miércoles, 26 de octubre de 2022

𝒁𝒐𝒎𝒃𝒊𝒆

 

 TG October 25

-Zombie-


Mientras Siniestra la demonio Ama de los Espectros luchaba mortalmente contra una de sus más poderosas enemigas, múltiples espectros o, mejor dicho, almas negras en pena comenzaban a emanar de la tierra.

Cada uno dirigiéndose hacia un cuerpo en algún ataúd, tuviera carne o solo huesos, de cualquier forma, la magia oscura del demonio provocaría que sus nuevos cuerpos se regenerasen para subsistir entre los vivos.

- ¡Ahhh, estoy vivo, finalmente!, ¿Pero qué es esto?, ¡Tengo el cuerpo de una niña!

Gustavo era chico de 24 años, quien era un asesino perteneciente a una banda callejera, en la que había cometido múltiples delitos de homicidio y robo a mano armada, además de detenciones por peleas callejeras y venta de narcóticos a su temprana edad.

En 1985, Gustavo se encontraba preparándose con sus amigos adentro de una camioneta, cuando otra misma llegó trayendo a otro grupo delictivo en busca de pleito, derivando así, una batalla campal entre los dos grupos criminales culminando en la muerte de varios de los integrantes de ambos bandos.

Siendo Gustavo uno de los fallecidos en el tiroteo, su familia se enteró de la noticia, quienes no estaban del todo tristes por su fallecimiento, ya que era la oveja negra y no deseada de la familia, dándole una simple sepultura sin importancia ni pena.

Pasando muchos años vagando en pena entre los vivos y los muertos, como un simple espectro más esperando a que su energía volviera a la vida para continuar con sus deseos y crueles actos.

Cuando su ahora ama y señora, Siniestra realizó la invocación maldita, Gustavo sintió como su alma ya denigrada y oscura se elevaba de entre las sombras como un vil espectro, introduciéndose al azar en el cuerpo de un muerto enterrado, pues, no tenía que ser precisamente su verdadero cuerpo al volver del más haya.

Una vez que entró en el ataúd dentro de la tierra, Gustavo fue absorbido sin conocer la identidad del cuerpo en el que había sido obsequiado, al despertar, su cuerpo comenzó a regenerar varias partes ya dañadas y consumidas por los gusanos, aunque su cuerpo parecía ser el de alguna persona joven.

Paola era una chica de escasos recursos, quien siempre trataba de salir adelante y estudiar para obtener un lugar importante en la sociedad, pero al ser una chica joven de 17 años, su destino terminaría de una cruel forma al ser raptada por un psicópata, quién estaba al acecho, vigilando en la oscuridad de la noche por las calles, notando que Paola se encontraba paseando de regreso a su casa luego de un largo día de escuela y trabajo.


El hombre la secuestro llevándosela drogada hasta su casa, en donde luego de violarla brutalmente, la ahorcó hasta matarla y luego cortado su piel hasta desangrarla.

EL hombre la botó en un basurero, dentro de una bolsa de basura tal y como le complacía hacerlo con sus víctimas y fue encontrada poco después por los jóvenes que recolectaba la basura, devolviéndola a las autoridades quienes la entregaron a su familia, los cuales quedaron destrozados dándole su merecida sepultura.

El caso había sido reciente, por lo que el cuerpo de Paola no presentaba mucha descomposición, aun así, sus células fueron regeneradas por la magia oscura de Siniestra quien otorgó su cuerpo a uno de sus espectros.

- ¡Ahhh, me siento tan extraño!, llevó muchos años muerto sin sentir el calor de un cuerpo humano, tanto que ni siquiera recuerdo cómo se sentía ser un hombre, pero, este cuerpo es mucho más sensible de lo que recordaba haber sentido cuando era un hombre vivo.

Gustavo miraba hacia su cuerpo, vestido como si fuera una señorita, sentía su cuerpo joven y sensible, acarició sus senos experimentando cosas diferentes y muy extrañas, aunque para él era nuevo todo esto de ser una mujercita, lo cierto es que no le era diferente a recordar cómo era tener un cuerpo masculino.

Gustavo intentó caminar, tenía una misión que ejecutar, pues todos los zombis temporales se debían de unir a la lucha por su ama, quien necesitaba que se fueran sobre la poderosa bruja para asesinarla.

