“Noche de Brujas 2”
¡La Posesión de Karina!
Hola a todos esta es mi historia especial para este mes, por el tiempo y demás no se si pueda escribir las otras historia que estoy pensando pero espero disfruten de esta que siento que es la más fuerte, como nota les diré que esta historia es de posesión pero no esperen una posesión luego luego, esta historia la trabaje algo larga pero de pocos capítulos y es necesario lo lean todo para entenderle sin más vean este trabajo dedicado para ustedes.
Perdón por haber tardado tanto pues me desanime al escribirla ya que no vi mucho interés yo también me vi algo aburrida con ella pero ya igual se que este final es el peor que pude haber escrito pero espero les guste pueden opinar si gustan :3. PD: este capitulo fue de 34 paginas jaja perdón.
-CAP 5-
“KARINA”
-La
señorita es la Psicóloga Laura de 32 años, era soltera no tenía hijos, vivía en
la otra ciudad, -¿Y qué hacía aquí?, -Según la investigación que realizamos con
los doctores dijeron haberla visto esta mañana entras al hospital, se dirigió a
uno de los cuartos de pacientes, más que nada a la de una tal chica llamada
Karina, -¿Qué tenía esa chica, aún sigue aquí?, -Los doctores dicen que la
señorita tenía una especia de coma inducido o una especie de desmayo por causas
aún no entendidas, sus padres dijeron que habían llegado ayer para visitarla
porque la chica estudiaba aquí, tenía muchas presiones con la universidad y el
trabajo, apenas llego decía su madre alterada, luego de eso fue a tomarse un
baño y horas después empezó una crisis que ellos no entendieron, supuestamente
su hija se había elevado por el aire dos veces como si estuviera poseída, de
ahí sus ojos se oscurecieron con una especie de aureola amarilla terminando por
desmayarse sin reaccionar, hasta ahora en la mañana le dieron de alta, -Ya
vieron las cámaras de seguridad, -No aun no estamos esperando a que nos
entreguen la autorización de revisar los cuartos de seguridad, -Esta bien,
¿pero ella que hacia aquí?, -Los
doctores solo la vieron junto con los padres parecía estar preocupada por algo,
según dicen ella estuvo hablando con los padres fuera del cuarto por muy poco
tiempo, les entrego algo, de ahí desapareció hasta este momento que la encontraron muerta en el estacionamiento,
-Díganle a los de seguridad que se apresuren, algo no está bien aquí, busque si
tenía novio, un exnovio resentido o algo, una amiga con envidia celos lo que
sea, -Si mi coronel- le decía la detective Estefany al coronel Dave al
investigar el asesinato de la psicóloga.
-Hija
ve a tu cuarto, descansa ha sido un largo viaje, -Si mama, voy a mi cuarto, no
me, molesten quieren necesito descansar, -Esta bien hija- decía la mujer con
algo de tristeza ante la actitud de la chica. Mientras por fin me había librado
de sus padres fastidiosos me dirigía al majestuoso cuarto de Karina, bueno mi
ahora cuarto, en el hospital no había podido apreciar mucho de mi nueva
estancia, no quería que rápido me fueran a descubrir los doctores o estos dos,
la verdad que luego de pensar en mi madre ellos subirían hasta arriba en la
lista de padres odiosos, aun así, sé que le hable algo feo a mi madre, pero
total, ya había hecho anteriormente que Karina le hablara feo a su madre,
porque no lo haría ahora yo, entras a ese ligar fue totalmente una renovación
para mí, sentía mi libertad junto con una sensación de nueva vida, fresca sin
preocupaciones de los problemas que viví en el pasado, al entrar rápido cerré
la puerta, le coloque un poco el seguro por si las dudas que alguno de esos dos
ingenuos viniera a hacharse platicas conmigo, fui al baño para verme por fin en
el espejo, ver el reflejo de mi nuevo ser me llenaba de emoción, por fin podría
descubrir lo que se siente un cuerpo femenino natural de verdad, notaba las
expresiones de mi cara, unos lindos cristalinos ojos verdosos, una sonrisa bonita, pero el cabello, su hermoso cabello de fuego que es lo que más deseaba tener, comencé a acariciarlo desde mis mejillas hasta mi cabello largo y sedoso, parecía no tener fin mi éxtasis de emociones cuando recordé que también podría saber que se sentían los atributos de una chica, mire debajo de la blusa que llevaba, un sujetador color blanco reafirmando mis dos pechos, tan blancos llenos de pecas como el resto de mi piel, lleve mis manos a donde estaban estos, sentía como se iban contrayendo al apretar, de momento se sentía delicioso, aunque no tanto como pensé, tome la blusa para quitármela, luego del sujetador que no tarde mucho en quitármelo, dejando así al descubierto mis senos, estaban tan bien formaditos, con un lindo pezón rosita en cada uno, me encantaba verme de esa manera, por fin después de tanto tiempo, aguantando a mí ,adre criticarme por cómo era, tratando de que me trasformara en algo que yo no deseaba, metiéndome la idea una y otra ve hasta que mi obsesión se volvió más fuerte provocándome usurpar este cuerpo a la fuerza, pensaba que estaría sintiendo la verdadera Karina en estos momentos si es que puede ver lo que estoy haciendo con su querido cuerpo, más allá de eso, acaricie un poco más mis dos gemelas, pasaba con el dedo mis pezones que ya estaban endurecidos por el tacto de mis manos, sentí un ligero cosquilleo además de un suspiro salir de mi boca, tome mis pantalones para quitármelos me estaba dando mucho calor, que al igual que el sujetador tome la panti que me cubría la vagina dejando así mi cuerpo al desnudo, se sentía tan bonito por fin expresar lo que en verdad era ser una chica para mí, era un deseo causado por la vida, pero ya estaba aquí y no había vuelta atrás, pronto, sonó la puerta, era mi madre, que ya teníamos que cenar, me vestí rápido por si trataba de entrar o pedirme cualquier cosa con mayor atención, preferí no poderme el sujetador ni el pantalón, solo me acomode la panti blanca en mi monte de venus, me puse la blusa anterior encima y busque un short pequeño entre la ropa de los cajones de Karina, baje a cenar esperando no ser bombardeada por mis nuevos padres, Karina esto Karina lo otro, esos pensamientos que llenaban mi mente de recuerdos de la propia Karina, mientras bajaba pude sentir el rebote de mis pechos al brincar se marcaban con la blusa excitándome un poco, me senté esperando la comida, en lo que mama servía notaba como mi padre me veía, pensé que me veía con otros ojos cuando descubrí que me miraba tratando de analizar por qué su hija no usaba sujetador mientras aún no se iba a dormir, ella nunca haría eso, pues se trasparentaban demasiado por debajo de la blusa, sentí algo de incomodidad, cuando por fin se puso en modo de reclamación, -Hija, porque no estas usando el sujetador, te estas exponiendo a que alguien llegue y te vea de esa manera, se ven casi todos tus senos, -Papa, no seas así, no me veas, porque me vez, que tienes contra mí, acaso quieres otra cosa- le dije como retándolo e imponiendo miedo ante los dos haciéndole pensar a mi madre que mi padre algo me hacía, pronto el suspiro dejando mucho fuego sobre la mesa, mi madre había notado el descontento de su parte, solo me estaba educando presentí me diría, pero al contrario solo fue al baño y proseguimos con la cena, donde se notaba un ambiente muy callado, termine de comer rápido, aunque me llene más de lo usual, -Ya acabe me voy a mi cuarto, -¡Alto señorita!, espera a que terminemos todos y me lava todos los trastes, tu mama se mató cocinando para que comieras rico, así que le ayudaras, tú comportamiento no nos ha gustado últimamente, -Pero papa, yo ya soy mayor de edad no tengo necesidad de esto, me puedo regresar a mi departamento cuando yo quiera me oíste- les decía con voz de mando, aun así me sentí acorralada por lo que mejor me senté a esperar para lavar los trastes y por fin regresar a mi cuarto a seguir explorando, supongo que ahora me tendría que bañar y que mejor para sentir al cien por ciento el resto de mi cuerpo, pues el agua al pasar por cada parte de él me provocaba una nueva frescura de emociones, pasaba el jabón por todo mi cuerpo, bromeando y jugueteando con el mismo, luego de enjuagarme y secarme, salí desnuda a la cama, pensaba en experimentar un poco más el resto de la noche aunque preferí mejor resistirme un poco ya que sus padres podrían sospechar y entrar en cualquier momento.
expresiones de mi cara, unos lindos cristalinos ojos verdosos, una sonrisa bonita, pero el cabello, su hermoso cabello de fuego que es lo que más deseaba tener, comencé a acariciarlo desde mis mejillas hasta mi cabello largo y sedoso, parecía no tener fin mi éxtasis de emociones cuando recordé que también podría saber que se sentían los atributos de una chica, mire debajo de la blusa que llevaba, un sujetador color blanco reafirmando mis dos pechos, tan blancos llenos de pecas como el resto de mi piel, lleve mis manos a donde estaban estos, sentía como se iban contrayendo al apretar, de momento se sentía delicioso, aunque no tanto como pensé, tome la blusa para quitármela, luego del sujetador que no tarde mucho en quitármelo, dejando así al descubierto mis senos, estaban tan bien formaditos, con un lindo pezón rosita en cada uno, me encantaba verme de esa manera, por fin después de tanto tiempo, aguantando a mí ,adre criticarme por cómo era, tratando de que me trasformara en algo que yo no deseaba, metiéndome la idea una y otra ve hasta que mi obsesión se volvió más fuerte provocándome usurpar este cuerpo a la fuerza, pensaba que estaría sintiendo la verdadera Karina en estos momentos si es que puede ver lo que estoy haciendo con su querido cuerpo, más allá de eso, acaricie un poco más mis dos gemelas, pasaba con el dedo mis pezones que ya estaban endurecidos por el tacto de mis manos, sentí un ligero cosquilleo además de un suspiro salir de mi boca, tome mis pantalones para quitármelos me estaba dando mucho calor, que al igual que el sujetador tome la panti que me cubría la vagina dejando así mi cuerpo al desnudo, se sentía tan bonito por fin expresar lo que en verdad era ser una chica para mí, era un deseo causado por la vida, pero ya estaba aquí y no había vuelta atrás, pronto, sonó la puerta, era mi madre, que ya teníamos que cenar, me vestí rápido por si trataba de entrar o pedirme cualquier cosa con mayor atención, preferí no poderme el sujetador ni el pantalón, solo me acomode la panti blanca en mi monte de venus, me puse la blusa anterior encima y busque un short pequeño entre la ropa de los cajones de Karina, baje a cenar esperando no ser bombardeada por mis nuevos padres, Karina esto Karina lo otro, esos pensamientos que llenaban mi mente de recuerdos de la propia Karina, mientras bajaba pude sentir el rebote de mis pechos al brincar se marcaban con la blusa excitándome un poco, me senté esperando la comida, en lo que mama servía notaba como mi padre me veía, pensé que me veía con otros ojos cuando descubrí que me miraba tratando de analizar por qué su hija no usaba sujetador mientras aún no se iba a dormir, ella nunca haría eso, pues se trasparentaban demasiado por debajo de la blusa, sentí algo de incomodidad, cuando por fin se puso en modo de reclamación, -Hija, porque no estas usando el sujetador, te estas exponiendo a que alguien llegue y te vea de esa manera, se ven casi todos tus senos, -Papa, no seas así, no me veas, porque me vez, que tienes contra mí, acaso quieres otra cosa- le dije como retándolo e imponiendo miedo ante los dos haciéndole pensar a mi madre que mi padre algo me hacía, pronto el suspiro dejando mucho fuego sobre la mesa, mi madre había notado el descontento de su parte, solo me estaba educando presentí me diría, pero al contrario solo fue al baño y proseguimos con la cena, donde se notaba un ambiente muy callado, termine de comer rápido, aunque me llene más de lo usual, -Ya acabe me voy a mi cuarto, -¡Alto señorita!, espera a que terminemos todos y me lava todos los trastes, tu mama se mató cocinando para que comieras rico, así que le ayudaras, tú comportamiento no nos ha gustado últimamente, -Pero papa, yo ya soy mayor de edad no tengo necesidad de esto, me puedo regresar a mi departamento cuando yo quiera me oíste- les decía con voz de mando, aun así me sentí acorralada por lo que mejor me senté a esperar para lavar los trastes y por fin regresar a mi cuarto a seguir explorando, supongo que ahora me tendría que bañar y que mejor para sentir al cien por ciento el resto de mi cuerpo, pues el agua al pasar por cada parte de él me provocaba una nueva frescura de emociones, pasaba el jabón por todo mi cuerpo, bromeando y jugueteando con el mismo, luego de enjuagarme y secarme, salí desnuda a la cama, pensaba en experimentar un poco más el resto de la noche aunque preferí mejor resistirme un poco ya que sus padres podrían sospechar y entrar en cualquier momento.
