¡𝑼𝒏𝒂 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒂 𝒗𝒊𝒔𝒕𝒂!

 

Luego de haber pasado tiempo de aquel fatídico accidente, mis padres habían hecho todo para que pudiera recuperar la vista, pero era complicado, tenían que hacerme un reemplazo de retinas, un procedimiento muy difícil que requería de un par de implantes nuevos y sanos, afortunadamente y de manera inesperada, un par de retinas llegaron para salvarme la vista, el procedimiento fue todo un excito y finalmente, al abrir los ojos pude ver, o al menos eso era lo que yo creía.

Mire con lágrimas en los ojos a mi alrededor, miraba a mis padres, llorando muy felices, todo iba muy bien, hasta que, ¡Senos!, miraba un par de senos en mi pecho, eran senos de mujer, todos me miraban extrañados, tocaba mi pecho sin razón alguna, miraba por todos lados, corrí al baño angustiado, entonces, una hermosa chica estaba frente a mí, era hermosa, una bella chica rubia y con buen cuerpo, tocaba el espejo y tocaba mi cuerpo, no entendía lo que pasaba, podía sentir como esos senos se encontraban en mi pecho, sentía una fuerte erección en mi entrepierna, sin embargo, al mirar, no se encontraba nada más que un extraño y hueco vacío en su lugar, una rosadita y caliente vagina entre mis piernas, frotaba de ella extasiado, mientras que nadie entendía lo que pasaba, -¡Mama, papa, me convertí en una mujer! –, ellos miraban al doctor consternados, ellos miraban a un chico normal, desnudo y tocándose con mucha perversión todas sus partes, el doctor tampoco lo entendía, pero era normal, todo se trataba de una ilusión provocada por la memoria de aquellas retinas que me había puesto en los ojos, eran de una chica, ella acababa de morir y muy seguramente en sus retinas habían guardado su imagen, ella vivía en mí y yo podía verla completamente a mi antojo, pero la sentía parte de mí, como si fuera ella, podía tocarla y sentir todo de ella, sus pensamientos, sus sensaciones y sus sentimientos, el doctor había dicho que esto sería algo temporal, pero por más que el tiempo pasaba, yo seguía mirando a esa chica en mí, seguía mirando esos lindos senos en mi pecho, cada que miraba hacia abajo y miraba esa deliciosa vagina entre mis piernas, jamás hubo remedio, mientras que para todos sería un chico normal, en mis ojos vería en mi cuerpo a esa hermosa chica por siempre.