viernes, 11 de octubre de 2019

¡Las Scords!


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1.0

Diego y sus amigos, estaban planeando como conseguir dinero, se habían hecho una cuenta cada uno de Facebook con el nombre a imagen de una chica, pensaban en estafar hombres para que les pagasen lo que fuera con tal de estar una noche con ellas, citándolos a un lugar al cual jamás asistiría ninguna chica como decían, paso el tiempo en el que ellos seguían estafando hombres, muchas veces indagando más profundo en sus vidas personales con tal de obtener información que les sirviera para amenazar al tipo y quitarle dinero sin opciones de hacer nada, pero cuando llego el día en el que el grupo de chicos se topó con un hombre por demás desconocido, comenzarían las tragedias para cada uno.

El hombre inteligentemente contacto a cada uno, -¡Hola amor!, ¿cómo estás?, fíjate que…, me gustaría estar contigo esta noche –fue la misma frase que para cada chico sin sospechar nada recibieron, claro que,  el hombre les había puesto una trampa, había usado cuentas diferentes 3 para ser exactos, para contactar con las o los 3 chicos distintos, cada uno cayendo en la trampa se aseguraron de no perder ese negocio pues el hombre lucia sumamente millonario hasta los huesos, -¡Si, amor, te veré esta noche en el Hotel XXXX, -¡Claro que si lindura!, pero…, me gustaría darte el dinero en persona –fue cuando los chicos nervosos, se armaron de valor, usaron algo del dinero y…, yendo a las zonas más oscuras y olvidadas de la ciudad contrataron a 3 chicas quienes con gusto aceptaron el trato por necesidad, cada una fue escoltada por cada uno de ellos con afán de no perder el negocio, cuando llegaron al cuarto donde se suponía se  verían con el hombre, estaba vacío, “¡Crack!”, se escuchaban los cráneos de sus cabezas mientras caían al suelo desangrándose, las chicas giraron a ver que sucedía aterradas al encontrarse con unos hombres encapuchados mientras estos las dormían inyectándoles contra de su voluntad el suero.


2.0

Al despertar, Diego se sentía sumamente adolorido, su cabeza le daba vueltas, pero.., notaba como su cuerpo se sentía distinto, se miraba en un cuarto iluminado mientras que sus brazos y piernas estaban atados con engancha duras metálicas a una camilla, intento liberarse justo cuando miro frente de él un par de senos firmes en su pecho agitándose ante sus movimientos, el cabello largo y castaño que cubrían sus ojos y los gemidos con voz gentil que salían de su boca al intentar liberarse, cuando una voz ronca se escuchaba con eco en el fondo de la habitación, detrás de él se escuchaban gemidos de otras chicas que parecían tener la intención de escapar, el hombre llego junto con él y las mujeres atadas en las camillas como el, todas alteradas, eran las chicas que habían contratado en aquel lugar retirado, parecían tener miedo, el hombre sonrió junto con sus aliados, -¡Hola, Dieguito!, te estarás preguntando qué es lo que esa pasando…, ¿no es así? –Diego intento liberarse pero era inútil, -Deberías de dejar de hacer eso, no queremos lastimes nuestra mercancía –el hombre le decía mientras que Diego se calmaba, -¡Porque me has hecho esto, soy una chica!, ¿quién demonios eres? –preguntaba, -Solo alguien que disfruta de hacer negocios, veo tu astucia en ellos, eres empresario…,¿No? –le contestaba, cuando por fin los libero las chicas se recorrieron arrastrándose por el suelo con sus cuerpos desnudos, el chico se levantó intentando golpear al hombre que le había hecho eso pero le atrapo fácilmente el puño y lo jalo aventándolo hacia las otras chicas que se retorcieron del dolor del impacto, -¡DONDE ESTAN MIS AMIGOS!, -¡Cállate, estas sobre de ellos!, -¿Diego, eres tú? –decían las otras chicas, -¿Chicos, son ustedes?, luego de una pequeña ilusión de rencuentro los hombres del sujeto levantaron a las chicas en contra de su voluntad, estas estaban aterradas y aferradas sobre de su amigo, cada una se fue en otra dirección donde las llevaron  a sus nuevos cuartos encerrados con seguridad especial.