Al
día siguiente, me levantaron muy temprano, mi madre abrió las cortinas de la
ventana, hablándome con su histérica voz de vieja argüendera, -Hijita ya
levántate, iremos a la iglesia, tu papa dijo que fuéramos, yo pensando en como
rayos querían ir a esta hora, total que me levante preparando mis cosas, me de
otro pequeño y tranquilo baño, al termine me vestí cómodamente para bajar con
hambre la cocina, -¡Alto ahí señorita!, terminando la misa iremos a comer,
ahora ya es tiempo de irnos, decía mi padre con voz de mando, intente hacer un
poco de berrinche pero era inútil, mi estómago crujía, al ir a misa eran casi
las otro de la mañana mis ojos se entrecerraban del sueño que aun traía, me
sentía muy cansada a pesar de ya haber dormido bastante, de repente, al ver tan
solo la iglesia desde el auto comencé a
sentirme nerviosa, algo no estaba bien, me incomodaba mucho la presencia del
lugar, cuando entramos era aún peor, como si los ojos de todas esas esculturas
tuvieran vida propia y me miraran fijamente desde su base en la pared, el padre
junto con los comensales seguían alabando e implorando sus plegarias a dios, los ecos de las voces en la
iglesia hacían estallar mis oídos, la cabeza me retumbaba, mis ojos comenzaban a
dar vueltas hasta terminar mareándome, me senté en la banca, sentía que me
faltaba el aire, mi madre se angustió al verme desvanecida en la banca tratando
de sentirme mejor, yo solo le dije que necesitaba aire, que necesitaba salir un
momento, recordé la pequeña estancia del parque que estaba a una calle de la
iglesia al pasar hace un rato, le pedí permiso para ir a descansar, ella dijo
que si, camine algo apurada, la presión divina me estaba agotando, un castigo
de dios seguramente por terminar concediéndole los derechos a lucifer sobre mi
antes que a él, quizás dios me tenía realmente un tesoro luego de lo acontecido
hace ya varios años, además de las muertes
que cargaba en mi conciencia, provocadas por la obsesión y la ambición de un
cuerpo femenino.
Luego
de estar un rato caminando por el parque respirando algo de aire fresco sin esa
abrumadora esencia, note como un par de chicos pasaban, eran algo menores
inclusive que la yo de ahora, como de unos 16 años, me miraban muy incautos, yo
no sabía cómo actuar ante ello, era la primera vez que sentía un comportamiento
de otra gente hacia mi de esa manera, era algo nuevo el sentir eso de que los
hombres se te quedaran viendo, me sentí algo incomoda a la ve de emocionada,
las primeras miradas, respire un poco
sentándome en una de las bancas, curiosamente como habría pasado ya hace un tiempo a aquella vez al espiar a Karina, de repente un chico se sentó a mi lado, voltee a ver al sentir su presencia como el chico me miraba con detenimiento, su rostro marcaba felicidad, -Hola Kary, ¿me recuerdas?, -Bueno, Hola estem, creo que si tú eres.., -Jaja, soy Héctor, uno de tus amigos de la secundaria, -Oh si Héctor, que bien, ¿Cómo estás?, la verdad no recordaba mucho, el tener los pensamientos de la chica no podía controlar todos en su totalidad, era un flujo de información bastante extensa, esta niña no tenía mucha interacción con el mundo como yo pensaba, -Bueno yo estoy bien, estoy estudiando ingeniería, en una universidad humilde de por aquí, -Que gusto, bueno yo estudio fuera en otra ciudad la del otro lado, -Enserio y ¿qué estudias?, -Yo estudio “como era”, estee, estudio nutriología o algo así, -Ya veo, el chico comenzó a reírse luego de eso intento sacar un poco más de patica contando sus anécdotas de la secundaria cosa que yo no recordaba, también notaba una cierta zona de incomodidad, le notaba nervioso, sus ojos no se apartaban de mis ojos viéndome fijamente, como si no quisiera voltear a otro lado, quizás más especifico a mis pechos, su voz tartamuda me obligo a acercarme más, quería ver que tanto podía influir en los sentimientos instintivos de los hombres, notaba al chico muy nervioso y por lo que me decía parecía que algo quiso con Karina en su tiempo de chicos de secundaria, él no era ni feo ni muy guapo pero mantenía cierto toque de galanes, el chico entendía un poco mi intimidante comportamiento, intentaba alejarse un poco hasta que logre soltarle un beso certero, mis sentidos comenzaron a exaltarse, de repente la niña buena que era se volvió una fiera calenturienta, besaba al chico sin parar dándole unos fuertes arrimones, me acomode un poco en sus piernas en eso sentí un pequeño bulto sobresaliente, algo que no me espere y me hizo excitar aún más, cundo mire debajo de nosotros, un bulto creciente sobresalía de su entrepierna, -¿A caso te excitaste?, le dije con una sonrisa perversa mostrándole por completo mis ganas impetuosas de que tuviéramos algo más, el pobre chico muy nervioso intentando ocultar su miembro erecto se intimidaba ante mis encantos, cuando de repente, una voz dulce se escuchó llegar, -¡Amor!, ya llegaste, ha ¡¡HOLA!, Karinaaaaaaaaa, la chica saltando feliz al veme se aventó sobre encima de mi dándome un fuerte abrazo que nos hizo caer de la banca, -Amiga no mames, cuanto tiempo sin verte, jamás me habías hablado ya desde que salimos hace unos meses de la prepa, te fuiste junto con Carlitos sin despedirte ya de mí, abro los chats día con día esperando noticias tuyas, trataba de recordar quien era la chica, hasta que el nombre me sonó, -Bueno yo este, sucede que he estado ocupada, por eso no podía hablarte Susana, -Esta bien es lo de menos supongo que el trabajo, por eso yo me quede aquí, prefiero estudiar la uní sin preocuparme de rentas y eso, yo si vivo feliz con mi familia, en fin, bueno veo que ya conociste a Héctor, él es mi noviecito lo conocí en la uní, -Em bueno yo de hecho, Kary y yo ya nos conocíamos desde la secu, de hecho estábamos hablando justamente de eso y.., decía el chico con una voz tímida, sus nervios no le dejaban concentrarse luego del momento que marcó el punto más valioso de su vida, un beso del amor platónico de su vida, su amada Karina, -¿Yyyyy, qué?- le decía Susy con un tono algo cuestionante, -Y reímos un poco de nuestras aventuras en la secundaria jugando con los demás chicos, eso fue Susy- le dije ayudando al pobre de Héctor de la carga que presentaba al sentir el miedo de ser descubierto, su cara estaba roja, muy apenas se levantó tomando de la mano a Susana, así mismo ella libero un poco más la tensión sonrió a ambos de felicidad, -Claro sus aventuras de AMIGOS en la secu, espero que se la haya pasado bien recordando esos momentos, y como vas con Carlitos,- preguntaba Susana reprimiendo los sentimientos de Héctor al saber que su amada tenia novio, me sonroje un poco al saber del novio de Karina, bueno más bien ahora mi novio, -¿Qué?, he ha, bueno si este, pues también casi no hablo con él, ya sabes el si se fue a lo grande y el tiempo menos le alcanza, pero ay la llevamos, Susana bajo la temperatura del ambiente ante nuestro incomodo acontecimiento, miro el reloj de su muñeca, con miedo, apuro a Héctor, -¡Cielos!, apúrate no mames, ya se nos hizo tarde, nos van a cerrar la puerta de la uní, fue un gusto amiga, espero me sigas hablando porque si me tienes muy abandonada, así te contare como conocí a Hectorin, nos tenemos que ir a la uní de volada, ya es tarde- decía Susana corriendo jalando a Héctor en el camino, yo solo me reía un poco de verlos tan apurados, me quede sola ya en el parque sentada otro rato a descansar la mente, cuando en eso mis padres llegaron en el auto tocando el claxon, -Karina vamos a comer, la misa ya acabo, entra al auto, -Esta bien mama, ya voy, por fin, era hora de comer, mi estómago ya estaba molestando mucho, pensé que quizás esa pesadez de hace un rato era por el hambre más que alucinaciones intensas del poder de dios.
sentándome en una de las bancas, curiosamente como habría pasado ya hace un tiempo a aquella vez al espiar a Karina, de repente un chico se sentó a mi lado, voltee a ver al sentir su presencia como el chico me miraba con detenimiento, su rostro marcaba felicidad, -Hola Kary, ¿me recuerdas?, -Bueno, Hola estem, creo que si tú eres.., -Jaja, soy Héctor, uno de tus amigos de la secundaria, -Oh si Héctor, que bien, ¿Cómo estás?, la verdad no recordaba mucho, el tener los pensamientos de la chica no podía controlar todos en su totalidad, era un flujo de información bastante extensa, esta niña no tenía mucha interacción con el mundo como yo pensaba, -Bueno yo estoy bien, estoy estudiando ingeniería, en una universidad humilde de por aquí, -Que gusto, bueno yo estudio fuera en otra ciudad la del otro lado, -Enserio y ¿qué estudias?, -Yo estudio “como era”, estee, estudio nutriología o algo así, -Ya veo, el chico comenzó a reírse luego de eso intento sacar un poco más de patica contando sus anécdotas de la secundaria cosa que yo no recordaba, también notaba una cierta zona de incomodidad, le notaba nervioso, sus ojos no se apartaban de mis ojos viéndome fijamente, como si no quisiera voltear a otro lado, quizás más especifico a mis pechos, su voz tartamuda me obligo a acercarme más, quería ver que tanto podía influir en los sentimientos instintivos de los hombres, notaba al chico muy nervioso y por lo que me decía parecía que algo quiso con Karina en su tiempo de chicos de secundaria, él no era ni feo ni muy guapo pero mantenía cierto toque de galanes, el chico entendía un poco mi intimidante comportamiento, intentaba alejarse un poco hasta que logre soltarle un beso certero, mis sentidos comenzaron a exaltarse, de repente la niña buena que era se volvió una fiera calenturienta, besaba al chico sin parar dándole unos fuertes arrimones, me acomode un poco en sus piernas en eso sentí un pequeño bulto sobresaliente, algo que no me espere y me hizo excitar aún más, cundo mire debajo de nosotros, un bulto creciente sobresalía de su entrepierna, -¿A caso te excitaste?, le dije con una sonrisa perversa mostrándole por completo mis ganas impetuosas de que tuviéramos algo más, el pobre chico muy nervioso intentando ocultar su miembro erecto se intimidaba ante mis encantos, cuando de repente, una voz dulce se escuchó llegar, -¡Amor!, ya llegaste, ha ¡¡HOLA!, Karinaaaaaaaaa, la chica saltando feliz al veme se aventó sobre encima de mi dándome un fuerte abrazo que nos hizo caer de la banca, -Amiga no mames, cuanto tiempo sin verte, jamás me habías hablado ya desde que salimos hace unos meses de la prepa, te fuiste junto con Carlitos sin despedirte ya de mí, abro los chats día con día esperando noticias tuyas, trataba de recordar quien era la chica, hasta que el nombre me sonó, -Bueno yo este, sucede que he estado ocupada, por eso no podía hablarte Susana, -Esta bien es lo de menos supongo que el trabajo, por eso yo me quede aquí, prefiero estudiar la uní sin preocuparme de rentas y eso, yo si vivo feliz con mi familia, en fin, bueno veo que ya conociste a Héctor, él es mi noviecito lo conocí en la uní, -Em bueno yo de hecho, Kary y yo ya nos conocíamos desde la secu, de hecho estábamos hablando justamente de eso y.., decía el chico con una voz tímida, sus nervios no le dejaban concentrarse luego del momento que marcó el punto más valioso de su vida, un beso del amor platónico de su vida, su amada Karina, -¿Yyyyy, qué?- le decía Susy con un tono algo cuestionante, -Y reímos un poco de nuestras aventuras en la secundaria jugando con los demás chicos, eso fue Susy- le dije ayudando al pobre de Héctor de la carga que presentaba al sentir el miedo de ser descubierto, su cara estaba roja, muy apenas se levantó tomando de la mano a Susana, así mismo ella libero un poco más la tensión sonrió a ambos de felicidad, -Claro sus aventuras de AMIGOS en la secu, espero que se la haya pasado bien recordando esos momentos, y como vas con Carlitos,- preguntaba Susana reprimiendo los sentimientos de Héctor al saber que su amada tenia novio, me sonroje un poco al saber del novio de Karina, bueno más bien ahora mi novio, -¿Qué?, he ha, bueno si este, pues también casi no hablo con él, ya sabes el si se fue a lo grande y el tiempo menos le alcanza, pero ay la llevamos, Susana bajo la temperatura del ambiente ante nuestro incomodo acontecimiento, miro el reloj de su muñeca, con miedo, apuro a Héctor, -¡Cielos!, apúrate no mames, ya se nos hizo tarde, nos van a cerrar la puerta de la uní, fue un gusto amiga, espero me sigas hablando porque si me tienes muy abandonada, así te contare como conocí a Hectorin, nos tenemos que ir a la uní de volada, ya es tarde- decía Susana corriendo jalando a Héctor en el camino, yo solo me reía un poco de verlos tan apurados, me quede sola ya en el parque sentada otro rato a descansar la mente, cuando en eso mis padres llegaron en el auto tocando el claxon, -Karina vamos a comer, la misa ya acabo, entra al auto, -Esta bien mama, ya voy, por fin, era hora de comer, mi estómago ya estaba molestando mucho, pensé que quizás esa pesadez de hace un rato era por el hambre más que alucinaciones intensas del poder de dios.
