lunes, 8 de julio de 2019

"Karina Cuenta" -Possesión-







“Posesión”



Entraba una vez más a la oficina de mi supervisora, todo parecía tener el calor necesario para percibir que la mujer estallara una vez más, la tipa se había colado entre todos los buenos empleados aprovechándose de su buen cuerpo, ni siquiera esa puta tenia los suficientes estudios, solo porque venía de Europa al  parecer de Ucrania o de Croacia, con sus bellos rasgos finos y si perfecto acento inglés para los trabajos internacionales, aun así era inteligente porque sabía hablar varios idiomas los cuales hacían darle envidia a todos, esa maldita perra, se creía mucho por ser mujer que podría aprovecharse de ello para tener lo que quisiera y tener cuanto pudiera.



Era de esperarse que se había colado entre las patas del jefe para obtener su puesto de supervisora, entrando comenzaba a fastidiarme con algunas cuantas cosas de porcentajes que yo no sabía porque habían salido mal, si bien ella era al dotada con conocimiento estaba seguro de que era la culpable de los distintos errores que marcaban, solo que se hacia la tonta esperando a que el jefe solo notara sus senos en lugar de los errores.



Luego de eso, me dejo irme a mi casa después de un largo día de trabajo como habitualmente teníamos, yo ya estaba cansado, esperaba a que llegara el fin de semana para poder descansar de esa vieja bruja, yo apenas era aún un estudiante universitario, si tan solo pudiera haber una manera de tener su puesto más rápido para lograr deshacerme de ella.



Camino a casa un auto me baño con el charco de agua que estaba en la calle, aun en la tranquilad de mi hogar seguía teniendo mis pesares con la humanidad, tan solo quería ser mejor, quería tener el poder de subir lo más alto posible sin problemas y con toda la comodidad.



Prepare mi tarea a última instancia de la noche, siendo las 2 am cuando ya podría irme a la cama a dormir cuando menos unas cinco horas, pero algo pasaba, intentaba apagar mi computadora, sobre todo por los rayos eléctricos que parecían no cesar, tenía  miedo de que una descarga provocará que mi computadora estallara, era lo único que tenía para mantener mi trabajo a salvo, esta aprecia parpadear moviéndose entre una cantidad cuantiosa de páginas de internet como si esta tuviese vida propia, no fue sino hasta que se detuvo justamente cuando un rayo golpeó el para rayos de mi casa, por fin pretendía apagar el dispositivo  pero me encontraba en una página extraña, parecía ser una tienda en línea, pero no era común, esta mostraba una gran variedad de chicas y de productos, pero como digo, nada a lo usual, como una consola de videojuegos o una computadora, sino más bien, collares, anillos, algunos objetos extraños, aunque lo que más llamaba la atención es que vendieran chicas, pensé que estaría dentro de una red de prostitución, sin embargo, comencé a leer, una de las chicas decía que ofrecía cambiar su cuerpo por interés propio, fue entonces que no entendía el propósito de la página, intente navegar más por ella, pero no me interesaba mucho, ya se hacía más tarde y no me iba a la cama, pero dije, ¡Que rayos, de todos modos nunca duermo!, seguí leyendo la página extraña, me adentre a los collares pues no parecían tan caros, pensaba que quizás si le regalaba algo lujoso a Mónica, la mujer que me atormentaba a diario en el trabajo, podría ganarme algo de su respeto y hacer que no fuera tan dura conmigo, aunque lo que decía el collar no me era de mucho agrado, sino más bien me producía cosquillas, algo de inquietud y por si fuera poco de morbo.


El collar decía  que podría permitir una posesión de cuerpo con la víctima o persona deseada, yo pensaba que solo era una broma, pero si algo era seguro es que la pagina llego a mis manos extrañamente gracias a los rayos, quizás en otra dimensión esto es lo que se vende día con día, solo son artículos de fantasía, eso es lo que debía de poder ser, ya casi amanecía, así que me inscribí en la página con una cuenta falsa por si las dudas, le proporcione unos datos de mi cuenta bancaria y firme la compra, de inmediato me fui a la cama para dormir aunque sea dos horas antes de irme a la universidad.