Esta, se había dado apenas hace unos momentos a la fuga, tenía que llegar hacía donde se encontraba la niña que había encontrado su libro especial antes de que la gente de Sirius lo encontrara.

Pero, Gustavo, así como muchos otros espectros, pensó que era una mejor idea aprovechar esta segunda oportunidad de vida y alejarse de la ridícula batalla solo para explorar su nuevo cuerpecito.

Gustavo notó que muchos otros escapaban con sus nuevos cuerpos, dándose la vuelta también para darse a la fuga.

- ¡Malditos imbéciles!, ¿Qué están haciendo?, ¡Vayan tras esa maldita anciana! –Siniestra se retorcía del dolor que las ramas provocaban en su cuerpo, apenas pudiendo entonar unas palabras malditas para sus hechizos demoniacos, cosa que no resultó, pues todos sus esclavos espectrales se dieron a la fuga con la maldición que les había dado en sus nuevos cuerpos.

Las ramas estaban haciendo lo suyo y Spectra comenzó a sentir como su cuerpo era absorbido por la tierra, de repente, estas comenzaron a incendiarse hasta quemar todo su cuerpo, pero eso no había sido suficiente, terminado por romper las ramas con uno de sus bastos ataques, escapando con múltiples heridas sin tener ganas de continuar por ahora la batalla, la mujer espectro cruzó uno de sus portales sombra y se dio a la fuga, no sin antes romper el hechizo como venganza, hasta la próxima luna llena.

Gustavo caminaba por toda la ciudad, en medio de la noche, no sabía que hacer ni adónde ir, solo sabía que tenía hambre y debía de encontrar en dónde refugiarse, ni siquiera sabía si tenía una familia el cuerpo en el que ahora habitaba y lo preferible sería no regresar con ellos, pues no querían una hija zombi.

Gustavo vagó por las calles un largo rato hasta que llegó a donde antes había pasado su juventud, en aquel barrio con su pandilla, dándose cuenta de que ahora solo era una zona de prostíbulos y cabarets, donde en primera instancia, quiso ver si había putas para cogérselas, debido a sus instintos de hombre que aún tenía en su alma, pero al recordar su nuevo aspecto, Gustavo comenzó a sentir pánico al saber que solo había sido una muy mala idea.

- ¡Hola mamacita!, ¿Qué hace una niña tan bonita como tu perdida en un lugar como este? –Checo, un halcón de la zona miraba a la chica sospechosa.

- ¡Nada, me equivoqué, me tengo que ir! –Gustavo respondía sintiéndose intimidado debido a su cuerpo.

- ¡Tranquila mi reina!, no te voy a hacer nada, pero, ¿Sabes en donde estas?, ¡Yo puedo ayudarte si eso es lo que quieres jeje…!

- ¡No gracias, me iré rápido!

Gustavo comenzó a correr, aunque sus pequeñas zapatillas no le dejaban avanzar rápido y terminó por tropezarse, el chico tatuado se acercó a la ahora chica como un completo depravado en busca de violarla.

- ¡Suéltame imbécil!, no sabes quién soy yo, te puedo matar de un navajazo si quiero.

- ¡Jajajaja, por favor!, una niña tonta como tú no creo que mate ni una mosca; ¡Ya déjate!, que bien que sabes que eso es lo que quieres.

- ¡No, ayuda, este idiota me quiere violar!

Gustavo se sentía como una tonta niña indefensa, sus fuerzas no eran las mismas que tenía cuando era hombre, pero necesitaba escapar cuanto antes, sobre todo, luego de ver como este sacaba su miembro para penetrarla a la fuerza.

- ¡Alto ahí! –decía la profunda pero suave y poderosa voz de una mujer.

- ¿Qué quieres, otra vez…? –Checo renegaba al conocer la voz de aquella mujer.

Gustavo miraba como el tipo que intentaba violarla temblaba de miedo, luego, ambos miraron hacia la enorme puerta de la entrada de un prostíbulo a no muchos metros de la zona, este emanaba una luz de color rosa intenso como neón y el resto del edificio parecía una enorme mansión que servía como uno de los cabarets más famosos y codiciados de la zona.

- ¡Lárgate antes de que te convierta en una de mis putas! –Le Madame respondía.

