Capítulo 7: el
final
Finalmente les
traigo el nuevo y último capítulo de otra perspectiva, sé que tardo mucho
tiempo, pero como ya dije estuve en exámenes finales, pero espero ahora tener más
tiempo para escribir ya que estoy de vacaciones.
Pronto traeré
los nuevos capítulos de visitando a mis suegros e infectado les pido un poco de
paciencia mientras los escribo, y espero disfruten el último capítulo de otra perspectiva,
así como su epilogo.
Sin más por
el momento gracias por leer y les recuerdo comenten pues es mi motivación para
escribir.
Te invito a dejarme tu like cuando menos en los comentarios para que no tengas pena de comentar tan solo un bonito like espero muchas gracias.
Finalmente
estoy libre, o algo por el estilo ya que la mujer que me rescato de Sergio,
pero por las ordenes que me había dado la voz masculina en el celular de la
mujer, ahora yo estaba bajo sus órdenes y era incapaz de resistirme o alejarme
de ella.
La seguí
hasta un automóvil en las afueras del edificio donde vivía Sergio y una vez
afuera me ordeno entrar al automóvil.
Yo me sentía
muy avergonzado de pensar en todas las cosas que Sergio me había obligado a
hacer mientras estuve bajo sus órdenes y además estaba aterrorizado de pensar
en lo que obligaría hacer esta señora, pero en vez de llevarme a algún lado
para indicarme lo que quería que hiciera ella me llevo a la mansión de mi
familia, la cual se suponía seria el lugar en el que me ocultaría de la policía
y me sorprendí al ver que afuera estaba la policía mexicana sacando una cosa
tras otra y mi familia no se veía por ningún lado, solo se alcanzaban a ver
policías sacando cosa tras cosa y me di cuenta, por eso nadie había ido a
buscarme, la policía finalmente había hecho hablar a Taylor mi socio y habían
logrado que les dijera donde encontrarnos.
Ahora
incluso si regresaba a la normalidad, nunca podría recuperar mi estilo de vida,
en el mejor de los casos regresaría a ser hombre y solo podría pasar el resto
de mi vida como un fugitivo en bancarrota o peor terminaría pasando el resto de
mi vida en prisión, lo cual tampoco me hacía mucha ilusión.
Bajo estas
circunstancias, tal vez incluso me convendría seguir siendo una mujer, al menos
así la policía no me estaba buscando, pero claro estaba el hecho de no poder
resistirme a cumplir cualquier orden que me diera un hombre, y a pesar de que
ya me había acostumbrado a ser mexicana prefería regresar a mi país, pero no
sabía cómo lograrlo.
Entonces la
anciana me saco de ese lugar y me llevo a su casa donde finamente me hablo y
dijo. “muy bien niña, te llevo vigilando ya algún tiempo y necesitaba que
miraras por ti misma cuál es tu situación, ya no tienes a donde ir, tu familia
fue deportada y no tienes forma de regresar con ellos y tampoco tienes forma de
mantenerte salvo por hacer trabajos manuales si sabes a lo que me refiero, así
que quiero proponerte algo.”
La escuche
con calma y al darme cuenta que tenía razón en lo que decía trate de hablar,
pero mis labios no me respondían.
Al darse
cuenta de esto, la anciana me respondió. “oh… es cierto, tienes permiso de
hablar.”
Entonces respondí.
“diga lo que quiere conmigo.”
Ella
respondió. “en resumen sé quién eres, o más bien quien solías ser y sé que en
este momento no tienes identidad alguna, lo que te deja muy pocos trabajos que
poder realizar salvo por trabajar de espaldas, pero te llevaste algo que era
muy importante para mí.”
Respondí de
inmediato. “la estatuilla.”
Ella
contesto. “¡por supuesto que la estatuilla!, puede que para ti estar así sea
una maldición, pero para mí esa estatuilla podría regresarme mi juventud y
mantenerme joven todo el tiempo que quisiera.”
