¡Felicidades Alexander!
Alexander se quedó sentado por un buen rato mirando por la ventana, había logrado su mayor deseo de cumpleaños y se encontraba ahora en su nuevo cuerpo en su nueva habitación con una nueva vida por delante, desde arriba, miraba como se llevaban a Laura en su cuerpo totalmente desquiciada, sus ahora antiguos padres salían para despedir al que creían que era su hijo, aunque en realidad era a la chica a la que Alexander le había robado el cuerpo quien esta mañana había despertado en el cuerpo de Alexander en su habitación con un fuerte dolor de cabeza, ella no entendía cómo es que ahora tenía el cuerpo del chico y rápido intento hacer de todo para recuperar su cuerpo, justo cuando no podía creerlo, sus nuevos padres entraron a su habitación festejando su cumpleaños, quienes para su desgracia, su aparente hijo comenzó a enloquecer y sin poder hacer nada, llamaron a la policía y a su vez estos trajeron a un par de médicos especializados en la psicología, luego de un rato, Alexander miraba con victoria como se la llevaban presa con una de esas chaquetas especiales anti fuerza.
- ¡Hija, ya viste!, se llevan al hijo de los vecinos, parece que enloqueció, ya ven abajo para desayunar –la madre de la nueva Laura le decía –
- ¡Si mami ya voy! –Alexander fingía bastante bien escuchando por primera vez su nueva y tierna voz –
Una noche antes, Alexander había preparado todo, espero a la idiota de su vecina y justo como lo planeaba, esta había llegado borracha por la fiesta desenfrenada de la escuela, la muchacha era una malcriada, era bastante consentida por sus padres y prácticamente lo tenía todo, pero ella tendría el futuro que Alexander deseaba, en una buena escuela con todos los gastos pagados, justo por una beca que se había ganado gracias a su inteligencia, pues a pesar de ser atractiva y popular, era aplicada y estudiosa, Alexander la atrapo con un trapo con tener y luego de unos segundos haciendo presión, esta se durmió, la subió hasta su habitación y le colocó uno de los aretes que había comprado de una página oscura en la internet, según estos, podía intercambiar su cuerpo con ponerse uno en cada cuerpo, justo como en cierta película famosa, Alexander gasto todos sus ahorros en ellos y lo único que esperaba el siguiente día que era su cumpleaños era despertar con mucha suerte en el cuarto de Laura con su cuerpo, Alexander la desvistió, disfrutando de verla desnuda por un buen rato hasta incluso acariciar los que serían sus nuevos atributos, provocando que esta gimiera inconscientemente para después colocarle su pijama y se dio a la fuga hasta la habitación de Laura, donde se colocó el otro arete y se vistió con la pijama de Laura, todo para que a la mañana siguiente, Alexander despertara con su nuevo cuerpo, los aretes habían desaparecido como decían instrucciones y ya nada podría quitarle el cuerpo que deseaba.
Linda Historia
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