viernes, 17 de diciembre de 2021

𝑳𝒂 𝒄𝒂𝒍𝒍𝒆 𝒔𝒐𝒍𝒊𝒕𝒂𝒓𝒊𝒂

Llevo graduada un par de meses y llevo trabajando apenas unas semanas, todo es increíble en mi trabajo, excepto por una sola cosa, el camino de regreso a mi casa, normalmente salgo a las 7 de mi trabajo y para cuando salgo del metro con casi las 8:40 hasta todo bien, el inconveniente viene después, aún que mi casa queda relativamente cerca no hay ninguna ruta que me lleve hasta ahí, así que tengo que regresar caminando, todo va bien hasta que llego a una “avenida” de un lado una gran fábrica y la barda de la misma abarca toda la avenida y del otro la cerca de un parque, la calle es relativamente larga, sin embargo es no es el problema, el verdadero problema es que casi no hay luz, apenas unas 5 o 6 lámparas que iluminan la aterradora calle, otros días había tenido suerte y me había encontrado pequeños grupitos de gente con lo que caminaba para cruzarme , pero hoy se me hizo tarde eran casi las 10, ya no había ni un alma y mi celular sin pila, mi desgracia no podía ser peor, me espere un rato para ver si gente se reunía pero pasaba nadie, aún que sea una persona y bueno entre 2 ya es menos el miedo, pero pasaban los minutos y nada no podía seguir esperándome, solo se hacía más tarde, en un impulso de adrenalina comencé a correr, estaba por la mitad y ya mi paso estaba disminuyendo, de repente solo me detuve. 


-¿Funcionó?- Esas palabras salieron de mi boca, estaba intrigada si realmente había funcionado.


Movía mis brazos veía mis manos, sentía que no podía reconocerlas, hice algo que me pareció muy extraño las lleve ambas manos a mis pechos, las sacudí, comencé a reírme.


-No mames que si funciono esa pendejada.- Nunca había tenido un vocabulario tan obsceno pero creo que era divertido.


Comencé a saltar de alegría hasta que mis pechos me dolieron de rebotar.


-Mierda.- dije sosteniendo ambos pechos.


-Tengo que ir a donde deje mi cuerpo.- no sabía precisamente a qué me refiera pero ya había comenzó a caminar, llegue hasta un punto de la cerca del parque que estaba un poco abierta… entre, seguí un pequeño sendero entre los arbustos, era extraño, es como si el miedo a que me pasara algo se hubiera ido por completo y en cambio hubiera sido cambiado por una ligera excitación, la cual hacía mojar mis calzones, lleve hasta un Lugar un entre rocas,   donde grandes arboles tapaban casi todo y lo único que iluminaba esta una de las lámparas de la pista de correr, podía ver casi todo en es pequeño hueco muchas botellas de cervezas, unas bolsas, y a lado una cama sucia con un hombre acosado en ella, se veía algo sucio pero no como un vagabundo si como un borracheo de días, no sabia que hacía aquí, el hombre podría despertar y hacerme algo, pero no me importo, me acerque a él, me agache, y comencé a moverlo muy bruscamente pero por más que lo hice no logré despertarlo.


-Ya entendió, cuando salgo de mi, solo queda un caparazón vacío, jajajajaja no mames que puta suerte.- por lo que entendí algo salió de él dejándolo en estado vegetativo, me senté en la cama.


Mi vista nuevamente se centró en mi, baje las mirada y vi mis pechos.


-Mira nada más que chulada de tetas tiene esta vieja.- por alguna razón había comenzado a referirme a mi en tercera persona.-


Subí mi blusa hasta que pude ver mis tetas.





-jajajaj no me chingues esta Pendeja tiene las tetas más enormes que he visto.- esas palabras saliendo de mi boca me excitaban tanto, comencé a tocarme lascivamente. Me baje el brasier.


-No no no hasta sus pezoncitos rosaditos se carga la muy pendeja.- cuando con la punta de mis dedos toque mi ya muy erecto pezón, una choque de placer recorrió mi cuerpo completo, sentí como toda mi entre pierna se humedeció.


-No mames que fue eso.- dije agitada, rápidamente intente desabrocharme el pantalón y metí mi mano hasta mi zona, toque sin pudor ni cuidado, empaque mis dedos de mi propio líquido y la saque, vi mi mano brillosa lubricaba por mi misma, solo la introduje en mi boca, era raro sentir mi propio sabor, pero me gustaba, ahora me pregunto ¿por qué nunca lo había hecho? Saboree a mi misma.


Comencé a bajarme los pantalones pero por mas que quise no pude pasar de mis botas, así que decidí rendirme, por alguna razón no quise usar el cierre que tenían para quítamelas, pero mantuve tocando mi zona íntima.