La alarma sonó abrumándome como siempre, deseaba ya poder dejar de levantarme tan temprano, ir a la escuela  y tener un trabajo aparte  me estaba matando, me metí a la ducha apresurado para salir a tiempo y tomar el camión, mientras me vestía se escuchó un leve golpeteo en la puerta, deje que la persona me esperara y simplemente terminé de arreglarme, tome mi mochila y me salí para ver quién era y retirarme de volada, pero cuando abrí la puerta no se encontraba nadie, simplemente una pequeña caja olvidada en el sueño, la tome analizándola un poco, pero note el reloj en mi muñeca la cual marcaba la que ya se me había hecho tarde así que  la guarde la caja en la.

El día paso mientras que  terminaban mis clases, mientras iba camino al trabajo, recordé que había guardado la caja que me habían llevado esta mañana y me puse a revisarla, abrí el empaque y me encontré con el collar que  había comprado en la madrugada, me asombre con la rapidez que había llegado, el collar era muy bonito, parecía que tenía incrustaciones de oro con muchos detalles aztecas, lo guarde de nuevo en la caja y lo metí a la mochila pues se notaba muy lujoso y no quería que me lo robaran estando en el camión, llegue al trabajo y una vez más Mónica comenzó a gritarme, -¡Porque llegaste tan tarde, el trabajo es ahora no para mañana!, etc., etc., yo solo la ignore y seguí con el trabajo que ya me había marcado, como siempre una torre de papeleo que seguro se había dedicado a juntar toda la mañana para hacerme trabajar hasta el cansancio, la tarde se fue de volada, apenas tenía terminado la mitad de la pila de papeles que me había dado y ya era pasada la hora de salida, escuchaba como aun con los pocos trabajadores que éramos en la oficina, Mónica y el jefe seguían haciendo de las suyas, no es que Mónica fuera una puta, pero realmente parecía serlo a raíz de que los demás compañeros pensábamos que se dejaba ir tan fácil con el jefe.



Ya casi no había nadie en la oficina, me faltaba muy poco de papeleo para terminar aunque ya eran casi dos horas pasados de la  hora de salida, me sentía orgulloso de lo que había hecho pues a pesar de todo me gustaba dedicar con orden mi trabajo, Mónica llego contoneando sus  curvas de siempre, la mujer poso sus manos en el frente de mi escritorio y comenzó a burlarse, me estaba fastidiando por los papeles que me faltaban por ordenar, pero parecía estar de buenas, si no fuera por el cheque extra que el jefe le había dado jamás me hubiera dejado salir, como no eran tantos papeles importantes los que me hacían falta, Mónica me dio carta libre y pude retirarme, antes de eso, ella me encontró en el elevador justo cuando iba a bajar a la salida, ella por supuesto bajaba un piso más hasta el estacionamiento donde guardaba su lujoso BMW, pero nadie se suponía lo supiera, ya que se lo había regalado el jefe hace un año, fue entonces que aproveche su buen humor para regalarle el collar, aunque parecía más ser algo incómodo por la situación, a que ambos estábamos solos dentro de un elevador, la situación se tornó incomoda, me sentía bastante nervioso, pero lo tomé con calma y unos pisos antes de bajar, tome a Mónica del brazo haciéndola girar, -¿Qué te pasa imbécil?, -¡Eh!, no nada, discúlpeme señorita, es solo que…, -¿Qué, que pasa?, dime de una vez, -Bueno yo, solo quería regalarle esto, extendí la mano con la caja en mis manos mentas que Mónica la tomaba con rabieta, pronto comenzó una nueva discusión que fue más perversa de lo normal, -¿Me quieres coger niño? –era su primera respuesta-, -¡Qué, no yo este no para nada!, le decía tímidamente, aunque no lo había pensado la verdad es que Mónica estaba muy buena, me excite por un momento ante el nerviosismo de la metida de pata que había hecho, ya que en todos lados hoy en día un regalo y más a solas en un elevador puede causar muchos malos entendidos, con toda la esperanza del mudo intente explicarle el porqué de mi regalo esperando a que lo tomara para bien, Mónica sonrió notando lo estúpido que era a darle cosas, ella un pensaba que quería coger con ella, aunque no se lo tomaba tan mal, -No, yo lo que quería era demostrarle mi aprecio ante el trabajo que me ha dado, no importa que sea mucho el esfuerzo, con el dinero me ayuda a  pagar mis gastos etc., -Jajaja, no te creo, pero bueno, ya sé que me doy a desear, lo último que espero es que alguien no pretenda coger conmigo, tu no estas nada mal, si quieres podríamos hacer algo, aunque necesitarías más detalles muchos más detalles caros que esta simple baratija para poder llevarme hasta la cama, -decía arrimándose sobre de mi-, Mónica se alejó empujándome del elevador a la salida, ella se fugó con el collar dejándome entorpecido por sus encantos tan seductores, pues aún tenía que bajar hasta el sótano por su auto.



