"𝑫𝒖𝒍𝒄𝒆 𝑯𝒂𝒍𝒍𝒐𝒘𝒆𝒆𝒏"
Estaba fastidiado de la situación, no entendía porque mis padres no me ponían atención, parecía que era la oveja negra de la familia, mientras que mi hermana mayor era su adoración.
La complacían en todo y sin reproches, hace mucho tiempo que a mí me habían dejado de querer y eso que solo era un niño de 10 años.
Recuerdo como antes de el extraño comportamiento de mis padres yo les era muy querido, me consentían, me daban juguetes, me dejaban ser un niño feliz, jamás recuerdo que a mí hermana la hicieran a un lado pues también le daban todo lo que podían.
Ese día, estaba preparando mi disfraz muy feliz porque era Halloween y saldría a recoger dulces como los otros años, pero de repente, mi mamá llegó mirándome con furia haciendo que me quitará mi disfraz de Spiderman para luego llevárselo y tirarlo a la basura.
Yo no entendía porque, estaba devastado, tan solo era un niño con ganas de divertirme y todo me lo estaban arrebatando si razón, ella me dijo que no quería que nada se interpusiera en sus planes de una cena romántica y en los planes de mi hermana que saldría a una fiesta con sus amigos de la escuela.
Ahí estaba una vez más el detalle, mi estúpida hermana mayor robándome una vez más la felicidad de ser un niño.
Está vez no me deje y enfurecido, fui a su cuarto a reclamarle, fue ahí que la encontré platicando con una de sus amigas por teléfono, sin entrar, pude escuchar sigilosamente como ella le decía que sus planes habían funcionado, que ese hechizo de calzon mojado que había usado con mis padres había salido a la perfección y que en definitiva yo ya había quedado en el olvido para ellos, pues ahora ella era su todo y nunca le negarian nada de lo que les pidiera.
Le dijo a su amiga que ella había convencido a mis padres de ir a una cena romántica en plena fiesta de Halloween, que me dejarán en casa encerrado, porque ella también iría a una fiesta con sus amigos, así que no podría llevarme y que no la molestaran.
Yo no entendía hasta donde podía llegar la maldad de mi hermana, yo solo era un niño inocente, era su hermanito, porque me odiaba tanto si nuestros padres nos lo daban todo a ambos.
Luego escuché decir algo sobre una bruja, incluso, la muy idiota reveló su ubicación, al parecer, ella le había dado el hechizo con el que embrujó a mis padres para hacerme despreciable.
No sabía que hacer, estaba envuelto en dolor, yo solo era un niño, que podría hacer para resolver esto, pero agarre coraje, no podría quedarme así, ya no me quedaba mucho tiempo, tenía que buscar la manera de vengarme.
Salí de la casa a escondidas, corrí lo más que pude con mi bicicleta hasta llegar a un cementerio retirado de la ciudad, ahí, pude ver cómo el lugar parecía bastante tenebroso, incluso me estaba arrepintiendo de no ser porque ya había tomado la decisión de vengarme, mis ganas eran más, quería sentir el placer de hacerla sufrir.
Luego de buscar, no logré encontrar a la dichosa bruja, todo parecía indicar que ya no estaba o quizás nunca existió, comenzaba a sentir miedo, estaba oscureciendo, la neblina comenzaba a aumentar y no lograba ver nada.
Empecé a escuchar ruidos y la sensación de riesgo me impulsó, corría lo más rápido que podía sin importar nada, pero fue cuando una sombra se postró frente a mi que me detuve frenando a todo pie para no chocar con la extraña viejecita que me había topado.
-¡Señora está usted bien, lo siento mucho! -
-¡Tranquilo hijo, estoy bien!, pero qué hace un niño tan joven, tan tiernito, tan inocente como tú en este sitio tan oscuro y bochornoso -
-¡Eh..., Nada!, solo vine buscando a mi abuelita, murió el año pasado -le decía fingiendo para no decirle lo que en verdad vine a buscar -
-¡Oh ya, entiendo, siento que eres familiar...! -
-¿Enserio? -le decía sin saber porque, pero su aspecto ya me estaba empezando a dar miedo -
-¡Oye bebe!, porque no vamos a mi choza, está muy cerca de aquí, podría regalarte algunos dulces, aunque no estás disfrazado podría hacer una linda excepción, ¿Qué dices...? -
La señora parecía poner todos sus ojos eh intenciones en mí, de la nada ya tenía sus arrugadas manos sobre mis hombros, acariciado mi cabeza y mi pecho con cierto morbo.
