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domingo, 30 de octubre de 2022

𝑻𝑮 𝑶𝒄𝒕𝒐𝒃𝒆𝒓 27 -𝑯𝒂𝒍𝒍𝒐𝒘𝒆𝒆𝒏-

 


 TG October 27

-Halloween-


Por motivos de dinámica, adelante este TG October del que aun falta antes de este.


Para esta ultima historia del TG OCTOBER, Kata la bruja había llegado luego de su estremecedora batalla hasta una escuela, donde quería dejar su ultima estrategia para adquirir energía.

Kata llevaba una caja grande en la que venían muchos disfraces, de diferentes tipos, aunque no especificaba cuales, solamente le faltaba saber como manipular las cosas a su antojo.

De repente, Kata noto como una mujer estaba llorando preocupa en la cera sobre la banqueta, al verla, decidió que ella podría ser parte de su plan, tranquilamente se acercó y comenzó a platicar con ella.

- ¿Qué te pasa hija? –Kata preguntaba sonriente y nada sospechosa.

- ¡Hola, perdón!; ¿Quién es usted? –la mujer respondía.

- ¡Jajaja!, solo alguien que tiene un plan para ti.

- ¿A qué se refiere?

- ¡Me gustaría que me ayudaras con una pequeña fiesta de disfraces para Halloween!, ¿Le entras?

La mujer levantó la mirada hacia la caja que no había notado, teniendo curiosidad, de inmediato su rostro cambio de tristeza a una de alegría, precisamente necesitaba una idea para una fiesta escolar para Halloween, el director le había encargado la tarea y no sabía que carajos hacer.

- ¡Por supuesto, gracias, es justo lo que necesitaba!

La chica como la caja sintiéndose extraña, mientras que Kata se alejaba sonriendo con maldad.

Al siguiente día, los chicos se reunieron para la clase de la profa Angela, quien se veía ansiosa y feliz, así como también notaron la enorme caja en su escritorio.

- ¡Buenos días profa!, ¿Qué tiene en esa caja? –Los alumnos preguntaron mientras que la maestra ansiosa respondía.

- ¡Siempre si haremos nuestra fiesta de disfraces! –La mujer respondió con un grito, pues ella era la encargada de conseguir los disfraces, pero sin dinero y con poco tiempo no tenía solución, la iban a despedir, ya que el director era estrictamente injusto.

- ¡Qué bien! –Todos respondieron.

-Cada uno va a tomar un papelito de esta tómbola, (bote de premios) y el personaje que les toque será su disfraz para la gran fiesta de Halloween –la maestra les contaba mientras que también les dictaba un par de reglas para el juego de disfraces –Pero hay un par de reglas para esto.

Los trajes son mágicos y estos tendrán un efecto duradero hasta las 12 de la media noche, si pasado de esta hora aun siguen con sus disfraces, el efecto en ellos se volverá permanente.

Debido al efecto mágico en ellos, deberán tener cuidado con todo lo que hagan y decidan hacer durante ese tiempo, ya que todo tiene consecuencias.

“Tu eres uno de esos estudiantes, imagínate que regresaste a la preparatoria, si es que ya eres un anciano xD”

Miras la caja y la tómbola de la maestra, ya es tu turno y te acercas nervioso, o nerviosa, no sabes que te puede tocar, ¿Se supone que te pongas un disfraz que al azar te salga?

Sin saberlo, llegas a la tómbola e introduces tu mano nervios@, mientras que todos tus compañeros te miran, la maestra te observa curiosa y alegre.

Entonces, tomas el papelito que creías que sería el bueno, pero al abrirlo te aparece el nombre de……

(GIRA LA RULETA Y LUEGO OPRIME UNA DE LAS IMÁGENES DE DEBAJO DE ACUERDO AL PERSONAJE QUE TE HAYA APARECIDO)






"Participen"


 




















"Participen Por Favor"


miércoles, 26 de octubre de 2022

𝒁𝒐𝒎𝒃𝒊𝒆

 

 TG October 25

-Zombie-


Mientras Siniestra la demonio Ama de los Espectros luchaba mortalmente contra una de sus más poderosas enemigas, múltiples espectros o, mejor dicho, almas negras en pena comenzaban a emanar de la tierra.

Cada uno dirigiéndose hacia un cuerpo en algún ataúd, tuviera carne o solo huesos, de cualquier forma, la magia oscura del demonio provocaría que sus nuevos cuerpos se regenerasen para subsistir entre los vivos.

- ¡Ahhh, estoy vivo, finalmente!, ¿Pero qué es esto?, ¡Tengo el cuerpo de una niña!

Gustavo era chico de 24 años, quien era un asesino perteneciente a una banda callejera, en la que había cometido múltiples delitos de homicidio y robo a mano armada, además de detenciones por peleas callejeras y venta de narcóticos a su temprana edad.

En 1985, Gustavo se encontraba preparándose con sus amigos adentro de una camioneta, cuando otra misma llegó trayendo a otro grupo delictivo en busca de pleito, derivando así, una batalla campal entre los dos grupos criminales culminando en la muerte de varios de los integrantes de ambos bandos.

Siendo Gustavo uno de los fallecidos en el tiroteo, su familia se enteró de la noticia, quienes no estaban del todo tristes por su fallecimiento, ya que era la oveja negra y no deseada de la familia, dándole una simple sepultura sin importancia ni pena.

Pasando muchos años vagando en pena entre los vivos y los muertos, como un simple espectro más esperando a que su energía volviera a la vida para continuar con sus deseos y crueles actos.

Cuando su ahora ama y señora, Siniestra realizó la invocación maldita, Gustavo sintió como su alma ya denigrada y oscura se elevaba de entre las sombras como un vil espectro, introduciéndose al azar en el cuerpo de un muerto enterrado, pues, no tenía que ser precisamente su verdadero cuerpo al volver del más haya.

Una vez que entró en el ataúd dentro de la tierra, Gustavo fue absorbido sin conocer la identidad del cuerpo en el que había sido obsequiado, al despertar, su cuerpo comenzó a regenerar varias partes ya dañadas y consumidas por los gusanos, aunque su cuerpo parecía ser el de alguna persona joven.

Paola era una chica de escasos recursos, quien siempre trataba de salir adelante y estudiar para obtener un lugar importante en la sociedad, pero al ser una chica joven de 17 años, su destino terminaría de una cruel forma al ser raptada por un psicópata, quién estaba al acecho, vigilando en la oscuridad de la noche por las calles, notando que Paola se encontraba paseando de regreso a su casa luego de un largo día de escuela y trabajo.


El hombre la secuestro llevándosela drogada hasta su casa, en donde luego de violarla brutalmente, la ahorcó hasta matarla y luego cortado su piel hasta desangrarla.

EL hombre la botó en un basurero, dentro de una bolsa de basura tal y como le complacía hacerlo con sus víctimas y fue encontrada poco después por los jóvenes que recolectaba la basura, devolviéndola a las autoridades quienes la entregaron a su familia, los cuales quedaron destrozados dándole su merecida sepultura.

El caso había sido reciente, por lo que el cuerpo de Paola no presentaba mucha descomposición, aun así, sus células fueron regeneradas por la magia oscura de Siniestra quien otorgó su cuerpo a uno de sus espectros.

- ¡Ahhh, me siento tan extraño!, llevó muchos años muerto sin sentir el calor de un cuerpo humano, tanto que ni siquiera recuerdo cómo se sentía ser un hombre, pero, este cuerpo es mucho más sensible de lo que recordaba haber sentido cuando era un hombre vivo.

Gustavo miraba hacia su cuerpo, vestido como si fuera una señorita, sentía su cuerpo joven y sensible, acarició sus senos experimentando cosas diferentes y muy extrañas, aunque para él era nuevo todo esto de ser una mujercita, lo cierto es que no le era diferente a recordar cómo era tener un cuerpo masculino.