Seguí mi camino a casa, aunque ciertamente ya estaba bastante oscuro, tome el camión mas cercan a la ruta de mi colonia, pero más tarde que temprano me di cuenta de que había sido un grave error, dentro del camión se encontraban dos tipos ocultos en las sobras hasta el fondo, pude mirarlos aun con la buena visión que mis ojos poseían a pesar de los constantes desvelos, no había nadie más en el camión así que intente estar cerca del chofer todo lo que quedaba de camino, me baje una parada antes de llegar a mi casa pe son quería que intuyeran el lugar donde vivía tan sol para despistarlos, lo cual fue peor de lo que imaginaba, pues estos se habían bajado por detrás sin que yo lo notara, pronto, uno de ellos se acercó a mí, mientras que el otro vigilaba por detrás, pronto intentaron sacarme entre los dos el dinero, pero no tenía mucho que ofrecerles más que cien pesos, por lo que terminaron golpeándome ante su frustración, parecían estar drogados y solo querían desquitarse por no tener el dinero para pagar sus adicciones, un golpe tras otro que recibía y finalmente sentí como una navaja era incrustada en mi espalada baja, el dolor era intenso y ellos me seguían golpeando hasta que alguien llego provocando que escaparan, sentía como mucha sangre corría de mi cuerpo, mi corazón se aceleraba y no entendía lo que pasaba, veía manchas borrosas de personas que se acercaban pero no podía hacer nada, finalmente sentí como mi corazón se paralizo al igual que el resto de mi cuerpo, sentía un intenso frio como de muerto, notaba como me quedaba mirando hasta la nada pero no parecía estar muerto, sino más bien algo me hizo quedarme dormido hasta que algo extraño paso.




Me encontraba de pronto en frente de un espejo, pero parecía que miraba a otra persona de frente de mí, lo más extraño es que era Mónica a quien yo veía, pensaba que la tipa a pesar de tener un corazón duro se había preocupado por mí, quizá por mi regalo o de verdad ya me tenía cariño, pero pronto note que no podía moverme, solo tenía unas extrañas sensaciones como si mi cuerpo se moviera por su cuenta pero no era yo quien lo controlaba, miraba a todos lados e inclusive a algunas partes que no reconocía de mí mismo, pronto un par de pensamientos recorrieron mi mente, como su estos se cruzaran con los míos, se escuchaban con la voz de Mónica pero no veía que esta hablara, se encontraba mirando al espejo arreglándose para irse al trabajo, pronto me ofusque recordando que me encontraba desangrándome en el suelo, pero no podía air a ninguna parte, era como si una fuerza extraña me obligara a permanecer inmóvil, pronto me di cuenta de que no estaba en mi cuerpo, si no en el de Mónica, estaba dentro de su cuerpo, podía escuchar todo lo que pensaba y saber todo lo que hacía, era como una especie de huésped oculto dentro de su cuerpo, pensé que podría controlarla pero no podía, aun seguía controlando ella su propio cuerpo, se había terminado de arreglar, pronto el estar en esa posición no me parecía tan mal, pues era como si fuera Mónica, miraba a Mónica desde su propio cuerpo miraba sus tetas cuando el a bajaba la mirada sin querer, no tenía que pedírselo ella misma me los mostraba al revisar si su escote estaba bien expuesto ara seducir al jefe con su vestimenta, comenzó a moverse para  irse al trabajo, yo sentía como si fuera ella misma estand dentro de su cuerpo, aun no entendía como había terminado dentro de ella, me preocupaba pensar que mi cuerpo se encontraba en alguna parte luchando por mi vida, mientas que yo estaba atrapado en el cuerpo de Mónica.