-¡Eh..., No gracias, me tengo que ir, mis padres deben de estar muy preocupados! -
-¡Espera!, ¿No quieres saber que fue lo que le di a tu hermana? -
Sus palabras me detuvieron, sentía como mi corazón vibraba, claro que lo necesitaba, ¿Pero a qué costo?
Me gire regresando a ver de nuevo a la señora, bueno, a la susodicha bruja, parecía cada vez más arrugada y tenebrosa, necesitaba respuestas y venganza, aquí era una de dos, la respuesta o la muerte.
-¡Está bien, vamos! -
Le dije entendiendo que con esto sellaría mi cruel destino, caminé junto con la bruja quien había metido su mano entralazandose con mi brazo para sostenerse, juntos hasta llegar a su choza en medio de la nada.
Ella empezó a hacer una especie de caldo en una enorme cazuela, no entendía porque, quizás era donde hacia sus hechizos y esas cosas de bruja, entonces ella empezó a explicarme todo lo que mi hermana me había hecho, pues me había puesto un hechizo repelente, dónde todo el cariño y atención que mis padres me daban se repelía hacia ella obteniendo todo lo que según ella yo le había quitado al nacer.
No podía parar con las lágrimas, mi hermana había hecho algo horrible, mis padres ahora ya no me querían, y solo por un estúpido capricho.
-¡Y bien, entonces supongo que sabes que ya es hora! -
La bruja me decía mostrándome su caldo hirviendo, meneandolo mientras lo saboreaba con placer.
-¿Qué quieres de mí? -
-¡Tu juventud bebe! -
-¿Porque no se lo quitaste a mi hermana, ella es joven y bonita? -
-¡Por supuesto que pensé en robar su cuerpo!, Pero ya era una cliente en el momento en que me pidió un hechizo, además, prefiero saborear lindos e inocente niños jóvenes y sabrosos como tú, ¡Jajajajaja! -
Una risa macabra se escuchaba mientras reía, sentía miedo y desesperación, tenía que buscar la manera de sobrevivir.
-¡Espera, hagamos un trato, quiero un hechizo para vengarme de mi hermana! -
Entonces la bruja se detuvo y empuñando la gran cuchara de madera con sus manos gruño mirándome con furia, luego de unos segundos exclamó.
-¡Jajaja, lo siento, no hago tratos con los niños! -
-¡Qué, jajaja, no, no, no, yo ya soy tu cliente!, ¿Lo recuerdas? -
La bruja se detuvo, no cabía duda de que un niño inocente había sido más listo que ella.
-¡Muy bien chamaco, me caes bien, eres listo!, dime, ¿Qué quieres para vengarte de tu hermana? -
Hasta ese momento no lo había pensado claramente, no sabía si convertirla en una anciana, asesinarla, transformarla en alguna rana o en algo peor que una alimaña, pero nada se me ocurría, solo quería recuperar el amor y la atención de mis padres, pero dudaba que la bruja quisiera romper el hechizo que había impuesto sobre mis padres.
-¡Así que no lo sabes, además, no tienes con que pagarme, será mejor que sigamos con lo que estábamos bebé! -
-¡No espera! -
Tenía que pensar en algo rápido, tenía que buscar la manera de que la bruja no me comiera, era cierto, no tenía nada con que pagarle, entonces pensé, si ella quería mi joven y tierno cuerpo para comer, entonces se lo daría a cambio de otro.
-¡Hagamos un trato!, tu dame el cuerpo de mi hermana y a cambio te daré mi cuerpo para que lo disfrutes y rejuvenezcas -
La bruja se quedó pensando un rato, me miraba con placer, sentía su penetrante mirada con morbo, me sentía acorralado y presionando por la angustia de una muerte horrible y dolorosa.
-¡Muy bien niño, si que eres muy listo! -
-¡Entonces!, ¿Lo hará? -
-El hechizo es difícil, pero dado a qué sus cuerpos son jóvenes es más fácil de lograrlo, recueste ahí mientras preparo el hechizo -
La bruja me decía dirigiendome hacia un pentagrama hecho de sal, recostandome en medio mientras encendía la velita negra de cada pico del pentagrama, luego, buscaba el hechizo en un antiguo libro, comenzó a elaborar una especie de bebida y me lo entrego obligandome a tomarmelo completo.
