Esta es una nueva saga espero la disfruten, esta inspirada de una autora que a muchos les gusto en aquellos entonces hace algunos años...
Yo era un chico como cualquier otro, me encantaba mirar cosas de mujer, sobre todo mirar mujeres desnudas o cosas como esas.
A mí corta edad, yo apenas tenía 17 años cuando ya quería tener relaciones con alguna chica, desafortunadamente no era un chico que fuese del agrado de alguna chica y poder tenerla como novia.
Fue entonces que, cuando me enteré de que ya existía una zona de burdeles en la ciudad, me dispuse a ir a buscar a alguna mujer XXX, para satisfacer mi obsesión por tener sexo.
Era un chico inexperto, solamente me llevaba la adrenalina y pensaba con la cabeza de abajo, use el carro de mi padre para salir a buscar mujeres con la excusa de que solamente quería ayudar con las compras a mi madre, pero realmente antes de ir por las compras, me paseaba por la zona de los burdeles para admirar a las mujeres XXX.
Me encantaba como se veían, vestidas provocativamente, a mí me excitaba como se vestían, usando zapatillas altas, con tops cortos, mini faldas, vestidos pegados, escotadas y maquilladas, nunca comprendí esa parte de mi, no me creía homosexual, pero me excitaba poder verme así, aunque hasta ahora nunca lo había hecho, supongo que sería autodenominado como un travesti si lo hiciera.
Pase entonces por la zona XXX, mi corazón latía rápidamente, sentía como el sudor escurría por mi piel, era una sensación francamente perturbadora, no entendía la intensidad con la que mi cuerpo reaccionaba al ver a esas mujeres, también sabía las consecuencias de meterme a la cama con mujeres como esas, pues podría pescar alguna enfermedad, fue entonces que durante unos meses, simplemente me divertía de pasar en el auto y mirarlas como si de un espectáculo se tratase.
Fue entonces que note la presencia de las miradas de aquellas mujeres sobre mi, no había sido muy discreto y ahora estás personas conocían mi presencia, ya me tenían identificado, pues era llamado el chico del Carro Rojo, eso lo supe después, cuando a la siguiente vuelta, una de ellas me grito a lo lejos.
-¡Ya llegó el chico del Carro Rojo! -
Y todas se comenzaron a reír y a mirarme, yo me moría de la vergüenza, quería salir huyendo de ahí, pero me había atorado con el tráfico que se encontraba en el área, pues era una zona frecuentada y a la vez solitaria, ya que era usada como vía alterna de otra avenida que seguía, luego de unos minutos, logré escapar de ahí cuando y estaban muy cerca de mi, al menos dos mujeres vestidas de la manera más morbosa posible acompañadas de un sujeto vestido de negro y bastante tenebroso.
Mi miembro estaba erecto, mi corazón hacia estremecer todo mi cuerpo, pero seguir con vida me importaba más que cualquier acto de lujuria.
Pasaron varias semanas luego de ese terrible capitulo de terror, tenía bastante miedo y aunque tenía muchas ganas de ir en busca de señoritas, mis nervios me decían que no fuera, pero a mis padres se les había hecho bastante extraño el hecho de que ya no quisiera salir y menos a ayudar en las compras, hasta que mi padre hablo conmigo y me pidió de favor que fuera por las compras de la semana, ya que tenía muchas ganas de volver a ver a esas mujeres y de que las compras me quedaban de camino, acepte ir con tal de poder admirar a aquellas musas una vez más.
Tenía miedo de ser reconocido, pensaba que como ya habían pasado varios días desde esa última vez, tal vez ya no se acordarían de mí.
Pero todo eso se volvió un mal trago minutos después, cuando había girado en dirección hasta el burdel, que al entrar, rápidamente unos sujetos me miraron profundamente y después de avanzar ya con mucho miedo, el tráfico había hecho de las suyas.
-¡Hola amor! -una tipa se encontraba hablándome desde la ventana de la puerta de al lado -
No entendía como es que había llegado tan rápido, que ni siquiera la vi antes de quedarme parado, era como si mágicamente estuviera esperándome, y, aunque trate de no ser reconocido al subir los vidrios del carro, el intentó había sido inútil.