Gustavo intentó caminar, tenía una misión que ejecutar, pues todos los zombis temporales se debían de unir a la lucha por su ama, quien necesitaba que se fueran sobre la poderosa bruja para asesinarla.

Esta, se había dado apenas hace unos momentos a la fuga, tenía que llegar hacía donde se encontraba la niña que había encontrado su libro especial antes de que la gente de Sirius lo encontrara.

Pero, Gustavo, así como muchos otros espectros, pensó que era una mejor idea aprovechar esta segunda oportunidad de vida y alejarse de la ridícula batalla solo para explorar su nuevo cuerpecito.

Gustavo notó que muchos otros escapaban con sus nuevos cuerpos, dándose la vuelta también para darse a la fuga.

- ¡Malditos imbéciles!, ¿Qué están haciendo?, ¡Vayan tras esa maldita anciana! –Siniestra se retorcía del dolor que las ramas provocaban en su cuerpo, apenas pudiendo entonar unas palabras malditas para sus hechizos demoniacos, cosa que no resultó, pues todos sus esclavos espectrales se dieron a la fuga con la maldición que les había dado en sus nuevos cuerpos.

Las ramas estaban haciendo lo suyo y Spectra comenzó a sentir como su cuerpo era absorbido por la tierra, de repente, estas comenzaron a incendiarse hasta quemar todo su cuerpo, pero eso no había sido suficiente, terminado por romper las ramas con uno de sus bastos ataques, escapando con múltiples heridas sin tener ganas de continuar por ahora la batalla, la mujer espectro cruzó uno de sus portales sombra y se dio a la fuga, no sin antes romper el hechizo como venganza, hasta la próxima luna llena.

Gustavo caminaba por toda la ciudad, en medio de la noche, no sabía que hacer ni adónde ir, solo sabía que tenía hambre y debía de encontrar en dónde refugiarse, ni siquiera sabía si tenía una familia el cuerpo en el que ahora habitaba y lo preferible sería no regresar con ellos, pues no querían una hija zombi.

Gustavo vagó por las calles un largo rato hasta que llegó a donde antes había pasado su juventud, en aquel barrio con su pandilla, dándose cuenta de que ahora solo era una zona de prostíbulos y cabarets, donde en primera instancia, quiso ver si había putas para cogérselas, debido a sus instintos de hombre que aún tenía en su alma, pero al recordar su nuevo aspecto, Gustavo comenzó a sentir pánico al saber que solo había sido una muy mala idea.

- ¡Hola mamacita!, ¿Qué hace una niña tan bonita como tu perdida en un lugar como este? –Checo, un halcón de la zona miraba a la chica sospechosa.

- ¡Nada, me equivoqué, me tengo que ir! –Gustavo respondía sintiéndose intimidado debido a su cuerpo.

- ¡Tranquila mi reina!, no te voy a hacer nada, pero, ¿Sabes en donde estas?, ¡Yo puedo ayudarte si eso es lo que quieres jeje…!

- ¡No gracias, me iré rápido!

Gustavo comenzó a correr, aunque sus pequeñas zapatillas no le dejaban avanzar rápido y terminó por tropezarse, el chico tatuado se acercó a la ahora chica como un completo depravado en busca de violarla.

- ¡Suéltame imbécil!, no sabes quién soy yo, te puedo matar de un navajazo si quiero.

- ¡Jajajaja, por favor!, una niña tonta como tú no creo que mate ni una mosca; ¡Ya déjate!, que bien que sabes que eso es lo que quieres.

- ¡No, ayuda, este idiota me quiere violar!

Gustavo se sentía como una tonta niña indefensa, sus fuerzas no eran las mismas que tenía cuando era hombre, pero necesitaba escapar cuanto antes, sobre todo, luego de ver como este sacaba su miembro para penetrarla a la fuerza.

- ¡Alto ahí! –decía la profunda pero suave y poderosa voz de una mujer.

- ¿Qué quieres, otra vez…? –Checo renegaba al conocer la voz de aquella mujer.

Gustavo miraba como el tipo que intentaba violarla temblaba de miedo, luego, ambos miraron hacia la enorme puerta de la entrada de un prostíbulo a no muchos metros de la zona, este emanaba una luz de color rosa intenso como neón y el resto del edificio parecía una enorme mansión que servía como uno de los cabarets más famosos y codiciados de la zona.

- ¡Lárgate antes de que te convierta en una de mis putas! –Le Madame respondía.

- ¡Mierda, haz lo que quieras!, siempre me quitas la diversión maldita bruja –Checo maldecía a la mujer con coraje para luego irse enojado y con ganas.

- ¡Disculpa…!, ¿Y tú quién eres? –Gustavo preguntaba impresionado del poder que la mujer tenía sobre el tipo, además, de sentirse atraído fuertemente por la hermosa imagen de diosa que tenía.

- ¡Se dice gracias, cerdo malagradecido! –Le Madame dictaba.

- ¿Cerdo?, ¡Espera!, ¿Por qué me dijiste cerdo?

- ¡Porque lo eres!, ¿Acaso crees que no sé quién está dentro de ese cuerpo que ahora tienes?

- ¡Entonces!, ¿Sabes que no soy esta niña?

- ¡Por supuesto!; ahora, ¡Lárgate de aquí!, antes de que uno de estos imbéciles trate de violarte o de matarte otra vez, es un lugar muy peligroso, aunque debido a tu historial dudo que eso te importe.

Gustavo estaba impresionado, la mujer parecía ser una diosa o una especie de bruja que sabia todo, incluso, pudo saber que el no era aquella niña bonita en la que ahora vivía, además, parecía saber que había hecho de su antigua vida de criminal.

- ¡Espera, no tengo a donde ir! –Gustavo gemía triste y convincente.

- ¡Esta bien!, igual podría…, darte trabajo en mi Cabaret.

- ¡Gracias, espera…!, ¿Me vas a tener de puta?

- ¡Pues claro que si amor!, de eso se trata mi negocio, para comer, coges por dinero o no hay trato.

- ¡Mierda…, pues ya que!

Gustavo le respondía a la diosa luego de ver como unas hermosísimas mujeres como afroditas entraban y salían del Cabaret, ansioso y deseoso, no le importaba mucho saber cuál debía de ser su labor ahora en adelante.

-Y a todo esto, ¿Cómo te llamas amor?

- ¡Primero que nada me respetas!, no me llames amor ni bebe, ni preciosa, soy una de las brujas antiguas más poderosas de la humanidad, mi nombre, es algo que te debes de ganar, no se lo digo a todas ni dejo que todas me llamen de esa forma, ¡Para ti!, solo soy Le Madame, ¡Quedó claro!

- ¡Si Madame!

Gustavo estaba impresionado con el gesto frívolo y fuerte que tenía la gran señora, debido a su discurso, ahora entendía que debía de tener mucho cuidado, todo por escapar de una bruja terminó con otra igual o quizás más maldita que la otra.

La mujer la presentó con todas sus ninfas, hermosas mujeres que albergaban toda la gran Mansión de Le Madame, también, en el lugar se hallaban decoraciones de gran fortuna para enfatizar más sobre la grandiosa y poderosa que era la ama de todas aquellas mujeres que ahora se encontraban bajo su merced, quienes no le temían, sino respetaban como una madre.

Una de las sirvientas llevó a Gustavo a su nueva habitación, donde seria su también lugar de trabajo, el lugar parecía moderno y completamente femenino, una cómoda cama, una regadera con tina, una televisión entre otras cosas como si fuera su estancia para toda la vida, con absolutamente todas las comodidades posibles.