Sabía horrible, incluso quería vomitar, pero me dijo que aguantará, el brebaje que me había dado era vital, con eso separaría mi alma de mi cuerpo, no importa si mi hermana no lo tomaba, el chiste era mi cuerpo, aunque haría más tardado el intercambio.
Efectivamente, podía sentir como mi cuerpo se sentía adormecido, mi mente parecía dar vueltas y me sentía muy mareado, entonces comencé a dormirme, mirando como la bruja recitaba algunas palabras con su libro mágico de hechizos y conjuros.
Tenía miedo de que al final me engañara y terminará comiéndome, pero ya no pude más y me quedé dormido.
No sabía si era un sueño o mi engañosa imaginación, miraba como volaba por toda la ciudad, saliendo del panteón hasta llegar a mi casa, traspase las paredes llegando la cuarto de mi hermana, dónde al mirarla estaba desnuda arreglándose para su fiesta, también pude ver a mis padres, ellos ni siquiera sabían que yo no estaba, no parecían para nada preocupados, simplemente atendiendo sus necesidades de la cena romántica que tendrían.
Me sentí bastante triste, nada de esto hubiera pasado si mi estúpida hermana no quisiera destruirme, entonces, mi hermana comenzó a sentirse mareada, caminaba alterada y muy confundida hasta caer sobre la cama, donde pude ver todo su cuerpo desnudo con mayor visión, ella empezó a delirar hasta convulsionar, entonces, mire como su cuerpo vibraba, ya era hora.
El cuerpo de mi hermana se estremecía sobre la cama, cuando de repente, ví su alma saliendo de su cuerpo, ella de inmediato pudo verme, mirándome con ojos de coraje.
-¿Qué fue lo que hiciste estúpido? -
Ella me gritaba, pero antes de querer acercarse para golpearme, una extraña fuerza se la llevó dejándome a solas con su cuerpo, pero de la nada, otra extraña fuerza me impulsó hacia delante introduciendome en su cuerpo.
Todo parecía muy oscuro, como un cuarto sin luz, de repente, mi hermana aparecía frente a mi, pero cuando era una bebé, todo el entorno comenzó a cambiar, miles de recuerdos cruzaron frente a mi, eran los recuerdos de mi hermana, era su vida entera pasando frente a mis ojos, de repente, una luz muy fuerte me cegó y de la nada desperté.
-¡Ahhh, pero que pasó! -
Despertaba al cabo de unos minutos o quizás horas, sentía una extraña brisa recorriendo mi cuerpo, me sentía más pesado y más grande, podía sentir como mi cuerpo era diferente, pero mi cabeza apenas podía sostenerse luego del duro shock que había pasado.
Mi cuerpo o el cuerpo de mi hermana se sentía aún estremecido, pero algo muy cálido y húmedo se sentía entre mis piernas, parecía que me había mojado como cuando era un niño, aunque también sentía como mi culo estaba empañado de una sustancia viscosa y también muy olorosa.
Aún delirando trate de sugetarne al levantarme, un par de senos me recibieron colgando de mi pecho, eran las tetas de mi hermana, podía sentir como un cosquilleo recorría todo mi cuerpo, era un placer indescriptible.
Tenía el cabello más largo, negro azabache con rayos claros y rubios, trataba de mantener la vista cuerda, pues mi mente aún no podía procesarlo todo, estaba muy aturdido, pues pase de tener el cuerpo de un niño a estar en el cuerpo de una chica y casi mujer adulta de 19.
Miraba todo mi cuerpo consternado, veía las tetas de mi hermana, parecían más grandes desde este punto de vista, era curioso verlas colgando de mi pecho, ahora yo tenía tetas, era algo increíble que si te lo hubiera contado en otro tiempo no me lo hubieras creído nunca, lleve mis manos hacia ambas tetas sintiendo lo suaves que eran, las amasaba como dos globos de agua bastante suavecitas, podía sentir como mi cuerpo vibraba de cosquillas al estrujarlas, entonces pellizque los pezones de sus tetas y mi cuerpo se estremeció por completo.