- ¡Mierda, haz lo que quieras!, siempre me quitas la diversión maldita bruja –Checo maldecía a la mujer con coraje para luego irse enojado y con ganas.

- ¡Disculpa…!, ¿Y tú quién eres? –Gustavo preguntaba impresionado del poder que la mujer tenía sobre el tipo, además, de sentirse atraído fuertemente por la hermosa imagen de diosa que tenía.

- ¡Se dice gracias, cerdo malagradecido! –Le Madame dictaba.

- ¿Cerdo?, ¡Espera!, ¿Por qué me dijiste cerdo?

- ¡Porque lo eres!, ¿Acaso crees que no sé quién está dentro de ese cuerpo que ahora tienes?

- ¡Entonces!, ¿Sabes que no soy esta niña?

- ¡Por supuesto!; ahora, ¡Lárgate de aquí!, antes de que uno de estos imbéciles trate de violarte o de matarte otra vez, es un lugar muy peligroso, aunque debido a tu historial dudo que eso te importe.

Gustavo estaba impresionado, la mujer parecía ser una diosa o una especie de bruja que sabia todo, incluso, pudo saber que el no era aquella niña bonita en la que ahora vivía, además, parecía saber que había hecho de su antigua vida de criminal.

- ¡Espera, no tengo a donde ir! –Gustavo gemía triste y convincente.

- ¡Esta bien!, igual podría…, darte trabajo en mi Cabaret.

- ¡Gracias, espera…!, ¿Me vas a tener de puta?

- ¡Pues claro que si amor!, de eso se trata mi negocio, para comer, coges por dinero o no hay trato.

- ¡Mierda…, pues ya que!

Gustavo le respondía a la diosa luego de ver como unas hermosísimas mujeres como afroditas entraban y salían del Cabaret, ansioso y deseoso, no le importaba mucho saber cuál debía de ser su labor ahora en adelante.

-Y a todo esto, ¿Cómo te llamas amor?

- ¡Primero que nada me respetas!, no me llames amor ni bebe, ni preciosa, soy una de las brujas antiguas más poderosas de la humanidad, mi nombre, es algo que te debes de ganar, no se lo digo a todas ni dejo que todas me llamen de esa forma, ¡Para ti!, solo soy Le Madame, ¡Quedó claro!

- ¡Si Madame!

Gustavo estaba impresionado con el gesto frívolo y fuerte que tenía la gran señora, debido a su discurso, ahora entendía que debía de tener mucho cuidado, todo por escapar de una bruja terminó con otra igual o quizás más maldita que la otra.

La mujer la presentó con todas sus ninfas, hermosas mujeres que albergaban toda la gran Mansión de Le Madame, también, en el lugar se hallaban decoraciones de gran fortuna para enfatizar más sobre la grandiosa y poderosa que era la ama de todas aquellas mujeres que ahora se encontraban bajo su merced, quienes no le temían, sino respetaban como una madre.

Una de las sirvientas llevó a Gustavo a su nueva habitación, donde seria su también lugar de trabajo, el lugar parecía moderno y completamente femenino, una cómoda cama, una regadera con tina, una televisión entre otras cosas como si fuera su estancia para toda la vida, con absolutamente todas las comodidades posibles.

Gustavo estaba impresionado, creía que haya encontrado un gran tesoro, pues parecía tenerlo todo, nada le haría falta en un lugar como ese donde la tratarían como una reina, pues ahora era una chica.

Al poco rato de explorar toda su nueva habitación, que más bien aprecia todo un departamento, Gustavo se dio un baño para quitarse todo lo muerto de encima, literalmente, pues aun así tenía restos de material orgánico en todo su cuerpo desde que había salido de aquella tumba con el cuerpo que ahora tenía.

Al ver en su ropa, notaba que tenía muchos vestidos, blusas, tops, tangas, brasieres, jeans, faldas, bragas etc., además de zapatillas muy femeninas, Gustavo no estaba de acuerdo con el hecho de usar ropa de niña, sobre todo si lo haría ver como una puta, pero no le quedo de otra, ya que desafortunadamente ahora tenía el cuerpo de una señorita.

Luego de probarse su nueva ropita, unas chicas llegaron para ayudarle a aprender a peinarse y maquillarse, teniendo que aprender todo sobre como ser una mujercita, aunque no le pareciera, además de, enseñarle a cuidar su cuerpo, así como defenderse de algún cliente, lo cual atardeció sus sentidos, luego de escuchar esa palabra.