Ya
en el restaurante mis padre pidieron un platillo de hotcakes para cada uno, me
estaba saboreando ese rico manjar que no probaba desde hace ya muchos años,
quería ponerle miel, fruta, pedirlo con tocino y unos huevos incluidos, con mi
vaso de leche entre otras cosas, pero al intentar pedirlo, mi padre me prohibió
el gesto, solo pude comer dos piezas de hotcake con miel más un vaso de leche y
un pequeño yogurt, así mismo mi estómago se llenó por completo, a pesar de que
sentía ganas de comer más, de regreso me meare mucho casi con ganas de vomitar,
algo no estaba bien, sin darme cuenta pasamos por enfrente de la iglesia al
regresar a la casa, ese mal humor me volvió a embargar mientras que dentro de mí
una lucha de supervivencia estaba por iniciar, mi estómago se revolví de la
comida, mi temperatura aumento como su de fiebre se tratara, pronto estaba
alucinando, lo peor era estar dentro del auto con ellos, mi madre fue la
primera en notarlo, al omento de estar pegando a cada lado dentro del coche por
no entender lo que pasaba conmigo, igual pensé que eran malestares que las
chicas tenían pero sin duda era algo demasiado fuerte que no podía controlar,
la vista se me nublaba por igual, mi cabeza estallaba, -Hija que tienes, -Nada
mama, ya hay que llegar a la casa rápido, no me siento bien me duele la cabeza
necesito descansar, -Tranquila hija en un momento llegamos, ambos padres se
quedaron viendo como me retorcía del dolor, al igual que angustiados pensaban
en que pudiera ser otro ataque como el que había tenido hace unos días, al
llegar, rápido corrí a mi habitación, me encerré dentro del mismo esperando
poder solucionar ese trance por el que pasaba, mi respiración estaba aumentando,
poco a poco perdía el control de mi
cuerpo, algo no está bien, como si lo que había logrado estuviera
desvaneciendo, mis manos se endurecían,
a pesar de querer moverlas no podía, poco a poco caí rendida en la cama, me
quede inconsciente por un rato hasta que desperté, sentía muy mal, como si mi
alma rechazara este cuerpo, no quería perderlo luego de lo que luche por
obtenerlo, con el cuerpo estirado exhalando una y otras vez de lo difícil que
sentía respirar, cerré los ojos intentando controlarme, pero fue cuando logre
ver algo que no esperaba, veía la imagen de Karina ahora acechándome con un
rostro desfigurado con el que la había dejado anteriormente atrapada,
expresando ese humor a muerte y despecho que sofocaba mis sentidos, lo que hacía
que me quedara petrificado del miedo ante tanto rencor que me demostraba, no tuve de otra más que gritar con todas mis
fueras porque mis nuevos padres me ayudaran esperando no caer rendida ente la psicodélica
imagen, -¡Papa, mama!, ayúdenme, no sé qué paso, ese tipo, ese tipo me hizo
daño de nuevo, ambos se quedaron pasmados con mi actitud, mientras que yo
intentaba explicarles, pues parecían ver a su hija comportarse extraño una y
otra vez, -¿Qué pasa hija que pasa, porque has estado de esa forma, ya non sabemos
que te sucede?, -Mama, ese tipo intento robarme mi cuerpo, su esencia quedo impregnada
en mi esa noche, cuando me miro feo, sé que algo me quiere hacer, no era yo
estos días, tienen que creerme- les decía con los ojos llenos de lágrimas envuelta
en el llanto desesperado por preservar mi vida de nuevo, hasta que mi mama
recordó la carpeta del examen psicológico que
la mujer del otro día les había dado, -Hija, no sé qué pueda ser, la psicóloga
nos entrego una carpeta con unos estudios que te ha estado realizando, lo mejor
será ir a verla en este momento, para saber que te sucede y nos dé una solución,
-¿Qué cual carpeta?, no este yo no me refería a eso, solo quiero descansar no
me pasa nada olvídenlo como siempre, -No se diga más, tenemos que ir con ella,
puede ayudarte, -Papas, escúchenme una vez por favor, necesito un descansar,
solo eso, -Patrañas, algo no está bien con tu mente, tienes el trauma de ese tipo
pero las cosas de dios y de los demonios aquí no están influyendo en nada por
ti, vamos de una vez- decía mi padre exaltado por la molestia que le ocasionaba
ver a su hija con un carácter inaguantable, llegamos a la clínica, pidiendo ver
a la psicóloga, en la estancia la asistente parecía algo preocupada así como
lamentándose a sí misma, -Discúlpenme, pero, es que, la señorita Laura ya no
puede atenderlos, -¿Por qué, nos urge, nos dio unos papeles el otro día, es
sobre nuestra hija, es importante hablar con ella, -Lo siento es que ella- la
mujer de mediana edad puso sus manos en sus ojos intentando no mostrar el llanto,
su amiga de muchos años luego de contratarla de su asistente había sido
asesinada, por lo que solo recibía los pendientes pidiendo discreción
redirigiendo a los pacientes con otros doctores, -Es que ella, no sé cómo paso espero
la policía nos habló ayer, nos dijo que la señorita Laura había sido asesinada
en su auto, luego de salir del hospital, dicen que ella estaba por irse, le
encajaron un cuchillo en la garganta, murió desangrada-, la mujer soltó el
llanto desplomada en el escritorio, mis padres intentaron reanimarla, pues necesitaban
con urgencia un análisis medico de lo que me sucedía, mientras tanto yo me senté
un poco por el ansia que me estaba dando, la señorita pro fin respiro mejorando
sus ánimos, -Perdón, es que ella era una amiga muy especial, fui su asistente
muchos años, pero sé que debo hacer con cada uno de sus pacientes, pueden
decirme quien y como se llama el paciente que necesitan, podría enviarlos con
otro especialista, -Es nuestra hija señorita, la chica se llama Karina, en ese
momento, la mujer quedo enmudecía por escuchar las primeras palabras de mi nombre,
regreso la mirada a mis padres luego de dirigir su vista hacia mí, parecía
tener miedo, mi aspecto le parecía familiar, luego con un sentimiento de preocupación
insistió, -Yo, este, tengo algo para ustedes- saco de in cajón justo debajo de
su escritora un frasco muy extraño, era algo grande, también les ofreció un
pequeña receta, miren, debe de tomar este medicamento, cada 12 horas, pues lo
que la doctora dijo es que su hija presenta un trastorno de identidad, puesto
que le envió varios mensajes extraños como diciendo ser otra persona usurpando
un cuerpo ajeno desde hace ya un tiempo, después de empezarla a tratar por lo
de su crisis de nervios ante el suceso del secuestrador recuerdo yo que la
psicóloga Laura me encomendó para decírselos, -Pero, ¿Cómo ósea nuestra hija
tiene doble personalidad?, la mujer bajo la voz, -Si, su hija presento un severo
ataque de doble personalidad, ella es por el momento Karina pero luego su subconsciente
pasa a ser el de un hombre llamado Vicky, se dice a si mismo Karina, estos son
los mensajes- la señorita comenzó a mostrarles un par de mensajes que la
psicóloga había recopilado en base a lo que estuvo recibiendo, yo no podía
escuchar nada de lo que hablaban, mientras yo escuchaba todo lo que la mujer
les decía poniendo un temple molesto detrás de ellos para que ella me viera al fruncir
el ceño demostrando mi enojo ante lo que balbuceaba, no permitiría que un
simple análisis medico me tendiera ante las cuerdas, nunca nadie debería de
saber lo que paso con esta niña, con este cuerpo que ahora me pertenece, a buena hora elimine a
esa estúpida de la psicóloga que solo se metía en la que ahora es mi nueva
vida, ella regreso a verme percatándose de mi rostro enfurecido impregnándole
un miedo que solo yo podría hacer que silenciara a cambio de su vida con tan
solo esa mirada, -La chica es peligrosa, ya ha habido casos así, son
trastornos, deben de darle su medicación, la consiguen en las farmacias esa
receta es de por vida ahora llevársela de aquí, me hace daño solo verla largo, mis
padres confundidos ante el comportamiento de las dos en el cuarto prefirieron
salir.