-¡Ahhh, que rico, es muy fuerte! -
Gemía luego de hacer que este cuerpo se estremeciera de placer, pero era demasiado para procesar, estaba experimentando demasiadas emociones y placeres hormonales de mujer que mi mente apenas adaptándose a este cuerpo podía procesar.
Deje las tetas de mi hermana por un rato, necesitaba mantener la calma, aún no estaba acostumbrado, pues tenía pocos minutos con este cuerpo, era demasiado, quería regresar, no podía soportarlo, ser una mujer no era lo mío, yo solo soy un niño, pero no podía hacer nada, no sabía que hacer ahora.
Trataban de levantarme pero no podía, la sensación era catastrófica, todas esas sensaciones y emociones cruzaban acompañados de recuerdo por mi mente, estaba en un proceso doloroso de adaptación.
Luego de unos minutos de mareo, guarde la calma, aún no lograba mantenerme en pie, pero sentía unas fuertes ganas de ir al baño, mi abdomen me presionaba, entonces pude ver cómo la cama estaba batida de excremento, además de orines que comenzaron a crecer al manosear mis nuevas tetas.
Todo, a causa de hacer que el cuerpo de mi hermana entrara en un fuerte proceso de intercambio entre el alma de mi hermana y la mía, pues era un suceso natural, incluso que le sucedía a los muertos, por lo que, el cuerpo de mi hermana habría estado muerto por al menos unos segundos en lo que mi alma entraba en su cuerpo y se adaptaba.
Con la vagina y mi abdomen presionando, camine con cuidado por el cuarto hasta el baño, toque mi entrepierna por inercia y entonces me di cuenta de que ya no tenía mi pequeña cosa, si no ahora un estremecedor hueco entre las piernas.
Entonces, me senté en la taza y con mucho morbo, abrí mis piernas, notando que mi nueva vagina incluso ya estaba chorreando muy impaciente, pero no entendía como hacer que saliera, intente abrir los labios de esta pero sentía mucho cosquilleo al frotarla con mis dedos.
La desesperación me estaba ganando, sentía mucho dolor, carajo, no se porque carajos pensé en intercambiar mi cuerpo por el de mi hermana, quizás hubiera sido mejor morirme y que la bruja me comiera, pensaba agonizante mientras otro fuerte mareo estremecía todo mi cuerpo.
Entonces intenté relajarme, de alguna manera tenía que poder, ya estaba aquí, ya ni modo, no podía hacer nada para volver a tener mi cuerpo de niño, ser un hombre otra vez.
Mi cuerpo parecía desestresarse y escuchando un fluido de agua caer hacia la taza mi abdomen comenzó a apaciguarse, el dolor había disminuido y tan solo quedaba un leve cosquilleo que me hacía sentir que aún seguía ahí ese tenebroso dolor y espasmo de tener ganas de orinar.
Me quedé ahí un buen rato, pensando aún en lo difícil que está situación estaba siendo, entonces, mi madre tocó a la puerta de la habitación de mi hermana.
-¿Hija, estás bien?, tu papá y yo ya nos vamos, ¡Diviértete en tu fiesta te amo! -
Luego de eso se escuchó como ambos habían dejado la casa para irse, una vez más me sentí en depresión, mis padres ya no me querían como su hijo, pero ahora me querrán como su linda hija, no sabía si eso era bueno o malo, pero si así era pues que fuera.
Sentí otro espasmo en mi mente, pero fue solo para recordarme que tenía que apresurarme para la fiesta, muchas cosas surgieron en mi mente a raíz de eso, pues ahora era mi hermana y sentía como sus gustos, sus deseos, sus ideas, sus disgustos y hábitos se fusionaban con los míos, pero siendo estos más imponentes que la escencia que quedaba de mi ser, ya no sabía si continuar con la idea de ir a la fiesta, me sentía muy estresado, aún estaba adaptándome a estar en el cuerpo de una chica.
Mire mi entrepierna húmeda y tintineando pequeñas gotas de orina, tome un poco de papel y por inercia me seque suavemente de delante hacia atrás, luego note como seguía con el culo embarrado de caca y abrí la regadera para darme un baño.
Lo cual fue un apresurado error, pues empecé a sentir muchas fuertes sensaciones una vez que deje que el agua fría cayera sobre mi piel, temblaba ante el agonizante placer que recorría mi cuerpo, no podía parar, el agua comenzó a ponerse más caliente y entonces mi cuerpo empezó a relajarse, con un poco de placer pero menos intenso, recordaba como antes me divertía metiéndome en el agua fría por diversión, pero ahora era un martirio teniendo este cuerpo como estaba.
