𝑷𝒐𝒓 𝒍𝒂𝒅𝒓𝒐𝒏𝒂

 

¡Jejeje!, pero miren nada más en que sexy cuerpo me vine a meter, todo gracias a esta tonta niña que seguramente se robó el medallón de aquel lugar en el que me tenían encerrado, lo siento estúpida, pero este ahora es mi cuerpo y no pienso regresarlo, solo espero que esa bruja no me encuentre, porque si no estaré en graves problemas, será mejor que destruya el medallón, así no tendré que volver ahí a que me encierren por otros 3 mil años.

Carolina paseaba por el centro, pasándola de compras como cualquier otra niña consentida, cuando entonces, Carolina se encontró con una tienda de magia, a ella siempre le llamaba la atención las cosas mágicas, sobre todo si estas se trataban de joyas y piedras preciosas, al entrar, fue sorprendida por una extraña y vieja bruja que era la dueña del lugar, ella no pretendía darle a Carolina algo con magia de verdad, pero la chica se mostró insistente por un viejo collar en una de las zonas prohibidas de la tienda, la anciana no se dio cuenta de que la joven chica había escondido el medallón en una de sus bolsas y esta simplemente pago por una tonta piedra cualquiera.

Al llegar a casa, Carolina comenzó a revisar todas sus cosas encontrándose  el lindo medallón que le había robado a aquella anciana, selo colgó en su cuello sin perder el tiempo y luego de unos segundos, la chica sintió un extraño espasmo en todo su cuerpo, de repente, un ser extraño se había apoderado de su cuerpo, Carolina había intercambiado su alma con el alma de un hombre malo y poderoso que era un rey de algún reino de hace miles de años, encerrado por aquella  bruja anciana, quién sin perder el tiempo, se deshizo del tonto medallón y de esa ingenua chica dentro para disfrutar de su ahora nuevo y joven cuerpo.