Regresamos
al auto donde mi mama me dio una de esas pastillas al sacarlas del frasco, le
dijo a mi padre que fuéramos de una ve a comprar más, me paso la pastilla con un
bote de agua para tomármela, la pastilla si bien era algo grande, aun no sabía
que me haría por lo que preferí tomarla por esta vez para ver si así
descansaba, -Gracias mami, le mostré mi enfado por pensarme en que estaba loca,
pasamos a la farmacia con la receta del médico, un chico muy lindo estaba
atendiendo en la recepción, en verdad ya comenzaba a gustarme la perspectiva de
ser una linda nena, pues atraía a varios hombres sobre todo por mi aspecto de
chica pelirroja, me sonroje dejándole ver que me había coqueteado tanto como
yo, pero llegó el momento de pagar e irnos a casa de nuevo, me sentía muy
cansada y fastidiada, solo tome un vaso de leche para la cena, un pequeño pan y
gelatina, me prepare para dormir, al día siguiente decidí que ya era momento de
irme de aquí, regresaría a tomar la vida de Karina pero sola sin nadie que
pueda arruinar mi paz, me prepare para salir, quería irme muy temprano, cuando
mis padres escucharon viendo que me iba misteriosamente de la casa .-¿A dónde
vas jovencita? aun no te has recuperado totalmente, -¿Y?, yo ya me siento mucho
mejor, ya puedo estar sola, regresare a la ciudad tengo mucho pendiente con
tareas y el trabajo que ya se me acumulo, gracias por nada, me largo de aquí, y
no anden molestando, -¡Karina hija!, no te vayas así, escúchanos, -¡No mama!;
ya estoy harta de ustedes, solo quiero respirar, por eso Karina se fue a
estudiar lejos de ustedes….., ups, no sabía que acababa de hacer, tape mi boca
lo más rápido e inoportunamente que pude, -¿Por eso Karina se fue de la casa, a
que te refieres, que pasa que ocultas?, me di cuenta de que la había regado en
todo aspecto, tenía una salida que era irme si importar nada, o fingir que
necesitaba mi medicación por un simple trastorno en mi mente de algo que paso
hace tiempo, -No mama, no es lo que
quería decir, si yo por eso yo me fue porque me sentía hostigada, mira solo
tomare las pastillas si cada tanto como decía la receta esa, (aunque en
realidad no tomaría nada, pues es obvio que yo sola sabia la verdad), ya me
voy, no quiero me molesten necesito estar sola y hacer mi vida ya, tengo
trabajo que hacer, -¡Pero Karina!- gritaba mi madre con algo de tristeza pus le
había rote el corazón, mi padre la detuvo para que no sufriera por el rechazo de
una hija a la que cuido como su princesa durante años, después de que esta
acababa de exigir su libertad aun estando mal mentalmente como sospecharan la
verdadera razón de mi comportamiento, salí de la casa finalmente con algo de
dinero que había tomado de una caja de ahorros
infantil que tenía Karina escondido en su armario luego de probarme su ropa
en varias ocasiones estos días, eran
apenas lo suficiente para regresar a la otra ciudad y vivir cómodamente en mi departamento.
Camino
en el autobús, un señor se sentó
junto a mí, no era muy mayor pues ostentaba unos 45 años, se veía muy formal como de estancia de trabajo en una oficina, mientras yo solo intente distraerme con la vista del camino pues no era tan lejana la ciudad a la que iba, en eso, sentí un cosquilleo ligero especial en mi pierna, me había vestido con un gótico vestido negro que llegaba a mis rodillas, mientras que solo traía con migo un cómodo bolso de mano para cosas pequeñas, cuando regrese a ver a mi entrepierna que era de donde sentís ese tacto sensible en mí, note que una mano me estaba acariciando, logrando ver que era la del hombre a mi lado solo que este volteaba a ver a otro lado mientras lo hacía, me sonroje un poco ante las sensaciones pero a la vez me vi un poco molesta por la situación, si bien ahora era una chica pero debía de hacerme respetar, aunque nunca me hubieran enseñado a ser una, fue que tome la mano del hombre para quitarla de mi pierna, -¡Oiga usted, no sea asqueroso respéteme!, fue en ese momento que sentí un poder único al exigir mi respeto, el hombre regreso a verme algo sorprendido y nervioso, pues le había ocasionado un mediano escándalo, riendo me decía -¡Ay señorita! discúlpeme no era mi intención jeje, el hombre se reía cínicamente llevando su mano directo a mi pecho tratando de tocarme uno de mis senos, fue en ese momento que me llene de rabia sentí una fuera potencial en mi tomando al hombre dirigiendo su boca contra la mía tomando su nuca con fuerza para atraerlo hacia mí, el pobre hombre con miedo al tratar de librarse y no poder, veía mis ojos con un odio profundo además de ver como estos cambiaban de un tono verde cristalino a uno entre marrón negro y amarillo con las pupilas literalmente abrumadoras dilatadas del odio que liberaba la fuerza sobrenatural en mí, -Tanto me deseas, pues ven a mi cerdo asqueroso, el hombre temblaba de miedo mientras impregnaba mis labios en los suyos al besarlo sentí como una especie de energía del hombre era succionada por mí, este intentaba liberarse dando palmadas en mi cuerpo así como en ciertos lugares que solo me ocasionaban un poco de dolor, seguí besando hasta que sus golpes eran menos fuertes debilitándolo, me despegue de él dejando su cuerpo pálido, tambaleando débil en su asiento, parecía haber envejecido un poco más como 15 años de vida menos que le había arrebatado con el beso que le di, me quede impresionada, al ver el aspecto mórbido del hombre que hasta hace un momento me agredía, solo me dispuse a regresar a ver por el espejo, llegamos a la ciudad, el trataba de mantenerse en pie pero su cuerpo desgastado que le había dejado no podía reponerse, lo hice a un lado para salir yo primero saliendo del camión para tomar un taxi, al legar al sitio me percaté de que no había muchos taxis y algunos pocos me cobraban muy caro, no obstante notaba como algunos de los taxistas me veían tratando de desnudarme con la mente, intente solo ignorarlos aunque esas miradas me molestaban cada vez mas, pensaba casi e la mala decisión que fue robar este cuerpo para ser algo que desde un principio no quería ser, más allá de una obsesión impuesta de mi madre, me decidí por tomar un camión normal, aunque de igual manera estaba lleno, sin quedarme de otra más que de irme parada junto a muchas personas en el angosto pasillo del mismo, paso poco tiempo para sentir una palmada en mi trasero, alguien me estaba manoseando, fue entonces que buscando entre la multitud pude ver al hombre que tenía su mano puesta encima de mis nalgas, era un chico de no más de 17 años que se divertía tocando a las mujeres como yo en lo camiones, al verlo él se sorprendió de mi rostro pues otra vez había tenía esa sensación diabólica en mis emociones, veía con susto mis ojos colorados dejando su mano a un lado e intentando casi escapar de mi yendo hasta el frente del camión pidiendo al chofer salir, este lo pedía con urgencia regresando a ver una y otra ve asía atrás donde yo me encontraba como si quisiera saber que yo estaba lejos de él estando seguro sin yo hacerle daño, pero el chofer del camión no accedía a su suplica pues no era la parada por lo que no podía detenerse a abrirle, faltando unas cuantas calles más y el semáforo estaba en verde, el chico parecía no tener escapatoria, regreso a ver por última vez, parcia que mis ojos lo habían inmerso en una profunda depresión, estaba desesperado e intentaba huir a toda costa, sin que el chofer se diera cuenta se inclinó hasta una de las palancas intentando a apretar todas hasta que las puertas se abrieran, el comenzó a apretar todo lo que veía hasta que el camión de detuvo y las puertas se abrieron en media de la calle con los carros yendo y viniendo por la vía, algunos chocaron con el mismo al detenerse bruscamente ocasionando el caos, el chico salió disparado a la salida del camión impactando su cuerpo contra un carro deportivo que iba a máxima velocidad impulsando su cuerpo hasta la próxima parada de la cual apenas faltaba un poco que curioso es el destino, la multitud y tanto los noticieros como patrullas intervinieron rápidamente, la prensa estaba en el área rodeando la escena de igual manera, un gran escándalo de accidente había ocasionado tan solo una linda chica como yo, pero nadie lo sabía, fue entonces que recordé que esa era justamente mi parada, me deshice entre la multitud de personas hasta caminar tranquilamente lejos de la escena del choque, algunos accidentados otros ilesos, pero lo más importante era el chico que había seguramente muerto con el choque que había recibido su cuerpo, llegue hasta la parada donde ya había gente atendiendo el cadáver del chico, pues al verlo ya en el lugar parcia aun segur con vida, estaba lleno de sangre con el cuerpo destrozado de varios huesos vibrando del frio que le daba su ya nula salvación, pronto vería la luz, cuando note que sus ojos aun con fueras regresaban a verme, pronto el chico de alguna manera se llenó de miedo empezó a gritar sin control, seguido de esos sus ojos se pusieron blancos terminando por sufrir un impacto, luego de eso volví a caminar al rumbo de mi departamento, encontré el edificio y subí por el elevador hasta legar a la puerta de mi hogar.
junto a mí, no era muy mayor pues ostentaba unos 45 años, se veía muy formal como de estancia de trabajo en una oficina, mientras yo solo intente distraerme con la vista del camino pues no era tan lejana la ciudad a la que iba, en eso, sentí un cosquilleo ligero especial en mi pierna, me había vestido con un gótico vestido negro que llegaba a mis rodillas, mientras que solo traía con migo un cómodo bolso de mano para cosas pequeñas, cuando regrese a ver a mi entrepierna que era de donde sentís ese tacto sensible en mí, note que una mano me estaba acariciando, logrando ver que era la del hombre a mi lado solo que este volteaba a ver a otro lado mientras lo hacía, me sonroje un poco ante las sensaciones pero a la vez me vi un poco molesta por la situación, si bien ahora era una chica pero debía de hacerme respetar, aunque nunca me hubieran enseñado a ser una, fue que tome la mano del hombre para quitarla de mi pierna, -¡Oiga usted, no sea asqueroso respéteme!, fue en ese momento que sentí un poder único al exigir mi respeto, el hombre regreso a verme algo sorprendido y nervioso, pues le había ocasionado un mediano escándalo, riendo me decía -¡Ay señorita! discúlpeme no era mi intención jeje, el hombre se reía cínicamente llevando su mano directo a mi pecho tratando de tocarme uno de mis senos, fue en ese momento que me llene de rabia sentí una fuera potencial en mi tomando al hombre dirigiendo su boca contra la mía tomando su nuca con fuerza para atraerlo hacia mí, el pobre hombre con miedo al tratar de librarse y no poder, veía mis ojos con un odio profundo además de ver como estos cambiaban de un tono verde cristalino a uno entre marrón negro y amarillo con las pupilas literalmente abrumadoras dilatadas del odio que liberaba la fuerza sobrenatural en mí, -Tanto me deseas, pues ven a mi cerdo asqueroso, el hombre temblaba de miedo mientras impregnaba mis labios en los suyos al besarlo sentí como una especie de energía del hombre era succionada por mí, este intentaba liberarse dando palmadas en mi cuerpo así como en ciertos lugares que solo me ocasionaban un poco de dolor, seguí besando hasta que sus golpes eran menos fuertes debilitándolo, me despegue de él dejando su cuerpo pálido, tambaleando débil en su asiento, parecía haber envejecido un poco más como 15 años de vida menos que le había arrebatado con el beso que le di, me quede impresionada, al ver el aspecto mórbido del hombre que hasta hace un momento me agredía, solo me dispuse a regresar a ver por el espejo, llegamos a la ciudad, el trataba de mantenerse en pie pero su cuerpo desgastado que le había dejado no podía reponerse, lo hice a un lado para salir yo primero saliendo del camión para tomar un taxi, al legar al sitio me percaté de que no había muchos taxis y algunos pocos me cobraban muy caro, no obstante notaba como algunos de los taxistas me veían tratando de desnudarme con la mente, intente solo ignorarlos aunque esas miradas me molestaban cada vez mas, pensaba casi e la mala decisión que fue robar este cuerpo para ser algo que desde un principio no quería ser, más allá de una obsesión impuesta de mi madre, me decidí por tomar un camión normal, aunque de igual manera estaba lleno, sin quedarme de otra más que de irme parada junto a muchas personas en el angosto pasillo del mismo, paso poco tiempo para sentir una palmada en mi trasero, alguien me estaba manoseando, fue entonces que buscando entre la multitud pude ver al hombre que tenía su mano puesta encima de mis nalgas, era un chico de no más de 17 años que se divertía tocando a las mujeres como yo en lo camiones, al verlo él se sorprendió de mi rostro pues otra vez había tenía esa sensación diabólica en mis emociones, veía con susto mis ojos colorados dejando su mano a un lado e intentando casi escapar de mi yendo hasta el frente del camión pidiendo al chofer salir, este lo pedía con urgencia regresando a ver una y otra ve asía atrás donde yo me encontraba como si quisiera saber que yo estaba lejos de él estando seguro sin yo hacerle daño, pero el chofer del camión no accedía a su suplica pues no era la parada por lo que no podía detenerse a abrirle, faltando unas cuantas calles más y el semáforo estaba en verde, el chico parecía no tener escapatoria, regreso a ver por última vez, parcia que mis ojos lo habían inmerso en una profunda depresión, estaba desesperado e intentaba huir a toda costa, sin que el chofer se diera cuenta se inclinó hasta una de las palancas intentando a apretar todas hasta que las puertas se abrieran, el comenzó a apretar todo lo que veía hasta que el camión de detuvo y las puertas se abrieron en media de la calle con los carros yendo y viniendo por la vía, algunos chocaron con el mismo al detenerse bruscamente ocasionando el caos, el chico salió disparado a la salida del camión impactando su cuerpo contra un carro deportivo que iba a máxima velocidad impulsando su cuerpo hasta la próxima parada de la cual apenas faltaba un poco que curioso es el destino, la multitud y tanto los noticieros como patrullas intervinieron rápidamente, la prensa estaba en el área rodeando la escena de igual manera, un gran escándalo de accidente había ocasionado tan solo una linda chica como yo, pero nadie lo sabía, fue entonces que recordé que esa era justamente mi parada, me deshice entre la multitud de personas hasta caminar tranquilamente lejos de la escena del choque, algunos accidentados otros ilesos, pero lo más importante era el chico que había seguramente muerto con el choque que había recibido su cuerpo, llegue hasta la parada donde ya había gente atendiendo el cadáver del chico, pues al verlo ya en el lugar parcia aun segur con vida, estaba lleno de sangre con el cuerpo destrozado de varios huesos vibrando del frio que le daba su ya nula salvación, pronto vería la luz, cuando note que sus ojos aun con fueras regresaban a verme, pronto el chico de alguna manera se llenó de miedo empezó a gritar sin control, seguido de esos sus ojos se pusieron blancos terminando por sufrir un impacto, luego de eso volví a caminar al rumbo de mi departamento, encontré el edificio y subí por el elevador hasta legar a la puerta de mi hogar.