-¿Qué pasa amor, porque te quedas cayado?, no muerdo ¡Jejeje! -
-¡Eh, no no, por nada señora! -le decía bastante nervioso -
-¡Es bueno verte de vuelta por aquí!, Hace mucho que no nos venías a visitar, te estuvimos esperando -
-¿Qué, yo?, no se de qué hablas, yo no te conozco ¡Jajaja! -
-Mira, sabemos que te encanta mucho ver mujeres exóticas, y sabemos muchas cosas más de ti... -
Ella había dicho mi nombre, pero mi mente estaba en blanco, me sentía bastante nervioso, pensaba en que ya estaba acorralado y no tenía escapatoria, pensé en tratar de huir, de arrancar el motor y escapar, pero una fuerza extraña me lo impedía.
-¡Vamos!, estaciónate por aquí, verás que te vas a divertir -ella me decía aún insistiendo -
Lo peor es que me sentía tan sumergido en mis deseos que no me negué para nada, avance unos espacios hasta estacionarme y con mucho miedo baje del auto, camine hasta la entrada del burdel, miraba todo con bastante miedo, jamás había observado tan detenidamente este lugar, simplemente pasaba de corrido, solamente quería ver a las chicas, también era la primera vez que podía admirar el enorme anuncio de el burdel.
"El Cabaret de Madame Pisanov"
(Dónde tus fantasías se vuelven realidad)
Seguí avanzando hasta donde ya me esperaba aquella chica, me tomo de la mano sintiéndome satisfactoriamente.
-¡Ven lindo, no te haremos daño! -
La mujer me llevaba como un niño chiquito, mientras sentía como todos me veían, sentía tanta vergüenza, incluso, de ver cómo los conductores y sus pasajeros quienes pasaban en el coche me miraban como espectadores de mi show al entrar a tener sexo con una mujer, está sería mi primera vez.
-¡Que te diviertas amiguito! -una mujer vestida de rojo me decía -
Parecía ser la mujer que mandaba en aquel sitio, era madura, pero no tanto como para ser una anciana, con un cuerpo bastante definido, con buenos atributos que encantaba como si te estuviera hipnotizando, tenía en cabello rojizo y hasta ahora que lo recuerdo tenía los ojos verdes que se tornaban rojos oscuro, no me pregunten cómo es que eso era posible, simplemente lo recuerdo y hasta ahora lo vivo todavía.
Al final de cuentas, ya estaba ahí, siguiendo a la chica bastante linda que me había tomado como su presa, nos adentramos en aquel sitio, de fuera parecía una simple estructura en deterioró, pero por dentro parecía un palacio que albergaba príncipes y doncellas, entramos a una habitación que lucía como si fuera un cuarto virreinal, adornado con decoraciones barrocas y relucientes incrustaciones de oro y piedras preciosas, con telas de seda y aroma a lavanda.
Mis nervios habían reducido convenientemente, parecía que mi cuerpo se adaptaba más a la presión que me hacía sentir aquella chica, quien poco a poco me hacía sentir más cómodo ante su seductora actuación.
Ambos nos desvestirnos y lentamente comenzamos a tocar nuestros cuerpos, ella parecía darme toda la libertad para hacer con ella lo que quisiera, reiterándome su conocimiento sobre mis profundos deseos, ella parecía saber lo que me encantaba de este sitio, de la forma en que su cuerpo se veía, vestida con ese outfit tan exótico y vulgar, poco a poco nuestro calor se hizo más fuerte y con cada roce que frotaba cada uno con las manos, se hacía sentir la pasión y el deseo despertándose hasta llegar a su máximo clímax.
Pero en el momento en el que había llegado al orgasmo, luego de haber pasado por todo lo anterior, sin aún creer que yo podría tener un momento de pasión como el que acababa de pasar, mi mente se detuvo congelada por la dopamina haciendo que dentro de mi despertara una visión astral en la que mi cuerpo comenzaba a sufrir una especie de metamorfosis que aún no reconocía.
