domingo, 16 de septiembre de 2018

infectado capitulo 1 y 2


Infectado capítulo 1: el resfriado

Hola nuevamente, hoy les traigo una nueva historia además de que durante el día de hoy estaré trabajando en múltiples captions para publicar en el trascurso de la semana.

Antes que nada quiero explicar que esta historia es un poco diferente a lo que se ve usualmente pues presenta lo que sería una trasformación lenta, algo que se ve con frecuencia y es muy popular en historias en el idioma ingles pero casi nunca o por lo menos yo no eh visto una historia con este tipo de transformación, la cual se lleva a cabo durante el transcurso no de unos minuto u horas sino de varios días, durante los cuales nuestro protagonista tiene que lidiar lentamente con los cambios que se presentan en su cuerpo y que espero sea del agrado de mis lectores.

ademas, esto también significa que este capítulo viene siendo muy largo, y aunque yo quería publicar el capítulo 3 junto con estos primeros 2 no quise sobrecargar demasiado a los lectores, pero si veo que les agrada tratare de publicar pronto el capítulo 3 y 4 que ya tengo escritos, así que, si les agrada lo que lean, por favor comente para decirlo, ya que de no haber comentarios publicare hasta dentro de unas pocas semanas los siguientes capítulos de esta historia.

Por otro lado, les aviso que ya está casi listo el capítulo 4 de otra perspectiva que estaré publicando también en esta semana y con suerte publicare visitando a mis suegros el próximo domingo si mis horarios me lo permiten.

Te invito a dejarme tu like cuando menos en los comentarios para que no tengas pena de comentar tan solo un bonito like espero muchas gracias.

Así sin más por el momento les dejo infectado capítulo 1 y 2

Mi nombre es Adán Wilson tengo 43 años y esta es la historia de cómo deje de serlo para siempre, pero creo que me estoy adelantando un poco, permítanme comenzar desde el principio.


Mi historia comienza hace algún tiempo a mediados de octubre del 20XX, faltaba poco más de un mes para que los chicos salieran de vacaciones de invierno, y el mundo era un tanto diferente de lo que solía ser hace algunos pocos años.

Verán desde hace ya 19 años surgió una nueva sepa del virus de la influenza, nadie sabe cómo paso, pero este parecía tener la característica de editar el ADN humano tomando segmentos del ADN de una persona e incorporándolos a su propio código y no solo eso, reemplazaba los segmentos extraídos por segmentos al asar de sus víctimas anteriores y el resultado era que alteraba el aspecto de los infectados de forma permanente y totalmente aleatoria y de cualquier forma imaginable.

Como se imaginarán cuando esta sepa apareció provocó pánico, todo el mundo temía contagiarse y terminar con un nuevo aspecto totalmente al azar, es más al principio muchos gobiernos en el mundo encerraron a los infectados en campos de concentración esperando impedir que se diseminara la enfermedad, pero la sepa era aérea y no se transmitía por contacto directo por lo que aislar a los infectados no sirvió de nada, además ya que el virus toma ADN de su víctima, muta constantemente y no se puede crear una vacuna, en realidad lo único que parecía impedir con seguridad que una persona fuera infectada era el ya haber contraído el virus una vez por lo cual una vez que uno ya lo contrajo y se transformó el cuerpo con el que te deja es el que tendrás por el resto de tu vida.

Así que finalmente tras casi 5 años los gobiernos del mundo finalmente entendieron que no podían hacer nada contra el virus y decidieron liberar a las personas en los campos de concentración para infectados, esto causo mucha controversia puesto que muchas personas estaban asustadas, pero como cualquiera podía infectarse en cualquier momento y ya que muchos de los líderes de los movimientos anti infectados también terminaron  por infectarse ellos mismos, estos grupos no duraron mucho tiempo, hoy en día el virus se a vuelto parte de la vida cotidiana, infectando a casi 5, 000 personas en el mundo cada año, pero hey podría ser peor con una población mundial de casi 10, 000 millones de personas en la actualidad, 5, 000 no es la gran cosa y hay que tener muy mala suerte para infectarse, en realidad muchas personas viven sus vidas sin conocer jamás a un infectado, y casi nunca oyes de nuevos casos, salvo cuando se infecta alguna celebridad.



En fin, continuando con mi historia soy un contador que trabaja en el área de finanzas de una gran compañía, soy esposo y padre de 2 hijos un chico y una chica y vivo en una pequeña y segura ciudad con menos de 5, 000 habitantes como ya no quedan muchas en estos días.

Hasta aquí mi vida era relativamente normal salvo por mi jefe claro está, y bueno eso es debido que mi jefe el sr. Brown era de echo un infectado, lo cual causo muchos conflictos en la oficina cuando a sus 48 años se infectó hace 3 años y el por supuesto él estaba decidido a demostrar que era tan buen empleado hoy como lo era antes de infectarse, lo que no era sencillo por su aspecto actual y tampoco era cómodo para mí o para mis compañeros el recibir ordenes de alguien que luce como el, pero hey soy un hombre progresista y creo que todos tienen derecho a demostrar su valor.



Aunque ciertamente la gente se extraña cuando su esposa de 51 años lo trae al trabajo en las mañanas con su pequeño traje formal y su corbata luciendo con el aspecto de una niña de 9 años, ¿¡creen que eso es extraño!?, deberían haberlo visto hace 3 años cuando parecía una niña de 6, deberían verlo cuando esta de malas porque alguien lo trato como una niñita en la calle y tenemos que recibir una reprimenda de una niña y yo me quedo diciendo, si jefe, lo que usted diga jefe, a sus órdenes jefe, es una situación en verdad extraña.

En fin, volviendo al tema, mi historia comienza cuando desperté un día como todas las mañanas, la radio de mi dron despertador sonaba indicándome que tomara mis precauciones porque el inicio de la temporada de ITG (influenza de transformación genética) había comenzado por lo cual se recomendaba llevar tapabocas y lavarse las manos regularmente para evitar contagiarse, eran las mismas precauciones de cada año, que en realidad poco hacían por impedir la propagación del virus, aunque esta mañana era diferente pues me sentía fatal, mi nariz fluía, me dolía el cuerpo y tenía algo de fiebre.

Me levante de la cama esperando que se tratase solo de un resfriado, después de todo esta es la época del año en la que uno más tiene que cuidarse, pero trate de no darle mucha importancia, no es como si cada vez que uno se enferma pensara automáticamente que tiene cáncer, una persona que en realidad pensara así se moriría a causa del estrés.

ya despierto vi que mi esposa Rachel no estaba en la cama, probablemente estaba preparando el desayuno como todas las mañanas antes de irse a trabajar y es que ella era enfermera y a sus 42 años una muy atractiva si me permiten decirlo, no es de extrañarse que abecés le pida que se ponga su uniforme durante nuestras noches de intimidad cuando practicamos juegos de rol, una costumbre que hemos adquirido para mantener la chispa en nuestro matrimonio.

Todavía era temprano y como todas las mañanas me puse mi ropa de ejercicio y Salí a dar una vuelta a la calle, una costumbre que he adquirido, puesto que a mi edad uno tiene que mantener su salud física, por un momento considere no salir por causa de lo mal que me sentía, pero no soy la clase de persona que deja que un pequeño resfrió lo detenga.