Luego de bañarme finalmente pude sentirme un poco mejor, estaba adaptándome cada vez más al cuerpo femenino de mi hermana, quién por cierto no sabía que había pasado con ella, quizás ya estaba en el cielo o el infierno, pagando por todos los daños que me causó, o quizás estaría como esclava de la bruja, presenciando como estaba a punto de ser devorada por ella en mi cuerpo.
Una llamada me sacudió, era su celular, parecía que era de un tal Ramsés, decía "Amor", para variar, mi hermana tenía novio, lo que significa que ahora yo tenía novio, y efectivamente, mi mente comenzó a recapacitar, mi corazón se sacudía de emoción y mi mente divagaba, acerque rápidamente mi mano y contesté.
-¡Amor, ya casi estoy lista!, ¿A qué hora llegarás? -
-¡Amor, perdón, pero no podré pasar por ti, te pido un Uber y ahí te caes vale! -
-¡Ah, si está bien bebé, no me tardo! -
No sabía porque pero una sensación de tristeza embargo mi mente y corazón, este tipo era un imbécil, dejar a su propia novia botada, sin llevarla como todo un caballero, pero dejé que se pasará ese extraño sentimiento y continúe arreglándome, sintiéndome como toda una diosa, sin querer, con el tiempo comenzaba a divertirme y a disfrútalo, me estaba maquillando no más facilidad, pues era parte de los recuerdos de mi hermana y de su cuerpo.
Finalmente me vesti, colocándome ese lindo conjunto con el disfraz, pensaba que mi hermana había elegido algo tan pervertido para ponerse y que ahora yo tenía que vestir su cuerpo con ello, subiendo su traje acomodando el escote en mis senos notando como estos se sujetanban cómodamente, luego me coloque los tacones altos de aguja que venían con el outfit y caminando con torpeza pude llegar hasta el espejo para admirar toda mi belleza.
No podía creerlo, me veía tan sexy y sorprendente, mi hermana si que era preciosa, no entiendo porque tenía que tener un alma tan negra, pero bueno, ahora yo era el nuevo dueño de su vida y de su cuerpo y yo no sería tan maldita como ella.
Miraba mi cuerpo estremecido, en verdad tenía un bonito cuerpo, estaba como lo denominaban mis amigos, bien buena, de hecho, siempre me decían que mi hermana estaba buena, no entendía porque a los niños de ahora nos gustaban esas cosas desde tan temprana edad, bueno, quizás solo era el inicio del morbo adolescente que empezaba a despertar en nuestros seres.
Caminé hasta la puerta de mi casa, recordando que tenía que pedir un Uber, entonces me puse a esperar y cuando llegó, un chófer joven y lindo me recibió, el me sonreía, pero yo lo tomaba como buen gesto de cordialidad entre cliente y servidor.
Aunque comenzaba a sentir sus miradas como algo más, con el tiempo en lo que llegábamos a mi destino, platicamos, era un chico muy lindo e inteligente, no era pobre, solo trabajaba para ganar algo extra de dinero, pues quería abrir una empresa, un restaurante o algo parecido, podía sentir como la conversación fluía bastante linda, sin saberlo ambos nos estábamos coqueteando, podía sentir su mirada provocativa admirando la belleza de mi cuerpo, lo que me hacía sentir linda por mi aspecto y pensamiento de chica, pero a la vez me hacía sentir incómodo y muy tímido por el alma de niño que usan tenía.
Incluso, apretaba mis piernas y presumía mi pecho alzandolo para que se viera más grande y le gustó, de repente, el celular comenzó a sonar, era el imbécil del novio de..., bueno de mi novio, le contesté borrando la sonrisa de mi rostro pero ya habíamos llegado.
-¡Preciosa en dónde estás! -
-¡Acabo de llegar, de hecho te estoy viendo! -
El chico se bajó a abrirme la puerta por cordialidad y entonces mi tonto novio se acercó enojado intentando provocarlo, le pedí que se calmara, que solo me están atendiendo, el asintió pero igual notaba su tonto semblante de celos, me miró con ojos de perversión pero luego empezó a decirme cosas sobre que si disfrutaba de verme como una pt dentro del Uber.