Los segundos que había durado aquel orgasmo parecían haber sido horas, pero entonces, el suspiro de aquella chica resoplo en mi rostro, quien se encontraba igual de exaltada que yo, suspirando paulatinamente, hasta que entonces ella me miró y sonrió haciendo un recorrido con sus ojos sobre todo mi cuerpo.
Pero entonces, vire mi mirada en dirección hacía mi pecho en dónde ahora sorpresivamente se encontraban un par de senos pegados a mi pecho, los cuales estaban siendo acariciados sutilmente por sus manos, sentí como mi cuerpo se estremeció ante su tacto y me ruborice ante la ilógica sensación de lo que estaba pasando, tan solo podía escuchar como mi boca exhalaba un par de gemidos en forma de suspiros que lentamente embargaban todo mi cuerpo.
Podía sentir como me retorcía sobre la cama, mientras que aquella chica seguía divirtiéndose mientras tocaba mi cuerpo, sin yo reconocer que era lo que ella tocaba de mi mismo, pues sentía cosas que antes no estaban ahí, en lo que reconocía como mi entrepierna la cual parecía estar totalmente hueca, sentí un cosquilleo proviniendo de ese lugar lo cual me provocó una helada sensación de misterio y perturbación, pues no sentía nada de mi antiguo órgano en aquella parte entre mis piernas, si no como si otro órgano se hallara ahí, puesto, provocando todas esas sensibles emociones que recorrían todo mi cuerpo.
-¡Te vez bastante excitada amor! -ella parecía divertirse, como si yo fuera un juguete al cual manipular, pero lo extraño era la manera en la que se había referido a mi persona -
-¿De qué estás hablando? -escuchaba mi voz extrañamente femenina salir de mi boca -
-Pronto lo averiguaras, aunque supongo que tú ya lo sabes -
Ella se deslizó fuera de la cama, tapando su cuerpo con las sábanas, mientras tomaba sus cosas y se dirigía al baño para volver a arreglarse y salir en busca de otro cliente satisfecho.
Fue entonces que me había quedado solo en la cama, podría sentir como extrañas sensaciones recorrían todo mi cuerpo, así como podía ver qué mi cuerpo ya no parecía ser el mismo, pronto sujeté los nuevos delicados senos que tenía en mi pecho, los cuales rebotaban turgentemente en mi pecho provocando un cosquilleo particular, mientras apreciaba la sensible y suave elasticidad que tenían, note como el resto de mi cuerpo también había adoptado otra figura, luego de tener un cuerpo masculino, ancho y robusto, ahora tenía una cintura y caderas perfectas, con una encorvadura bastante femenina, mi piel se sentía suave y tersa, estaba lisa y perfumada, tenía unas manos finas y delicadas, con unas uñas bastante alisadas y bonitas.
Con mis manos recorrí todo mi cuerpo dejándome persuadido por las sensaciones, hasta llegar a ese monte de Venus que se hallaba en mi entrepierna, lo cual me hizo estremecerme ante la desesperación de ya no tener aquel órgano que antes habitaba en esa zona, podía sentir como aquella parte me hacia estremecer por todo el cuerpo, estaba apretada, bastante tierna y sensible, gemía sutilmente al frotarla, finalmente, me levanté de la cama caminando extrañamente, pues mi gravedad era distinta luego de sufrir todos aquellos cambios, los cuales hasta el momento y por alguna razón no me importaban como algo preocupante, pues imaginaba como si aún estuviera dentro de un alucinante sueño.
Camine en dirección hacia el gran espejo que se hallaba en la habitación, logrando apreciar mi bella forma femenina, era una chica bastante hermosa, con buena figura y un rostro precioso, podía sentir como todo lo que veía frente a mi eran tan real, comenzaba a reaccionar mientras tocaba el espejo con mis manos, posteriormente toque mi nuevo cuerpo sintiendo todas aquellas conexiones una a otra, realmente me había convertido en una chica, la desesperación comenzó a abrumarme, tenía que buscar la manera de volver a ser yo.