3.0

Diego fue llevado a su propio cuarto de igual forma, el chico espero luego de que se le fuera entregada una maleta con ropa, pronto el chico comenzó a sacar prenda por prenda descubriendo las cosas que tendría que ponerse, casi cm si fuera amenazado comenzó a ponérselas sintiéndose como una basura, al poco rato, el hombre que los había puesto en esa posición entro a su habitación, le entrego una nota con datos sobre su nueva identidad, le dejo muy en claro que no podría hacer nada desde ahora pues estaba en juego su vida por el precio de su libertad, debía de obedecer y responder por lo que  era ahora, al leer los datos, se encontró con su nueva identidad, que era la de la chica a quien había contratado, Diana una chica de 23 años de origen mexicano, la chica fue tomada de las anos fuertemente, quería escapar pero no podía, la llevaron casi a rastras hasta un lugar muy arreglado con una especie de sala en donde se hallaba sentado su nuevo esposo, el hombre la tomo aun a pesar de los estragos que hacía, la beso dándole un gentil saludo el cual ella no tomó con aprecio, para el hombre eso era normal, pero luego de soltarle  una tremenda bofetada que la tiro al suelo entendió que no tenía escapatoria, la nueva Diana fue llevada con el hombre hasta su helicóptero donde salieron sin problemas hacia su nuevo destino, encontrándose en una aeropuerto donde subirían a un jet privado hasta Arabia, lugar donde residía el hombre y que tomaría lugar como una de sus 7 esposas, tan pronto como llegaron, Diana fue desvestida y arreglada para el casamiento, la chica no entendía nada de loó que decían pero pronto se encontró en el altar junto a su nuevo esposo con el lugar lleno de personas desconocidas pero elegantes que lo rebajaban en grados por la calidad de las personas de quienes se trataban, ella quien tas lo era un simple chico sin promesa en su país natal, un chico que usaba identidades falsas de scords para ganar dinero fácil, luego de eso, el hombre la llevo de luna de miel, tan rápido como llegaron, el hombre arranco sus prendas y comenzó a  violarla, Diana estaba deshecha, nunca se imaginó a lo que llegaría por su jueguito de las scords.


4.0

Carlos estaba envuelto en llanto, su nuevo cuerpo le cambio completamente el panorama, intento cuidarse luego de quedarse solo en el lugar, le entregaron  al igual que los demás su nueva tanda de ropa, al menos para elegir lo que debería de usar ante su nuevo dueño, la nueva chica saco apneas lo que logro obtener, una simple lencería de masoquismo, estaba aterrada, no pensaba usar eso pero…, yacía desnuda y si así le daba una vergüenza semejante se sometió a la durísima prueba de colocarse el atuendo salvaje, se sentía humillada y prontamente usada, cuando los hombres de la chica le recogieron, la amarraron envolviendo sus manos y sus piernas con cuerdas casi como alambres, taparon su boca y sus ojos con cinta,  sin importar su ahora nueva identidad la llevaron hasta su nuevo dueño, un sadomasoquista extranjero de Alemania, quien recolocaba chicas de distintas razas para su placer en casa donde nadie lo molestaba, especialmente esta noche cuando la violara brutalmente penetrándola con distintos objetos tan dolorosos o placenteros como ella aguantara, la chica no se limitó a expresar sus emociones con llanto y sufrimiento, sentía cada penetración con humillación, pensaba con remordimiento en todo lo que hizo pero ya no había vuelta atrás, cuando el hombre terminó sus atrocidades la aventó en un lugar junto con otras de sus esclavas quienes rápido la atendieron luego de las constantes heridas y golpes que presentaba en todo su cuerpo, algunas de origen argentino, brasileño hasta rusas entre otras de otras etnias y culturas  distintas, no tendría escapatoria, preguntó si alguna de ellas eran hombres atrapados en sus cuerpos al igual que él, pero las otras mujeres solo lo miraron con rareza, estaba perdido sin duda alguna.