Al
entrar note como alguien se encontraba detrás de la puerta del departamento de enfrente
como espiando, intente saber quién era pero este se escondió muy rápido,
regrese a mi departamento cerrando con llave, ahora pensaba en las
consecuencias de haber tenido este cuerpo pues podría estar en varios peligros,
de pronto la puerta se escuchó tocar, observe por el mirador de la ,misma
notando como se encontraba un chico algo gordito, pero que con los recuerdos de
mi cuerpo supe que era el chico que molestaba también a Karina desde hace poco,
-Hola, ¿puedo ayudarte en algo?, -¡Hola
Kary!, vaya aun sigues aquí, pensé que ya habías dejado el edificio pues tenía días
que no te veía luego de tu accidente esa vez que vinieron tus padres en esa
madrugada te llevaron al hospital, me asuste pensando que te había pasad algo
muy feo, pues no reaccionabas y te veías muy rara, yo bueno no quería decir eso,
ya está bien me voy, me alegra que estés bien solo eso, el chico decía tantas
palabras en tan poco tiempo, parecía muy nervioso en eso me sonrojo, me quería
divertir un poco, lo invita a pasar para ver que sucedía, -¡No!, espera, no
quieres pasar un rato a mi casa y ver que hacemos, quizás ver una peli, no te
parece buena la idea, le decía con mis dedos coqueteando enrollando uno de mis
mechones de pelo rojizo, el chico me veía algo nervioso, examinaba con sus ojos
todo mi cuerpo, desde mis pies a mi bello rostro juguetón, veía como actuaba de
una forma muy extraña con sus pies, tambaleándose, el solo suspiro, se estaba
tardando por lo que rápido intente entras para cerrar la puerta, -¡No, espera,
no cierres ya voy!, el chico intentaba seguirme pues le dejaría con las ganas,
en eso deje entrecerrada la puerta esperando a que entrara, note como intentaba
meter su mano, fue entonces que lo tome y jale de el para meterlo a la casa pues
estaba muy nervioso, cerré la puerta con llave, -Siéntate estás en tu casa, ahí
está el sillón, voy al baño, en un momento vengo, si quieres pon lo que gustes,
-Si, si Kary, veré que poner, note como me siguió con su mirada hasta que desaparecí
por el baño, me veía a mí misma pensando en los perversos planees que haría con
este chico, pues si bien no era atractivo pues quería divertirme probando este
cuerpo, además de que sé que le traía ganas a Karina y porque no regalarle un
rato con ella, sé que Karina se molestaría mucho al hacerlo, me metí a mi cuarto para buscar
que ropa ponerme, me quite el vestido quedando completamente en lencería,
encontré una de las pijamas de Karina la
cual se veía bastante sexy, como un babi doll blanco, me gustó mucho y dije
porque no, me quite el resto de la lencería acomodándome el sexy babi doll,
regrese a la cocina donde busque unas botanas, note que había puesto una peli
de Star wars, dije que aburrido, pero lleve con migo unos refrescos junto unas
galletitas que había, el chico me miraba muy nervios, pues no imagino me
pusiera algo así de sexy para ver una película con él, intento hacerse a un
lado mientras que yo me sentaba, ciertamente ya era algo noche, por lo que faltaría
al trabajo otro día más, así que no me importaba, era jueves luego iría los
otros dos días, luego de eso me acerque
junto a él dejando caer el peso de mi cuerpo junto al suyo, sentía la
transpiración del chico por el olor que provocaba del mismo eran nervios de
tenerme en sus manos y no saber si debería de tocarme o no, fue entonces que
sentí su mano en mi glúteo izquierdo seguido de su brazo rodeándome la parte
baja de la espalda, yo me recosté sobre de sus piernas, fue donde sentí en mi
pecho un bulto sobresaliente y apretado dentro de su pantalón, al aplastarlo le
lastime un poco, -¡Auch!, perdón no era mi intención es que tu bueno yo, mejor
me iré no quiero causar más problemas, el chico estaba apenado al extremo,
entonces yo le tome del brazo jalándolo conmigo hasta la cama del cuarto, -¡Espera
Karina no, que haces!, -Solo vamos a divertirnos ven, que no querías con Karina
desde hace tiempo, -si pero yo no, espera Karina, como que Karina, oye, lo
lleve al cuarto, me senté sobre la cama demostrándole unas poses de fantasía que el solo podría imaginarse en sueños, parecía que el chico se vendría de un momento a otro de tanto que jugaba con sus sentimientos me fui a hincar directo a sus pies bajándole el pantalón, creando una felación estimulante en su miembro, pronto el chico parecía estar hipnotizado ante las grandes muestras sexuales que le estaba regalando, lo aventé sobre la cama a quitándome el baby doll que traía puesto, dejándole ver mi cuerpo al desnudo, el hizo lo mismo quedando descubierta su extremada gordura, sentía el calor que me estaba surgiendo de lo excitada que estaba, necesitaba algo dentro de mí, comencé a besarle mientras el hacía lo mismo conmigo, me trato algo brusco pero inmediatamente yo lo sometí por más fuerza que tenía ante mi sobrenaturalidad, quedo consternado boca abajo en la cama mientras que yo le montaba encima como un toro, regreso en una posición más cómoda tocando las distintas partes de mi cuerpo, parecía que no tenía nada de experiencia en ello pues lejos de gustarme me lastimaba, el chico ya estaba agitándose cuando le di más recio, por fin llego el momento de dejar mi virginidad a un lado, abrí mi entrepierna dejándole introducir su pequeño miembro dentro de mí, estaba extasiado sin poder casi moverse de ello cansado que estaba pero una oportunidad como la que yo le estaba dando jamás podría conseguirla, asintió la cabeza con un humor agotado, pedía descansar, fue entonces que sentí su olor indefenso a punto de estallar su corazón por el orgasmo provocado de nuestro encuentro íntimo, empecé a sentirme imponente roce sus labios con los míos al ver como mi presa estaba en las ultimas, lo bese como al tipo del camión de esta mañana dejándole sin aliento tendido en la cama con un cuerpo casi sin vida, lucia demacrado con las partes obesas hechas un palo sin grasa luego de succionar toda su energía, no comprendía porque ostentaba de un poder tan extraño como ese pero me encantaba ya que sentía como si la vitalidad de las personas fuera robada por mi creando una inmortalidad extensa en mí, robar su juventud y vitalidad me hacían más fuerte, tome su cuerpo casi esquelético con la piel colgando por todos lados, arrastrándolo hasta su departamento, lo deje sentado con el aun respirando casi sin fuerzas, me salí lo más pronto que pude, me di una ducha y termine por irme a dormir.
lleve al cuarto, me senté sobre la cama demostrándole unas poses de fantasía que el solo podría imaginarse en sueños, parecía que el chico se vendría de un momento a otro de tanto que jugaba con sus sentimientos me fui a hincar directo a sus pies bajándole el pantalón, creando una felación estimulante en su miembro, pronto el chico parecía estar hipnotizado ante las grandes muestras sexuales que le estaba regalando, lo aventé sobre la cama a quitándome el baby doll que traía puesto, dejándole ver mi cuerpo al desnudo, el hizo lo mismo quedando descubierta su extremada gordura, sentía el calor que me estaba surgiendo de lo excitada que estaba, necesitaba algo dentro de mí, comencé a besarle mientras el hacía lo mismo conmigo, me trato algo brusco pero inmediatamente yo lo sometí por más fuerza que tenía ante mi sobrenaturalidad, quedo consternado boca abajo en la cama mientras que yo le montaba encima como un toro, regreso en una posición más cómoda tocando las distintas partes de mi cuerpo, parecía que no tenía nada de experiencia en ello pues lejos de gustarme me lastimaba, el chico ya estaba agitándose cuando le di más recio, por fin llego el momento de dejar mi virginidad a un lado, abrí mi entrepierna dejándole introducir su pequeño miembro dentro de mí, estaba extasiado sin poder casi moverse de ello cansado que estaba pero una oportunidad como la que yo le estaba dando jamás podría conseguirla, asintió la cabeza con un humor agotado, pedía descansar, fue entonces que sentí su olor indefenso a punto de estallar su corazón por el orgasmo provocado de nuestro encuentro íntimo, empecé a sentirme imponente roce sus labios con los míos al ver como mi presa estaba en las ultimas, lo bese como al tipo del camión de esta mañana dejándole sin aliento tendido en la cama con un cuerpo casi sin vida, lucia demacrado con las partes obesas hechas un palo sin grasa luego de succionar toda su energía, no comprendía porque ostentaba de un poder tan extraño como ese pero me encantaba ya que sentía como si la vitalidad de las personas fuera robada por mi creando una inmortalidad extensa en mí, robar su juventud y vitalidad me hacían más fuerte, tome su cuerpo casi esquelético con la piel colgando por todos lados, arrastrándolo hasta su departamento, lo deje sentado con el aun respirando casi sin fuerzas, me salí lo más pronto que pude, me di una ducha y termine por irme a dormir.