Pero a mí no
me parecía que su plan tuviese mucho sentido, después de todo esa estatuilla me
había echo algunos años más joven, pero me había quitado mi identidad, mi
masculinidad y mi libertad, porque alguien querría someterse voluntariamente a
eso, así que pregunte. “¿que harás cuando esa estatua te obligue a seguir todas
las ordenes de cualquier hombre, o peor cuando te convierta a ti en un hombre?”
Ella me miro
y respondió. “yo no soy una tonta niña fácil de manipular, se cómo evitar esa
parte de la maldición y además esa estatua te convierte en una mujer del país o
la cultura en la que te encuentres en el momento en que la usas, cosa que ya
soy, así que en mi caso solo me hará más joven y atractiva, sin alterar mi
género o nacionalidad.
Pregunte.
“¿sabe cómo regresarme a la normalidad?”
A lo cual me
dijo. “no niña tonta, será una chiquilla por el resto de tu vida.”
Al escuchar
eso comencé a reír histéricamente, tenía mis sospechas de que podría decirme
algo como eso, pero no quería confrontar esa posibilidad, ahora estaba atrapado
en este cuerpo para siempre y no había que hacer al respecto.
Después de
unos segundos la mujer me dijo. “ya cállate, quiero proponerte un trato”
Me calmé un
poco y dije. “entonces dígame de que se trata”
Ella dijo.
“me ayudaras a recuperar esa estatuilla y yo la usare para recuperar mi
juventud y tal vez mudarme a otro país y convertirme en ciudadana.”
Tenía
sentido, después de todo esta mujer decía que la estatuilla solo convertía a
los afectados por ella en mujeres del país o cultura en la que estuvieras, así
que en teoría podía usarla para convertirse n una mujer de cualquier país que
ella quisiera, pero yo tenía una pregunta. “¿Qué hay para mi si la ayudo?”
Ella
respondió. “te librare de tener que cumplir las órdenes de los hombres e
incluso te devolveré tu nacionalidad original, así podrías volver a tu país e
incluso comenzar una nueva vida como mujer, solo tienes que ayudarme a
recuperar la estatuilla y decirme donde está.”
Le respondí.
“de acuerdo, pero necesitare algo de ropa y quiero que me libere de su control,
antes que nada.”
Ella
respondió. “de acuerdo niña, ven conmigo a la recamara.”
Una vez allí
ella abrió el armario el cual en la mitad estaba lleno de ropa que obviamente
era de la anciana que me había recibido en su casa y la otra mitad tenia ropa
de mujer joven la cual parecía ser de mi talla o similar, fue entonces que la
anciana dijo. “puedes tomar lo que quieras, esta ropa es para cuando la
estatuilla me regrese mi juventud, pero mientras tanto puedes ponértela.
Al ver las
opciones que tenía seleccione un conjunto semi formal, como aquellos que no
había vestido desde que me convertí en esto, por lo que decidí ponérmelo puesto
que esto era de la mejor ropa que había conseguido en semanas especialmente
estando bajo las ordenes de Sergio, quien solo me había tratado como su juguete
sexual.
Una vez
puesto el traje, me di cuenta de que no se veía nada mal, pese a que era un
poco más pequeño de lo esperado, la falda me quedaba demasiado corta y la blusa
estaba muy ajustada por lo cual no pude cerrar los botones superiores, pero en
general no estaba nada mal.
Salí de la
habitación ya vestido y me encontré con la anciana la cuan seguía esperándome,
al verme me dijo. “te vez bien, ya quiero tener esa estatuilla en mis manos
para tener un cuerpo como ese.”
Antes que
nada, le dije. “primero quiero que me quite la maldición que me obliga a
obedecer.”
A lo que la
mujer me respondió. “niña no presiones, te recuerdo que si lo deseo puedo hacer
que tu vida sea muy desagradable.”
Le respondí
tímidamente. “¡lo siento, pero creo que podría serle de más ayuda si no fuera
una marioneta fácilmente manipulable!”
