mi cabeza esa
estupidez, les habría tirado de loca y hasta hubiera averiguado como eliminarla
por intentar estafarme… pero ahora, quizá era la perspectiva a de mis contados
días lo que me hizo aferrarme a una esperanza por burda que fuera.
-Llámales Gabriel, diles que vamos a negociar – dije
respirando de la manera más calmada que podía – me niego a caer como un viejo
choco… - dije mirando a mi amigo que asintió antes de salir.
Los consecuentes días fueron una completa tortura, mi
condición empeoraba y cuando estaba despierto sol me torturaba la idea de
volver a ser joven. Recuperar todo. Empezaba a serme indiferente la vida como
magnate, quería vivir, dejar esta asquerosa cama y este cuerpo a punto de
pudrirse y sucumbir al tiempo. Al tercer día de su visita Gabriel regreso con
una hermosa mujer. Transmitía completa confianza, casi arrogancia, la seguridad
de alguien que se siente increíble sin importar quien tenga enfrente. Ya había
pasado mis días donde podía hacer lo mismo, ahora era poco más que un viejo en
cama esperando a que ni las maquinas me pudieran mantener con vida.
Aun así, no había perdido mi serenidad al negociar, por lo
que espere a que la joven hablase. Ella me dijo casi exactamente lo que Gabriel
me había dicho, este último, espera afuera pues solo se me permitía una visita
a la vez. Sin embargo, cuando le pregunte como es que iba a rejuvenecerme, la
mujer se rio por la pregunta.
-Creo que ha mal entendido, no le ofrecemos juventud de
regreso, si no una nueva vida, u nuevo cuerpo. Podemos hacernos de cualquier cuerpo
que usted quiera. por el precio adecuado…
Mis ojos se abrieron de manera descomunal, aquello era algo más
inverosímil aún. Sin embargo, lo decía con una confianza y tranquilidad que yo
veía solo en aquellos que estaban convencidos que tenían la oferta ganadora.
Por un momento lo pensé… ¿Qué más daba?, estaba por ser un costal de huesos
bajo tierra y, además, la que fuera mi mujer había muerto, uno de mis hijos
igual y el restante había hecho su vida en el extranjero… consecuencias de una
vida dedicada al trabajo y de descuidar la relación con mi familia. Pero por
eso, ya no había nada que me detuviera… acepte, le dije que pagaría lo que
fuera por el trato. Y por supuesto, también impondría mis condiciones sobre la
situación en la que debería darse este trato. La mirada de la mujer parecía no
gustar de que pusiera “peros”, pero cuando ofrecí el tres veces lo que estaba
pidiendo tuvo que escucharme. Y con la
negociación finalizada quede relegado de nuevo a la soledad de la habitación.
Sabía que mis condiciones harían que tardasen casi una semana,
pero era insoportable. Temía que mi maldito cuerpo no resistiera hasta
entonces. Llegue al punto de casi ni poder hablar debido al mal estado de mis
pulmones. Maldecía mis años como fumador pavoneándome con esos puros en mis
labios y de las excesivas tazas de café. Sin embargo, el tan ansiado día llego.
Durante mi espera Gabriel me había preguntado varias veces si estaba seguro de
eso, como si se arrepintiera de haberme llevado a la escultural mujer con la que
había pactado, pero ya no había vuelta atrás.
Ese día, por la puerta entro la enfermera anunciando que
solo teníamos quince minutos, ya que no debía tener tantas visitas. Pero entendía
que para alguien que estaba tan mal como yo era necesario tener las cosas
arregladas. Así que después de que la
enfermera salió pro ella entro una mujer muy hermosa, sus formas eran
perfectas. Busque en mi memoria el nombre que me habían dado.
-Buenos días Angie – salude a quien se suponía era mi hermosa
nueva abogada. Ella me saludo con una suave sonrisa. Mientras sostenía una
carpeta llena de papeles. Detrás de ella, entro a quien esperaba: Silvia
-Gracias por venir Silvia – agradecí mirando las perfectas
formas de su hermoso y bien formado cuerpo. Debía tener no más de 26 años.
Trate de calmarme pues mi corazón había empezado a acelerarse, debía
permanecerlo más tranquilo posible – Angie ya debe haberte dicho que pienso
darte todo el control de la empresa – sonreí al ver sus codiciosos ojos brillas
cuando confirme lo que Angie le había dicho – sé que estas de candidata para la
mesa … directiva… pero… tu eres joven… y lista…. Se que… harás… un buen
trabajo….
Hablaba despacio y pausado por el esfuerzo, pero ella
simplemente asintió usando su deliciosa voz para decirme que estaba agradecida
y que era un honor que yo pensara así de ella. Esa puta zorra era una hipócrita
increíble. Mientras le explicaba que Angie tenía todo listo para que firmáramos,
ella no tardo en firmar aceptando todo. Angie me tendió las carpetas para la
transferencia de derechos, dejando que las firmase con cuidado y lentitud
debido a mis viejas manos.
-Oh que bonito collar Angie – dije mirando el medallón que tenía está en el cuello recibiendo una sonrisa de ella – Hazle un favor a este viejo y déjame ver cómo le luce a Silvia – dije riendo mientras seguía firmando. Sabía que cuando alguien está a punto de cerrar el trato de su vida hace todo por complacer al cliente. Y Silvia fingiendo modestia dijo que estaría encantada si se lo dejaba probárselo. Angie la rodeo acomodando con sumo cuidado el amuleto alrededor de su cuello. Yo no podía esperar más, todo estaba saliendo a la perfección.
