jueves, 3 de noviembre de 2022

𝑹𝒐𝒃𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒍 𝒄𝒖𝒆𝒓𝒑𝒐 𝒅𝒆 𝒔𝒖 𝒗𝒆𝒄𝒊𝒏𝒂

 



Verónica iba saliendo de su casa, estaba apresurada porque se le hacía ya tarde para ir al trabajo cuando de repente uno de sus vecinos se acercó con un collar en sus manos, -¡Hola señora, mire, le regalo este collar! -le decía el chico muy ansioso, -¡Ay niño!, ¿En verdad es para mí?, ¡Eres muy amable! -la señora Verónica le respondía tomando el llamativo collar para luego colocárselo en el cuello, de repente, el cuerpo del chico cayó en el suelo junto con la señora Verónica quien luego de ponerse el collar se desmayó.

-¡Juan, Juan, no funcionó, aun sigo en mi cuerpo! –otro chico llegaba buscando a su amigo cuando los mira a ambos en el suelo, -¡Ay, que me paso! –la señora Verónica se despertaba confundida, de repente, para sorpresa de el otro chico, la mujer empieza a manosear sus propias tetas asombrado, -¡Raúl, Raúl, mira esto, tengo senos, soy una mujer, yo tengo el cuerpo de la vecina! –la mujer estrujaba sus tetas con gracia mientras que apenas podía acomodarse correctamente de pie, -¡No puedo moverme bien con estas cosas, se mueven mucho!, no pensé que yo terminaría en su cuerpo, -¡Ni me lo digas!, se suponía que yo debía de poseerla, por eso me encerré en mi cuarto para que nadie viera mi cuerpo, pero parece ser que me equivoque, -¡Quizás es quien se lo entrega! –ambos chicos halaba sin darse cuenta de que uno tenía el cuerpo de una mujer madura.

- ¡Juan, ahora tienes tetas! –Ricardo le gritaba entusiasmado, - ¡Tenemos que meter mi cuerpo en su cuarto mientras jugamos con el cuerpo de tu vecina! –luego de eso, Juan y Ricardo trataron de llevar su cuerpo hasta la cama de Ricardo, se encerraron con llave y comenzaron a explorar el cuerpo de la señora Vero, - ¡Ricardo, mira mis tetas, se siente bien extraño! –ambos chicos tocaban las tetas de la mujer mientras que Juan comenzaba a sentirse muy extraño entre sus piernas, - ¡Déjame meterla! –Ricardo le decía mientras que sacaba su pene y Juan con miedo se quitaba los pantalones de la mujer, mirando por primera vez como poseía ahora una vagina.

2

- ¡No Ricardo, espera, tengo miedo! –Juan jadeaba al verse intimidado por ahora ser una mujer, - ¡No seas una niña, abre las piernas! –Ricardo se montaba sobre el cuerpo de Juan y comenzaba a deslizar su pene dentro de su ahora vagina, - ¡Ahhh, se siente muy rico!, - ¡Ya vez pendejo, te la meteré toda hasta dentro!, - ¡Ahhh, despacio, Ahhh! –

Ricardo notó las tetas de la señora Vero y las tomó apretándolas mientras que con su miembro penetraba su vagina, Juan apenas podía decir unas palabras cuando ya sentía el pene de Ricardo dentro de sí mismo, sus tetas se sentían algo tensas y muy ricas, sin saberlo, ya estaba sintiendo como era tener un orgasmo femenino en su cuerpo, de repente, un cosquilleo extraño invadió todo su cuerpo y su vagina empezó a expulsar chorros como loca, Ricardo sentía bastante rico al penetrar por primera vez la vagina de una mujer y luego de unos segundos su miembro se corrió dentro de la vagina de Juan.

- ¡Ahhh, que rico, me dejaste toda llena dentro!, - ¡Si, no puedo creer que me haya cogido a la señora Vero! –Ricardo apretaba las tetas del cuerpo de Juan mientras que este aún podía mantener el pensamiento, luego se acomodaron sus prendas y recibió una llamada desde el celular de la mujer, quien era su jefe pidiéndole una explicación de porque aún no llegaba al trabajo, - ¡Tienes que dejar el cuerpo de la señora! –Ricardo le ordenaba, pero luego de unos minutos intentándolo nada sucedía, - ¡Mierda, estoy atrapado, quizás no debiste de cogerme de esa forma!, - ¡Pues no decía nada sobre eso en la internet!, - ¡Eres un pendejo, ya me quede atrapado en este cuerpo, no quiero ser una vieja por el resto de mi vida!, - ¡Calma!, lo mejor es que vivas como la señora Vero en lo que encontramos la manera de que abandones su cuerpo, Juan comenzaba a sentirse incomodo, dejo el collar en la casa de Ricardo y continuó por salir a la calle ahora siendo una mujer quien iba normalmente tarde a su trabajo, -¡Dile adiós a la cámara mamacita!, -¡Deja de grabarme Ricardo!, esto no es gracioso, ¡Mira!, tengo bastante culo y unas tetas, ¡Soy una mujer jajaja! –Juan y Ricardo se reían mientras este continuaba su camino de vivir una nueva experiencia como la señora Vero.


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