Adriana estaba enfurecida por culpa de sus padres ahora
estaba en un predicamento, ahora su vecino estaba en su cuerpo y no sabía cómo explicárselos,
-¡Fernando ya compórtate!, estas en mi cuerpo, ahora eres una chica y no puedes
mostrar así las piernas –Adriana le decía a Fernandito, pues no entendía que debía
de comportarse, -¡Ay Adry!, no me gusta tu cuerpo, se siente muy incómodo, no sé
porque te metiste en mi cuerpo en primer lugar –Fernando le decía tratando de
fingir que no le gustaba ser una chica -, -¡Tenemos que represar a la fiesta y
tratar de volver a nuestros cuerpos! –Adriana le decía al chico, - ¿Sabes?, no sé
si quiero volver a ese lugar –Fernandito le decía a la chica abriendo las
piernas, - ¡Pero ¿Qué estás diciendo maldito niño?! –Adriana le gritaba con su
voz de niño -, - ¡Yo no soy ningún maldito niño!, yo soy solo una chica linda
con grandes senos que se quiere divertir con su nuevo cuerpo –Fernandito se
burlaba de Adriana, -¡Escúchame bien maldito mocoso!, ahora mismo vamos a que
me regreses mi cuerpo o te juro que le diré a tus padres –Adriana le gritaba
desesperada, -¡No!, yo le diré a tus nuevos padres que intentaste manosearme y
toda la noche te la pasaste mostrándole tu pequeño penecito a las chicas,
¿Crees que le creerán a un simple niño adolescente o a su niñera adulta a quien
se la dejaron a cargo? –Fernandito se imponía mientras jugaba con sus nuevos
senos, - ¡Me las vas a pagar maldito! –Adriana lloraba para después salir de la
que era su habitación y regresar a casa de Fernando, se sentía destrozada por
el niño, pero ahora tenía que hacer algo por recuperar su cuerpo, sin saber que
ya nunca podrá hacerlo.
Esta genial me encanta
ResponderBorrarFantástica
ResponderBorrarJeje, interesante!
ResponderBorrarFernando tiene razón... Nadie estará, dispuesta a creer la versión de Adriana
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