Comencé a pasar el tiempo dentro de Mónica, mientras que todo tomaba su curso como normalmente ella lo hacía, estaba en el trabajo siendo que yo a esta  hora en la mañana debía de estar en la universidad, aun me preocupaba el hecho de que mi cuerpo estuviese herido en el alguna parte, pero no era así, poco después de ver todo lo que hacía Mónica, un par de veces dándome cuenta de cómo ella sentía sobre de ella las miradas de muchos de mis compañeros del trabajo que posaban sus ojos en sus atributos de una forma grotesca y pervertida, a sabiendas de que yo lo sabía y de que conocía a muchos con los que hablaba sobre el cuerpo de Mónica y lo puta que era con el jefe para que no llegaba y obtener su puesto.



Yo me encontraba dentro de Mónica mirando todo lo que hacía desde su perspectiva, desde el trabajo que realizaba, hasta de ver mensajes con hombres con lo que texteaba a cada rato, ya sea de algo pervertido o romántico, hasta lo simple como un amigo o amiga con la que hablaba de chismes, yo quería respuestas de lo que había sucedido conmigo, se estaba haciendo tarde, la hora de llegada en la que entraba a trabajar estaba cerca y no había noticias de mí, hasta que Mónica comenzó a pensar en mi pero de forma malévola porque no  llegaba y ya quería comenzara a mandarme con trabajos pesados, todo lo sabía porque mientras ella pensaba yo escuchaba en su mente, hasta que una llamada hizo que el jefe le gritara a Mónica de forma desesperada para que ella fuera a ver con urgencia lo que sucedía, toda la oficina se quedaba atonto de los gritos del jefe, sentía como Mónica temblaba un poco  de los nervios al igual que sentía su cuerpo moverse, me daba cuenta de que cada vez más sentía el cuerpo de Mónica como si fuera mío, pensaba que estaría tomando por fin el control de su cuerpo, miraba sigilosamente a los pechos de esta mientras caminaba apresurada cuando estos se movían de lado a lado asomándose en su escote.



El jefe tono a Mónica de la manos y con los ojos algo llorosos, sin yo imaginarme si quiera que el jefe tuviera algo de estima o de sentimientos, nos dio la terrible noticia de que yo acababa de morir hace unas horas luego de un intento de robo la noche anterior, yo estaba conmocionado, escuchaba la mente de Mónica penar en que no le  importaba mucho la causa de mi fallecimiento, casi como si no tuviera remordimiento alguno, o compasión por haber sido su empleado, sin embargo, algo la estaba haciendo cambiar, yo estaba muy triste al haber escuchado la noticia, ahora no podría hacer nada por mi vida, pues estaba atrapado dentro del cuerpo de Mónica, escuchando y mirando todo lo que sucedía a mi alrededor, tenía mucha frustración dentro de mí, quería llorar, quería tirarme al suelo a llorar, sin saber por qué esta en esta situación, ni porque me tenía que pasar todo esto a mí, luego de que había luchado todos estos últimos años por tener un bue futuro, desperdicie los últimos años en ello para nada, solo paras que un simple par de malandros me apuñalaran sin remordimiento y me dejara sin vida en el suelo, sin darme cuenta, Mónica estaba consternada, dentro de ella algo estaba cambiando hacia el exterior, pronto sus pensamientos de desigualdad estaban cambiando a pensamientos de tristeza y compasión, escuchaba como se preguntaba por mí de manera preocupada, en que si ya no me volvería a ver y que pasaría con el puesto que estaban alistando para mi luego de tanto esfuerzo, sentía como desde nuestros ojos estaban comenzando a brotaron par de lágrimas que poco a poco se desliaban en nuestro rostro, lo digo así porque al estar dentro de Mónica podía asimilar que  ahora yo ocupaba su cuerpo y por lo tanto era nuestro propio cuerpo, todo esto me llenaba de una gran caída emocional, pronto Mónica estallo en cólera tirándose al suelo doblando sus rodillas de los nervios, sus ojos escurrían el triple de lágrimas hasta parecer que estaba sufriendo en carne propia el dolor que solo yo o mi familia podía sentir, el jefe se extrañó demasiado ante la conmoción que mostraba Mónica pero asintió, la toma intentando consolarla pues el pobre hombre ingenuo creía que su relación con ella era de mero amor y respeto, pero ella se dejó consolar por el abrazándose juntos, yo solo podía pensar en que ahora me quedaría así para siempre, mirando todo desde el cuerpo de Mónica, tenía rabia y frustración, no entienda por qué había pasado todo esto, el jefe soltó a Mónica intentando limpiar sus lágrimas, luego de eso, envió a Mónica a su casa para descansar en lo que el avisaba a todo el personal pues sin saberlo yo muy querido en la oficina, salvo a uno de mis compañeros que desde que llegue suponía le caía algo mal, todos se entristecieron por la noticia y de igual manera se retiraron a sus casas a descansar.