Originalmente me había dicho que traería su cuerpo inerte
para cambiarlo, ya que mi cuerpo era muy viejo e inservible para que ella
pudiera cambiármelo y luego marcharse. Pero yo había pedido que Silvia fuera
intacta hasta ahí, necesitaba vengarme de esa zorra que había aprovechado mi
mala salud para escalar por mi empresa para arrebatármela.
-Te luce hermoso – dije mirando a la joven que no quitaba
los ojos de la carpeta - bueno... ya está – dije devolviendo la carpeta a Angie
para tender una temblorosa mano a Silvia – Esta miraba a mi abogada que
revisaba que todo estuviera bien. Y cuando esta asintió arrogante sonrió para
darme la mano. Sin embargo, sus ojos se abrieron cuando sintió que algo estaba
mal. Si, mi mano vieja se aferró a ella con una fuerza que ni yo mismo me creía
capaz. De repente todo se nublo un momento.
Parpado un par de veces antes de mirar mi propio cuerpo
mirándome con terror. En ese instante tire con fuerza de mi brazo para zafarme
de él. Respiraba agitado sintiendo suaves cabellos golpear mi rostro. Alce mis
manos temblorosamente para ver que no eran viejas y decrepitas, eran delgadas,
hermosas y lo más importante: jóvenes. Una suave risa salió de mi rostro
mientras bajaba la mirada para ver el medallón entre mis dos nuevos y hermosos
senos.
-Que… que… hiciste… - soltó Silvia atrapada en mi cuerpo sin
entender que sucedía. A mi volví mi sonrisa arrogante, sentía esa embriagante
sensación de poder y seguridad, dejé que Angie retirara el medallón con cuidado
y lo guardara en su bolsa.
-Hice lo que te merecías maldita zorra – dije disfrutando de
escuchar mi nueva voz mientras miraba lágrimas
en mis ojos – como si fuera darle mi empresa a una niña estúpida como tu… tu ambición fue perfecta, ahora tu estas
atrapada en ese asqueroso viejo e inútil cuerpo, y yo conservare mi empresa…
además de tu hermoso cuerpo. Dije poniendo mis manos en mis caderas… ahora caía
que eran más anchas de lo que esperaba, pero me sentía increíble.
Poco apoco estaban llegando a mi recuerdos de Silvia, como
la habían contactado y como había apresurado a ir al hospital para recibir
todos mis derechos empresariales. No pude evitar soltar una enromé carcajada de
felicidad. Había funcionado, ¡había funcionado!, era joven otra vez, además de
que tenía un cuerpo sensual y a la mesa directiva pensando que era una tonta
indefensa… iban a pagármelas todas. Silvia en mi cuerpo había empezado a hiper
ventilar, y la enfermera entro rápidamente pidiéndonos salir para atender al
paciente. Pude ver a mi viejo cuerpo negar con la cabeza y estirar sus brazos
hacia mi sin poder decir palabra alguna por su respiración. Tonta no debería
forzar sus gastados pulmones ahora. Mientras la enfermera insistía en que saliéramos
y nos daba la espalda lleve mis dedos a mis suaves labios para besarlos y
enviarle un beso despidiéndome moviendo mis dedos.
-Chao cariño – susurre saliendo de la habitación- gracias
por el cuerpo.
Una vez afuera el sonido de la garganta de Angie me regreso
a las negociaciones. Por supuesto era hombre de palabra, o ahora, mujer de
palabra. Tomando el dispositivo que me tendía hice la transferencia millonaria.
No me importaba, esto había valido eso y más. Las sensaciones eran deliciosas,
hasta respirar era increíble, después de estar semans pegado a ese tanque de
oxigeno disfurtar mis pulmones jovenes Y sanos era exquisito. Le escuche decir que habai sido un placer
trabajar conmigo y que mas me valia no hablar de eso con nadie. Me rei, no le
diría a nadie, pero había algo que ella aun tenia que escuchar de mi.
-Oh, por favor no… espero que sigamos haciendo negocios en
el futuro – dije sonriendo mientras tomaba la carpeta que ocntenia la
documentación donde ahora era dueña de la empresa y de mi fortuna. La cercanía
con Angie me hizo oler su perfume, era delicioso. Hacia tanto que no estaba con
una mujer, y además la belleza de Ang era superior incluso a la de mi difunta
esposa en sus mejores días – créeme que les volveré a llamar, tengo asuntos que
arreglar y sé que podremos hacer muchos negocios, créeme… llevaremos una muy
buena relación – dije impulsado por la euforia y mi nuevo cuerpo me incline
hacia adelante para tomar los labios de Angie, la sorpresa quizá le hiciera
tardar en reaccionar, pero para mí era delicioso, sus labios eran suaves y
deliciosos como los míos, y mi lengua jugo con la de ella un momento a la vez
que mi mano paso por sus caderas antes de separarme de ella.
Sentía una sensación caliente en mi vientre y algo entre mis
piernas. Estaba ansiosa por llegar y explorar mi nuevo cuerpo.
-Como dije... tendremos una buena relación… de negocios – aclaré
riéndome mientras pasaba mi índice por mis labios. Había sido el mejor trato de
mi vida… pero esto solo empezaba, iba a tener mi revancha con los buitres que
me habían relegado a esa cama de hospital. por ahora, tenía un mundo de
posibilidades.
CONTINUARA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Te ha pasado que quieres decir algo pero las palabras no son suficientes? Ahora puedes colocar imágenes o vídeos en comentarios, con los siguientes códigos:
[img]URL de la imagen[/img]
[video]URL del video[/video]