Ella me miro
y dijo. “está bien, te liberare, pero después tienes que ayudarme con la
estatuilla.”
Le respondí.
“seguro, después de todo yo también quiero usarla para regresar a mi país.”
Ella saco la
misma grabadora que había usado antes para obligarme a cumplir sus órdenes e
hiso que redujera la misma voz masculina de antes, esta vez diciendo. “te
ordeno que a partir de ahora no sigas ninguna orden de nadie a menos que tú
quieras hacerlo.”
Pregunte
incrédulamente. “¡eso es todo lo que se necesitaba!”
La anciana
me miro y me dijo. “¿qué esperabas niña?, un ritual mágico y antiguo, si tienes
que seguir las ordenes de cualquier hombre la forma de librarte es simplemente
hacer que un hombre te libere de la maldición.”
Pregunte.
“¿y de quien es la voz de la grabadora?”
Ella
contesto. “Es de mi hijo, conseguí que la grabara para mi hace algunos años y
es lo que planeo usar en mi misma cuando consiga la estatuilla.”
Pregunte
nuevamente. “pero como sabe tanto de la estatuilla y en general de la pirámide
donde la encontraron.”
Ella
respondió. “porque uno de mis ancestros pertenece a la cultura que creo la
estatuilla, ellos la usaban para mantener a sus mujeres siempre jóvenes y
hermosas y para castigar a sus enemigos obligándolos a convertirse en es
esposas sumisas que les dieran muchos hijos de sangre pura y no extranjera, por
eso te convierte en una mujer de la cultura en la que te encuentres en el
momento y por eso es que ahora eres una mujer mexicana.”
Pensé
entonces solo tengo que cruzar la frontera y usar la estatuilla allí para ser
de nuevo americano… oh…. americana en todo caso.”
La anciana
me dijo. “de acuerdo, yo ya cumplí, ahora dime donde está la estatuilla.”
Respondí.
“no la tengo, pero se quien la vio por última vez.”
Ella se
enfadó y dijo. “por qué no mencionaste nada de eso antes niña tonta.”
A lo cual
dije. “temí que si se enteraba me dejaría bajo su control, pero como ya le
dije, se quién fue el último en verla.”
Salimos de
inmediato y tomamos un taxi, que nos llevó nuevamente a casa de Sergio, yo no
quería volver a verlo, no después de todo el sufrimiento por el que me hiso
pasar, pero ahora no tenía otra opción.”
Subimos al
apartamento donde se encontraba Sergio y nos preparamos para entrar, yo tome
una piedra en caso de que el intentase algo y la anciana saco una pistola eléctrica
para noquear a Sergio como antes, cuando me libero.
Nos
preparábamos para entrar cuando escuchamos el grito de una mujer desde el
interior del apartamento y temí que Sergio hubiese encontrado ya la estatuilla
y con ella a mi reemplazo.”
Tome
entonces la piedra y rompí la perilla de la puerta para salvar a la chica que
estuviese adentro.
Una vez
adentro encontramos finalmente la estatuilla tirada en el piso y junto a ella a
una atractiva y joven chica mexicana, totalmente desnuda y en estado de pánico.
Ella me miro
y dijo. “¿¡que me has hecho, maldita bruja!?, mira lo que me paso por tu
culpa.”
La mire con
cuidado un segundo y pregunte. “¿Sergio, eres tú?”
Ella
respondió. “pero claro que soy yo estúpida, quise recuperar esa maldita cosa para
reemplazarte y mira lo que me hiso.”
La anciana
entonces saco su grabadora y nuevamente la activo después de lo cual está comenzó
a reproducir la misma orden que me dio por primera vez. “te ordeno que ignores
tus ordenes anteriores y sigas todas las ordenes de esta mujer.”
La anciana
apago la grabación y dijo. “muy bien niña, ahora harás todo lo que digamos,
primero que nada, dinos tu nombre.”
Ella
respondió. “soy Sandra Sra. para servirle.”