Gustavo estaba impresionado, creía que haya encontrado un gran tesoro, pues parecía tenerlo todo, nada le haría falta en un lugar como ese donde la tratarían como una reina, pues ahora era una chica.

Al poco rato de explorar toda su nueva habitación, que más bien aprecia todo un departamento, Gustavo se dio un baño para quitarse todo lo muerto de encima, literalmente, pues aun así tenía restos de material orgánico en todo su cuerpo desde que había salido de aquella tumba con el cuerpo que ahora tenía.

Al ver en su ropa, notaba que tenía muchos vestidos, blusas, tops, tangas, brasieres, jeans, faldas, bragas etc., además de zapatillas muy femeninas, Gustavo no estaba de acuerdo con el hecho de usar ropa de niña, sobre todo si lo haría ver como una puta, pero no le quedo de otra, ya que desafortunadamente ahora tenía el cuerpo de una señorita.

Luego de probarse su nueva ropita, unas chicas llegaron para ayudarle a aprender a peinarse y maquillarse, teniendo que aprender todo sobre como ser una mujercita, aunque no le pareciera, además de, enseñarle a cuidar su cuerpo, así como defenderse de algún cliente, lo cual atardeció sus sentidos, luego de escuchar esa palabra.

- ¿Cliente? –Gustavo respondía nervioso.

- ¡Sí!, vienen todos los días, todas las noches, gordos, viejos, negros, blancos, ricos y pobres, casados, divorciados, fetichistas, de todo un poco y de todas partes, tan solo para disfrutar de nuestros cuerpos.

Gustavo comenzaba a negarse a creer en la idea de continuar en ese lugar, pero Le Madame ya lo había vestido y dado de comer, ahora le pertenecía y no podía negarse.

La ahora chica admiró su cuerpo en el espejo, aun le faltaba un hombre de chica, pues no conocía nada de su anterior vida.

- ¡Me llamaré Kasandra! –Gustavo les decía a las dos nenas super sexys.

- ¡Como tú quieras!, pero ya sabes las reglas y lo que debes de hacer una vez que el cliente termine.

Kasandra escuchaba a las dos mujeres algo extrañas pero hermosas, luego tomo el aparato que llamaban celular y comenzó a explorar su funcionamiento, notando que ahora con esa cosita se podían tomar fotos, inmediatamente, luciéndose y presumiendo su cuerpo con varias de ellas ya que se encantaba de ella misma.

Gustavo sabía que ahora su vida dependía de ser una hermosa señorita, una putita capaz de complacer a los hombres.

Luego de unas horas, Le Madame llamó a todas sus ninfas a la recepción, donde ya se encontraban algunas esperando en fila para abrir las puertas del Cabaret, donde comenzarían a recibir muchos clientes.

Kasandra bajó de inmediato mirando todo el escenario, su cuerpo se puso tenso, estaba realmente nerviosa, los hombres comenzaron a fijarse en ella, notando que era una chica nueva, completamente tierna y muy tímida, cada uno se acercó a la chica siendo el centro de atracción, pero de inmediato, Kasandra comenzó a actuar desinteresada y muy rejega, pues no quería estar en esa situación, no había pedido renacer en un cuerpo de chica y prácticamente se sentía como un zombi.

Hasta que finalmente un hombre fue el que logró decidirse por ella, ofreciéndole mucho dinero a Kasandra, quien algo errática, solo se limitó a sonreír, pero al ver el buen fajo de billetes que le pagarían por solamente tener una noche de sexo con su nuevo cuerpo, inmediatamente, Gustavo pensó que tenía una mina de oro en sí mismo.

Apenas habían comenzado a besarse la nueva Kasandra sentía todo su cuerpo caliente, sus caderas se meneaban de lado a lado, mientras que sus senos se ponían rígidos como cuando el pene se e ponía erecto, solo que ahora su vagina se encontraba húmeda al mismo tiempo que sus pezones estaban duros.

- ¡Estas bien sabrosa mamacita! –el cliente, un hombre gordo de unos 59 años, le susurraba con caricias en su cuello, mientras que Kasandra perdía el juicio sin recordar que antes era un hombre,

Kasandra sentía como todo su cuerpo ardía lleno de placer, era como tener una chispa de placer explotando tras otra, recorriendo todo su cuerpo causándole un fuerte orgasmo.

Al terminar, Kasandra recibió su buen pago teniendo que pagarle algo a Le Madame, pero, aun así, se quedó con una buena paga, lo suficiente como para poder empezar a usarlo para sí misma.

Con el tiempo, Gustavo amaba ser mas Kasandra que como era hace alguna vez un hombre, cosa que ya no recordaba, pues había muerto como un hombre hace muchos años y renacido como un Zombi en el cuerpo de una niña mucho tiempo después, su esencia como hombre se había perdido, ya no le interesaba mas aquella vida delictiva de vago delincuente que tenía, ahora solo le interesaba ganar mucho dinero con el trabajo en el Cabaret de Le Madame.

- ¡Jejeje!, no puedo creer que se viva tan bien siendo una mujer, de haber sabido desde hace años hubiera pedido esto a los amos del infierno, pero bueno, que mejor ahora, que me toco afortunadamente este cuerpo para volver a vivir, ¡Lastima de niña!, me hubiera gustado concerté en otras circunstancias, pero tu cuerpo ahora es solo mío.

Gustavo miraba su cuerpo Enel espejo, fascinado con lo hermosa que se veía como la mujercita que ahora era, había pasado su tiempo libre aprendiendo a maquillarse, a peinarse, salía de compras, comprando lo mejor de ropa femenina para sus gustos.

Incluso, decidió darle un mejor giro más acorde a su personalidad, llenando su cuerpo de hermosos tatuajes que le hacían sentirse aún más puta y sexy para sus clientes, quienes rápidamente alabaron lo perra que se lucia con su hermoso cuerpo plasmado del arte. 

Le Madame estaba impresionada con el cambio tan drástico que el alma de Gustavo había sufrido con el cuerpo que tenia como recipiente, la nueva Kasandra se había convertido en una de sus mejores ninfas en su famoso Cabaret.

Había pasado ya un mes desde que Gustavo había renacido como Kasandra, había estado atendiendo a unos clientes durante la noche, cuando se dio cuenta de que la luna estaba demasiado poderosa, comenzó a sentirse algo extraña, cuando de repente, juró escuchar susurrante unas palabras que resonaban de una voz muy conocida.

“Regresaras al infierno, atraviesa Luna llena”

Kasandra comenzó a entrar en pánico, su cuerpo se sentía caliente, como si algo pasara dentro de sí misma, entonces, revivió los sucesos que lo llevaron a su muerte y recordó todo lo que había vivido en el mismo inferno.

- ¿Qué tienes, qué te pasa? –Le Madame le preguntaba preocupada luego de percibir un ambiente extraño y sombrío.

- ¡No lo sé, siento que, me vuelvo a morir! –Kasandra expresaba mientras que caía al suelo.

Le Madame pensó rápidamente en lo que estaba pasando, no tanto como de su cuerpo emanaba un aura negra y muy pesada, aunque, su cuerpo no lucio deteriorado como esperaba que la maldición que tenía el verdadero Gustavo funcionara.

Kasandra comenzó a gritar de pánico, le dolía el vientre y el corazón, como si estuviera a punto de sufrir un paro cardiaco, pocos minutos después, la chica cayo desmayada, socorrida por la ayuda de algunas ninfas y de Le Madame.

Al poco rato, Kasandra despertó de un coma indefinido, que parecía infinito, pero solo había durado unas horas.

- ¿Qué paso? –preguntaba la chica alterada y mirando su cuerpo mientras que sus manos pasaban por toda su piel.

- ¡Moriste y volviste a renacer! –Le Madame respondía.

