Pepe era un chico machista y pervertido, había
estado con sus amigos un buen rato emborrachándose mientras miraban a las
mujeres con buenos cuerpos y disfraces de puta que se encontraban en la fiesta,
pero entonces, fueron empapados con una sustancia muy extraña mientras aún
estaban embriagados y cuando salieron de sus cuerpos sus almas incluso se
encontraban tan ebrias para poder asimilar lo que estaba pasando.
Pepe comenzó a flotar por todos lados hasta que de
repente se dejó caer sin querer en el cuerpo de una mujer que estaba en el
suelo, Mariana quien era una mujer de 37 años también había salido de su
cuerpo, pero entre tantas almas que comenzaron a flotar moviéndose por todos
lados termino siendo arrastrada perdiéndose y llorando por no encontrar su cuerpo,
temiendo que alguien ya lo hubiera tomado antes que ella, Pepe comenzó a
sentirse extraño, su cuerpo parecía sentirse más pesado y su pecho se movía
bastante, sentía como su rostro estaba ásperoso y tenía adornos en todas partes,
al parecer la embriaguez se había reducido gracias a que Mariana no estaba lo
suficientemente alcoholizada, entonces, Pepe pudo reaccionar y cuando noto las
grandes tetas de mujer en su pecho, apenas y pudo levantarse siendo muy difícil
por el agitado balanceo de sus gemelas, Pepe miraba las enormes tetas que tenía
en su pecho y no pudo evitar tocarlas totalmente intrigado de no saber si estaba
muy drogado o de plano algo extraño había pasado, de repente, una chica casi
adolescente de no más de 11 años venia en la dirección del baño y se acercó a él
sosteniendo su mano, -¡Mami!, las personas están muy extrañas, me dan mucho
miedo, ya me quiero ir a dormir –la niña somnolienta le decía a Pepe quien
tampoco sabía lo que estaba pasando, Pepe noto como toda la gente estaba hecha
un caos y entonces tomo a la niña de la mano tratando de protegerla pues de
alguna forma sentía un cariño extraño hacia
ella, -¡Hola mamacita, veo que tienes unas chichotas bien ricas! –un hombre muy
feo y casi desnudo le decía mientras caminaba apresurado lejos del lugar con la
niña entre sus manos, Mariana quien había sufrido un choque como las demás
almas, termino en el cuerpo de un niño de 13 años a quien sus padres estaban
buscando luego de escuchar el alboroto, -Bueno, ¿Esta es tu casa niña? –Pepe le
preguntaba a la agotada niña -, - ¡Si mami, es nuestra casa! –la niña le respondía
tratando de entrar, entonces una mujer mayor los recibió, - ¡Hija!, qué bueno
que ya llegaste, acabo de escuchar que hubo un gran estruendo en la ciudad, ven
hijita, te llevare a dormir –la curiosa mujer quien era su ahora madre y la abuela
de la niña le decía -, - ¡No puede ser!, ahora soy una mujer, y soy la madre de
una niña –
Ta chido tendrá continuación?
ResponderBorrarVaya giró de tuerca, me gustó 😁
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