Bajé las escaleras y vi que en efecto a mi esposa que estaba preparando el desayuno, pero decidí no interrumpirla y continúe por mi parte a hacer mi recorrido.

Era un día normal, aunque apenas estaba comenzando a amanecer y parecía ser que sería un lindo día, al salir de casa me encontré con Fred mi mejor amigo y vecino desde hace años, al verlo de lije. “hey Fred, como estas esta mañana.”

Fred respondió. “perfecto y listo para correr como siempre anciano.”

Yo le respondí. “ya veremos quién es el anciano.”

Fred y yo teníamos la costumbre de correr juntos, de echo el salir a esta hora de la mañana, junto con el hecho de que ambos tenemos hijas de la misma edad y que además somos vecinos era la razón por la cual nos habíamos vuelto tan buenos amigos.

Por su parte Fred era dueño de su negocio, un pequeño restaurante donde los chicos de nuestra pequeña ciudad pasan su tiempo libre, el cual Fred había creado con la esperanza de darles los chicos como nuestros hijos un lugar seguro donde reunirse.

Desafortunadamente mi resfriado parecía ser más serio de lo que pensé al principio y durante nuestro recorrido comencé a perder el aliento.

Al verme Fred dijo. “Hombre, te vez muy mal, deberías ir a que te revise un médico.”

Por un segundo pensé que tal vez tenía razón, pero lo haría al salir de trabaja, así que le respondí. “tal vez sea verdad, pero iré por la tarde al salir del trabajo.”

Ya de regreso en casa, me despedí de Fred, subí a mi recamara tome una ducha y me vestí como todas las mañanas, me rasure la barba, me arregle el cabello y me puse una de mis mejores corbatas, quedando relativamente bien considerando lo mal que me sentía con mi resfriado.

Baje las escaleras para encontrarme con mi hija Amanda aun peinándose frente a un espejo en la sala, ella estaba en la época de mayor vanidad de una chica en sus 16 años y lógicamente trataba de verse lo mejor posible todas las mañanas y continuamente leía revistas de moda y estilos, a decir verdad, ella quería ser diseñadora cuando creciera y solía divertirse vistiendo y arreglando a sus amigas Lindsay y Stacy a las cuales eran hijas de nuestros vecinos viviendo una a lado y la otra enfrente de nuestra casa y las conocía desde que Amanda era una niña por lo que ya prácticamente eran parte de nuestra familia, de echo Stacy era la hija de mi amigo Fred, así que con mas razón.


Por otro lado, mi hijo ya estaba desayunando obviamente necesitaba proteínas ya que mi muchacho con 17 años era uno de los mejores jugadores de futbol americano en su escuela e incluso había ofertas por parte de una universidad para darle una beca deportiva como corredor al graduarse de preparatoria.

Salude a mi familia diciendo. “buenos días familia ¿cómo durmieron?”

A lo que mi esposa respondió. “bien cielo, por cierto, cariño recuerda que llegare tarde esta noche tengo guardia en el hospital.”

Al escuchar esto le respondí. “de acuerdo cariño, de echo tal vez pase a visitarte por la tarde, no me siento muy bien hoy y me vendría bien que me revisara un doctor.”

Rachel respondió. “¿es un resfriado?, deberías pasar rápido a hacerte la prueba de detección de anticuerpos, estamos en temporada de ITG.

Yo le respondí. “tranquila cielo es solo un resfriado, además ya sabes que el ITG es extremadamente raro.”

Rachel me contesto. “tal vez, pero te recuerdo que es importante detectar todos los casos desde las primeras etapas ya que es más peligroso y tiene una mayor tasa de mortalidad si no se reciben medicamentos para aminorar los síntomas durante las transformaciones que causa.”

Yo aún estaba incrédulo y respondí. “cielo es solo un resfriado, no me va a pasar nada.”

Entonces continuamos desayunando y al terminar me dispuse como todas las mañanas a llevar a mis hijos al colegio por lo que les dije. “muy bien chicos, ¿ya están listos?”

Amanda respondió. “en realidad Lindsay y Stacy necesitaban que las llevemos hoy, si no te importa papi.”

Yo respondí. “seguro no hay problema cariño, ya sabes que adoro a tus amigas.”

Amanda respondió. “genial papi, ya recibí un mensaje y vienen en camino para que las veamos en el auto.”

Entonces salimos de la casa para subir al automóvil donde nos encontraríamos con las chicas, Stacy era una chica del tipo alegre y espontánea, siempre con mucha energía, capaz de encontrarle el lado positivo a lo que fuera, por su parte me cuesta un poco más entender a Lindsay, probablemente por el hecho de que su padre murió cuando ella era muy pequeña en un accidente automovilístico, por lo cual intente ayudarla en lo que me fue posible puesto que su padre era amigo de Fred y mío, a lo que ella pareció responder bien en un principio, pero desde hace unos pocos años he notado que actúa un poco raro y no sé por qué, una vez afuera las saludes diciendo. “buenos días chicas.”

Stacy como siempre contesto. “buenos días sr. Wilson, gracias por llevarnos.”

Lindsay por su parte se quedó retraída y tímidamente me dijo. “hola”

Yo no entendía que pasaba con esta chica, o porque siempre actuaba tan tímidamente, aun así, no me correspondía juzgarla sino hacer lo posible por ayudarla.


Una vez en el colegio, entre al estacionamiento de la escuela la cual estaba bardeada, para evitar que los alumnos intentaran fugarse de clases en cuanto sus padres se fueran como hacen algunos adolecentes, ya con el auto estacionado, baje y por costumbre los seguí a la entrada para despedirme, algo por lo cual mi hijo dice que los sobreprotejo demasiado, me despedí de mis hijos diciendo. “que tengan un buen día chicos, no hagan nada que yo no haría.”

Amanda respondió. “chao papi, te veo por la tarde.”

Rick por su parte contesto. “adiós pa, recuerda que hoy salgo tarde por el entrenamiento.”

Entonces le dije a Lindsay y Stacy. “chicas por favor cuiden a mi pequeña y vean que no se meta en problemas.”

Stacy contesto. “por supuesto sr. Wilson, puede contar conmigo.”

Mientras Lindsay dijo tímidamente. “mmmh… si sr. Wilson, cuente conmigo.”

Luego de dejar a mis hijos en su escuela me dirigí a mi oficina para comenzar a trabajar.

Una vez llegando al edificio el guardia de seguridad Mike me saludo. “buenos días señor Wilson como se encuentra esta mañana.”

A lo que le respondí. “un poco enfermo, pero bien.”

Mike respondió. “lamento oír eso, debería ir a ver un doctor al terminar su turno.”

Yo le respondí. “eso hare, por cierto, ya llego el viejo, tengo que entregarle un informe y necesito saber si está de buen humor.”

Mike dijo. “temo que ya llego, pero esta de malas, una señora mayor le dijo que era preciosa y le pellizco las mejillas en el estacionamiento.”

Al escuchar estas malas noticias dije. “maldición, porque siempre son las ancianitas las que le hacen eso, ahora estará de malas todo el día, es un gran jefe cuando esta de buenas, pero no hay quien lo aguante cuando esta de malas.”

Mike añadió, bueno, no puede culparlo, no debe ser fácil ser un hombre casado con el aspecto de una niña, sobre todo por que escuche que tiene una nieta de 10 años que luce mayor que él.