-¡Oye tú!, ¿Qué es lo que me hiciste? -le gritaba a la chica quien aún se escondía en el baño -
-¡Oye, tranquila princesa! -ella respondía con cinismo -
-¡No necesito estar tranquila, necesito respuestas! -
-¡Relájate!, es normal te sientas así, es tu primera vez aquí, así es la magia de la Madame Pisanov -
-¿La Madame Pisanov? -
-¡Si, así es!, fuiste tan sospechoso durante todos estos meses que a la Madame no le gustaba que alguien simplemente se atreviera a tratarnos como un show, ella sabe lo que todos quieren y ella sabía que tú deseabas ser una de nosotras, eso pasa con algunos de los chicos u hombres que vienen a divertirse con nosotras, muchos se van y otros se quedan, convertidos en sus más profundos deseos, ahora tú eres una más de nosotras, y no hay nada ni nadie que lo pueda cambiar -
-¡Espera!, ¿Me estás hablando enserio?, no puedo estar aquí, necesito salir de aquí y no como una mujer, tengo que regresar a mi casa, con mis padres, ser un chico normal -
-¡Lo siento!, pero una vez que estás aquí, ya no hay salida, si abandonas a la Madame, sufrirás más consecuencias -
-¿Entonces qué es lo que tengo que hacer? -
-Obedecer a la Madame y satisfacer a los clientes, actuar como la puta que tanto deseabas ser y complacer los más absurdos y perversos deseos -
-¡No, tu no me puedes hacer esto!, me trajiste hasta aquí con malas intenciones -
-¡Yo no te traje aquí!, tu misma regresaste hasta nosotras, yo solamente fui la intermediaria para que ese proceso sucediera, tanto nos veías y nos deseabas que te convertiste en una de nosotras -
La chica terminaba mientras salía de la habitación, entonces una mucama entro a la habitación entregándome un paquete, en el venían mis obligaciones, mis derechos y deberes, mi nuevo nombre eh identidad, además de mis nuevas pertenencias, esta habitación ahora era mía, en ella se encontraba todo, desde mi ropa íntima, juegos sexuales, mis pertenencias, vestidos, tops, faldas, zapatillas, cualquier outfit que debía de usar el resto de mis días, todo esto era parte de la magia de la Madame Pisanov, pues esta habitación había sido creada solamente para mí y mi deber era traer hombres aquí para cumplir con sus más oscuras fantasías.
-¡Hola amor!, prometo que te haré disfrutar una máxima hora de placer, acompáñame, ¡No te vas a arrepentir! -
-Kary-
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarPues realmente esta historia no es de Chris Pisanov, fue una idea que me surgió inspirada en el TG Cabaret, pero solamente creándola como personaje o como es el caso el articulo principal de la historia.
BorrarEse blog tenia un resto de caps que me gustaban mucho, lastima que no las gaurdé :c
ResponderBorrarEs una lastima q no se hubieran guardado, yo trate de buscar la historia del chico q consigue una lámpara para irse a un mundo donde solo estén mujeres pero hay tantas caps q no la conseguí 😓😓
BorrarTa chido una pregunta volverás a ser esas capa donde tú eliges el final como el de reloj o el puesto de películas?
ResponderBorrarX2
BorrarEn vez de que me digan algo sobre la maldita historia pfff...
ResponderBorrarComo extraño ese blog, era lo mejor :(
ResponderBorrarYo, por edad, conocí de refilón la página del cabaret de Chris.
ResponderBorrarEsa página fue una de las pioneras y de las que nos abrió el camino a los blogs que llegaron después.
Me parece justo y muy destacable, que la gran estrella de los blogs actuales (Karina) rinda homenaje a los pioneros que nos precedieron.
Un detalle muy bonito Kary
Amo q le hicieras un homenaje tan bonito :) ame la historia, muy atrapante 😊💗 ..
ResponderBorrarMe Ha Encantado Está Historia, Disfrute El Leerla Con Cada Línea, Cada Párrafo. Me Atrapó Tanto La Historia Que Incluso Me Sentí En La Piel Del Protagonista...
ResponderBorrarme encantan tus historias, de hecho gracias a ti eh decidido abrir mi propio blog. gracias kari por ser una inspiracion
ResponderBorrarGracias por la historia
ResponderBorrarGua, me gusto como manejaste la historia!!
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