30 es mi tercer chocolate.

30 es mi tercer chocolate.

No…. No quieres quedarte así para siempre, eres un hombre y no quieres ser una chica, mucho menos una adolecente.

Así que intentas tomar el chocolate, pero era tu tercero y en cuanto intentas comer un cuarto, este y la caja desaparecen.

Ahora eres esta chica de por vida.

Tu: dsf, dgd, dgds, sd (no, no, no, no)

No tienes remedio, acostúmbrate a la pubertad porque pasaras por ella de nuevo, esta vez como una chica.

Pasas el resto del día en la escuela como la chica que eres, tomando clases entre chicos pubertos que no dejan de tirarte los perros.

Lo peor es que de echo comienzas a ver a esos chicos medio atractivos.

Maldices tu suerte, atrapado en este cuerpo por siempre.

Termina el día y ya te vas a casa, pero oh… no…. Tu nueva amiga te detiene y te dice.

Amiga: Anna dgsdds fgsf gs sd gfs gdsg (Anna, vamos a la práctica de porristas)

No puede ser…. Eres una porrista, acaso podría ser peor.

Terminas la práctica de porristas y una atractiva mujer te recoge de la escuela, le vez el trasero y piensas (no me importaría acostarme con Tigo preciosa)

Pero luego te enteras… esa atractiva y joven mujer… es tu nueva mama, así que eso… queda descartado.

Regresas a casa, y vez que vives en una enorme y elegante casa, te sientas en el jardín y tratas de hacerte a la idea de que, de ahora en adelante, esta es tu vida.

Fin.