Ambas mujeres tardando platicando, sucedía que, el hechizo de Siniestra no había causado efecto en Kasandra debido a que durante todo este tiempo, ella había dejado de tener un corazón impuro, debido a todo su proceso de sanación y de manera espiritual al convertirse en una musa de buen corazón, por lo que lo que había sucedido en el momento de cobrar la maldición, era que toda su aura maligna se había extraído de su alma, dejando solo la nueva personalidad pura que Kasandra tenia como un nuevo ser de vida.

Mientras que muchos otros seres malignos que se habían apoderado de un cuerpo nuevo y renacido, había regresado al inframundo perdiendo sus recipientes, volviendo estos a quedar putrefactos y descompuestos como cuando estaban enterrados en sus tumbas, dejando muchos cadáveres y problemas en todas partes donde se encontraban, excepto y efectivamente, aquellos que si lograron salvarse como Kasandra.


PD:

Sirius estaba en camino hacia la ciudad Valera, lugar donde según el rastro, se hallaba la niña que era la propietaria del libro maldito, en el que según estaba causando grandes estragos y un enorme caos en toda l ciudad y sus habitantes.

Los hombres del sujeto, se hallaban persiguiendo a Kata luego de una intensa pelea con Siniestra, quien había cedido en la batalla, ahora solo quedaba Sirius en la carrera por conseguir la Swap Note, una reliquia maldita, un Diario leyenda que según podía causar la ruptura de la realidad misma, con tan solo escribir unas palabras utilizando tus más profundos deseos en él.

Esta era la pieza que Sirus necesitaba para lograr por fin el dominio de todo el Universo, o al menos de todo lo que hasta ahora conocía.



martes, 18 de octubre de 2022

𝑷𝒐𝒍𝒊𝒄𝒊𝒂

 


 TG October 24

-Policía-


Holita, me apena mucho tener que hacer esto, pero esta sera una versión fake, una versión beta como un demo para terminar con esta sección del tg octubre que ya me canse de continuar, me quito tiempo y demás, ademas de que no los eh visto reaccionar como esperaba con estas historias lo cual me desanima mas, comencé escribiendo una obra de arte, pero debido al tiempo y que no quiero dejar las cosas inconclusas, decidí escribirla así de rápido, ya sabrán la idea de la historia, pero en unos meses la voy a escribir como se merece ya que me parece una muy buena idea.


Pobre detective Gómez, si hubiera sabido la que le esperaba aquel día en el que aceptó la misión del Capitán.

Todo paso aquel día, cuando los secuestros de jovencitas estaban poniendo en alerta a todos los agentes policiales del país, la situación era critica y el reciente ascendido a detective, Iván Gómez había sido el elegido por el jefe para participar en una misión especial por parte del gobierno.

- ¡Iván, preséntese en mi oficina! –el Capitán le decía al hombre desprevenido y nervioso.

- ¿Dígame jefe?

- ¡Necesito que te presentes en este lugar!, mis superiores me pidieron que encomendara a uno de mis hombres en una misión importante, tendrás que ir a este sitio y hacer todo lo que te pidan, ¿Me entendiste?

- ¡Sí jefe!

El chico salía de la oficina mientras que sus compañeros murmuraban de él cómo presas envidiosas.

Iván llegó a aquel lugar pensando cual sería la importante misión a la que le habían metido, en el lugar, era una especia de batallón militar secreto en la que experimentaban con ciencia, entre muchos casos de experimentos etc.

Cuando Iván se presentó con el Sargento, el hombre lo  llevó hasta un panel secreto donde experimentaban con drogas aún desconocidas y aun en prueba.

Muchos de estos experimentos solamente eran la base para controlar en el futuro a las minorías y los grupos bélicos, tales eran los casos de venta y distribución mas ambiciosos, como lo eran los cambios de género en menor reducción de tiempo, dinero y con una eficacia del 99%, es decir, podrían convertir hombres en mujeres 100% biológicas en menor tiempo y fácilmente, así como mujeres en hombres etc.

Otros tantos experimentos eran de control mental, entre otras cosas aun no mencionadas por los expertos del lugar.

Lo que no sabían estos científicos y militares, es que todo lo que les enviaban a investigar, así como el producto y materia prima, provenían de la organización de Sirius quien ahora tenía el control de todo.

Cuando Iván fue interrogado, los científicos comenzaron a desarrollar la píldora que sus superiores les habían pedido para convertir a un hombre en una sexy mujer que fuera un tipo de espía para de esa forma encontrar a las chicas desaparecidas.

Iván no sabía nada hasta que le fue inyectado una sustancia extraña y luego comenzó a tomarse unas píldoras que le daban, a las pocas horas, el hombre noto como todo su cuerpo se transformaba en el de una sexy mujer.

Su cuerpo ardía, su pecho le dolía así como su entrepierna y su columna, todo hasta que sus senos comenzaron a crecer, su pene desapareció y en su lugar quedo una vagina, su cabello creció y entre otros rasgos femeninos surgieron en su cuerpo.

Asustado, Iván acudió con los doctores quienes ya habían visto todo detrás de una pared falsa, solo era cuestión de tiempo para que el experimento surgiera efecto y así fue.

Iván ahora había sido convertido en una sexi mujer con un cuerpo 99% biológico, pudiendo pasar desapercibido, el Capitán lo llamó inmediatamente después de esto, mirando que Gómez había sido efectivo para la misión.

Convertido en una mujercita, Iván se sentía descontrolado, los doctores le dijeron que debía de hacerse unas pruebas y lo sometieron a distintas torturas sexuales para que este se acostumbrara a su nuevo cuerpo, él no podía dejarse llevar por nada ante su deseo sexual como mujer, sin embargo, debía de actuar como una prostituta en busca de sexo y hacerle creer a todos que era una puta de verdad.

Iván comenzó a ser sometido y violado múltiples veces hasta que pudo controlar sus hormonad de mujer, también fue entrenado para ser una mujer en sociedad, logrando llevar a cabo la siguiente fase del plan de la Fiscalía.

Iván había sido entregado con un localizador neuronal, en el que rápidamente, un hombre quien era el contacto lo llevó con la organización, estos rápidamente tomaron a Ivone como su presa, creyendo este que fungiría como una prostituta.

Pues antes de todo, el gobierno pensaba que los secuestros eran por trata de blancas, sin saber que realmente, la organización de Sirius usaría a las chicas como nuevos recipientes de hombres empedernidos.

Lo cierto es que, también utilizaban como fachada a algunas mujeres para sus beneficios, logrando así, que Ivone no fuera vendida como un cuerpo intercambiable, sino como una modelo para sus pasarelas tranquilas.

Pero Ivone no estaba del todo al tanto de la situación, creyendo que todo solo era un burdel de menores de edad, hasta que comenzó a entender todo, con el tiempo, Ivone ya tenía todo relacionado, aunque aún no entendía que era eso de los cambios de cuerpo, claro que, ante su nuevo cuerpo transformado, no creía que eso fuera imposible, pero pronto, los hombres de Sirius comenzaron a sospechar de Ivone, quien ya estaba demostrando ser una impostora o una infiltrada.

- ¿Así que querías enviarles esa información a tus superiores? –Sirius cuestionaba a Iván, quien ya sabía todo acerca de la verdadera identidad de la mujer.

- ¡Suéltame!; no es lo que crees, yo soy rusa, no vine aquí a fregar a nadie.

- ¡Jajaja!; eso que te lo crea otro imbécil, pero no te preocupes cariño, aquí no vas a salir librada de nada.

Rápidamente, Sirius pidió que le trajeran un frasco, el cual contenía a un espécimen extraterrestre que quedo sobreviviente de la masacre que aquellos seres habían cometido con la invasión extraterrestre que el antiguo socio de Sirius había provocado a la tierra.