Yo respondí. “si escuche de eso, aunque personalmente nunca he visto a su nieta, bueno yo voy subiendo a mi oficina.”

Mike se despidió. “de acuerdo, espero que tengan un buen día sr. Wilson.”

Subí a mi piso y me dirigí a mi oficina esperando no toparme con el viejo, como le decíamos irónicamente a mi jefe.

Desafortunadamente la suerte no parecía estar de mi lado pues el dron personal de mi jefe me vio y dijo con una aguda y dulce, pero muy molesta voz de niña. “¡Wilson te quiero en mi oficina cuanto antes con el informe trimestral!”

Yo solo respondí, “si jefe, como diga jefe.”

Fui a su oficina sintiéndome fatal por el resfriado y todavía peor pues con mi jefe de malas aprovechaba para desquitarse por hasta el más mínimo error, incluso si la fuente con la que estaba escrito el informe no le había gustado y en consecuencia yo me sentía un insecto por estar siendo regañado por una pequeña niñita.

Tras un duro regaño regrese a mi oficina para realizar los cambios en el informe que mi jefe el sr. Brown me había indicado.

Tras el día laboral, yo estaba muy mal, mi resfriado no había hecho sino empeorar y ahora estaba seguro de que tenía fiebre y me habría retirado, pero me criaron desde muy joven para ser un profesional y no pretendía retirarme del trabajo hasta terminar la jornada.

Pero las cosas estaban por ponerse peor pues cuando llego la hora de retirarse comencé a sentirme fatal, y después de unos segundos perdí el conocimiento, lo último que escuche fue la voz de niña de mi jefe diciéndole a su secretaria. “¡llama una ambulancia tenemos que llevarlo al hospital pront….”

Desperté horas más tarde en lo que parecía ser una cama de hospital con mi esposa mirándome directamente y llorando.

Entonces pregunte. “¿qué pasa cielo?”

Ella aun llorando respondió. “¿¡oh cielo, que es lo que vamos a hacer!?”

Pregunte. “¿tan malo es lo que tengo?”

Ella contesto. “¡es el maldito ITG lo que tienes!”

Quede atónito, maldición, esto era malo, yo recordaba por lo que mi jefe había pasado hace 3 años, a su edad en ese entonces el ITG casi lo había matado, algo que parece pasar en un pequeño porcentaje de los casos, y aun peor esto significaba que aun si vivía, en los próximos días experimentaría una dolorosa y muy traumática transformación y sin tener idea de cómo me vería al final. “

Solo esperaba que no fuera algo demasiado serio, en algunos casos, los infectados se daban por bien librados solo por perder uno o dos años o cambiar el color de su cabello o de ojos teniendo la seguridad de que ya nunca tendrían que cuidarse del ITG otra vez, pero en otros casos más severos terminaban como mi jefe, o peor, hace algunos años leí sobre un famoso actor de Hollywood el cual termino como un anciano con obesidad mórbida lo que lógicamente termino con su carrera como actor, pues él hacia películas de acción.

Afortunadamente desde lo que ocurrió con mi jefe, la compañía contrato un seguro para ITG así que mi familia estaría bien protegida sin importar lo que me pasara y si yo sobrevivía estaría cubierto con dinero para un nuevo guardarropa y cualquier tratamiento médico que necesitara para superar lo que me hiciera el ITG, incluso me darían una pensión si es que mi cuerpo terminara en condiciones que me impidieran seguir trabajando, aun así, no estaba dispuesto a rendirme ante esta enfermedad, yo pelearía y superaría cualquier cosa que esta maldita infección me hiciera.

En ese momento entro una joven doctora a la sala y dijo. “buenas tardes, soy la Dra. Miller, seré su médico y trabajadora social de ahora en adelante.

La doctora era una mujer joven, aproximadamente en sus 30 y me resulto extraño que también dijera ser mi trabajadora social por lo que pregunte. “¿Cómo que trabajadora social?

Ella entonces me explico. “entiendo que esto debe ser confuso para usted, es raro que alguien se encuentre con un infectado de ITG y no todos están conscientes de los procedimientos médicos y legales que esto implica, pero desde hace unos años se dispuso a nivel internacional que los infectados contaran con apoyo médico y psicológico para lidiar con su nueva situación y eso es a lo que me dedico, normalmente habría tardado unas cuantas semanas para que se asignara alguien a su caso y fuera enviado a esta ciudad para tratarlo y para entonces probablemente su transformación ya se habría completado, pero como en mi caso ya tengo otro paciente en esta ciudad se decidió que también lo apoyara a usted.

Al escuchar que ella trabajaba con otro caso en la ciudad pregunte. “¿no puede ser, usted trabaja de casualidad con el sr. Brown?”

Ella respondió. “precisamente, ustedes se conocen?”

Impactado por la noticia respondí. “ella… él es mi jefe.”

La doctora contesto. “wow… valla coincidencia, en cualquier caso, esto facilitara las cosas ya que puedo comenzar a tratarlo desde las primeras etapas, es importante asegurarnos de darle tratamiento para facilitar su transformación.”

Mi esposa que era enfermera pregunto. “Dra. Por favor soy enfermera y aunque nunca había visto en persona un caso de ITG sé que existe un riesgo de muerte y quería preguntar, está la vida de mi esposo en peligro.

La Dra. Contesto, descuide, el riesgo de muerte es muy bajo y con tratamiento médico adecuado, baja aún más, además ya eh tratado cerca de 25 casos de ITG en mi carrera lo que es 25 casos más de lo que la mayoría de los doctores tratan en toda su vida, así que su esposo está en buenas manos.

Rachel un poco más calmada dijo. “cielo, juro que con tal de que salgas con vida jamás me quejare de cómo te veas cuando esto termine.”

Entonces la Dra. saco una jeringa y dijo. “esto es un medicamento el cual lo sedara y hará del proceso menos traumático, pero como efecto secundario usted estará un tanto somnoliento, por lo menos hasta que su transformación se complete.

Mi esposa quiso preguntar. “¿Dra. Hay algo que pueda hacer para ayudar?”

La doctora contesto. “de momento lo mejor que puede hacer por su marido, es apoyarlo lo más posible y como es enfermera le pediré su ayuda cada vez que pueda.”

En ese momento mis hijos llegaron a la habitación y preguntaron si podían entrar, a lo que contestamos que sí.

De inmediato mi hija entro a abrasarme y dijo. “papa estaba tan preocupada, ¿qué es lo que te paso?”

No supe que decir cómo les dices a tus hijos que en unos cuantos días podrías tener un aspecto completamente diferente y que no tienes ni idea de cómo es que lucirás.

Entonces Rachel respondió. “chicos será mejor que se sienten.”

Tras concluir la historia mi hijo reacciono. “entonces te vas a transformar y no tienes idea de cómo es que vas a lucir al final.”

Respondí. “temo que sí.”

Mi hija Amanda dijo. “no importa papi, no me importa como luzcas siempre te voy a apoyar.”

Rachel dijo. “lo mismo digo cielo, soy tu esposa y estaré con Tigo incondicionalmente.”

Yo le dije. “agradezco mucho el gesto, pero te recuerdo cariño, que esto podría dejarme como un octogenario que necesita ayuda médica las 24 horas o peor, no puedo pedirte que soportes eso.”

Rachel respondió. “eso no me importa, eres mi esposo y lo seguirás siendo sin importar como te veas.”

