Daniel
había llegado a casa de Raúl, este lo había citado pues tenía algo importante
que decirle, ambos estaban platicando cuando Raúl le entrega una cerveza
esperando a que se la tomara, de repente, Daniel comenzó a sentirse extraño.
-
¡Raúl, Raúl que pasa, que fue lo que me hiciste! -Daniel gritaba con
desesperación, sentía como todo su cuerpo le ardía y comenzaba a cambiar
drásticamente, de repente, Daniel dejo de moverse, se sentía completamente
paralizado, su cuerpo empezaba a mostrar cada vez más y más cambios, mientras
que no podía hablar ni moverse, Daniel miraba como todo su cuerpo se retorcía y
le quemaba, su piel parecía ser de plástico, su pecho se había hinchado hasta
crecer dos hermosos senos, sus piernas se habían encorvado junto con si cintura
y su pene se había encogido hasta volverse una linda vagina de látex.
-
¡Jajaja, mira nada más, que cosita tan rica! –Raúl se reía frente a Daniel, a quien
había convertido en una sexy muñeca de plástico, - ¿Qué paso Danielito, no
puedes hablar?, ¡Qué lástima!, no te preocupes, dentro de poco gozaras de esta
experiencia –
-
¡Imbécil!, ¿Qué fue lo que me hiciste, porque no puedo mover, porque parezco
una puta muñeca? –Daniel trataba de gritar, pero parecía que nadie le escuchaba
–
-
¿Qué te parece si empezamos a jugar? -Raúl sacaba su verga bien paradita, - ¡No,
que haces, ni se te ocurra, no, déjame! –Raúl comenzaba a encimarse frente a
Daniel, mientras que este miraba con horror como acercaba su miembro
deslizándolo dentro de su vagina artificial, - ¡Ahhh, depende, Ahhh! -Daniel no
entendía cómo es que podía sentir su entrepierna como si de verdad se tratara
de una vagina real, comenzó a sentirse caliente y a jadear con fuerza dentro de
sí mismo, Raúl acerco su boca hacia sus grandes tetas plásticas y comenzó a
chuparlas con placer, provocando que Daniel se viniera una y otra vez, - ¡Ahhh,
no sé qué hiciste, pero es muy delicioso Ahhh! -Daniel no dejaba de sentir como
su cuerpo se estremecía aun sin poder moverse, era como si cada parte de su
cuerpo no le correspondiera y se llenara a si mismo de placer, luego de un
rato, Raúl se había venido dentro de su nueva muñeca, - ¡Bueno Danielita!, no sabes
cuánto disfruté de tus servicios, pero ahora tendré que limpiar tu vaginita y
guardarte junto con mis otras muñecas sexuales, - ¡Espera, no, devuélveme a la normalidad,
no quiero ser una muñeca, no! –
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Te ha pasado que quieres decir algo pero las palabras no son suficientes? Ahora puedes colocar imágenes o vídeos en comentarios, con los siguientes códigos:
[img]URL de la imagen[/img]
[video]URL del video[/video]