El hombre tomó el recipiente, enganchando al espécimen en una tenaza, introduciéndolo en el oído de Iván quien trataba de esforzarse por no ser sometido a una tortura, sin saber que realmente le esperaba otra cosa.


El espécimen, era una especie de gusano genéticamente modificado, el cual ahora cumplía las ordenes de Sirius, al ser introducido en Iván, este comenzó a perder el control de su propio cuerpo, de un momento a otro, el parasito comenzó a manejar el cuerpo de Ivone a su antojo, descubriendo que ahora estaba en el cuerpo de una hembra humana.

Iván estaba desesperado, sentía como todo su cuerpo era comendado por otro ser, quien utilizaba sus recuerdos y controlaba su cuerpo a su placer, el chico ahora mujer, trataba de resistirse, pero incluso, parecía que ahora actuaba como si fuera el mismo, comandado por el parasito, quien le ordenaba que hacer y decir en todo momento.

Sirius sonrió maléficamente, logrando tener a un nuevo aliado bajo si poder, rápidamente, preparo un archivo falso de todo lo que había en una nueva localización, donde los federales llegarían encontrando una falsa organización, para supuestamente detenerla y terminar con la desaparición de muchas mujeres en el país.

- ¡Muy bien Gómez, hiciste un buen trabajo! –El Capitán le decía feliz a Iván quien no sospechaba que este fuera controlado.

- ¡Muchas gracias amor…, digo, jefe!

Iván respondía en privado dentro de la oficina del jefe mientras se le insinuaba, el Capitán creía que solo era una fragilidad como mujer, comprendía que al estar transformado con esas hormonas le alteraría un poco el lívido sexual y claro que el jefe no pensaba desaprovecharlo, pues la ahora Ivone estaba bien buena.


- ¡Me imagino que quieres un puesto mejor!, ¿No? –el hombre le decía riendo sínicamente mientras acariciaba su culo.

- ¡Claro…, Capitán!

- ¡Jajaja, muy bien!, esos imbéciles no sospechan nada, muy pronto todo estará bajo mi control –Sirius se reía al ver todo lo que sucedía con su nueva infiltrada en la policía.

El pobre de Iván sentía todo lo que le pasaba a su cuerpo, sentía que quería actuar y deseaba cosas de tal forma que el sabía que no las deseaba pero las hacia como capricho del parasito que residía dentro de él, sin poder hacer ni decir la cruda verdad, Iván tuvo que ver con coraje como su cuerpo era usado para toda una infiltración que pronto terminaría con la sociedad.

PD:

- ¡Muy bien maldita!, ya me tienes harta, ¡Te voy a matar! –Siniestra le decía a Kata, quien había estado siendo derribada por la poderosa bruja.

- ¡Como tú quieras maldita! –Kata gritaba emanando un cúmulo de energía de sus manos, seguido de hacer brotar unas ramas del suelo para retenerla, que, aunque podía escurrirse como las sombras, la magia que cubría estas ramas la hacían retenerla a la fuerza.

- ¡No me quedara de otra!, ¡Espectros, vengan y utilicen los cuerpos de los muertos! –Siniestra gritaba llamando a los miles de espectros que se hallaban en el cementerio donde peleaban, esperando ser invocados para tomar un cuerpo sin alma a la fuerza y poder regresar a la vida misma hasta que la maldición de la demonio terminara.

- ¡Infeliz!; ¡Quédate con tus muertos, tengo que ir por un Diario!

- ¿Adónde crees que vas? –Siniestra gritaba aun atada mientras que algunos espectros ya habían adquirido un cuerpo a placer de su ama.

 

jueves, 13 de octubre de 2022

𝑺𝒖𝒃𝒂𝒔𝒕𝒂

 

 TG October 23

-Subasta-


Sirius se encontraba llegando a una de sus mansiones en los Ángeles, se trataba de una mansión multimillonaria y secreta donde solo asistían cierto tipo de personas con muchísimo dinero para pagar todo tipo de cosas impensables.

Estaba planeando algo nuevo y necesitaba reclutar mucho dinero como fuera posible, por ello, utilizaría una nueva técnica que estaba comenzando a manejar, no obstante, de las cirugías que salían algo mas caras, todo esto, gracias a los inventos e investigaciones que su ex aliado había estado haciendo en su ausencia.

Como, crear clones, así como poder logra intercambios de cuerpo fácilmente con maquinas que ahora sabía, eran alienígenas, utilizando así, la información sobre la creación de clones para producir cuerpos y poder venderlos en una próxima subasta para sus fines.

Jean Baptista, un importante multimillonario empresario de casinos, estaba llegando a la gran mansión luego de recibir la invitación del sujeto, como bien sabían, esto se trataría de una subasta de cuerpos, donde podrían tomar un nuevo cuerpo joven y femenino para realizar cualquier tipo de cosas en la mansión, resguardando total privacidad y con todas las comodidades.

El hombre de 55 años era recibido luego de bajar de su Lamborghini por dos hermosas escoltas, mismo que él ya sabía a qué venía todo este recibimiento, dentro de la mansión, había desde esculturas, piezas de arte con detalles bastante finos y caros, además de que albergaban en ella todo tipo de mujeres con cuerpos bastante sexys y totalmente gratas a los servicios de los clientes que también se encontraban y llegaban a la gran mansión.

Pasado algunas horas de mujeres, fiesta y diversión después, Sirius comenzó a llamar a todos los invitados para ir a un pequeño auditorio donde tenía preparada ya una larga fila de modelos, quienes de hecho habían estado paseando por toda la mansión sirviendo a los invitados.

Jean sabía que sucedería, así como los demás invitados, pues era la atracción principal del evento, mientras miraba a todas las señoritas, hubo algunas que le llamaron la atención, pero mas haya de todas esas hermosas chicas, una en especial le hizo realmente cosquillas en su pequeño ego de hombre.

Cuando Sirius empezó la rodada de subastas, todos comenzaron a aclamar el cuerpo de cada una de las chicas por las que pasaba su turno a la compra.

La idea, era subastar un cuerpo por una determinada cantidad de dinero, a cambio del cuerpo “Clon”, de alguna de las modelos que se hallaban en el mostrador del auditorio.

Los clientes pasarían una semana en el cuerpo de la chica, haciendo y deshaciendo todo lo que se les antoje más algunas cuantas opciones de diversión incluida más que podían pagar como un bonus extra si lo deseaban.

Jean estaba mas que encantado con la propuesta, en este lugar todos eran libres de hacer y pensar lo que desearan, no había límites ni prohibiciones, además, de que no importaba la raza, genero, edad ni nada que impidiera pasarla increíble durante esa exquisita semana.

Cuando llegó el turno de la chica especial que Jean deseaba, muchos hombres comenzaron a levantar sus letreros de cantidades enormes, muchos parecían desear ser aquella linda señorita durante todo un fin de semana.

- ¡10 millones a la 1…! –Sirius anunciaba la cuenta y así sucesivamente.

- ¡34 millones a las 2…!

- ¡40 millones a las 3!, ¡Vendido al señor Baptiste!

Jean había logrado llegar hasta la mejor propuesta, él era el único que más deseaba el cuerpo de la modelo, mientras que todos los demás desistían por una cifra más alta de lo que prometía, pero Jean deseaba aquella nena con mucha curiosidad.

Luego de terminar con el evento, los clientes regresaron a sus habitaciones, donde cada uno aguardaría hasta que un par de asistentes llegaran con su cuerpo rentado y realizar su instalación en ellos para que lo gozaran todo el fin de semana.

De un momento a otro, una de las asistentes se notaba algo extraña, se suponía habían contratado modelos de diferentes razas, colores y edades, pero una entre ellas se notaba rara desde su llegada.