5.0

Juan se hizo a un rincón, estaba furioso y traumado por lo que estaban pasando, no quería ser una prostituta como las que fingían ser el resto de su vida, no quería ni si quiera ser una mujer, quería devuelta su cuerpo, suplicaba intentando obtener una respuesta, pero nadie respondía hasta que abrieron la puerta para entregarle una maleta con ropa propia de la cual debía de escoger que ponerse, pero a medida en que intentaba buscar algo con que cubrir su cuerpo desnudo, se encontraba con un sinfín de blusas escolares, faldas cortas, sujetadores, pantimedias y pantis, luego con un par de zapatos escolares de niña, el hombre le entrego una carta con su nueva identidad, Karina una chica de 16 años la nueva hija del señor Palacios, un importante doctor en la medicina, quien había perdido ya a 5 de sus hijas adoptivas por razones extrañas, el chico sintió un pánico tremendo al saberlo, aunque pensaba con claridad que no sería el peor de los casos, el aseguraba a si mismo que siendo la hija de una persona importante y sobre todo hija adoptiva, podría asegurar su salvaguarde, tendría una vida de diosa en la que no le faltaría nada, ¡o…grave error!, la chica intento vestirse como podía, se fantaseaba a si mismo usando un cuerpo tan lindo como el que ahora tenía a pesar de casi usarla como una prostituta, se colocó con dificultad sus prendas propias y salió pareciendo feliz, se había amarrado una coleta con ayuda mostrándose como toda una chica colegiala feliz de ir con su nuevo padre, la chica lo recibió con felicidad, no creía tener un peor destino que los otros dos de sus amigos, al menos ella imaginaba, el hombre sonrió, parecía tierno, con una complexión algo robusta, pero era comprensible, tenía edad además de mucho en que ocuparse como para mantenerse en forma, el hombre y su nueva hija se despidieron, la chica se metió feliz al auto de su nuevo padre y el señor condujo muy lejos hasta su nuevo hogar, cuando llegaron, sin hacer preguntas, el hombre llevo a su nueva hija hasta su cuarto, todo iba bien hasta que…, entrando al cuarto, la chica miro la habitación llena de peluches con los rostros pegados de sus otras hijas, tenían un gafete con su nombre colgando desde el cuello de cada juguete en los que estaban sus rostros, el hombre no había tenido 5 hijas si no 20 hijas adoptivas y contando…, el suelo parecía estar lleno de manchas de sangre entre otras de clara obviedad como si jamás el cuarto hubiera recibido mantenimiento alguno, las cuales trato de ignorar, el sitio cada vez le parecía más un lugar tenebroso, mientras que el hombre ignoraba que quien en verdad estaba dentro del cuerpo de su nueva colegiala inocente era en verdad un chico atrapado en ese frágil cuerpo, cuando Karina se giró e intento huir, grave error…, la anchura del hombre tapo por completo la puerta, la cogió rápidamente con sus manos y…, la desvistió de un jalón impulsándola a la cama mientras que sacaba su juguete sexual preferido, ¡su miembro!, el  hombre parecía sediento, llamaba a la chica por su nuevo nombre casi tan dulce como si no fuera una escena perturbadora, la chica no logro impedir que el hombre se encimara sobre de ella y comenzó a penetrar su intimidad con fuerza, el dolor fue tal que le dolió hasta el alma, pero era demasiado tarde, pronto el hombre se vino dentro de ella dejando sus fluidos seminales, Karina sentía el ardor de las heridas en su vagina, sentía el calor del semen dentro de ella aún más que placer de lo poco que quizás disfrutó al ser penetrada, la chica se tapó con lágrimas mirando al hombre, quien solo se reía, le sacudió la cabeza con su mano tratando de parecer amistoso, le dio un beso en la frente y la cuido hasta el día de su muerte, cuando ella misma se suicidó cansada de ser violada por su nuevo padre.




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