-Un coño peludito que rico mi amor.- me gustaba como llame a mi zona íntima”coño peludito” jajajaja.


Estaba jugando con el literalmente jugando, como si quiera hacer algo más pero no tuviera la menor idea, así que solo me volteé y vi al hombre acostado, le desabroche su pantalón y saque su cosa, sabía que claramente eso estaba mal pero, quería hacerlo, la toque u comencé a moverla de arriba a abajo pero me detuve.


-¿Sería de maricones lo que estoy apunto de hacer?.- por alguna razón me había plantado de que tocar a alguien irrespetuosamente sería un acto homosexual.


-Bueno, es mi propia verga y además yo soy una vieja creo que si puedo hacerlo.- mi labios pronunciaron.


Comencé a moverlo de arriba a bajo.


-jajajaj con estas manitas mi chile está enorme .- y si qué lo estaba. ninguno de mis ex novios había tenido una cosa así de ese tamaño, ya llevaba un rato jalando  la cosa de ese sujeto.


-ay ya a la mierda.- introduje esa cosa en mi boca y aunque tenía un poco de asco succione muy bien y ya se había comenzado a poner dura.


Cuando ya estaba hecha toda una roca me de detuve, me puse en posición para introducir ese miembro dentro de mi, no sabía porque me sentía tan emocionada. Lo introduje rápida mente.


Un gritó ahogado salió de mi.


-No mames, que rico.- dije lo último en voz baja. Sentía que esa cosa me iba a partir en dos.


Comencé a rebotar descontroladamente.


-Maldito coño, puta vieja qué Coño te cargas 


Comencé a rebotar más rápido, con mis manos tocabas ambos pechos, hasta que comenzar a nalguearle y por accidente toque me hoyito.


-Ni me acordaba del culito de esta puta.- me asuste por un momento cuando dije eso pero no me importo, solo introduje un dedo sin pudor alguno. 


-estás tan cachonda puta que tú culito si aguanta una botella.- y si que lo aguanto.


Está ahí en medio de la nada con el pene de un extraño en mi vagina y una botella de cerveza barata en bueno mi culito, Como ahora le decía, nunca me había referido a mi de esa forma pero me gustaba.


Mis rebotes fueron cada vez más rápidos creo que al hombre dormido a abajo de mi le gustaba por que sentí como su semilla caliente me llenaba por dentro, siempre uso protección pero hoy sería un buen día para no usarla, pero junto después de eso sentí su semen llenándome puede sentir  como mi cuerpo se retorció de placer, se liberó de energía, esa noche sufrí el mejor orgasmo de mi vida hasta ahora, me retorcía del placer.


Me levante he intente poner todo en su lugar, no me importaba que mi vagina aún estuviera escurriendo de esa cosa, así me subí mi calzón y mi pantalón, me sentía un poco juguetona dejando al semen escurriendo dentro de mi.


Me levante y me fui como si no hubiera decidido entrar al parque a hacer él amor con un hombre extraño he inconsciente, como si nada hubiera pasado. cuando estaba de nuevo en la calle  solo  sentí una liberación, seguí caminado a la casa pero No deje de pensar en eso, llegue tan caliente a mi casa que me toque dos veces más  esa noche.


Desde ahí intento llegar tarde del trabajo y esperar a que me pase lo mismo, incluso camino hasta lento esperando, paso por la que la rendija donde entre, pero nunca  tenido éxito y por más que quiero no me armo de valor para entrar… hasta hoy.


-Vaya vaya puta, tú de nuevo.- Sabia que hoy me armaría de valor para entrar me dirigí hacia la rendija pero cuando iba a entrar una taxi se Detuvo.


-Oye niña no quieres ayudarme en algo.- volteé y me acerque a él, cuando ya estaba lo suficientemente cerca a él pude ver que se estaba masturbando dentro de su taxi.


-No me quieres echar una mano.- dijo ese señor todo cochino. 


Me recargue en la puerta del carro.


-Una ayuda no se le niega a nadie.-lo dije mientras bajaba mi mano hasta su pene y comenzaba a masturbarlo.


El taxista se quedó más que sorprendido, no creía lo que estaba pasando.


-¿Que?, ¿no tengo gusta como lo hago?, porque si quieres lo puedo hacer con la boca.- nunca en mi vida me había sentido tan segura.


El taxista de inmediato dijo que si.


-pero con la condición que me chupes mi culito, siempre he quedó saber que se siente que te chupen el culito.- nunca me había gustado “jugar” con mi culito pero desde aquel  día me he vuelto mas abierta. 


Cuando termine de decir esto, este señor se vino.


-mi amor, pero prométeme que vas a durar más.- chupe los restos de semen que había en mi mano y me subí a aquel taxi.



2 comentarios:

  1. He estado buacando historias asi de posesion y de gender bender no tienen alguna parecida asi?

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