"Los deseos locos del abuelo"

 

Mi abuelo tenía tantas ideas bien retorcidas en la cabeza, él era el típico millonario de la familia y el que vería por todos nosotros siempre  hasta cuando este falleciera, había dejado un jugoso testamento en mano y de repente luego de su muerte, todos comenzaron a morir, desde mis padres ambiciosos hasta mi hermana, solamente quedaba la cabaretera amante barata de mi abuelo, si, esa tipa  que llego a su vida solamente por todo su dinero, yo quien ya era el último en la línea familiar me debía de tocar todo por defecto, no esa tipa corriente buena para nada y pervertida sumisa lujuriosa, si algo sabia era que mi abuelo había planeado todo esto, quedarnos los últimos en la contienda, cuando entonces, una noche, Gabriela la puta barata me llamo a su recamara, yo sabía lo que quería, aprovecharse de mi inocencia y de que era un gordo bueno para nada que no tenía novia  y que solo quería quedarse con la herencia del abuelo, si claro, yo era el más inteligente de la familia, si no tenía un buen físico, pero no era ambicioso, sol quería salvar el negocio familiar, Gabriela me susurro intentando sacudirme, pero no caí en sus engaños, es más, ya sabía quién haba sido la autora de tantos  asesinatos familiares, incluso el asesinato de mis primos y de mis tíos, “Déjame ayudarte con tu problemita, ya solo somos los únicos en el testamento, veras que tendremos todos para nosotros solos, ya los eliminé a todos, a todos esos interesados, solo falta tu respuesta, ¿No quieres ser un niño grande?”, ella me susurraba intentando convencerme, pero yo era mejor que esa puta barata.

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Claramente mi respuesta haba sido nula y de un momento a otro, Gabriela salto de la emoción, llamo a el abogado quien estaba escondido mirando todo por un armario y de repente salieron otros dos hombres con una rara maquina con dos cascos, ¡Firme aquí!, decía el abogado mientras que leía  todo antes de firmar cualquier cosa, el testamento era claro, todo era para Gabriela y Gabriela era para mí, pero, también tenía dirección en todos los negocios y acceso del dinero familiar y de la empresa, no entendía, pero también una cláusula en letras chiquitas que el abogado y Gabriela pensaban que se me pasaría por alto, fue por eso que digo que el abuelo tenía las idas más malditamente locas, “Si quieres la herencia, entonces toma el cuerpo de Gabriela”, con eso sabía que mi abuelo estaba loco, yo, convertirme en la puta barata que había asesinado a la  familia, no lo creía, el abuelo entonces me volvió a susurrar en el odio, era el abuelo después de todo, “Lo has hecho bien pequeño, creíste que te dejaría solo, a ti, mi único fiel y leal nieto, el niño al que más quiero, por nada en el mundo le dejaría todo a una puta barata, además, necesitas tener el cuerpo de una puta para saber qué es lo divertido de ser una puta, anda, toma este cuerpo y diviértete con todo el dinero y un rico par de tetas”

El abuelo estaba loco, pero carajo, como no resistirme ahora que lo podía tener todo, el abuelo y yo acordamos compartir su propia herencia, seriamos la pareja ideal, solamente tenía que ser mi propia nueva esposa y putita personal, yo sería la esposa y su putita, tendría todo el dinero y por supuesto injerencia en las empresas, mientras que el también las dirigía con todos su experiencia, pero al menos ambas podríamos disfrutarlo todo, aunque a mí me dejo lo más rico que eran las tetas de la puta de Gabriela.