Al
día siguiente me prepare para ir a la escuela, no me llamaba mucho la atención ya que viví malos momentos en mi infancia, aunque
esta era la universidad y jamás había asistido a una, al llegar note como el
amigo de Karina se acercaba a saludarme, este lucia sorprendido de verme pues
me había desaparecido para él hace algunos días, -Hola Karina, que paso
contigo, no inventes no habías venido a clases, -Si, me enferme perdón por no
avisar, además creo que no me quedare ya en la universidad pues me da algo de desinterés
seguir con esa carrera, el chico se había desanimado algo al escucharme decir
esas palabras, parecía que de verdad le
importaba mucho Karina más allá de una simple amiga, siguió el día normal, sabía
que debía de ir al gimnasio pero me dio
flojera, tampoco pensaba seguir todo el tiempo
la vida normal de Karina, esta vez yo pondría una nueva vida para mí misma,
solo prepare mis cosas para ir al trabajo me acompaño Luis ya que su trabajo está
enfrente recordaba algo así yo, poco recordaba del trabajo de Karina al
adentrarme en sus memorias, pues un chica mayor a mí era el que supervisaba
todo y esta se creía algo superior, esta
vez me invadió en los vestidores empujándome un poco a la pared, -Vaya vaya que
tenemos aquí, pero si es Karina la enfermita, porque hasta ahora, que no vez que ya es viernes,
como te atreves a venir aquí luego de faltar tanto, me estaba poniendo furiosa
al escucharla sus palabas me enojaban cada vez más, solo quería golpearla, ella
no parecía tan fuerte como yo lo era aunque sin duda su aspecto no estaba tan
mal, tenía un buen cuerpo, quizás me gustaría poseerlo en otra vida si así
fuera, note como mi humor paso de uno indefenso a uno más de confianza, le tome
de los brazos enfurecida mientras que ella notaba mi actitud de enfado por
medio de mis ojos, se calmó regresando a su estancia en la cocina, mientras que
yo salía a atender a los clientes como era de a menudo, también recordé que
había un chico que siempre venía a comer a este fino restaurante, asimismo
luego de un rato, lo vi entrar, supe que era él ya que me llamaba la atención
su aspecto de superioridad al resto, me sonrió desde la puerta hasta que se sentó
en la mesa, ordenando firmemente que la chica pelirroja le fuera a atender
personalmente, claro yo era la chica pelirroja de la que hablaba, como note la
calidad en su aspecto, supe de inmediato que podría tratarse de un chico
millonario con quien casarme y vivir feliz sin preocuparme toda la vida, así
fue el trato entre coqueteos y cordialidades hasta salir muy noche, -Me alegra
hayas aceptado esta vez sentarte un rato a convivir conmigo, siempre te habías
negado, yo asentí con la cabeza el buen trato del chico, no creí que Karina
fuera tan idiota de aceptarlo, era muy bueno
sobre todo por el dinero, pero claro quería más a su noviecito Carlos, uno de
los tantos en arruinar mis planes, salimos del restaurante pagando en la cuenta
de todo aun a pesar de portar yo el uniforme de mesera desgastado entre otras
cosas del aspecto nada bonito que traía
este día pues aun no sabía maquillarme del todo, me coloco un abrigo de piel
muy calientita que me había comprado
casualmente esperando aceptarlo esta noche, mientras caminábamos fuera del
restaurante un chico parecía llegar de la nada en un taxi, este se detuvo
mientras que de él salía quien menos esperaba, el chico resultaba que era Carlos, -Karina, menos mal que te encuentro, tus papas
están muy preocupados por ti, vine desde Barcelona desde hace dos días pero
ente vuelo y vuelo tarda, ya estoy mejorando en mis tiempos y tengo un gran
trabajo de ayudante en una constructora muy importante de España, tus padres
dijeron que sería buena idea que fueras conmigo que te parece, -Carlos, no es un buen momento, yo, no me he
sentido bien, Carlos intento acercarme a mí para darme un beso en eso el chico
rubio lo sujeto con un solo brazo en el pecho impidiendo que se acercara más a mí,
-¿Qué no la oíste?, la chica viene conmigo, -¿Qué dices, como que viene
contigo, escúchame estúpido, Karina es mi novia, lo ha sido por muchos años, así
que no me vengas con tonterías, yo sostuve mi palabra al pie de la letra, no me
importaba ya ese chico si fue mi novio o no, sería mejor terminarlo e iniciar
una nueva vida con este chico que se veía de mejor posición económica que el
mismo Carlos prometiendo un futuro avasallante,
-Ya Carlos, lo mejor es que me dejes en paz, nunca estuviste ya para mí, pensé
que habías encontrado a otra allá en España se ve que te queda mejor, yo he
encontrado a Diego, sus padres son unos
importantes empresarios y políticos, me dará una mejor vida que tú, déjame en
paz y regresa por donde viniste, -¿Qué?, Karina que te pasa, tu no eres así,
mírame, mírame a los ojos, Carlos me sostuvo con algo de fuera, su cara parecía
muy cansada, estaba frustrado no quería perderme pero la paciencia que tenía al
momento de ver cómo me perdía le ponía los nervios de punta, en eso Diego soltó
un golpe, lo que propicio a iniciar una
pelea entre los dos, comencé a llorar del impacto que sentía en ese momento, en
eso, Luis venia por el otro lado de la calle notando como su amiga estaba en medio de una pelea entre
dos hombres sin control, inmediatamente, una patrulla llego al lugar separando
a ambos de la pelea, los metieron en la patrulla listo para llevárselos a la
delegación más cercana, Carlos se notaba triste , el me miro con los ojos más
rencorosos que había visto jamás desde mi madre, había roto una relación de años con el novio
de Karina y este se iba como el caballero derrotado, soltó unas lágrimas y la
patrulla se los llevo, me había quedado sola en la calle, era casi seguro que
ambos saldrían de ahí por la mañana, me quede en shock después de ese momento
tan inoportuno, en eso vi como Luis se acercaba con algo de curiosidad ante la
escena anterior en la que me había encontrado, -Hola Kary, que paso, porque
esos dos tipos pelearon junto a ti, son algo tuyo, -La verdad es que uno de
ellos era mi ahora ex novio y el otro un chico que acaba va de conocer,
ciertamente mi ex es algo celoso pero bueno por algo he terminado con él, conocí
afortunadamente a este chico que me ayudo a que no me hiciera nada, oye, me
acompañas a mi casa, -Eh, si está bien, sabes que puedes rcontar conmigo para
lo que sea, las cosas como las había
resuelto estaban funcionando, estaba segura que al día siguiente el
chico rubio me vendría a buscar para seguir hablando conmigo ya que dejamos
esta charla inconclusa, mientras tanto era ahora de divertirme con alguien
nuevo, con el juguete número dos de Karina, su nuevo mejor amigo quizás,
llegamos al departamento, me recargue sobre de él abrazándolo invitándolo a
pasar pues me sentía algo triste según le decía yo, el no tuvo opción además
empezó llover muy repentinamente así que se quedó a resguardarme, él se quedó
en el sillón esperando a que me encontrara mejor, solo se quedaría desde la
sala por si me pasaba algo, esta vez solo deje que el chico tuviera la
iniciativa de venir en busca de algo entre los dos, me vestí con una ropa cómoda,
un pequeño conjunto deportivo que me gustaba por lo cómodo que se sentía, una
panti dejando ver mis largas blancas y tenues piernas, junto con unas medias
entrañas, me tire a la cama esperando a que el viniera por mí lo cual nunca
paso, recordé que no había comido nada desde la tarde así que comenzó a darme
hambre, pero era extraño pues sentía que quería devorarme al mundo, nada
como el otro día en el que apenas había
podido comerme un par de hot cakes, esta vez el hambre dominaba más mis fueras
y sentidos convirtiéndome de nueva cuenta en una bestia, salí rápido del cuarto
directo a la cocina donde abrí el refrigerador con un hambre voraz empecé a
engullirme todo lo que me encontraba en el refrigerador, lo cual era casi nulo
dado que no había ido de compas al
supermercado pues luego de poseer a Karina la casa ciertamente había quedado
abandonada, solo quedaba un pequeño pastel que había dejado mi madre aquella vez,
un cuarto de pastel y por supuesto galletitas como las de la noche anterior,
estando todo oscuro, la luz del refrigerador abierto llamo la atención de
Luis que se había despertado por el ruidero que estaba haciendo al comer salvajemente todos lo que encontraba dentro del mismo, al en busca de lo desconocido, Luis se encontró con una desconocida Karina, comiendo con un hambre atroz todo lo que tenía en sus manos, el garrafón de leche siendo terminado a tragos por mí, entre otras cosas, se asustó al ver mi manera de reaccionar ante él, pues regrese a vero con un rostro de maldad pura al notarse verdaderamente mi condición mental quizás para el si es que no entendía que se trataba de una posesión y que quien en verdad ocupaba el cuerpo de Karina no era ella misma si no un enemigo en del pasado capaz de todo por un cuerpo femenino, mis ojos lo dijeron todo, Luis intento escapar pude que para pedir ayuda pero en eso lo alcance con una buena velocidad, lo sujete fuertemente hasta tirar en el sofá, -No se te ocurra salir por esa puerta, aquí no has visto nada, yo te aprecio de alguna manera, por alguna razón, sé que me deseas, quieres a Karina, quieres besarme, hazlo lindo, yo te ayudare a que Karina sea tuya, no has esperado tanto este momento para nada, le decía con unos ojos diabólicos balbuceando con un aliento a sobras que no le parecían para nada excitantes, la dulce y humilde Karina que había conocido hace unos meses se había convertido en una bestia, una vez más le exigí se calmara, terminara de pasar el resto de la noche sin influir en mi estilo de vida, regrese a la cama dejándolo acostado sin su celular pues me lo lleve conmigo, por si fuera poco deje la puerta principal cerrada con llave para que no intentara escapar, demostrándole que podría pasar la noche en paz sin que yo hiciera nada contra su vida, Luis noto el frasco de pastillas de la medicina que me había dado para controlar mi supuesta crisis mental, a lo que intuyo que yo en verdad pasaba por una enfermedad mental, dejo que la noche pasara, me había arreglado para ir con él a la escuela, me puse esta ve un lindo vestido rojo brillante, salí para que me viera a lo que sus ojos comenzaron a brillar de nuevo sorprendido por el cabio de la noche a la mañana, -Vez, tu dulce Karina de siempre, acaso no me veo hermosa, -Wow, si la verdad perdón pero es que lo de anoche, mira, encontré este frasco, se supone que deberías tomarlas no, -Mira, no te metas en lo que no te importa, si de verdad quieres ser mi amigo, pues calla, solo soy yo misma, de acuerdo, no quiero saber nada más, le arrebate el frasco arrojándolo por la ventana, sin saber que se había quedado con los otros dos que hayo debajo de la mesa sumado a la receta que me había colado mi madre y olvidado por mí el día anterior en el bolso, escuchamos los lamentos de una señora fuera del departamento, al salir para ir a la escuela notamos que había muchas personas saliendo y entrando en el departamento de frente, -Oye, que paso ahí, que no es el departamento de Gustavo, el chico de la otra facultad de arquitectura que se mudó aquí la semana pasada, -Shuuu, si no sé qué le paso, no es de nuestra incumbencia, le susurre al oído acercándome lamiendo un poco de su lengua dejándole una probada de lo que se perdió la noche anterior, nos dirigimos al ascensor, cuando dos personas un hombre y una mujer que parecía ser su colega salieron al abrirse las puertas del mismo, su mirada cambio al verme, lo que suponía que era gracias a mi bello aspecto, pero todo cambio cuando comenzó a decir las primeras palabras las cuales no fueron nada de mi agrado, -Señorita, hasta que la encuentro, mira nada más, usted es Karina no es así, -Si, porque, que necesita, no tengo tiempo para hablar con usted, -No, a mí no me va a decir eso, yo soy detective, y estoy investigando varios casos que concuerdan con relación a usted, justamente hoy la madre del chico que vive frente a su departamento encontró a su hijo muerto sin nada de masa corporal, como si algo muy extraño se lo hubiera chupado, algo raro le hicieron no, que casualidad que usted viva frente de su departamento, además de que hace dos días encontraron a un hombre divagar cosas como el hecho de que una chica pelirroja lo haya dejado casi sin vida, luego de que llame a sus padres y estos dijeron que había tomado la decisión de regresar a la ciudad precisamente esa mañana, las cámaras de seguridad lo confirman, además de que es mucha casualidad que las cámaras publicas nos confirmen que estuvo presente en el accidente de ese mismo dia a pocas calles cerca de su departamento, dejando la muerte de un chico de apenas 17 años que casualmente se alejó de usted repentinamente como si estuviera escapando de algo, además dela coincidente muerte con su psicóloga el día en que sus padres se la llevaron del hospital hace unos días después de sus ataques esa noche, varios testigos lo confirman, usted tuvo algo que ver con ello, lo demostrare la llevare a juicio señorita, usted pagara las consecuencias de sus actos, -Mire ya, ya basta, estoy harta, usted no sabe quién soy yo, y yo no sé mucho menos nada de usted, tengo que ir a la escuela, el tipo testarudo al decirme todo eso me puso muy nerviosa, la verdad mis sentidos no se encontraban bien, quería escapar antes de que ese hombre pudiera hacerme algo, no precisaba entrar a prisión por crímenes que yo ni siquiera cometí, Luis me siguió luego de quedarse pensativo al analizar todo lo que le había dicho, al salir del edificio el me sostuvo de los brazos viéndome a los ojos, -Tu, fuiste verdad la que hizo todos esos crímenes de los que te atacaba el detective cierto, -Mira, a mí no me vas a atacar con mentiras, no sabes quién soy yo en verdad, me solté de sus manos caminando rápidamente hasta tomar el camión, regrese a ver que el hiciera lo mismo pero se quedó afuera esperando a verme irme con paciencia, de ahí no supe nada más de él, sabía que iría a decirle todo al detective engreído ese pero su vida estaría en mis manos desde ahora, de llegada a la escuela note como un hermoso carro rojo estaba en la puerta de la escuela con Diego recargado frente a él, -Hola, que pasa, y ese carro, esta increíble, -Hola, pues ese carro es tuyo, mira, luego de lo de anoche decidí que podríamos ir a vivir juntos a otro país, como Bélgica que te parece, -Vaya, yo, no sé, supongo que, si digo que si vamos, lego de ver que este chico de verdad estaba interesado en mí no lo dude más, me encantaba sentir ese poder femenino de atrapar a los hombres haciendo que me dieran lo que tanto deseaba, el me subió al carro por el momento de lado del copiloto, mientras el manejaba yendo un largo rato por la ciudad, hasta que anocheció, me llevo a mi departamento donde se encontraban aun patrullas merodeando más extraño aunque haya policías fuera, pensé que podría pasar aún más que lo que paso esta mañana quías Luis ya había dicho todo a la policía sobre mi extraño comportamiento la noche anterior, -Mira, que paso, porque hay muchos policías fuera del edificio- decía el chico rubio mirándome con inquietud, -No lo sé quizás es porque apareció un chico muerto frente a mi departamento esta mañana, -Que y porque no lo comentaste hace rato, -Pues pensé que no tedia más importancia, le decía yo con algo de miedo pues justo ahora la policía podría intervenir en mi caso, de repente un policía se acercó a la puerta del carro, -Señorita, señorita Karina, salga del auto por favor, joven usted también, salgan del auto los dos, -Peor porque oficial,, nosotros no hemos hecho nada, déjenos en paz, no sabe quién soy yo, -Si, si lo sé y me vale mil pelotas que usted sea el hijo del mismísimo demonio, esta chica tiene que pagar por varios crímenes que ha cometido, el detective aún seguía con suficientes motivos para tenerme acorralada entre las rejas, llevaba consigo un sobre donde suponía traía las suficientes pruebas para llevarme a un juicio, miraba a todos lados, indudablemente no podría escapar ni mucho menos dejar ver a la luz todo el mal que había reencarnado en mí, por más que quisiera unas simples balas me afectaría hasta levarme de nueva cuenta a la muerte, no lo pensé ni dos veces cuando me deje entregar a ala policía.
