"Angeles y Demonios"

 

¡Felicidades Brayan!

Brayan estaba por hacer lo último que tenia o debía de hacer por dejar de sentirse tan fuertemente enamorado de la única mujer que en verdad ha amado, justo en el día de su cumpleaños cuando todo para él se había arruinado, esperaba revelarle los detalles de su historia de amor a Fernanda, todo lo que el sentía por ella esperando a que este fuera su día de suerte, justo cuando ella público por fin la verdad sobre su relación secreta y por si fuera poco, el que ahora tendría un hijo con el hombre que se la había arrebatado, Brayan estaba histórico y con cólera se armó de valor, estaba desesperado y necesitaba con urgencia liberar todo lo que sentía dentro. 

Se sentó frente a una pistola y a punto de suicidarse, Brayan disparo y quedo tendido con los sesos destrozados en todas partes, pero eso no se acabaría ahí, paso y no como algunos creen o algunos piensan y otros tal vez ignoran, Bartolito, el ángel de la guarda de Brayan, cerró los ojos entre lágrimas luego de admirar como su custodio terminaba con su vida, si bien, los ángeles y demonios que los rodean están enterados de cada cosa que sucede alrededor de sus custodios, Bartolito sabia la razón por la que Brayan se había quitado la vida, pues Astaroth su demonio lo había embaucado a ese jubilo y despechado corazón roto, ambos seres bidimensionales, miraba como el alma de su custodio salía de su cuerpo finalmente para viajar al más haya o al inframundo, Bartolito tendría que luchar contra Astaroth por el alma del custodio, dependiendo que tan buena o mala fue su alma seria el ser que más fuerza tendría para llevarlo consigo hasta el lugar que fuera, pero entonces, Bartolito sentía lo que pocas veces los ángeles sentían, ira, rencor, por un lado, sabía que eso había sido obra de su demonio en turno, pero, por otro lado, sabía que la causante de la desgracia de su chico era nada más y nada menos que Fernanda. 

- ¡Esa odiosa Fernanda! –Bartolito decía –Pero entonces, Astaroth se acercó a Bartolito, el ser guardián pensaba que tena que prepararse para una fuerte lucha cuando este solo dijo, - ¡Te tengo una propuesta ángel! – 

Batolito sabía que no debía de negociar con demonios, ni seres malignos, pero con tal de no perder a su custodio intento hacerse de la vista ciega y escucharlo que el demonio tenía que decirle, el reto era muy grande y las ansias de una oportunidad única como ninguna otra le llamaban la atención, el ángel miro al otro estando de acuerdo como muy pocas veces se miraba en la divinidad, Astaroth y Bartolito guiaron el alma de Brayan hasta el cuerpo de Fernanda mientras esta dormía y entonces, lucharon contra el ángel guardián de Fernanda, mientras que el demonio en turno a su lado, simplemente observo y asombrado ayudo a exterminar al ángel guardián de Fernanda para ayudar a los otros seres en su causa, Bartolito tomo el alma aun inconsciente de Fernanda y la expulso de su cuerpo entregándosela a Astaroth a cambio de Brayan, mientras que a Brayan lo introducía en el cuerpo de Fernanda, el cuerpo de la mujer se convulsiono por unos segundos entre salidas y entradas astrales y después quedo como si nada, los ángeles y los demonios habían hecho de las suyas una vez más. 

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Brayan despertaba extrañado, había recordado el último momento de dolor cuando entonces se encontraba tranquilamente como si nada hubiera pasado, escucho también un extraño ruido a su lado y cuando giro la vista encontró a un hombre a su costado despertando junto a él. 

- ¡Ahhh! –Brayan gritaba escuchando su nueva femenina voz – 

El hombre en la cama ni se inmuto y Brayan entonces sintió que su cuerpo se zarandeaba extrañamente, observó el panorama por unos segundos y luego de encontrarse con unas grandes y turgentes tetas de mujer corrió al baño estrepitosamente para saber que sucedía, Brayan se miró en el espejo anonadado, se tocó el rostro y se pellizco sus nuevas tetas experimentando una sensación de cosquilleo en ellos. 

-Pero ¿qué fue lo que paso? –Brayan se gritaba a si mismo mientras estrujaba las deliciosas tetas que ahora tenía – 

Luego de explorar su nuevo cuerpo, Brayan seguía sin entender que sucedía, él se había matado, ¿Por qué tenía el cuerpo de Fernanda?, él era Fernanda, tenía su cuerpo, sus tetas, su vagina, su rostro, y entonces, deslizo la mirada y con sus manos acaricio su vientre recordando. 

- ¡Ahora soy Fernanda y estoy embarazada! –Brayan desnudo su cuerpo mientras frotaba su vientre tratando de imaginar aturdido al bebe dentro, de repente miles de sentimientos comenzaron a cruzar por su cabeza, algunos recuerdos de Fernanda y todo lo que había sucedido hasta ahora – 

Brayan estaba confundido y excitado, experimento con su nuevo cuerpo hasta que el sujeto de la cama quien ahora era su nueva pareja se acercó a saludarla y sin problema acaricio sus senos en tono de juego provocando que su nuevo cuerpo se excitara, intento rechazar sus besos, pero simplemente su cuerpo reacciono afectivamente a sus encantos. 

Luego de que Brayan intentara resolver las cosas, no le quedo de otra más que aceptar el camino que le habían dado los ángeles o lo que sea que el destino le hubiera dado, Brayan estaba feliz con su nueva vida, Fernanda era el amor de su vida y ser ella de la manera que haya sido era lo mejor que ahora podía pasarle, los meses durante el embarazo fueron un total dolor de cabeza, pero ahora que tenía a su nuevo bebe en brazos, solo podía sentir amor y ternura hacia ese ser que había engendrado.