Rick añadió. “lo mismo digo papa, te apoyare en todo lo posible.”

me sentí reconfortado pues sabía que sin importar como me viera al terminar esto, aún tendría a mi familia para ayudarme.

Durante los próximos días estuve entrando y saliendo del coma, con algunos cambios intermitentes cada vez, el primer día descubrí que estaba perdiendo peso, siendo ya un hombre maduro tenía unas cuantas lonjas, pero estas estaban desapareciendo y yo lucía una figura más atlética y juvenil, además de notar como mi piel se volvía más tersa y suave y por supuesto mi esposa esperaba que allí se acabaran los cambios, pero desafortunadamente no fue así.

Ese día recibí la visita de Fred acompañado de su hija Stacy y su amiga Lindsay. quien me dijo. “sr. Wilson está usted bien, por favor dígame que se va a recuperar.”

Esto me pareció sorprendente, el ver a la tímida Lindsay tan preocupada por mí, en verdad no comprendía a esta chica.”

En ese momento Fred intervino y les dio a Stacy y a Lindsay un poco de dinero para que fueran a comprarse algo de comer, luego de lo cual dijo. “hombre, no me imagino por lo que debes estar pasando, pero te diré que por lo menos no te vez tan mal, incluso diría que un poco más joven.”

Yo le respondí. “bueno, pues me siento de la patada, mis huesos me duelen y crujen continuamente, la doctora dice que por que están cambiando de forma además mi cabeza me mata supuestamente porque mi cráneo parece estarse haciendo más pequeño y presiona mi cerebro.”

Fred contesto. “lo lamento amigo, pero sabes que cuentas conmigo para lo que sea.”

Al escucharlo decir eso le dije aprovechando que no estaba mi familia. “Fred, si algo me llegara a pasar…”

Fred interrumpió diciendo. “lo sé, tu familia estará en buenas manos.”

Al cabo de 2 días desperté para ver que mi cabello estaba un poco más largo habiendo crecido casi 1 cm cada 4 horas, pregunte a la doctora sobre esto y dijo que en muchos de los pacientes de ITG el cabello y uñas crecen de manera acelerada para deshacerse de la masa innecesaria durante la transformación, y esto indicaba que al terminar el proceso yo sería más pequeño.

Ese mismo día me Rachel me estaba cortando el cabello mientras yo me cortaba las uñas, cuando recibí una visita de mi jefe el sr. Brown. Algo interesante considerando que el ya había pasado por la misma situación por lo que me interesaba su consejo, una vez en la habitación él dijo. “hola Wilson… Adán, espero que te recuperes pronto.”


Yo no sabía que pensar, mi jefe y yo nunca habíamos tenido una buena relación salvo por el respeto de jefe empleado, pero se había tomado la molestia de visitarme y asegurarse de que estuviera bien, pero verlo en ese estado, un hombre de 51 años, ya abuelo y con el aspecto de una niña de 9 años, teniendo que salir a trabajar todos los días con ese aspecto, cuando la gente lo ve y piensa que solo es una niña, me hiso pensar en qué clase de destino me esperaba cuando mi transformación se completase.

Entonces al verme preocupado el sr. Brown dijo. “¿Estas preocupado por como lucirás cuando tu transición termine o no?”

Yo le dije. “¿soy tan obvio?”

El me respondió. “lo es para mí, recuerda que eso me paso también, hazte un favor chico y solo piensa en que tienes a tu familia para lidiar con esto, créeme que eso te ayudara, yo no habría podido superarlo de no ser por mi esposa y mis hijos.”

esto me reconforto un poco y me permitió preguntarle. “Sr. ¿Cómo lidia con esto?”

A lo cual mi jefe respondió. “lo hago, un día a la vez chico.”

Continuamos charlando por un rato hasta que la enfermera a mi cargo trajo mis medicamentos y luego volví a dormir.

desperté al día siguiente, notando que mi cabello y uñas habían pasado de estar ligeramente largos a ser excesivamente largos, ahora mis uñas median 10 cm por lo que tuve que cortarlas, acto que tuve que repetir regularmente durante los próximos días, por su parte mi cabello me llegaba a la espalda, pero cortarlo no era tan sencillo como con mis uñas por lo que tuve que acostumbrarme a usarlo un poco largo, además de todo el nuevo cabello era de un tono castaño claro, mientras que antes yo solía tener el cabello canoso el cual ahora solo conservaba en las puntas de mi cabello que corte cuando mi cabello comenzó a crecer.

Horas más tarde, ya de noche mi esposa Rachel entro a la habitación con un pequeño florero para decorar mi recamara, ella había procurado visitarme todos los días durante sus turnos y además en sus ratos libres, ella quería que yo supiera que me ampollaba sin importar lo que el virus me hiciera, normalmente no dejan entrar a las visitas tan tarde a los hospitales, pero mi esposa era enfermera y trabajaba en este hospital así que hicieron una excepción, coloco el florero sobre una mesa y dijo. “cariño, quería hablar con Tigo sobre lo que pasara entre nosotros al terminar tu cambio.”

Yo tenía mis dudas sobre esta conversación, temía que ella quisiera dejarme dependiendo del aspecto que yo tuviera al terminar, aun así, pregunte. “¿que deseas cariño?”

Ella respondió. “descuida cielo, solo quiero asegurarte que no importa como luzcas cuando termines con esta enfermedad, al final me quedare con Tigo, eres el hombre con el que me case y lo seguirás siendo sin importar como te veas.

Esto me reconforto, el hecho de que mi esposa me diera su apoyo aún bajo circunstancias tan extremas, muchos matrimonios no sobreviven al ITG, pero esperaba que mi matrimonio fuera de las excepciones, ahora no entendía como había yo dudado de mi esposa y sus sentimientos por mí, pero no volvería a hacerlo nunca más.

Pero allí no termino el asunto pues mi esposa quiso demostrarme lo mucho que me amaba y de inmediato cerró la puerta con seguro y comenzó a quitarse la ropa.

Yo le dije. “¿¡cariño y si nos descubren!?”

A lo que ella contesto. “esta es una habitación privada y elegí este horario por que los doctores ya hicieron sus rondas, además tu enfermera es amiga mía y se asegurara que nadie entre a molestarnos, sin mencionar que por lo menos en este momento luces 5 años más joven y el cabello largo te sienta muy bien y quiero aprovecharme de mi joven esposo trofeo.”

Al escuchar estas palabras decidí que Rachel tenía razón esta podría ser de las últimas veces que pudiera tener relaciones con mi mujer antes de que el cambio se completara, lo que significaba mi última oportunidad de acostarme con mi mujer en mi propio cuerpo y yo iba a aprovecharlo.

Ya completamente desnuda mi esposa se acostó en la cama y comenzamos a abrasarnos mientras nos besábamos y dábamos carisias el uno al otro, yo no me sentía muy bien pero no dejaría que eso me detuviera, poco a poco comencé a bajar mis manos por la entrepierna de mi mujer y a acariciar su vagina para estimularla, mientras tanto podía sentir sus hermosos pechos frotándose contra mi cuerpo, era una mujer tan sexy hoy como el día en que me case con ella.

Cuando estuvo lista comenzó a masturbarme usando primero sus manos y luego sus pechos, siempre me fascinaron los pechos de mi mujer, no muy pequeños, ni muy grandes sino simplemente perfectos.