Luis que se había despertado por el ruidero que estaba haciendo al comer salvajemente todos lo que encontraba dentro del mismo, al en busca de lo desconocido, Luis se encontró con una desconocida Karina, comiendo con un hambre atroz todo lo que tenía en sus manos, el garrafón de leche siendo terminado a tragos por mí, entre otras cosas, se asustó al ver mi manera de reaccionar ante él, pues regrese a vero con un rostro de maldad pura al notarse verdaderamente mi condición mental quizás para el si es que no entendía que se trataba de una posesión y que quien en verdad ocupaba el cuerpo de Karina no era ella misma si no un enemigo en del pasado capaz de todo por un cuerpo femenino, mis ojos lo dijeron todo, Luis intento escapar pude que para pedir ayuda pero en eso lo alcance con una buena velocidad, lo sujete fuertemente hasta tirar en el sofá, -No se te ocurra salir por esa puerta, aquí no has visto nada, yo te aprecio de alguna manera, por alguna razón, sé que me deseas, quieres a Karina, quieres besarme, hazlo lindo, yo te ayudare a que Karina sea tuya, no has esperado tanto este momento para nada, le decía con unos ojos diabólicos balbuceando con un aliento a sobras que no le parecían para nada excitantes, la dulce y humilde Karina que había conocido hace unos meses se había convertido en una bestia, una vez más le exigí se calmara, terminara de pasar el resto de la noche sin influir en mi estilo de vida, regrese a la cama dejándolo acostado sin su celular pues me lo lleve conmigo, por si fuera poco deje la puerta principal cerrada con llave para que no intentara escapar, demostrándole que podría pasar la noche en paz sin que yo hiciera nada contra su vida, Luis noto el frasco de pastillas de la medicina que me había dado para controlar mi supuesta crisis mental, a lo que intuyo que yo en verdad pasaba por una enfermedad mental, dejo que la noche pasara, me había arreglado para ir con él a la escuela, me puse esta ve un lindo vestido rojo brillante, salí para que me viera a lo que sus ojos comenzaron a brillar de nuevo sorprendido por el cabio de la noche a la mañana, -Vez, tu dulce Karina de siempre, acaso no me veo hermosa, -Wow, si la verdad perdón pero es que lo de anoche, mira, encontré este frasco, se supone que deberías tomarlas no, -Mira, no te metas en lo que no te importa, si de verdad quieres ser mi amigo, pues calla, solo soy yo misma, de acuerdo, no quiero saber nada más, le arrebate el frasco arrojándolo por la ventana, sin saber que se había quedado con los otros dos que hayo debajo de la mesa sumado a la receta que me había colado mi madre y olvidado por mí el día anterior en el bolso, escuchamos los lamentos de una señora fuera del departamento, al salir para ir a la escuela notamos que había muchas personas saliendo y entrando en el departamento de frente, -Oye, que paso ahí, que no es el departamento de Gustavo, el chico de la otra facultad de arquitectura que se mudó aquí la semana pasada, -Shuuu, si no sé qué le paso, no es de nuestra incumbencia, le susurre al oído acercándome lamiendo un poco de su lengua dejándole una probada de lo que se perdió la noche anterior, nos dirigimos al ascensor, cuando dos personas un hombre y una mujer que parecía ser su colega salieron al abrirse las puertas del mismo, su mirada cambio al verme, lo que suponía que era gracias a mi bello aspecto, pero todo cambio cuando comenzó a decir las primeras palabras las cuales no fueron nada de mi agrado, -Señorita, hasta que la encuentro, mira nada más, usted es Karina no es así, -Si, porque, que necesita, no tengo tiempo para hablar con usted, -No, a mí no me va a decir eso, yo soy detective, y estoy investigando varios casos que concuerdan con relación a usted, justamente hoy la madre del chico que vive frente a su departamento encontró a su hijo muerto sin nada de masa corporal, como si algo muy extraño se lo hubiera chupado, algo raro le hicieron no, que casualidad que usted viva frente de su departamento, además de que hace dos días encontraron a un hombre divagar cosas como el hecho de que una chica pelirroja lo haya dejado casi sin vida, luego de que llame a sus padres y estos dijeron que había tomado la decisión de regresar a la ciudad precisamente esa mañana, las cámaras de seguridad lo confirman, además de que es mucha casualidad que las cámaras publicas nos confirmen que estuvo presente en el accidente de ese mismo dia a pocas calles cerca de su departamento, dejando la muerte de un chico de apenas 17 años que casualmente se alejó de usted repentinamente como si estuviera escapando de algo, además dela coincidente muerte con su psicóloga el día en que sus padres se la llevaron del hospital hace unos días después de sus ataques esa noche, varios testigos lo confirman, usted tuvo algo que ver con ello, lo demostrare la llevare a juicio señorita, usted pagara las consecuencias de sus actos, -Mire ya, ya basta, estoy harta, usted no sabe quién soy yo, y yo no sé mucho menos nada de usted, tengo que ir a la escuela, el tipo testarudo al decirme todo eso me puso muy nerviosa, la verdad mis sentidos no se encontraban bien, quería escapar antes de que ese hombre pudiera hacerme algo, no precisaba entrar a prisión por crímenes que yo ni siquiera cometí, Luis me siguió luego de quedarse pensativo al analizar todo lo que le había dicho, al salir del edificio el me sostuvo de los brazos viéndome a los ojos, -Tu, fuiste verdad la que hizo todos esos crímenes de los que te atacaba el detective cierto, -Mira, a mí no me vas a atacar con mentiras, no sabes quién soy yo en verdad, me solté de sus manos caminando rápidamente hasta tomar el camión, regrese a ver que el hiciera lo mismo pero se quedó afuera esperando a verme irme con paciencia, de ahí no supe nada más de él, sabía que iría a decirle todo al detective engreído ese pero su vida estaría en mis manos desde ahora, de llegada a la escuela note como un hermoso carro rojo estaba en la puerta de la escuela con Diego recargado frente a él, -Hola, que pasa, y ese carro, esta increíble, -Hola, pues ese carro es tuyo, mira, luego de lo de anoche decidí que podríamos ir a vivir juntos a otro país, como Bélgica que te parece, -Vaya, yo, no sé, supongo que, si digo que si vamos, lego de ver que este chico de verdad estaba interesado en mí no lo dude más, me encantaba sentir ese poder femenino de atrapar a los hombres haciendo que me dieran lo que tanto deseaba, el me subió al carro por el momento de lado del copiloto, mientras el manejaba yendo un largo rato por la ciudad, hasta que anocheció, me llevo a mi departamento donde se encontraban aun patrullas merodeando más extraño aunque haya policías fuera, pensé que podría pasar aún más que lo que paso esta mañana quías Luis ya había dicho todo a la policía sobre mi extraño comportamiento la noche anterior, -Mira, que paso, porque hay muchos policías fuera del edificio- decía el chico rubio mirándome con inquietud, -No lo sé quizás es porque apareció un chico muerto frente a mi departamento esta mañana, -Que y porque no lo comentaste hace rato, -Pues pensé que no tedia más importancia, le decía yo con algo de miedo pues justo ahora la policía podría intervenir en mi caso, de repente un policía se acercó a la puerta del carro, -Señorita, señorita Karina, salga del auto por favor, joven usted también, salgan del auto los dos, -Peor porque oficial,, nosotros no hemos hecho nada, déjenos en paz, no sabe quién soy yo, -Si, si lo sé y me vale mil pelotas que usted sea el hijo del mismísimo demonio, esta chica tiene que pagar por varios crímenes que ha cometido, el detective aún seguía con suficientes motivos para tenerme acorralada entre las rejas, llevaba consigo un sobre donde suponía traía las suficientes pruebas para llevarme a un juicio, miraba a todos lados, indudablemente no podría escapar ni mucho menos dejar ver a la luz todo el mal que había reencarnado en mí, por más que quisiera unas simples balas me afectaría hasta levarme de nueva cuenta a la muerte, no lo pensé ni dos veces cuando me deje entregar a ala policía.