Sirius se dio cuenta de ello y decidió enviar a dos de sus hombres a seguirla con cautela, sin que sospechara nada, luego de eso, regresó a lo que estaba haciendo con sus invitados, esperando que todo saliera bien con estas nuevas tecnologías que ahora tenia a su disposición.

Jean se encontraba en su habitación esperando, cuando de la nada, dos hermosas asistentes tocaron a su puerta, el hombre abrió la puerta mirando como las dos mujeres entraban con dos cajas cilíndricas enormes, una de ellas que contenía el cuerpo de la modelo seleccionada y otra donde el entraría como tal cual capsula criogénica para albergar su cuerpo y conservarlo mientras residía su estancia como la nueva Angela.

Jean miraba asombrado la ingeniería del prototipo, sintiéndose curioso por lo que estaba por hacer, se sentía excitado al ver la hermosa carita de muñeca de Angela, en quien pronto estaría dentro y probaría sus delicias femeninas.

Las chicas le indicaron entrar en la otra capsula, donde fue encerrado y rápidamente su cuerpo comenzó a enfriarse, poco después se activó el mecanismo de intercambio, en la que su mente se encontró dispersa, hasta que, de un momento a otro, se hallaba despertando en el cuerpo de la nena que tenía a su lado.


- ¡Oh, función! –Jean gemía al encontrarse con muchas nuevas sensaciones, su cuerpo femenino tambaleaba dentro de la capsula tratando de mantener la estabilidad física y emocional.

Jean sentía todo su nuevo cuerpo, se sentía más sensible y susceptible a las emociones, los olores eran diferentes al percibirlos con su nueva nariz y sentidos, su vista estaba mas brillante, su piel se sentía suave, su pecho se encontraba ocupado por dos bonitos montículos colgando suavemente, mientras que un gran y extraño vacío se hallaba entre sus piernas.

- ¡Lo dejamos señorita Baptiste! –las dos chicas hermosas se retiraban con su cuerpo encapsulado para resguardarlo.

Jean miraba asomado todo su cuerpo, se sentía pequeño y frágil, totalmente femenino y aturdido por la sensibilidad del mismo, había pasado de ser un hombre fornido a una simple niña completamente sumisa.

Tomo sus senos empezando a estrujarlos suavemente hasta que rápidamente se entretuvo jugando con ellos una y otra vez hasta el cansancio, pellizcando sus pezones y gimiendo como una niña.

Llevó su mano hasta su coñito frotando suavemente hasta que poco a poco tuvo la suficiente confianza para introducir sus deditos dentro de ella y sentir como su cuerpo se estremecía por el placer.

Jean se puso a ver todo su esplendoroso cuerpo en un espejo, donde sonrió dulce y perversa como una niña traviesa, se sentía como un loco psicópata sumergiéndose en la piel de una chica.

- ¡Oh nena, pero quien serás tú, ¿te molestaría ver que estoy en tu cuerpo y lo que hago con él?

Jean se hablaba así mismo frente al espejo, donde admiraba su reflejo, jugando a ser la dulce niña traviesa que tenía enfrente, acariciando sus bellos y exóticos atributos.

Luego, comenzó a recorrer el gran closet donde tenia ropa lista y preparada para su estadía, encontrándose todo tipo de prendad femeninas y muy atrevidas, experimentando vestirse y modelar con ellas.

Al poco rato, un hombre tocó a su puerta, aunque Jean no esperaba a nadie, dudo un poco en abrir la puerta, un hombre apareció sonriéndole.

- ¡Buenas noches señorita!, ¡Vengo por el servicio privado! –el chico le decía entre burlas y perversión.

- ¡Pero, yo no ordené ningún servicio! –Jean respondía nervioso, comprendiendo completamente su rol en este juego.

El chico no respondió a su pregunta y simplemente se acerco a la indefensa señorita acariciando sus bellos atributos, cosa que hizo que Jean se redujera sobre la cama, sintiendo las cálidas manos de aquel hombre bien parecido, acariciando sus gemelas.

Jean sentía como todo su cuerpo se estremecía con las caricias que el invitado sorpresa le daba en su cuerpo de hembra, la tenía intriga de saber que ahora al estar en un cuerpo frágil y femenino sus pensamientos y reacciones eran otras, pues si bien, de estar en su verdadero cuerpo, el continuaría siendo un hombre lo suficientemente macho y heterosexual como para desear acostarse y tener intimidad con un hombre.

- ¿Me estaré volviendo gay? –Jean pensaba, cuando gemía ante las caricias de su invitado –Pero si ahora soy una chica, soy una mujercita, supongo que solo estaría bien de esa forma, no seria gay sino, una hermosa nena heterosexual disfrutando de un hombre musculoso y guapo.

Jean sonreía a su invitado mientras gemía, mirándolo con una picara sonrisa mientras gozaba de la experiencia de sentir su delicioso y tierno cuerpo femenino rentado.

El hombre sacó su verga mostrándoselo a Jean, quien rápido entendió su labor en el acto, se hinco en el suelo mirando al chico entre risas, sintiendo nervios por lo que estaba por hacer, más, sin embargo, sintiendo un intenso calor y ganas por meterse esa rica verga en su boquita de zorra.

- ¡No sé porque me excita tanto!, ¿Se supone que esto sea normal para una putita como yo?, ¡Ya no puedo resistirme, necesito meterme su trozote en mi boca y saborearlo!

Jean trataba de resistirse a las hormonas que experimentaba estallando en todo su cuerpo, sus pensamientos se interrumpían por las ganas y la ansiedad de volverse una completa perra en la intimidad, tenía curiosidad y muchas ganas de lo que su ahora cuerpo le pedía, no por nada había gastado millones en tener el cuerpo de esa niña durante tres días.

Luego de unas buenas mamadas de Jean a su amo, este se corrió dentro de su boquita saboreando Jean la leche de su nuevo amante, sintiendo algo de asco, pero a la vez de placer y mucho calor en todo su cuerpo, notando como todo se derramaba en su boquita y caía en sus pechos frotando aquel fluido en sus ricos pezones.


- ¡Jejeje!, que buena perrita, pero apenas estamos comenzando.

El sujeto se reía de ver la perversión y la lujuria de aquel al que trataba de su puta personal, Jean entendía que el estar en esta situación lo llevaría por caminos muy perversos y sumamente placenteros, donde el debía de servir con el único propósito de disfrutar de convertirse en una puta en la cama.

Jean obedeció al hombre quien le ordenaba tirarse sobre la cama, abrió sus piernas instintivamente, sintiendo como su coño estaba húmedo y medianamente preparado, apenas el miembro del otro comenzó a deslizarse dentro de sus labios vaginales, Jean soltó un fuerte gemido experimentando una intensa sensación entre sus piernas.

- ¿Qué es este cosquilleo?, no puedo aguantarlo, me siento tan caliente, tan sensible, ¡Me encanta!, es la mejor experiencia que eh tendido en mi vida.

Jean disfrutaba de sentir el órgano de su amante mientras lo penetraba como toda una perra en la cama, la ahora chica comenzó a gemir al sentir el pene del chico deslizarse dentro de el mismo una y otra vez, frotando su pene con sus cavidades.

El tipo tomó sus piernas jugueteando con caricias su piel mientras que disfrutaba de darle una buena penetrada, Jean gemía como una niña loca y desenfrenada mientras que sus tetas rebotaban en su pecho.

Cuando el sujeto estaba por venirse, tomó impulso para darle una buena embestida a su pequeña perra, haciendo que Jean gimiera fuertemente experimentando un intenso orgasmo que recorría todo su cuerpo, el miembro del chico eyaculó dentro de Jean haciendo que este experimentara una rica sensación liberada dentro de su cuerpo.

- ¡Que rica estuviste princesa!, ya me tengo que ir, te dejo que disfrutes tu noche preciosa.