Ya listo ella se montó sobre mí, levanto mi bata y poco a poco introdujo mi pene en su vagina, era una posición un poco incomoda en la cama de hospital, pero no dejaría que nada me quitara este momento con mi esposa, algo de lo cual me alegraría en el futuro.

En verdad este era un excelente momento, mi esposa gemía de placer y mientras sus caderas metían y sacaban mi pene de su entrepierna continuamente y sus pechos rebotaban en el proceso, yo no tenía muchas fuerzas en ese momento, pero Rachel se hiso cargo de todo, seguimos así hasta que por fin eyacule.

Tras ese momento mi esposa se acurruco a mi lado por un rato y durmió en mi cama por el resto de la noche.

A la mañana siguiente me desperté con Rachel todavía a mi lado, sin embargo, note que todo el bello de mi cuerpo con excepción de mi zona púbica y cabeza se había caído dejándome completamente lampiño, además de que mi rostro se había torneado más delineado y juvenil, pero a mi esposa este nuevo aspecto no parecía molestarle, después de todo yo lucia aún más joven y delgado como un chico en sus 20s, además de que mi cabello largo y con mi cuerpo lampiño me daban el aspecto de un joven modelo masculino, a decir verdad con excepción del dolor que sentía por el proceso de transformación, esta enfermedad estaba resultando ser muy benéfica para mí, aunque no seguiría así por mucho tiempo más.

Esa tarde mis hijos fueron a visitarme al hospital y se sorprendieron al verme tan rejuvenecido por lo que mi hija Amanda dijo. “¡papa eres tú, si no supiere que eres mi padre te estaría invitando a salir ahora mismo, luces increíbles!”

Por su parte Rick mi hijo dijo. “¡increíble es poco!, cielos papa, solo tu podías contraer esta enfermedad y terminar luciendo como un supermodelo, te ves tan joven te pareces a uno de mis amigos mayores papa.”

Aun así, yo no quería confiarme y respondí. “no cantemos victoria todavía chicos, mi cambio aún no ha concluido, todavía pondría haber complicaciones.”

A lo que mi hijo Rick contesto. “pues ojalá el resultado final no sea muy distinto de esto, en verdad luces muy bien, casi aparentas nuestra edad.”

Eso hacía que me sintiera un poco conflictuado, tener la a apariencia de un joven solo un poco mayor que mis hijos podría provocar que la gente pensara mal de Rachel y de mí, pero ella era mi esposa y lo que pensara la gente me importaba poco con tal de estar con ella, así que yo le respondí. “bueno tu madre no se ha quejado hasta ahora.”

Rachel interrumpió diciendo. “no digas más papi, no quiero saber los detalles íntimos de la relación de mis padres.”

Mis hijos se quedaron conmigo por un par de horas y volverían a visitarme en otras ocasiones durante los próximos días.

Desafortunadamente lo que me esperaba al despertar al día siguiente no sería una sorpresa nada agradable, ya que me desperté a mitad de la noche para ir al baño y me encontré con que mi pene una vez bien proporcionado se había encogido considerablemente, quedando reducido a un micro pene y como si esto no fuese suficiente mis pezones estaban irritados y me dolían, por lo cual llame de inmediato a la enfermera para que avisara a la doctora.


Yo estaba horrorizado, acaso mi pene se iba a quedar así, no tenía problema con lucir más joven, incluso mi esposa lo disfrutaría, pero esto era algo que a Rachel no le gustaría y no es que antes fuera un superdotado, pero tenía un buen tamaño y esto en comparación era decepcionante, además mis testículos se habían retraído como en los niños pequeños.

Minutos después la doctora llego para revisarme y al verme en ese momento la doctora dijo. “me gustaría hacerle unas pruebas de sangre señor Wilson.”

Yo por mi parte le dije. “haga lo que necesite Dra. Pero por favor dígame que mi pene no se va a quedar así, soy un hombre casado y no creo que esto le guste mucho a mi esposa.”

En seguida la enfermera amiga de mi esposa me tomo unas muestras de sangre y las mando para analizar, yo solo esperaba que lo que descubrieran pudiera regresar mi pene a la normalidad o al menos darle un tamaño más decente.

Esa tarde Rachel y la doctora llegaron a mi habitación para hablar conmigo, y yo temía que mi esposa ya se hubiera enterado de lo sucedido.

Rachel se me quedo mirando y yo tenía la sospecha de que ya lo sabía por lo que le dije. “supongo que ya lo sabes y si, ¡es mucho más pequeño que antes!

Ella dudo por un segundo y contesto. “oh… lo siento cielo, no quería incomodarte, pero por mi parte podrías no tener uno y aun así seguiría amándote.”

Entonces la doctora añadió. “en realidad eso es de lo que tenía que hablarles.”

No me gusto como sonaba eso, así que pregunte. “¿a qué se refiere doctora?”

La Dra. Miller entonces respondió. “son los resultados de laboratorios, temo que ya tenemos una pequeña idea de lo que el ITG le está haciendo a su cuerpo.”

Me asustaba preguntar, pero tenía que saber, entonces Rachel me tomo de la mano y juntos dijimos. “¿de qué se trata Dra.?”

La doctora entonces con una vos tranquila dijo. “sus estrógenos están extremadamente altos, el doble de lo que esperaríamos ver en un paciente en plena transición de cambio de sexo.”

al escuchar esto Rachel y yo respondimos al unísono. “¿¡queeee….!?”

Rachel pregunto. “¿¡qué significa esto para mi esposo Dra.!?”

La Dra. Miller respondió aun de forma tranquila esperando no alterarnos más y dijo. “temo que esto nos indica que sin importar la forma final que tome su esposo esa forma será definitivamente femenina.”

Esto era increíble, me estaba convirtiendo en una mujer, pero no dejaría que eso me pasara no sin luchar, así que pregunte. ¿aun así, usted lo dijo, existen personas que se cambian de sexo, usted puede volverme hombre de nuevo cuando termine la enfermedad, no es cierto.”

La doctora contesto. “temo que no es tan simple sr. Wilson, el balance hormonal de un paciente de ITG es muy inestable, y su cuerpo ya está pasando por un proceso muy traumático como para que todavía intentemos alterarlo más, sin mencionar que ya se han intentado cirugías y hormonas para revertir los efectos de la enfermedad en el pasado y solo empeoraron las cosas.”

Esto se ponía cada vez peor, me iba a convertir en una mujer y no había nada que pudiera hacer para evitarlo.

Rachel dijo. “descuida cielo, no importa lo que pase te amo y no me iré de tu lado, tus hijos y yo te ayudaremos a superar esto pase lo que pase.”

Esto me dio fuerza e hiso comprender que, aunque fuera una mujer aun tendrá a mi esposa para acompañarme.

Después de esa noticia la doctora hizo salir a Rachel un momento y charlo conmigo durante las siguientes horas para ayudar a tranquilizarme ella estaba capacitada como psiquiatra también y sabia como ayudarme, y en realidad hiso un buen trabajo, en verdad me alegraba de tener a alguien tan capacitada como la Dra. Miller para apoyarme en este momento.

En fin, yo ya sabía que existía esta posibilidad, después de todo, vi lo que le ocurrió a mi jefe hace 3 años, solo esperaba no terminar yo también como una niña.

