Diario dĆa 12
Finalmente llagamos a casa, esta vez lo hare bien, no cometerƩ
los mismos errores que con la primera, aprendĆ mucho de mi linda Susi, esta vivirĆ”.
Eh tenido tiempo de planearlo todo, ya tengo la habitaciĆ³n
lista, no hay forma de que escape, maƱana quizƔ le presente a su compaƱera, le
gustara saber que no es la Ćŗnica en su tipo.
¿¡que puedo decir?
Tengo una misiĆ³n, soy un buen hombre, encuentro a chicas asĆ,
confundidas y perdidas, todas ellas terminaron asĆ, eran hombres, pero ese no
era su destino, ellas eran dƩbiles, era su destino ser mujeres, yo las
encuentro y las libero, le hago ver que nunca estuvieron destinadas a ser
hombres, arreglo el error de la naturaleza, solo mĆrenla, cuando la saque de la
camioneta estaba asustada como un gatito, ella nunca debiĆ³ ser un hombre.
AdemƔs, no es lista como para ser un hombre, cuando la saque
de la camioneta ella quiso gritar, no entendiĆ³ que la traje aquĆ, porque aquĆ no
hay quien la ayude.
Le explique las reglas, le dije que no pidiera ayuda, le
dije que eso solo me molestarĆa, y que ella no querĆa molestarme.
Solo mĆrenla, es demasiado bonita para ser hombre, esta
es una de las buenas.
Ella ya entendiĆ³ que molestarme solo la lastimara, ya entendiĆ³
que a partir de este momento solo es mi esposa.
EntendiĆ³ que su trabajo es solo eso, ser mi esposa,
limpiar mi casa, preparar mi cena, lavar mi ropa y si la dejo, llevar a mis
hijos, todo gracias porque yo fui quien la libero, solo porque yo soy su
salvador.
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