El lindo y amable chico le pido que se controlará, entonces ambos empezaron a pelear, los amigos de mi novio lo separaron, intenté pedirle disculpas al chico, pero algo lamentado se fue una vez que subió a su auto.
Sin más, tuve que aguantar que mi novio me tomara por la fuerza, sujetandome por la espalda impregnando un fuerte y abusivo beso, fue algo extraño sentir los labios de un hombre en los míos, sentía cosquillas en el estómago, pero no eran como las lindas mariposas que contaban a la niñas, si no más como un bochorno, me sentí mal, incluso más al saber que mucha gente nos estaba viendo, aunque no solo veían con risas como el idiota de mi novio me besaba, si no también me miraban a mi, miraban mi cuerpo, mi aspecto, miraban a mi hermana, no entendía, fue entonces que comprendí que me miraban por su cuerpo, por lo sexy que estaba.
Trate de mantener la calma, aunque dado a qué ahora era mi hermana esos sentimientos intentaban gustarme, pues me sentía querida y bonita, siendo la envidia de algunas chicas y el deseo de los chicos, era raro saber que mi hermana deseaba tener atención a toda costa, hasta ahora, seguía sin entender cuál era su problema con ello, ¿Acaso no tenía la suficiente atención de todo el mundo?
La fiesta continúo, sin poder hacer mucho, pues mi tonto novio estaba conmigo en todo momento, sentía sus manos manoseando mi redondo culo una y otra vez, también por momentos me susurraba cosas pervertidas, como, que quería manosearme como la pt que era, que quería hacerme cochinadas en mi concha, entre otras cosas, esas ideas no me parecían, sentía un asco tremendo de solo imaginar que mi hermana en verdad complaciera sus cochinos deseos a toda costa, pero, aunque mi mente no terminaba de procesar todos sus recuerdos, no sentía alguno en el que hubiera tenido siquiera íntimidad con algún chico.
¿Mi hermana..., yo era virgen?
Continúe aguantando los constantes acosos de mi novio hasta que ya no pude más, quería irme, no me sentía bien, sentía náuseas, parecía que había tomado algo en la bebida, ¡Pero como pude ser tan estúpida!, El imbécil de mi novio me había estado drogando desde hace rato al dejar que me trajera las bebidas.
Caminé muy aturdida, sintiendo mucho mareo, mientras caminaba, algunos chicos se acercaban.
-¡Que paso amor, te sientes mal! -
-¡Tranquila, yo te cuido princesa! -
-¡Amor, deja que te ayude!, Ya es muy tarde, ¿Porque no vamos a mi casa? -mi novio me tomaba de las manos -
Podía sentir sus malas intenciones, cuando unas chicas se acercaron a ayudarme, no podía escuchar mucho de lo que decían, pero parecía una pelea, lo único que pude hacer fue ir hasta el baño y vomitar, pero aún me sentía mal, de repente, escuché como alguien había entrado, pero cuando me di cuenta ya era muy tarde, pues era un chico que no conocía, era gordo y se veía muy pervertido, sin poder hacer nada, el tipo se acercó y comenzó a manosearme, sentía sus manos recorriendo todo mi cuerpo, apretando mis senos con fuerza, doliendome bastante, algo parecía pegar entre mis piernas, algo como un bulto que venía de las piernas del sugeto.
-¡Que rica estas mi amor, siempre quise tenerte así para mí solito! -
Podía escuchar como me susurraba, entonces, me tiró al suelo abriéndome las piernas, con sus manos arrancó parte de mi disfraz dejando mi vagina expuesta, me sentía débil y muy consternada, no sabía que hacer, ni siquiera sabía que estaba pasando, mi inocencia de niño me hacía ser tan ignorante, entonces, mire con los ojos borrosos como el sugeto sacaba algo de sus piernas y lo acercaba a mi vagina, estaba apunto de penetrarme pero por fortuna y en el último segundo, unas chicas entraron presenciando el horrible acto del tipo, inmediatamente comenzaron a gritar atrayendo la atención de sus novios quienes las esperaban afuera.
El tipo cedió ante el temor de ser descubierto y se llevó una tremenda golpiza de los chicos, las chicas intentaron ayudarme, me prestaron una capa de uno de sus trajes para cubrir mis piernas descubiertas por el desgarre de mis prendas, estaba confundida y con mucho miedo, no sabía que hacer, me decían que llamara a mis padres, pero ya era muy tarde y no sabía si me contestarían.