A la mañana siguiente desperté para encontrar mis dientes tirados en mi almohada y en el suelo, aparentemente se habían caído durante la noche y nuevos dientes me habían comenzado a crecer, pero aún estaban muy poco desarrollados por lo que me vería obligado a no comer nada más que papillas por los próximos días, hasta que mis dientes crecieran completamente, y como si eso no bastara para alterarme mis pezones irritados se habían comenzado a inflamar un poco y al verme en el espejo del baño de mi habitación, notaba mi rostro cada vez más femenino lo que no concordaba del todo con mi cuerpo aun masculino.

Durante los próximos días recibí visitas de mis hijos y de algunos de mis compañeros de trabajo incluyendo a mi jefe el sr Brown después de todo si alguien entendía mi situación era precisamente el, y curiosamente estar en su misma situación me ayudo a comprenderlo mejor al grado de que incluso nos volvimos amigos y me ofreció ir a cenar con él y su esposa cuando me dieran de alta en el hospital.

Por el contrario, yo le había pedido a mi esposa que mis hijos no me visitaran hasta que me dieran de alta en el hospital, prefería evitarles el trauma de recordar lo difícil que era esta transición para mí.

Los siguientes días no serían más fáciles puesto que note como mis pechos comenzaban a desarrollarse y sentirse cada vez más pesados lo que indicaba que ciertamente yo no terminaría como una niña, por otro lado mis caderas se ensanchaban y mi cuerpo se encogía cada vez más junto con mi pene que se encogía cada vez más, además estaba el hecho de que sentía continuamente como si me estuvieran pateando los testículos, con la excepción de que para este momento mis testículos o lo que quedaba de ellos estaba ya dentro de mi cuerpo.

hasta que finalmente desperté para ir al baño por la noche y al intentar sujetar mi pene para apuntar al inodoro me di cuenta de que ya no tenía uno, por lo que me vi en la necesidad de orinar sentado por primera vez en mi vida, teniendo que descubrir como rayos es que se controlaba mi nueva vejiga, dándome cuenta que en este momento era definitivamente una mujer en todo el sentido de la palabra y al ver hacia abajo a mi propio cuerpo me sentía como un pervertido o como si de algún modo estuviera engañando a mi mujer, lo peor de todo era que ni siquiera tenía idea de cómo controlar mi vejiga, era como una niña aprendiendo a aguantarse las ganas de orinar por primera vez, por lo cual en algunas ocasiones no podía empezar a orinar y otras temo admitir que tuve pequeños accidentes en los cuales incluso llegue a mojar mi cama, pero la Dra. Miller me indico que esto se debería en parte a que mi nueva uretra se estaba formando y que probablemente se solucionaría en unos cuantos días, cuando mi uretra terminara de formarse y yo aprendiera a controlarla.

No solo eso mi cuerpo era mucho más pequeño, yo solía ser un hombre alto de 1. 85 cm y ahora mi hija me rebasaba ya que aparentemente ahora yo media solo 1,64 cm siendo una mujer bajita, cuando mi hija mide 1, 67, y no solo bajita mi esposa comentaban que me veía cada vez más joven al punto de parecer de quince o dieciséis años.

Adicionalmente a esto, mis cambios parecían no haberse detenido todavía por lo que la Dra. Miller hiso que me revisaran en el servicio de ginecología del hospital.

Esto fue particularmente humillante ya que tuvieron que realizarme un examen completo, tomaron las medidas de mis recién formados senos, lo cuales aún estaba creciendo y aun peor, puesto que me realizaron un examen obstétrico revisando por completo mi nueva vagina.

Yo no sabía que pensar, un día simplemente me dijeron que tenían que revisar el desarrollo de mi utero y me llevaron a una habitación donde me pidieron que me subiera a una cama con una especie de estribos, allí un doctor dijo. Hola Sta. Soy el Dr. Martin y seré su ginecólogo.”  

Al escucharlo le dije. “ahhh… Dr. Ya le informaron de mi caso.”

El dijo. “todavía no, francamente me acaban de avisar que necesitaban una interconsulta y no he podido leer su expediente Sta. Pero ya lo tengo aquí puedo leerrr…, oh lo siento es usted un caso de ITG y veo aquí que hasta hace unos cuantos días era usted un hombre de 43 años, por lo que me imagino que todo esto debe ser muy nuevo para usted sr. Wilson.

Yo no quería que esto fuera más incómodo de lo necesario así que solo le dije. “por favor Dr. Terminemos con esto.”

El tomo una especie de pinzas en forma de pato y comenzó a introducirlas en mi recién formada vagina, y una vez estuvieron completamente adentro de mi las abrió, lo que desafortunadamente tengo que admitir me hiso sentir ligeramente excitado siendo esta mi primera experiencia con el placer femenino, puesto que aún no había tenido tiempo de revisarme yo mismo a profundidad.


Al terminar la revisión el Dr. Me explico que tendría que asistir a revisarme una vez al año y me hablo de la autoexploración mamaria ya que aparentemente mi cuerpo ahora era capaz de contraer cualquier enfermedad que pudiera contraerá una mujer y también me explico que probablemente empezaría a tener periodos menstruales en unas cuantas semanas por lo que tendría que aprender a llevar la cuenta de mis días una vez que empezara.

finalmente, al cabo de algunos días y unas cuantas copas más en mi talla de sostén finalmente me dieron de alta.

Fin del capítulo 1

Infectado capítulo 2: virus en remisión

Desperté por la mañana sabiendo que hoy por fin me darían de alta en el hospital y no sabía cómo sentirme al respecto, pues ahora tendría que enfrentar a mis hijos por primera vez en este cuerpo luciendo yo aproximadamente de la misma edad que ellos, además de que ya era difícil lidiar con Rachel quien se había dado cuenta de que ahora estaba casada con una adolecente con edad para ser su hija.

A esto no ayudaba el hecho de que necesitaba ropa para salir del hospital y la única ropa de mi talla disponible en este momento eran algunas prendas que Rachel había tomado prestadas de mi hija Amanda siendo que ahora ella y yo éramos casi de la misma talla lo cual era peor ya que incluso tuve que tomar prestada parte de su ropa interior, todo excepto el sostén que Rachel dijo que me compraría pues los de Amanda eran muy pequeños para mí.


Yo me sentía como un pervertido, en los últimos días en el hospital mis senos se habían desarrollado bastante y según Rachel ahora era copa 34 E lo que era bastante grande, además mi cuerpo estaba desproporcionado pues, con el enorme par de senos que cargaba, yo era extremadamente delgado al punto que sentía que prácticamente no tenía músculos en mis ahora pequeños brazos, de echo cuando me pesaron al salir del hospital yo solo pesaba 54 kg lo que me dejaba un tanto inseguro al estar rodeado de personas que ahora se veían considerablemente más grandes que yo.

Al salir del hospital había transcurrido ya poco más de una semana y media desde que me infecte y ahora me dirigía a casa con un nuevo y no podía estar más avergonzado, ya al verme cualquiera pensaría que yo era una jovencita de 16 años igual que mi hija y eso por supuesto no me agradaba en lo más mínimo.