En ese
momento me di cuenta de lo que pasaba ahora Sergio/Sandra estaba sometida a la
misma maldición a la que yo estuve antes y lo mejor, ahora estaba bajo mis
órdenes.”
Ella al
darse cuenta de lo que dijo trato de corregirse a sí misma diciendo. “¿pero que
dije?, mi nombre es Sandra, no Sandra… soy Sandra… mi nombre es Sandra.”
Al igual que
yo no podía usar su verdadero nombre sin importar cuanto lo intentara, así que
había llegado la hora de la revancha, no sin antes asegurarme de que Sergio me
compensara por todo el sufrimiento que me había hecho pasar.”
Horas más
tarde estábamos frente a un prestamista al cual también era dueño de un
prostíbulo, cobrando suficiente dinero para, pagar nuestro viaje a los estados
unidos con sobornos incluidos, esto claro dejando algo como garantía del pago.”
Mientras el
prestamista nos decía mí y a mi ahora joven amiga Cecilia. “normalmente no digo
esto, pero ¿seguras que no quieren más dinero?, su amiga me hará ganar
muchísimo más dinero trabajando para mí de lo que ustedes pidieron, nunca
conocí a una chica tan dispuesta, ya va por su quinto cliente del día y no se
ha quejado.”
Yo respondí,
mientras veía a Sandra atendiendo a uno de sus nuevos clientes. “seguras, solo
necesitábamos esto para cubrir algunos gastos de viaje, además vale mucho más
para mí, el ver que Sandra reciba todo el sexo que se merece, por cierto, note
que sus clientes están usando condón, Sandra es tímida para decirlo, pero ella
realmente los detesta, créame le dije que usara uno en muchas ocasiones, pero
siempre se negó.”
El
prestamista al escucharme dijo. “aún mejor, de ese modo puedo cobrarles más a
los clientes.”
En ese
momento mi nueva amiga Cecilia y yo salimos del lugar mientras eche un último
vistazo a Sandra atendiendo a sus clientes y volteaba a verme con
desesperación.
Yo sabía lo
que ella quería decir, quería que la sacara de aquí y que la devolviera a la
normalidad, pero como es mi caso ella jamás volvería a ser un hombre, ahora
pasaría aquí sus años de juventud que le quedasen, atendiendo a un cliente tras
otro del mismo modo que ella tenía planeado para mí, siendo jodida por extraños
noche tras noche, tras noche hasta que ya no pudiera más y hasta que sus
piernas dejaran de responderle, solo para seguir cogiendo al siguiente.
Pero la deje
en este lugar no solo por venganza, también por el dinero que yo y mi nueva
amiga usaríamos para tomar un vuelo a los estados unidos, un vuelo que ahora
nos estaba esperando y una vez en nuestro destino, finalmente volvería a ser un
norteamericano… oh norteamericana y podría empezar mi nueva vida y por su parte
Cecilia, antiguamente la misma anciana que me libero podría viajar a cualquier
país del mundo para vivir joven por siempre con la estatuilla.
Horas más
tarde y tras muchas horas de vuelo, finalmente estábamos llegando a los estados
unidos, específicamente a california, creí que sería un buen lugar para empezar
mi nueva vida.
Cecilia y yo
bajamos del avión cuando un sujeto se nos acercó y comenzó hablarnos en inglés,
pero estando las dos bajo el efecto de la maldición, ninguna podía entender
nada de lo que decía, entonces comenzó a hablar en español y dijo. “disculpen
bellas señoritas, pero un par de bellezas como ustedes podrían ganar mucho
dinero en la industria del espectáculo, yo soy agente y creo que ambas tienen
mucho potencial, no tienen que contestar ahora, pero les dejo mi tarjeta por si
les interesa.”
Lo mire un
segundo y pensé en la oferta, pero claro una vez que Cecilia y yo sacáramos
nuestro equipaje de la documentación y usáramos la estatuilla para cambiar,
ninguna de las dos se vería del mimo modo, aunque en teoría seguiríamos siendo
mujeres atractivas, así que decidí conservar la tarjeta solo en caso de que me
interesara trabajar para él.