Por lo que pensé en pedirles que me pidieran un Uber y yo lo pagaba, no se si por coincidencia o destino o por el mero guión de quién escribe está historia, pues el mismo chico lindo de hace un rato me recibo presto y atento en la salida.
Me tomo en sus brazos cargandome hasta la parte trasera de su auto recostandome tiernamente, sin decir nada, me llevo hasta mi casa, apenas podía verlo con los ojos tristes y borrosos, ser chica no era fácil, no era lo mío, yo solo era un niño, no entendía muchas cosas, me sentía atrapado y agobiado, quería regresar con la bruja y revertir el trato, jamás debí intercambiar mi destino con el de mi hermana, pero entonces pensé, quizás mi destino era salvarla está noche de ser violada por ese horrible sugeto y liberarla de toda esa bola de imbéciles que la acosaban, sobre todo, de su novio.
El chico lindo me ayudó a levantarme, sin querer volví a vomitar en la calle, el me apoyó hasta que entramos a la casa, mis padres me recibieron sorprendidos, agradeciendo al chico luego de contarles lo que había pasado, luego de pagarle, el me dió un beso en la mejilla, me dió un fuerte abrazo y me susurro al oído que todo estaría bien.
Luego de que se fue, mi madre me metió al baño, me ayudó a bañarme y poco a poco regrese a la cama a dormir de lo agotado que estaba.
Tuve el sueño muy pesado, parecían ser muchas pesadillas, todo se veía oscuro y borroso, como un mar de almas en pena por doquier sufriendo desconsoladamente, de repente pase a otra situación y así sucesivamente, hasta que finalmente estaba de nuevo en mi habitación, en mi cuerpo de niño como antes, las lágrimas caían de mis ojos mientras me sentía muy triste y solicitario, entonces, mi hermana entro a mi habitación, la miraba triste y apenado por lo que pasó, llorando le rogaba que no había sido mi intención, pero ella se acercó en silencio y me abrazo sonriendo con calma.
-No tienes que pedirme perdón, en todo caso, es mi culpa, jamás debí hacerte daño en primer lugar y ahora lo pagaré para siempre, recuerda lo mucho que te amo, eres mi hermano, perdón por mi envidia y mis celos, espero que aprendas a vivir esta nueva oportunidad de ahora en adelante, ten mucho cuidado, las personas son malas y no siempre tienen buenas intenciones, sobre todo si ahora seras una linda mujercita, bueno, me tengo que ir, ya es hora, mi momento ah llegado, cuida a mis padres, no te preocupes por mí, ellos no sabrán nada, pensaran que solo han tenido una hija y esa serás tú -
Sus palabras me rompían el alma, la batalla entre hermanos había terminado, ella caminaba hacia una extraña y fuerte luz, desapareciendo lentamente hasta el infinito, entonces, sentí una fuerte ráfaga y desperté.
Miraba a todos lados, estaba en el cuerpo de mi hermana, frote mis ojos intentando apaciguar el dolor de mi cabeza, miraba mi cuerpo femenino, tenía que ir al baño, con calma, intenté hacer todo lo del día anterior logrando hacer mis necesidades con mayor facilidad, al menos no había provocado un desastre, sentí hambre y baje a desayunar.
Mis padres me atendían como los buenos padres que siempre habían sido, ellos se veían muy felices, mi madre sonrió mirándome con alegría, pero al frotar su vientre entendí todo, ella estaba embarazada.
Un nuevo bebé vendría en camino, tendría un hermanito o una hermanita, con felicidad, me incline hacia su barriga frotándola con tristeza y emoción.
-¡Te prometo ser una gran hermana! -
Fue lo último que le dije luego de salir corriendo en busca de la bruja, tome mi bicicleta y llegando al lugar la busqué por un buen rato así como a su choza sin excitó, al cabo de unos minutos, un mariposa blanca apareció frente a mi, reposando su ternura en mi hombro, haciéndome sentir una increíble paz.
Regrese a casa, era incómodo conducir un bicicleta con el cuerpo de una chica, al llegar, el lindo chico de anoche estaba estacionado fuera esperándome.
-¡Hola!, ¿Cómo estás? -
El me sonría mientras que le respondí tímidamente, ambos entramos a la casa, está sería una linda tarde.
-Kary-
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