Ya en el auto de camino a casa desde el hospital y al verme a mí mismo notaba el gran cambio que había ocurrido en mi cuerpo pues la blusa que me presto Amanda revelaba un gran escote el cual era todo mío, aun no había tenido tiempo de explorar mi propio cuerpo a profundidad estando en el hospital, pero de lo que podía ver se veía como el cuerpo de una típica chica adolecente y aunque mis hijos me habían visto ocasionalmente durante el proceso de mi transformación Rachel y yo habíamos preferido evitarles verme convertirme en esto en las últimas etapas de mi cambio, pero ellos ya sabían lo que me había pasado, pese a no saber cuál era mi aspecto actual, así que yo solo esperaba que no se lo tomaran demasiado mal.

Al llegar a casa y salir del auto note como mis pechos me pesaban y rebotaban un poco cada vez que me movía, no lo había notado hasta ahora pues había estado en cama todo el tiempo, además tenía que caminar diferente ya que mis caderas eran mucho más anchas de lo que solían ser, por lo que esperaba no caminar de forma demasiado femenina.

Finalmente entrando a la casa vi a mis hijos junto mis vecinos y amigos, todos ellos esperando por mi llegada bajo un gran letrero que decía, (bienvenido a casa papa), y al darme cuenta de que la mayoría de mis conocidos estaban aquí no pude sino implemente tratar de no mostrar la increíble vergüenza que sentía al estar frente a todos con este cuerpo.

Amanda dijo entonces. “¿¡oh por dios papa, eres tú!?, pareces una chica de mi edad.”

Mi hijo Rick estaba atónito de verme y seguía mirando a mi escote que para ser justos resaltaba demasiado, finalmente tras unos segundos dejo de babear y añadió. “¿¡papa…!?, no sé qué decir, no te pareces en nada a como eras antes, es decir sabía que eso te había pasado, pero creí que serias una chica masculina grande y tosca no una, una una...”

Rachel dijo. “¡una bomba sexy!”

Pero Rachel contesto. “eso es porque según la Dr. Miller el virus cambia gran parte del ADN de su víctima y al final termina siendo física y genéticamente una persona completamente diferente, de echo su padre en teoría no está relacionado por sangre a ustedes.”

Amanda comento. “cielos papa, tus pechos son más grandes que los míos.”

Pero yo la interrumpí diciéndole. “no… no son tan grandes, ¿o sí?”

Yo me sentía con la incógnita, pues ahora que lo notaba si eran bastante grandes

Amanda me contesto. “ho… lo siento papa, no pensé lo que decía, no quise incomodarte.”

A lo que le dije. “descuida cielo, no fue tu intensión.”

Hasta ese momento la bienvenida parecía ser que no estaba tan mal, pero me resultaba difícil el que mis amigos y conocidos me vieran en este estado, me sentía como un farsante fingiendo ser Adam Wilson, por francamente no me parecía en nada a Adam Wilson, aun peor, veía como a lo lejos mi hijo Rick no dejaba de ver mi busto o mi trasero, incluso podía ver una erección en su pantalón mientras me veía, pero no mencione nada esperando no volver este momento más incómodo de lo que ya era.

Fue entonces que vi a Lindsay la amiga de Amanda, ella se acercó a saludarme diciendo. “ho… hola sr. Wilson.”

A lo que le respondí. “hola Lindsay, ¿cómo estás?”

Ella respondió tan tímida como siempre, pero ahora extrañamente había cierto brillo en su mirada que antes no estaba allí y dijo. “lamento mucho lo que le paso, debe ser difícil para usted lucir tan…”

Interrumpí diciendo. “joven…”

A lo que ella respondió. “en realidad quería decir, bonita”

Eso me sorprendió, nunca nadie me había dicho bonita y ahora me resultaba extraño, pero siendo que en este momento y supongo que para el resto de mi vida seré una mujer bonita es una forma de describirme.

Ella dijo. “solo quería decirle que, desde que mi padre murió usted siempre estuvo ahí para mí y para mi madre, ella quería estar aquí para recibirlo, pero como sabe ella trabaja para mantenernos, pero me pidió que le dijera que le desea lo mejor.”

Me pareció que era lindo de su parte el preocuparse por mí, y a decir verdad en esta corta conversación, ella me había dicho más que en el último año y yo no quería desanimarla así que le respondí. “gracias Lindsay, estaré contando con Tigo en adelante.”

Ella esbozo una enorme sonrisa y una mirada de ánimo como no la veía hacer en mucho tiempo y dijo. “si… estaré allí para lo que me necesite.”
Luego se fue a hablar con Amanda y Stacy, y me agrado verla tan animada, probablemente mi nuevo aspecto era menos intimidante que el anterior, tal vez ella solo era tímida con migo al verme como un adulto y me alegraba ver que algo bueno estaba saliendo de todo esto.

Fue entonces que Fred se me acercó a saludar. “hola… viejo, no sé cómo llamarte en realidad.”

Tenía razón, Adam no quedaba mucho con mi aspecto actual y francamente no tenía idea de si seguí usando ese nombre o cambiarlo por otro como hacían muchos de los infectados, pero realmente no había prisa por elegir un nuevo nombre así que contesté. “Adam está bien por el momento.”

Fred dijo. “como prefieras amigo, pero debo decir que wow… no te parees en nada a como solías ser, ese virus sí que es de temer.”

Yo respondí. “no puedo quejarme, al menos puedo seguir yendo a trabajar, hubiera detestado tener que quedarme en cama convertido en un anciano o un bebe como le ha pasado a algunos infectados.”

Fred dijo. “bueno, pues sabes que cuentas conmigo para lo que necesites, pero procura usar un sostén si quieres que nos veamos en público, me sentiría como un pervertido de pasar tiempo con una chica con tu aspecto que además no usa sostén como ahora.”

Entonces pregunte. “¿se nota demasiado?”

A lo que Fred respondió. “solo desde el espacio, escucha Adam, sé que esto es incómodo, pero no tienes el cuerpo para andar sin sostén, así que…”

Yo le dije. “de acuerdo, comprare uno a la primera oportunidad.”

Fue entonces que mi jefe el sr. Brown se me acerco con su aspecto de niñita y me dijo. “pues… bienvenido al club supongo.”

Yo le pregunte. “esto fue tan extraño para usted como lo fue para mí.”

A lo que él, contesto. “peor, cuando mi familia me recibió en mi casa al salir del hospital, yo estaba usando un vestido de mi nieta y al momento de cenar termine comiendo en la mesa de niños, fue una de las noches más humillantes de mi vida, solo desearía que las familias comprendieran que los infectados no queremos llamar la atención sobre nuestras… circunstancias.”

Yo le dije. “pero se hace más fácil…digo con el tiempo ¿no?”

El contesto. “desearía decirte que sí, pero es una lucha del día a día, escucha Adam, por mi parte si mañana despiertas y decides que no quieres ir a trabajar…”

Interrumpí diciendo. “no… en realidad creo que trabajar me hará bien, me dará un sentido de… normalidad.”

Al sr. Brown respondió. “de acuerdo Adam, yo solo decía que si no quiere ir mañana, no tienes ni por qué molestarte en avisar.”

La fiesta de bienvenida continuo así por un rato, cuando la Dra. Miller quien ahora actuaría como mi trabajadora social se me acercó a preguntar. “¿cómo te sientes Adam?”

Lo pensé en un segundo ya que sabía que tenía un título en psiquiatría y no quería que me psicoanalizara, así que respondí. “supongo que me siento bien, pero es extraño que todos mis conocidos me estén viendo cuando luzco así.”

La Dra. Miller dijo. “no tienes de que avergonzarte Adam, estas personas son tu familia y te aceptan como eres ahora.”