El tipo se vestía y luego salía de la habitación, dejando a Jean desgastado y deseoso de más, inclinó su mirada y observó por un rato sus tetas mientras las frotaba y pellizcaba todo lo que podía sin sentir remordimiento alguno de tocar el cuerpecito de una mujercita.

Al día siguiente, Jean se despertó entusiasta, mirando que aún seguía en el cuerpecito de la chica, apretó sus senos con placer y luego se metió a la regadera a darse un rico baño, experimentando las funciones que su ahora cuerpo femenino tenía, sintiéndose extraño e incómodo por tener que hacer sus necesidades de diferente manera.

AL salir del baño, un rico desayuno ya lo esperaba en su cama, una de las chicas de servicio se lo había dejado en su recámara mientras se bañaba, acompañado de una invitación exclusiva y privada a una de las albercas de la gran mansión, donde cada chica tendría su turno de gozar de la deliciosa alberca en el día.

Jean estaba emocionado de disfrutar un día en la alberca, imaginando exhibir su rico cuerpecito, corrió a ver entre su ropita que podía ponerse, encontrándose con un rico bikini que no dejaba nada a la imaginación.

Cuando Jean salió de su habitación, miró el pasillo lleno de otras hermosas y sexys chicas, quienes también le miraban entusiastas y excitadas, mientras que Jean salía con su cuerpecito, sintiendo el rebote de sus tetas en su ajustado bikini que le había costado un huevo de su orgullo como hombre ponerse, pero que le llenaba de satisfacción por lo sexy y puta que lucía con el puesto, resaltando sus bellos atributos.

Jean pasó un buen rato en la alberca, disfrutando de la vista y del sol, gozando del agua en todo su cuerpecito, había comido unas botanas y luego de un rato estaba algo aburrido, pero disfrutaba de su deliciosa vista, aunque esperaba un poco más de acción como la de anoche.

Poco rato después, un chico diferente llego, Jean se puso algo nervioso, pues un chico le vería en público con el bikini sexy que traía, eso consideraba que le atraía, pues se veía totalmente rica.

- ¡Ay, ahí este otro chico!, no deja de mirarme, me encanta, ¿Se supone que me excité tanto sentirme el centro de atención, sentir que le excito como la mujercita que ahora soy?

- ¡Hola preciosa!, ¿Por qué tan aburrida? –el chico le decía, acercándose mientras apreciaba sus gemelas.

- ¡Hola, nada jeje, esperando algo mas entretenido que una simple alberca…

- ¡Pues!, creo que tengo justo lo que estas buscando, eh venido a disfrutar de tus servicios en la alberca mamacita.

- ¡Bueno!, ¿Y qué esperas?

Jean escuchaba sus palabras y no dejaba de sentirse presionado y excitado, el tipo se acercó y solo para que Jean en un momento instintivo, e estrujara las tetas en su rostro, sintiendo como este apretaba con sus labios sus pezones chupando como viles chupones se trataran.

A raíz de esto, Jean soltó un leve gemido que comenzaba a ocasionar que su cuerpo se calentara, el chico apretujó su culo mientras acariciaba su cabello, lo jaló por la espalda y luego lo hizo ponerse en cuatro para quitarle su tanga y metérsela por detrás.

Jean pegó un enorme grito al sentir como era tratado como una vil puta, mientras que experimentaba el rico pene de su nuevo amigo entrando y saliendo por detrás como toda una perrita.

- ¡Ah!, que rico te mueves para ser tu primera vez como cliente –el chico se reía mientras se lo cogía –¡Ahora chúpamela!, me dijeron que sabes dar buenas mamadas.

El chico quien se comportaba un poco más imbécil con Jean, sacaba su verga del coño de Jean, dándole unas fuertes nalgadas, mientras que Jean se acomodaba sintiendo el dolorcito en sus nalguitas, pero sintiéndose sumisa y obediente, rápido se puso sobre el pene de su nuevo amigo y con una sonrisa de ángel comenzó a mamarle su verga con mucho gusto y amor.

- ¿Así que gusta mi amor? –Jean preguntaba excitado.

- ¡Sí, así me gusta que me complazcan las perras como tú!

Jean continuó su rico trabajo, moviendo la lengua y deslizando sus ricos labios en el jugoso trozo de carne que se estaba engullendo en su boquita.

El chico sintió una fuerte presión en su entrepierna, le estaba gustado demasiado el rico trabajo de su putita, cuando no tardó en venirse en la boquita de Jean, quien rápido empezó a saborear la rica lechita de su amigo hasta atragantarse.

- ¡Sí que eres una puta!, mira que darme una mamada así de experimentada y tragarte toda la lechita de un trago no es de cualquiera puta barata.

Jean escuchaba las palabras de su complacido amigo, luego lo agarró de la mano y lo llevó hasta su habitación, donde rápido se tiro sobre la cama indicándole que lo penetrara, el chico no dudó ni un segundo en darle gusto a la zorrita de Jean, quien estaba tan caliente que ni sus propios pensamientos escuchaba.

- ¡Sí que eres una puta!, apenas te tragaste mi lechita y ya quieres más.

Jean sintió como su amigo comenzaba a meter su verga dentro de su coñito, sin siquiera haberla metido toda, la nena ya estaba gimiendo con gran euforia y placer, sus piernas temblaban y su entrepierna se apretaba al recibir tremendo trozote dentro de ella.

- ¡Ahhh, esta es más grande, que rico!, no puedo creer que se sienta tan bien tener esa cosa dentro de mí.

Jean sentía las embestidas que su nuevo amante le daba sobre la cama, de alguna manera logró apretar y acomodar muy bien sus piernas y su entrepierna hasta encerrar el pene del chico, quien a gusto y complaciente con su putita, comenzó a deslizar su miembro embistiéndola como la perra que era.

- ¡Ah, que rica te mueves!, pareces toda una zorra experimentada y eso que apenas llevas un día con ese cuerpo.

- ¡Sí!, no me malinterpretes, yo soy todo un macho, me encanta cogerme a las mujeres, entre más tiernas mejor, pero esta pinche niña se siente bien rica, solamente tengo ganas de penes y de ser penetrada como una mujer.

- ¡Entonces no se diga más!

El chico hacía todo por hacer gemir cada vez más fuerte a Jean, quien estaba desesperado sintiendo toda la presión de su coño vibrando en todo su cuerpecito.

- ¡Ahhhhh, ayayay! –Jean gemía fuerte orgasmo tras orgasmo, ni el sujeto de anoche le había aguantado tanto, incluso, su pene era más grande y carnoso.

- ¡Ahhh, suficiente!, un poco más y me desmayó –el chico le decía agitado, terminando dentro de Jean quien no parecía que alguien lo frenara.

Luego de que el chico se fuera, Jean se quedó el resto de la tarde masturbándose dentro de la habitación, ya sentía mucha hambre, pero todo eso para el pasaba desapercibido, pues después de todo, él no tenía que sufrir con las perezas que dejara en ese cuerpo, ya que era un cuerpo rentado y él podía hacer con él lo que quisiera.

El tiempo se consumía e importaba mas poder gozar ese rico cuerpo todo lo que daba antes de que el fin de semana de su vida terminará.

A la mañana siguiente, ya sin poder esperar más, decidió salir a buscar algo de comer, todas las chicas de la gran mansión estaban eufóricas paseándose por todas partes totalmente desnudas, unas manoseándose entre si y otras besándose, pero, sobre todo, sintiéndose libres de andar en la mansión como si nada pasara, sin limites ni reglas que les detuvieran de denigrar su imagen todo lo posible y cumpliendo toda clase de fetiches.

Después de desayunar, Jean no quiso perder mas tiempo y regreso a si habitación para poder seguir masturbándose, incluso, encontró algunos juguetes que esperaba poder usar con ansias antes de perder el tiempo en ese cuerpo.