Fuimos
entonces por el equipaje donde Cecilia se encargó de reclamar las maletas,
mientras yo la esperaba sentada, pero al cabo de unos minutos comencé a
escucharla discutir con la empleada de la aerolínea.
Me acerque a
averiguar qué era lo que ocurría y pregunte. “¿¡que rayos está pasando aquí!?”
Cecilia
contesto. “¡un maldito desastre es lo que sucede!”
Le respondí.
“¡cálmate!, ¿qué es lo que pasa?”
A lo cual
ella dijo. “¡un desastre y el final de mis sueños y de mi juventud eterna, eso
es lo que pasa!”
La
recepcionista se nos quedó mirando extrañada por lo que Cecilia avía dicho,
pero probablemente lo atribuyó a una mala traducción.
Entonces
Cecilia me dijo. “perdieron nuestra maleta.”
A lo cual le
dije. “es solo una maleta, no tienes que ponerte así.”
Pero ella me
recordó. “¡la maleta donde estaba la estatuilla!”
Eso sí era un
desastre, ahora estábamos varadas en estados unidos como dos migrantes ilegales
y con identificaciones falsas y obviamente mexicanas.
Pensé un momento
y recordé, ¡la tarjeta!, si llamo a ese agente tal vez aun pueda hacerse algo,
tal vez aun pueda tener una nueva vida, aunque no exactamente como lo planee y aún
tengo dinero del que ganamos por Sandra, podía comenzar otra vez, pero… con
este cuerpo, aunque tendría que aprender a hablar inglés a la manera antigua y
tal vez con el tiempo quien sabe, contactar a mi vieja familia donde quiera que
las autoridades los hubiesen llevado.
Entonces Cecilia
pregunto a la recepcionista de la aerolínea. “¿Dónde está mi maldito equipaje?”
A lo cual le
respondieron. “por lo que sabemos se embarcó mal y parece ser que termino en un
vuelo a Japón.”
Al escuchar
esa respuesta solo pude pensar, espero que quien tenga nuestra maleta no tenga demasiados
problemas por su contenido.
fin
Epilogo.
Algunos días
más tarde en Japón Saúl un joven mexicano decidido a pasar sus vacaciones en Japón
para impregnarse de la cultura y conocer lindas chicas japonesas, encontró algo
en la maleta que le dieron por error en el aeropuerto confundiéndola por la que
el había llevado.
Descubrió que,
en el interior, había algo de dinero en dólares, mucha ropa de mujer y una
curiosa estatuilla la cual no pudo identificar.
Por lo que
se ve, Saúl se impregnará de la cultura japonesa mucho más de lo que él habría esperado,
y ciertamente conocerá una linda chica japonesa de manera totalmente intima.
Mientras el
solo puede decir en japonés. “(que rayos me paso, que me hiso esa extraña
estatua… oh por kamisama… tengo que llamar a alguien y decirle lo que me paso y
tratar de convencerlos de que yo soy suki… soy suki…. Mi nombre es suki… me llamo
suki y soy una mujer japonesa…¿¡Por qué no puedo decir quién soy!?)”
fin...?
No se tiene que terminar, me encanta
ResponderBorrarAguante infectado
ResponderBorrarMe gusto mucho la historia, gracias C: sin embargo, senti que el final fue un poco apresurado, de todas formas fue una genial historia c: gracias
ResponderBorrarMe encanto la historia. Valió la pena la espera. Muchas gracias por compartir tu talento
ResponderBorrarNo lo dejes asi, dale una segunda temporada, no es un mal final pero te deja con ganas de más
ResponderBorrarFue una buena historia ;3, gracias por escribirla y compartirla con nosotros ;3.
ResponderBorrarEstuvo buena pero me quede con ganas de más. Algo así como que el representante era productor de películas para adultos, o cosas así.
ResponderBorrarGrandísima historia! Espero que algún día hagas la segunda parte.
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