- ¿Cliente? –Gustavo respondía nervioso.

- ¡Sí!, vienen todos los días, todas las noches, gordos, viejos, negros, blancos, ricos y pobres, casados, divorciados, fetichistas, de todo un poco y de todas partes, tan solo para disfrutar de nuestros cuerpos.

Gustavo comenzaba a negarse a creer en la idea de continuar en ese lugar, pero Le Madame ya lo había vestido y dado de comer, ahora le pertenecía y no podía negarse.

La ahora chica admiró su cuerpo en el espejo, aun le faltaba un hombre de chica, pues no conocía nada de su anterior vida.

- ¡Me llamaré Kasandra! –Gustavo les decía a las dos nenas super sexys.

- ¡Como tú quieras!, pero ya sabes las reglas y lo que debes de hacer una vez que el cliente termine.

Kasandra escuchaba a las dos mujeres algo extrañas pero hermosas, luego tomo el aparato que llamaban celular y comenzó a explorar su funcionamiento, notando que ahora con esa cosita se podían tomar fotos, inmediatamente, luciéndose y presumiendo su cuerpo con varias de ellas ya que se encantaba de ella misma.

Gustavo sabía que ahora su vida dependía de ser una hermosa señorita, una putita capaz de complacer a los hombres.

Luego de unas horas, Le Madame llamó a todas sus ninfas a la recepción, donde ya se encontraban algunas esperando en fila para abrir las puertas del Cabaret, donde comenzarían a recibir muchos clientes.

Kasandra bajó de inmediato mirando todo el escenario, su cuerpo se puso tenso, estaba realmente nerviosa, los hombres comenzaron a fijarse en ella, notando que era una chica nueva, completamente tierna y muy tímida, cada uno se acercó a la chica siendo el centro de atracción, pero de inmediato, Kasandra comenzó a actuar desinteresada y muy rejega, pues no quería estar en esa situación, no había pedido renacer en un cuerpo de chica y prácticamente se sentía como un zombi.

Hasta que finalmente un hombre fue el que logró decidirse por ella, ofreciéndole mucho dinero a Kasandra, quien algo errática, solo se limitó a sonreír, pero al ver el buen fajo de billetes que le pagarían por solamente tener una noche de sexo con su nuevo cuerpo, inmediatamente, Gustavo pensó que tenía una mina de oro en sí mismo.

Apenas habían comenzado a besarse la nueva Kasandra sentía todo su cuerpo caliente, sus caderas se meneaban de lado a lado, mientras que sus senos se ponían rígidos como cuando el pene se e ponía erecto, solo que ahora su vagina se encontraba húmeda al mismo tiempo que sus pezones estaban duros.

- ¡Estas bien sabrosa mamacita! –el cliente, un hombre gordo de unos 59 años, le susurraba con caricias en su cuello, mientras que Kasandra perdía el juicio sin recordar que antes era un hombre,

Kasandra sentía como todo su cuerpo ardía lleno de placer, era como tener una chispa de placer explotando tras otra, recorriendo todo su cuerpo causándole un fuerte orgasmo.

Al terminar, Kasandra recibió su buen pago teniendo que pagarle algo a Le Madame, pero, aun así, se quedó con una buena paga, lo suficiente como para poder empezar a usarlo para sí misma.

Con el tiempo, Gustavo amaba ser mas Kasandra que como era hace alguna vez un hombre, cosa que ya no recordaba, pues había muerto como un hombre hace muchos años y renacido como un Zombi en el cuerpo de una niña mucho tiempo después, su esencia como hombre se había perdido, ya no le interesaba mas aquella vida delictiva de vago delincuente que tenía, ahora solo le interesaba ganar mucho dinero con el trabajo en el Cabaret de Le Madame.

- ¡Jejeje!, no puedo creer que se viva tan bien siendo una mujer, de haber sabido desde hace años hubiera pedido esto a los amos del infierno, pero bueno, que mejor ahora, que me toco afortunadamente este cuerpo para volver a vivir, ¡Lastima de niña!, me hubiera gustado concerté en otras circunstancias, pero tu cuerpo ahora es solo mío.

