Luego de
intentar buscar trabajo en todos lados sin éxito, no me quedo de otra más que
entrar en el proyecto de migración, era un acuerdo que los
gobiernos tenían para que la tasa de inmigración y violaciones
internacionales respecto a las personas necesitadas al pasar de un lugar a otro
no fuera tan alta ni violenta, estuve esperando durante mucho tiempo que mi
traslado fuera bueno para poder trabajar, cuando un día me llego un
citatorio, en el lugar me entregaron una carpeta con muchos datos que debía de
estudiar sobre mi nueva vida, trabajaría durante 5 años en una empresa
llamada Weing Services en el otro lado del mundo, no sabía cómo es que había
tenido tanta suerte, lo raro era que en la carpeta venían los datos de una
chica, pues el programa me había seleccionado para cambiar de cuerpos con una
chica nipona llamada Hayami ella tenía tan solo 23 años y viviría en mi
cuerpo con los gastos pagados en esta parte del mundo mientras yo pagaba
sus gastos y los míos con mi trabajo en la empresa en Japón, estaba algo
impresionado de que el programa funcionará de esa manera, no me sentía muy
seguro de que la chica le gustara vivir como un hombre como yo, pero tenía
que aceptar el trabajo, además me incomodaba saber que sería una mujer y una un
poco menor que yo por unos 4 años, termine de leer la información de
la chica, no tenía que preocuparme mucho por sus padres y amigos, ahora solo tenía que
aprender cosas de mujer para que el cambio no me fuera tan difícil, pase los
últimos días preparándome mentalmente para el cambio y me despedí de
mis amigos y de mi familia a quienes les pedí ayudarán a la chica en todo lo
que necesitara, llegue a la clínica de intercambio y después de unos cuantos
ajustes mi mente fue intercambiada con la de la chica, cuando mire mi nuevo
cuerpo no podía creer que de verdad mi vida cambiara durante los próximos 5
años, afortunadamente el sistema te ayudaba a saber cosas de tu nuevo cuerpo
como el idioma y algunos recuerdos necesarios para vivir en el otro cuerpo,
Hayami fue contratada como secretaría quién a su vez le fue otorgado un
permiso para viajar al extranjero con todos los gastos cubiertos aunque no
fuera su cuerpo aceptando que alguien más trabajara por ella para
complacerla, sobre todo luego de estar cansada de que su jefe la buscara
siempre para sus favores personales.
Ojalá hubieran trabajos así por cierto que buena historia :).
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