Al ver todo lo que había en su armario, Jean decidió vestirse con un rico y atrevido conjunto rojo, que resaltaba bien todo su cuerpecito, unas lindas botas rojas de charol que combinaban perfecto con toda su indumentaria.

Luego, Jean comenzó a bailar y a balbucear vulgaridades en frente del espejo refiriéndose a mi misma como toda una zorra, dispuesta a todo por tener ganas de pene.

- ¡Ummm, que rica estas mamacita!, ¿Qué?, que no te gusta que te manoseen?, ¡Ay, pues lo siento!, creo que yo tengo el control de tu lindo cuerpo ahora, no puedo negarme a apretarte las tetas, son mías, por ahora…, ¡Ahhh, tus pezones son demasiado sensibles, apenas los frotó con las yemas de mis dedos y me hacen gemir, me siento tan puta, pero claro, ¿Por qué no sentirme así?, ¡Sí lo soy!, soy una puta con ganas de sexo.

Jean comenzó a jugar con sus nuevos juguetes, desde peluches hasta consoladores vaginales, gozando de una rica tarde experimentando el placer femenino sin remordimientos, cuando de un momento a otro, tocaron a la puerta.

- ¡Ahhh!, ¿Quién carajos podrá ser…? –Jean se quejaba luego de estar a mitad de un fuerte orgasmo.

- ¡Hola preciosa!, ¿Me recuerdas? –El chico de la primera noche aparecía mirándola de pies a cabeza notando lo bien que se había adaptado a las costumbres pervertidas y carnales que su cuerpo de puta le pedía

- ¡Ah, sí claro, como olvidarte…!, ¡Pasa!, estuve esperando por una buena verga todo el día.

- ¡Bien!, no podía dejar que terminará tu último día sin una buena cogida de mi parte…

Jean se metía dentro de la habitación con el chico inmediatamente, sin esperar mucho, Jean arrancó sus vestimentas dejando al pobre chico desnudo a la primera, tenía mucho calor en todo su cuerpo y, aunque la verga del chico de ayer tenía una mas grande que la de su primer amante, este le había hecho sentir el verdadero placer femenino en su primera vez.


Jean tomó su pene por instinto y con muchas, no como la noche anterior, cuando apenas era el inicio de su vida como niña tierna e inocente y le daba temor tener una cerca, con valor, Jean agarró el pene de su amante apretándolo y acariciándolo suavemente, dándole pequeños besitos en toda su cabecita, hasta que empezó a devorársela toda.

El chico comenzó a gemir, sentía que todo su cuerpo temblaba, estaba ansioso, la lengüita de la nena que tenía debajo en sus pelotas estaba dándole un buen masaje a su rico juguetito de carne, ella quería con ganas tragarse toda la lechita del chico que tanto le gustaba.

Luego de unas buenas mamadas, el chico por fin se vino dentro de la boquita de Jean, quien saboreó todo tal cual vil dulce de leche sintiera en su boquita de zorra.

Jean solo se limitó a reír, limpió por completo el juguetito del chico y luego se acostó mostrándole el culo, indicándole que quería que le metiera su rica verga de una buena embestida.

EL chico se acercó a su rico culo y rápido tomó impulso introduciendo su miembro con fuerza, Jean apenas dio un leve grito cuando toda su vagina comenzó a venirse empapando toda la cama.

El chico tomó sus tetas oprimiéndolas teniendo ensartado su verga dentro de su coñito, acariciando su cuello con sus labios mientras que escuchaba como esta le gemía y él le decía que le excitaba lo puta que se ponía como una zorrita consentida.

Jean estaba super excitado, sus hormonas estaban al full, no quería que esa aventura terminará por tan poco, su cuerpo temblaba mientras que su vagina se venía a chorros, su cuerpo estaba preparado para soportar todo tipo de vergas y presiones, para que sus hormonas le dominaran en todo el proceso y se adaptará deseando más que su vagina fuera penetrada y llenada hasta el cansancio.

Una vez que el chico eyaculó dentro de Jean, este experimentó el mayor orgasmo que jamás había sentido en toda su vida, terminando rendido sobre la cama con sus piernitas abiertas mientras que toda la leche se le derramaba por la concha.

El chico estaba tan agotado como ella, pero por su orden de servicio no podía quedarse a descansar, pues debía de ir a cumplir con su trabajo con otras chicas.

Jean se sintió algo triste mirando al chico irse, mientas que el se daba un baño para terminar con una rica noche de masturbación sin descanso hasta el amanecer.

Al día siguiente, Jean despertaba feliz, aunque algo triste por tener que despedirse de ese increíble cuerpo, no estaba arrepentido de todo lo que había gastado, todo había valido cada centavo, había sido el mejor fin de semana de su vida.

Una vez terminado el plazo, las chicas llegaron a su habitación, con su cuerpo en la cápsula tal cual como habían iniciado esta aventura, Jean se metió triste dentro de la otra capsula hasta que sintió como estaba de vuelta en su propio cuerpo, sintiéndose aliviado algo de ya no tener esos pesados senos colgando de su pecho, así como descansando de toda esa energía sexual que emanaba de su cuerpo, aunque algo triste por ya no experimentar esa energía que lo hacía sentir tan vivo y lleno de placer.

- ¡Buen día señor Baptiste! –Sirius lo despedía en la recepción, después de un banquete de despedida para todos sus invitados, incluidos el personal del servicio.

- ¡Buen día Mr.! –Jean respondía algo triste.

- ¡Espero que se haya divertido y gozado de esta nueva experiencia corporal!, lo esperamos el mes que viene, si es que gusta volver a tener nuestros servicios, dentro de poco estaremos planeando ventas totales de cuerpo, pero aún estamos considerándolo.

- ¡Ya veo!, lo pensaré, ¡Muchas gracias!

Jean se retiraba finalmente en su Lamborghini, lejos de la Mansión del placer donde se había pasado un fin de semana increíble, pensando mucho en lo que el Presidente de la Comunidad le había dicho, el no pensaba ser una mujer el resto de su vida antes de venir aquí, pero luego de la experiencia que había tenido con el cuerpo de aquella chica, lo estaba analizando para un futuro inesperado, aunque quizás, estarían analizando una propuesta más perversa y agresiva con una chica que no se esperaría que el pudiera robarle su cuerpo, al menos eso imaginaba con intención y placer, al alejarse de aquella mansión.

PD:

- ¡Adiós amor, te estaré esperando el siguiente fin de semana! –una hermosa chica le decía a Federico, un detective que había visitado la mansión de Sirius, quien se retiraba bastante satisfecho luego de lo que le había hecho a su compañero y rival.

- ¡Muy bien hermosa!, así es como trabajamos aquí, no te preocupes, ya pronto te acostumbraras, ¡Jajajaja! –Sirius le decía susurrándole a su oído, él sabía que dentro de esa chica hipnotizada e idiotizada como una prostituta se encontraba el verdadero Gerry.

PD 2:

Kata seguía el rastro de el libro maldito que se había perdido de su Palacio, parecía que una extraña y tonta niña lo tenía en su poder, en un pueblo cercano causando estragos, debía de apresurarse antes de que el Diario que la niña poseía cayera en malas manos.

- ¡Adonde crees que vas bruja maldita! –la voz de un espectro siniestro sorprendía a Kata en un callejón cercano a la casa de la niña.

- ¡Oh, tú de nuevo!, ¿No tuviste suficiente ya?, ¡No te metas en mis planes!

- ¡No si no te metes en los míos!, sé que vienes por ese Diario, pero lamentablemente ya es mío.

- ¡Ya lo veremos asqueroso espectro! –Kata comenzaba a emanar energía verdosa de sus manos, mientras que la chica espectro empezaba a absorber las fuerzas oscuras de sus alrededores.