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¡Mira Miguel, ya encontrĆ© ese hechizo de posesiĆ³n, con esto podremos poseer a
la vecina –
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¡No mames Luis, hay que intentarlo! –
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¡Pero quien de los dos lo harĆ”! –
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¡Yo lo hago!, quiero saber que se siente ser una mujer y tener el cuerpo de la
puta de tu vecina –
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¡Que puto me saliste, pero vale, yo quiero cogĆ©rmela! –
Luis
y Miguel eran dos amigos que se la pasaban pervirtiendo a la vecina de Luis,
pues Renata, era una chica Dark que siempre se vestĆa bastante provocativa,
Luis habĆa estado buscando aquel hechizo de posesiĆ³n del que tanto le hablaban,
hasta que un dĆa finalmente lo encontrĆ³ en una pĆ”gina extraƱa, sin estar muy
seguros, Miguel fue el atrevido que decidiĆ³ tomar la iniciativa de poseer el
cuerpo de la vecina de Miguel, para poder disfrutar de estar en un cuerpo
femenino, Miguel recito las palabras del hechizo, sintiendo como su alma
viajaba en direcciĆ³n al cuerpo de Renata, al poseerla, Miguel reconociĆ³ que el hechizo
habĆa funcionado perfectamente, ahora estaba en el sexy cuerpo de Renata, quien
al parecer viva tranquilamente en su casa, no era como esa clase de mujeres que
ellos pensaban, Miguel no perdiĆ³ el tiempo y le llamo rĆ”pidamente a Luis quien
estaba desesperado cuidando el cuerpo inconsciente de Miguel mientras que
esperaba a que Miguel poseyera a Renata como tanto lo esperaban.
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¡No mames pinchĆ© Luis, de verdad funciĆ³n, soy Renata, soy una chica! –, - ¡No
mames Miguel, ahora mismo voy a verlo con mis propios ojos! –
Ambos
no perdieron el tiempo y comenzaron a experimentar cogiƩndose el cuerpo de
Renata, mientras que Miguel estaba disfrutando, no pensaron que se habĆan
dejado llevar demasiado, de repente, Miguel sintiĆ³ como un fluido extraƱo
penetraba en el interior de su vagina.
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¡No mames Luis, pero que fue lo que hiciste! –, - ¡Verga Miguel, no mames, no
fue mi intenciĆ³n! –
Ambos
amigos estaban aterrados, mĆ”s Miguel que Luis, pues ambos sabĆan que no debĆan
de coger sin protecciĆ³n, ya que si alguno llegaba a venirse dentro del cuerpo
de Renata el hechizo se volverĆa permanente, ahora Miguel tendrĆ” que vivir con
la cruda realidad de que poseer a una chica tiene sus consecuencias.
Me gusto
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