Tiempo
después, en el juicio, el detective y diversos abogados en mi contra, ponían en
el fuego las pruebas donde se me encontraba presunta culpable por los crímenes
de homicidio culposo y homicidio
involuntario, grabación es de la cámara de seguridad del hospital revelaron que
había sido yo quien había degollado a la psicóloga ese día, mis padres estaban
en la sala del juicio siendo destrozados sentimentalmente por ver como su hija perdía
la dulce inocencia que antes era a la de ahora que soy una criminal, un abogado
de oficio así como mis padres que luchaban por mi libertad, atestiguaban el hecho
de que mi mente se encontraba inestable, esa era la jugada que había pretendido
al aceptar mi captura la otra noche,
pues con las pruebas suficientes podría ayudarme a una condena de curación
donde me enviaran a un asilo psiquiátrico, una de los testigos fue la
secretaria ayudante de la psicóloga, que con miedo atestiguó que en mi
expediente se encontraba una gran cantidad de anomalías mentales que eran
provocadas por mi secuestro hace meses, por lo que el juez revisando las
pruebas ante mi mal estado mental así como el jurado dicto una sentencia de
libertad condicional luego de encierro en un psiquiátrico profesional hasta que
curara mi supuesta enfermedad, lo que no me hizo muy feliz pero ya sabría cómo
arreglármelas, mis padres me abrazaron dejando consigo el poco cariño que les
quedaba asía mí, mientras que yo actuaba con ventaja llorando y creando una
escena trágica ante los resultados del caso, una fingida conducta de
personalidad.
Pase
los primeros días con mucha paciencia esperando el momento para lograr escapar,
los médicos me trataban ate mis padecimientos, algunos estudios un tanto
aburridos y nada metódicos, llevaba en el psiquiátrico al menos unos tres meses, no menos como cinco, casi nunca
legaban visitas, más que nada de mis madres una vez al mes con cierta seguridad
para no provocar problemas, pero una tarde llego por la puerta principal del
jardín donde me encontraba, era el, los doctores se veían alterados, más que
nada por lo que podría ocasionar el hacer lo que pasaría, decía que yo aún no
estaba lista, que no veían un verdadero avance en mí, que ni siquiera había pensado
en por que sucedía esto para intentar cambiar o dar señales de que mi terapia funcionara,
simplemente mi mente estaba dañada o no parecía serlo, cuando el los detuvo,
venia acompañado de dos escoltas los
cuales dieron la orden de dejarme e
libertad, me llevaron a mi cuarto donde me mostraron un conjunto de ropa
muy bonito, justamente el que yo había usado la última vez que nos vimos, Diego
entro a verme mientas me caminaba, lo
cual me dejo algo sorprendida, con un carácter egocéntrico, -Mira, es hora de
irnos, ya eres libre, mi padre compro a un juez y pos supuesto que ya eres
libre, eres libre para hacer los planes
que dejamos pendientes, Bélgica o donde tú quieras no esperas más desde ahora ya no tienes porque
temer a tus padres ni a nada, yo comprenderé y no creo que estés loca para
nada, después de todo, la gente tiene sus propias locuras o no es así, nunca me
imaginé que esas palabras me las dijera el, sobre todo por ser alguien que
apenas conocía pero se veía tener mucho interés en mí, había tardado lo
suficiente para no ocasionar caos entre la justicia y la soberanía del pueblo,
el tiempo justo para que mi nombre desapareciera de todas las noticias y de la importancia
que pudiera tener mi nombre sobre la ley, termine de vestirme para salir, me
tomaba de la mano mientras salíamos con sus escoltad, me tomo la mano dándome
las laves del que era mi carro aquella vez, -Tómalas es tuyo no recuerdas,
seguido de eso me lance sobre de el con lágrimas en los ojos, la emoción me
embargaba, después de todo no había tenido que matar a esas enfermeras, me metí
al carro cerrando la puerta, -Espera tengo algo que hacer nos vemos en el aeropuerto
en dos horas, tu ve con tus escotas, -Pe, pero Karina que es lo que harás, no
pienses en regresar ahí todos te verán y sabrán de nuevo, corres peligro, -No
tranquilo, nada pasara, tu vete con tus guardias, arranque a la primera el lujoso
carro deportivo aunque me había obsequiado, no sabía cómo manejarlo solo el
instinto me decía como guiarme ante la cera de las calles, abriendo paso por
todo carro que se interpusiera en mi camino, llegue hasta la entrada de la
universidad, donde espere a Luis, note como este salía desde el jardín del
campus hasta la calle con una chica, lo seguí hasta que este le dejo en su
parada de autobús caminando asía la plaza comercial, el noto como lo seguía con
el auto el cual reconoció luego de lo sucedido ya hace tiempo, abrí la puerta
del coche luego de que se detuvo a mirar algo nervioso el auto que le estaba
persiguiendo, al ver que detrás de la puerta que se abría era yo mostro una
cara pálida con ambos ojos titubeando, dio unos pasos asía atrás impactando con
la pared sin tener escapatoria,
-Hola Luis, calma no te hare daño, al contrario, gracias a ti todo salió a la perfección, veras, porque no entras al auto y platicamos un poco, no te intimides por mis lindos ojos, sé que he cambiado un poco pero no es para menos, ven, -No, no lo sé, no me mataras o si, yo sé que eres un demonio, esas muertes no las pudo causar mi amiga, menos con un cuerpo tan delicado como el tuyo, -Si, tienes razón, pero déjame que te cuente todo, primero no hacerte daño, Luis entro por el otro lado sentándose cómodamente en el lujoso auto deportivo, miraba mi cuerpo analizando que había dentro de esa dulce chica pelirroja, mientras que conducía llevándolo hasta las afueras de la ciudad donde solo había una gran cantidad de árboles en el bosque profundo, -Que haces adonde me llevas, te lo dije, déjame ir no diré nada lo juro, -Enserio Luis, eso dijiste la última vez que confié en ti, regrese a verlo muy sínicamente observado su rostro lleno de miedo, sonreí anteponiendo una expresión de calma, detuve el auto cerca de la orilla de la carretera pero un poco dentro para que los arboles taparan todo, Luis intentaba salir y gritar para pedir ayuda pero no podía, cerré los seguros de las puertas para que no pudiera salir, completamente solos en la nada, me abalance sobre de él tirándome a besarlo, mis sentidos comenzaron a encenderse, quería que me hiciera su mujer, que probara de mi cuerpo, como tanto yo sabía que deseaba a Karina desde hace tiempo, me ante use sobre su voluntad besándolo, prometí que no lo mataría y así era, no pretendía hacerlo, solo quería darle un preciado premio, algo que no fue muy bien a medida que avanzaba mi placer, mis ganas de hacer de ese chico una maquina sexual para complacerme, mientras solo besaba forzadamente sin darme cuenta absorbía su energía vital como con los otros a los que bese anteriormente, mientras arrancaba sus ropas dejando salir su miembro, que ya estaba erecto luego de darle ese beso placentero, me quite mi ropa así mismo quedándome desnuda sobre de él, dejando que acariciara mis senos, luego de que se viera forzado a hacerlo no le importo, me toco como tanto deseaba fluyendo en mi un mar de sensaciones únicas que jamás había experimentado en mi dolorosa vida, algo que estaba matando al chico poco a poco, introduje su miembro en mi vagina dejándome penetrar, algo que me encanto más que la ve que sucedió con el chico gordito, me volví una completa fiera en ello, sin darme cuenta, mi lengua se esturo más asía su garganta al besarlo, impaciente por sentir más fuerte esas emociones, hasta que lo atragante por completo dejando su cuerpo sin vida desmoronándose desde la carne hasta los huesos hasta quedar seco después de tanta energía que había absorbido de todo lo que pude de él, sin ser nada más que los huesos, como pude, los queme por completo en el fondo del bosque hasta no dejar ni un rastro de ellos, regrese al auto para ir al aeropuerto donde me iría con Diego el resto de mi vida, claro que tendría que controlar esos poderes extraños de mi si no me descubrirían, podría matar a este chico de un fatídico desgaste energético como a los otros o mucho peor, pero mis deseos de sexo seguiría latentes aún más, mi cuerpo ahora era algo inmortal por así decirlo ya que al obtener la vitalidad de esas personas me deja una juventud renovada y sin detenimiento, al llegar, Diego me acogió en sus brazos, sentí el cariño de sus brazos luego de muchos años ser odiado por mi madre, subimos a su jet privado que no sabía que tenía y mire desde las alturas como toda una vida dejaba por atrás para seguir su camino de felicidad para siempre con el cuerpo de Karina.
-Hola Luis, calma no te hare daño, al contrario, gracias a ti todo salió a la perfección, veras, porque no entras al auto y platicamos un poco, no te intimides por mis lindos ojos, sé que he cambiado un poco pero no es para menos, ven, -No, no lo sé, no me mataras o si, yo sé que eres un demonio, esas muertes no las pudo causar mi amiga, menos con un cuerpo tan delicado como el tuyo, -Si, tienes razón, pero déjame que te cuente todo, primero no hacerte daño, Luis entro por el otro lado sentándose cómodamente en el lujoso auto deportivo, miraba mi cuerpo analizando que había dentro de esa dulce chica pelirroja, mientras que conducía llevándolo hasta las afueras de la ciudad donde solo había una gran cantidad de árboles en el bosque profundo, -Que haces adonde me llevas, te lo dije, déjame ir no diré nada lo juro, -Enserio Luis, eso dijiste la última vez que confié en ti, regrese a verlo muy sínicamente observado su rostro lleno de miedo, sonreí anteponiendo una expresión de calma, detuve el auto cerca de la orilla de la carretera pero un poco dentro para que los arboles taparan todo, Luis intentaba salir y gritar para pedir ayuda pero no podía, cerré los seguros de las puertas para que no pudiera salir, completamente solos en la nada, me abalance sobre de él tirándome a besarlo, mis sentidos comenzaron a encenderse, quería que me hiciera su mujer, que probara de mi cuerpo, como tanto yo sabía que deseaba a Karina desde hace tiempo, me ante use sobre su voluntad besándolo, prometí que no lo mataría y así era, no pretendía hacerlo, solo quería darle un preciado premio, algo que no fue muy bien a medida que avanzaba mi placer, mis ganas de hacer de ese chico una maquina sexual para complacerme, mientras solo besaba forzadamente sin darme cuenta absorbía su energía vital como con los otros a los que bese anteriormente, mientras arrancaba sus ropas dejando salir su miembro, que ya estaba erecto luego de darle ese beso placentero, me quite mi ropa así mismo quedándome desnuda sobre de él, dejando que acariciara mis senos, luego de que se viera forzado a hacerlo no le importo, me toco como tanto deseaba fluyendo en mi un mar de sensaciones únicas que jamás había experimentado en mi dolorosa vida, algo que estaba matando al chico poco a poco, introduje su miembro en mi vagina dejándome penetrar, algo que me encanto más que la ve que sucedió con el chico gordito, me volví una completa fiera en ello, sin darme cuenta, mi lengua se esturo más asía su garganta al besarlo, impaciente por sentir más fuerte esas emociones, hasta que lo atragante por completo dejando su cuerpo sin vida desmoronándose desde la carne hasta los huesos hasta quedar seco después de tanta energía que había absorbido de todo lo que pude de él, sin ser nada más que los huesos, como pude, los queme por completo en el fondo del bosque hasta no dejar ni un rastro de ellos, regrese al auto para ir al aeropuerto donde me iría con Diego el resto de mi vida, claro que tendría que controlar esos poderes extraños de mi si no me descubrirían, podría matar a este chico de un fatídico desgaste energético como a los otros o mucho peor, pero mis deseos de sexo seguiría latentes aún más, mi cuerpo ahora era algo inmortal por así decirlo ya que al obtener la vitalidad de esas personas me deja una juventud renovada y sin detenimiento, al llegar, Diego me acogió en sus brazos, sentí el cariño de sus brazos luego de muchos años ser odiado por mi madre, subimos a su jet privado que no sabía que tenía y mire desde las alturas como toda una vida dejaba por atrás para seguir su camino de felicidad para siempre con el cuerpo de Karina.
"FIN"
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También comenta de que otra cosa te gustaría que investigara acerca de los temas del Body Swap etc., gracias
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EduardoLECHERO
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