Héctor
estaba desesperado, su madre había enviado el medallón junto con la ropa sucia
a la lavandería, pero primero había tenido que explicare a su madre él porque
era tan importante el medallón y por qué claramente tenía que encontrarlo antes
de que fuera demasiado tarde, Héctor había usado el medallón que se había
encontrado en el museo, o que más bien le había obsequiado ese extraño sujeto
en el museo luego de ir de visita escolar, Héctor probo con unas pantis que había
comprado en el súper y este lo había transformado en un sexy versión femenina
de el mismo, había jugado un rato a ser chica por la calle mientras que se había
olvidado del medallón en su habitación junto con la ropa sucia la cual su madre había recogido y
enviado a lavar como cada semana, pero aunque Héctor fue lo ms rápido que pudo
para encontrarlo de nuevo, no se encontraba en ningún lugar, Héctor estaba
desesperado mostrando el culo a los demás clientes mientras buscaba dentro de
cada lavadora sin excito, después de hacer todo un desmadre en la lavandería, Héctor
regreso a casa con la ropa limpia y con un nuevo cuerpo con el cual tendría que
vivir como castigo.
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