Gustavo miraba su cuerpo Enel espejo, fascinado con lo hermosa que se veía como la mujercita que ahora era, había pasado su tiempo libre aprendiendo a maquillarse, a peinarse, salía de compras, comprando lo mejor de ropa femenina para sus gustos.

Incluso, decidió darle un mejor giro más acorde a su personalidad, llenando su cuerpo de hermosos tatuajes que le hacían sentirse aún más puta y sexy para sus clientes, quienes rápidamente alabaron lo perra que se lucia con su hermoso cuerpo plasmado del arte. 

Le Madame estaba impresionada con el cambio tan drástico que el alma de Gustavo había sufrido con el cuerpo que tenia como recipiente, la nueva Kasandra se había convertido en una de sus mejores ninfas en su famoso Cabaret.

Había pasado ya un mes desde que Gustavo había renacido como Kasandra, había estado atendiendo a unos clientes durante la noche, cuando se dio cuenta de que la luna estaba demasiado poderosa, comenzó a sentirse algo extraña, cuando de repente, juró escuchar susurrante unas palabras que resonaban de una voz muy conocida.

“Regresaras al infierno, atraviesa Luna llena”

Kasandra comenzó a entrar en pánico, su cuerpo se sentía caliente, como si algo pasara dentro de sí misma, entonces, revivió los sucesos que lo llevaron a su muerte y recordó todo lo que había vivido en el mismo inferno.

- ¿Qué tienes, qué te pasa? –Le Madame le preguntaba preocupada luego de percibir un ambiente extraño y sombrío.

- ¡No lo sé, siento que, me vuelvo a morir! –Kasandra expresaba mientras que caía al suelo.

Le Madame pensó rápidamente en lo que estaba pasando, no tanto como de su cuerpo emanaba un aura negra y muy pesada, aunque, su cuerpo no lucio deteriorado como esperaba que la maldición que tenía el verdadero Gustavo funcionara.

Kasandra comenzó a gritar de pánico, le dolía el vientre y el corazón, como si estuviera a punto de sufrir un paro cardiaco, pocos minutos después, la chica cayo desmayada, socorrida por la ayuda de algunas ninfas y de Le Madame.

Al poco rato, Kasandra despertó de un coma indefinido, que parecía infinito, pero solo había durado unas horas.

- ¿Qué paso? –preguntaba la chica alterada y mirando su cuerpo mientras que sus manos pasaban por toda su piel.

- ¡Moriste y volviste a renacer! –Le Madame respondía.

Ambas mujeres tardando platicando, sucedía que, el hechizo de Siniestra no había causado efecto en Kasandra debido a que durante todo este tiempo, ella había dejado de tener un corazón impuro, debido a todo su proceso de sanación y de manera espiritual al convertirse en una musa de buen corazón, por lo que lo que había sucedido en el momento de cobrar la maldición, era que toda su aura maligna se había extraído de su alma, dejando solo la nueva personalidad pura que Kasandra tenia como un nuevo ser de vida.

Mientras que muchos otros seres malignos que se habían apoderado de un cuerpo nuevo y renacido, había regresado al inframundo perdiendo sus recipientes, volviendo estos a quedar putrefactos y descompuestos como cuando estaban enterrados en sus tumbas, dejando muchos cadáveres y problemas en todas partes donde se encontraban, excepto y efectivamente, aquellos que si lograron salvarse como Kasandra.


PD:

Sirius estaba en camino hacia la ciudad Valera, lugar donde según el rastro, se hallaba la niña que era la propietaria del libro maldito, en el que según estaba causando grandes estragos y un enorme caos en toda l ciudad y sus habitantes.

Los hombres del sujeto, se hallaban persiguiendo a Kata luego de una intensa pelea con Siniestra, quien había cedido en la batalla, ahora solo quedaba Sirius en la carrera por conseguir la Swap Note, una reliquia maldita, un Diario leyenda que según podía causar la ruptura de la realidad misma, con tan solo escribir unas palabras utilizando tus más profundos deseos en él.

Esta era la pieza que Sirus necesitaba para lograr por fin el dominio de todo el Universo, o al menos de todo lo que hasta ahora conocía.



2 comentarios:

  1. Que buena historia. Me encanta todo lo que está pasando de trasfondo.
    En qué publicación está la pelea para leerlo, no lo e encontrado

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