Yo le respondí. “lo sé, los se… es solo que no me siento como yo mismo, tiene eso sentido”

Ella contesto. “por supuesto que si Adam, pasaste por un proceso muy tramitico, física y mentalmente, es lógico que tengas problemas definiendo tu propia identidad, pero creo que con el tiempo vas a etas bien y sino.”

Me dio curiosidad, por lo que pregunte. “¿Y si no que?”

Ella lo dudo, pero dijo. “bueno como tu trabajadora social estoy obligada a decirte que podemos darte una nueva identidad, mudarte con tu familia a otra ciudad y darte una nueva vida para que empieces desde cero, pero es algo que, recomiendo para muy pocas personas, es mejor que trates de mantener tu vida original, pero es importante que sepas que tienes la opción, sobre todo porque de darte una nueva identidad esta seria…”

Respondí. “la de una adolecente supongo.”

Ella contesto. “eso temo, pero es un último recurso que solo usamos para paciente que no tuvieron una buena adaptación a sus antiguas vidas, procuro nunca usarlo.”

Yo respondí. “está bien, esperemos que en mi caso eso no sea necesario.”

Tras la incómoda recepción subí a mi recamara para descansar un poco, pero al ver mi reflejo en un espejo finalmente pude saber cómo es que yo lucia actualmente y me di cuenta de que en efecto ahora yo era una chica y bastante atractiva, la clase de chica que si yo fuera su padre no querría que ningún chico se le acercara y mucho menos siendo que esa chica en el espejo era yo, no tenía ni idea de cómo iba a hacerle para regresar al trabajo luciendo de este modo, ahora sentía mucho más respeto por mi jefe por presentarse a trabajar a diario con el aspecto de una niña.

En ese momento Rachel entro a la habitación y noto como veía mi reflejo en el espejo por lo que pregunto. “¿te sientes bien cariño?”

Yo respondí. “Rachel, ¿realmente estás bien con esto, conmigo luciendo así?

Rachel se sentó y dijo. “siendo completamente honesta me afecto bastante el verte así…”

La interrumpí en un ataque de pánico. “oh por dios mi vida esta arruinada y ahora voy a arruinar la de nuestra familia…”

Rachel también me interrumpió y de inmediato me dijo. “Cariño no estas arruinado la vida de nadie, esto no fue tu culpa y ya te lo había dicho, eres el hombre que amos sin importar como te veas por fuera.”


Entonces Rachel me beso y dijo. “esto te aclaro como me siento sobre ti.”

A lo que yo tenía que admitir, era bastante concluyente. Por lo que conteste. “definitivamente cielo”

En ese momento Rachel me levanto la camisa que llevaba puesta y comenzó a masajear mis nuevas tetas diciendo. “¡quien es mi perra!”

Me resultaba extraño que me llamaran de esa forma, pero no sería yo quien arruinara este momento así que le seguí el juego, después de todo no era muy diferente de cuando ella usaba su uniforme de trabajo mientras teníamos sexo así que le respondí. “yo soy tu perra.”

De la nada Rachel me empujo sobre la cama y me sorprendió ver que en verdad ella era mucho más fuerte que yo, literalmente no habría podido detenerla, aunque lo intentara.

Entonces se levantó el vestido y manteniéndome sobre la cama coloco su vagina justo en mi cara y dijo. “lámelo todo perra.”

Yo no tenía la fuerza ni la intensión de oponerme a ella ahora y solamente ice lo que me dijo, parecía ser que por lo menos nuestra vida sexual tenía la posibilidad de continuar.













El sabor era estimulante, salado y la fragancia me excitaba cada vez más y más pronto la excitación llego hasta el punto, que necesitaba complacerme y mientras lamia su vagina comencé a usar los dedos en la mía, fue entonces que sentí como una descarga un tanto dolorosa pues había tocado sin querer mi clítoris y como hasta ahora no había tenido la oportunidad de explorar mi cuerpo no sabía lo delicado que era.


Pronto Rachel se levantó de encima mío y se recostó sobre la cama, mientras que yo continuaba lamiéndola continuamente y masajeando mi propia vagina con mis dedos hasta que ambas nos mojamos al mismo tiempo.








 Pero ahí no termino el asunto pues Rachel abrió las piernas, anqué sin un pene con el cual penetrarla yo no tenía ni idea de que hacer ahora, pero ella me indico que habría mis piernas, aunque no sabía que tan estimulante seria solamente frotar nuestras vaginas una contra la otra, pero me sorprendí al ver lo efectivo que esto resultaba pues ahora sentía de cierto modo como cuando aún tenía mi pene pero de algún modo más intenso, yo no podía creerlo y seguía gimiendo de placer mientras nos mojábamos hasta que ya no pudimos soportarlo más.

Pero entonces estando agotado Rachel dijo. “te tengo una sorpresa cariño, imagine que con tu cuerpo asi, tendrimos qe ser... creativos.”

Y entonces fue al baño por un momento y regreso con lo que parecía un consolado sujeto por unas correas a su entrepierna y dijo. “esto te va a fascinar.”

A lo que respondí. “Cariño no estoy muy seguro sobre esto, podríamos tal vez…”






Pero ella me empujo sobre la cama y con una voz autoritaria me domino y me dijo. “no necesito que mi perra me diga nada, tu solo recuéstate y disfruta el viage.”









Entonces como si yo no pesara nada ella me dio la vuelta mientras yo decía. “cariño, no creo que debamos continuar con esto.”

Pero ella no me escucho simplemente levanto mi trasero y comenzó a introducir el dildo dentro de mí vagina, dominándome por completo y con una facilidad abrumadora, mientras yo podía sentir una sensación dolorosa mientras este se introducía y rompía mi himen quitándome mi virginidad femenina.


Luego de lo cual continúo cogiéndome hasta que al final yo no podía ni mover las piernas, yo no sabía que había sido eso, me sentía de cierto modo ultrajado y violado, pero al mismo tiempo tan excitado, quería que ella me dominara, ella se veía tan fuerte y dominante, no sabía que era esta sensación pero era una sensación a la que definitivamente podría llegar a acostumbrarme.



Fin del capítulo 2

6 comentarios:

  1. Muy buena historia, cambia la forma típica de la transformación y además es interesante y ecitante ver como reacciona su nuevo entorno, porfa publica los demás episodios pronto

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  2. Me encantó está historia !! ,Es original y los cambios son geniales ;3.

    Espero qué su hijo Rick siga mirando al nuevo cuerpo de su padre con morbo y lujuria y quizás lo espie ;3 , también será muy interesante ver la nueva relación con su hija ya quiero ver qué geniales aventuras suceden con su hija y sus amigas ;3 ,y será divertido si algún cachondo chico adolescente trate de ligar a nuestro protagonista ;3..

    También ame mucho lo genial que es su esposa , espero que su esposa lo trate como una perra en la cama y sigan esos geniales y sensuales juegos de rol de ellos ;3.

    Realmente muchas gracias por traernos esta genial y sensual historia , y sería genial si pudieras publicar la siguiente capitulos pronto porfa ;3

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  3. Muy buena, esperamos con ansias la siguiente parte��

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  4. No leí nada por la hora pero sigue publicado 😉

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  5. Wow, que buena historia, espero con ansias la siguiente parte c: en serio, sigue así y gracias ^^

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