jueves, 10 de octubre de 2019

Doble posesión


Nuevo blog "Fallen body swap": 



Daphne y Violeta son una pareja amante de la emoción y lo paranormal, haciendo así varias locuras que pocas personas se atrevería como visitar cementerios o lugares abandonos, llevándose un susto o dos como máximo pero nada que las hiciera retroceder en verdad.
Pero su suerte terminaría el día que decidieron jugar a la ouija. Daphne, una hermosa y joven rubia consiguió una de esas tablas paranormales para jugar con su pareja, no tenían duda de que seria lo más emocionante hasta ahora pero no vieron las verdaderas consecuencias.
Si bien, al principio llevaron con total respeto y al pie de las letras las reglas que el juego tenía, con la llegada de un espíritu bajaron la guardia. El espíritu se mostró muy amigable con las chicas, respondía a todo e incluso mostró un poco de su poder al sacudir unas cosas de la habitación, ganándose así la confianza de las mujeres.
Pero todo era parte de su plan y en cuanto la rubia se distrajo por un mensaje que le llegó, aquel amigable espíritu mostró su verdadera esencia y entró al cuerpo de Violeta para poseerla con total éxito. Después de eso sólo tuvo que fingir un rato antes de seguir con su plan.
Con el poco tiempo que las conoció le fue suficiente para dar una interpretación creíble de la pelinegra, quien según excitada por lo que hacían quería ir a divertirse a solas con su amada pareja, dijo que ella se encargaba de cerrar la ouija mientras Daphne se preparaba el la alcoba.
La pobre y tonta mortal cayó por completo en el engaño y en cuento se fue, el espíritu aprovecho para hacer añicos el tablero para no volver del lugar que salió, dejándolo con un cabo menos que atar.
Al entrar en la habitación vio que su pareja apenas se quitaba la ropa pero no se tomó la molestia de indagar y de inmediato la abrazo por detrás para tocar el cuerpo ajeno.
-Vaya, Violeta ¿Que estas haciendo? Normalmente yo-
Una fuerte nalgada se escucho en la habitación seguida de otra y otra junto a besos en el cuello ajeno por parte de la chica de anteojos, con esas acciones le estaba dando bastante lata dominar por completo a Daphne quien estaba sorprendida por el repentino cambio de papeles, normalmente ella era quien hacía eso, no Violeta.
-Ouch, se más suave ¿Si? Violeta ¿Porque haces esto?¿Es venganza de la otra, ¡Ouch!-
-Violeta ya no controla este cuerpo, sucia mortal-
Sonaba igual que la pelinegra sin embargo sus palabras eran claras al decir que no era ella, el demonio la estaba controlando.
-¿A qué te refieres?-
Preguntó la rubia semidesnuda y debajo del cuerpo de su pareja.
-Seré muy claro, el espíritu con el que hablaban soy yo. No necesitas saber mi nombre o identidad, ni siquiera estoy interesado en tu cuerpo... Aunque tal parece que Violeta lo está y mucho así que mi oferta es la siguiente: Tendré el cuerpo de esta mortal hasta conseguir mi objetivo, tu serás mi sirvienta y no buscaras ayuda, si lo haces me encargaré de acabar con la vida de esta chica y de la tuya ¿Quedo claro?-
Hubo un silencio terrible y la rubia ahora temblaba de miedo por lo que escucho, era la voz de la persona que más amaba en el mundo pero no había ni rastro de ella y eso es lo que más miedo le daba pero aquel ser no quería perder el tiempo y tras otra nalgada empezaría a acariciar el cuerpo ajeno.
-Habia pasado tanto tiempo desde que lo hice por última vez, aunque nunca lo hice como una chica así que le da diversión ¿No es así sierva?-
A la falta de respuesta el demonio volvió a castigar los glúteos de la chica y metiendo un par de sus dedos en la vagina de la rubia sin problemas.
-Dije ¿No es así sierva?-
-Aaahh...Si..-
-"Si, amo" es como se dice - 
Los dedos dentro de ella se movían con una violencia que desconocía la rubia y a la que no tenía forma de oponerse, aún si pudiera voltear las cosas en la cama no imaginaba como hacerlo sin la consecuencia de herir a su pareja, por lo que hasta descubrirlo debería acostumbrarse a ser la sumisa.
-Si, amo...tendrá mucha diversión-
-Oh, bien dicho sierva, espero cumplas tu palabra como yo cumpliré la mía, así que empecemos -
Podía verse una sonrisa maligna en la pelinegra que comenzaba a desnudarse. Aquella sonrisa era algo que debiera esperarse al tener un espíritu maligno dentro, tan maligno y hábil que sin siquiera usar la mitad de su poder ya había conseguido poseer a dos humanas.

3 comentarios:

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