Mónica nos llevaba devuelta a su casa, arrancó el BMW y con algo de calma siguió el camino, yo intentaba de igual forma reincorporarme, pero el dolor y la angustia de mi familia no me dejaba, llegamos a casa de Mónica, a pesar de la asombrosa mirada del  camino dentro de ese carro deportivo no me ayudó mucho en calmar mi depresión post muerte, era como un espíritu encadenado a un cuerpo, salimos del auto, mientras que sentía las emociones de Mónica desmoronándola cada vez más, pensaba que al estar en su cuerpo mi tristeza la afectaba tanto como para cambiar su actitud, Mónica entro a su  casa, sentía el caminar de sus tacones que molestaba ya sus pies, ella se tiró en el sofá de su sala quitándose los cansados tacones que ya le habían agotado todo el día, intento calmarse pues la tristeza que inundaba su mente no la dejaba en paz, se abrió la blusa para refrescarse, miraba un poco de sus pechos pero la vista no podía contener mi desesperación, quería ver a mi mama y abrazarla, pero no podía, Mónica miro hacia el baño, se levantó del sofá caminando hasta el baño donde se desvistió por completo, era la primera vez en todo el día en que podía verla completamente desnuda, ella se miraba en el espejo, su rostro mostraba manchas por todos lados luego de correrse el maquillaje por las lágrimas que le había  ocasionado ella se limpió, después se sentó en la taza e hizo algo de sus necesidades extra corporales de las cuales me quedé asombrado, sentía como de mi nueva vagina o de su vagina escurría liquido  de la orina que expulsaba, me sentía tan caliente e ese momento que había ocasionado que Mónica se calentara junto conmigo,, solo escuche un leve gemido que ella bloqueo con sus manos algo sorprendida por sentirse así, hasta ese momento pensaba que podía ocasionar algo en Mónica, quizás podría controlar su cuerpo poco a poco, ella se levantó limpiando su zona intima para después poner la ducha, salimos del baño hasta el armario que por cierto era muy grande, comenzó a elegir un par de vestidos de color negro de los que abundaban en su armario y unos zapatos de tacón bajo negros, no me daba cuenta de que estaba preparándose para ir a mi sepelio, quizás me haría caso a mis plegarias de querer ir con mi madre y abrazarla pero intentaba  poner más empeño en las decisión es que  causa en ella, poco a poco Mónica siguió mis pensamientos, estaba conectando con ella sin mostrar evidencia de que me encontrara en  su cuerpo, Mónica se meto a la ducha mientras que yo podía  ver todo desde su cuerpo, me impresionaba lo increíble que se veía la vista desde la perspectiva del cuerpo femenino, las sensaciones que me transmitía el cuerpo de Mónica me provocaban una gran satisfacción y placer, deseaba mucho  poder poner mis manos en sus pechos para acariciarlos, pellizcar sus pezones y hacerla gemir, poco a poco Mónica empezó a descontrolarse, sin darse cuenta coloco sus manos en sus pechos obligada a hacer lo que yo me había imaginado con ella sin presenta molestia alguna, tan solo pensaba que su mente le había permitido darse esos placeres, lo cual provoco en mi conocer un gran mundo de placeres inimaginables los cuales provocaba en Mónica para ambos, deje un poco en orden la situación para ir con mi mama, Mónica comenzó a arreglarse, se probó el vestuario que había elegido para verse frente al espejo si todo estaba bien, miraba nuestro cuerpo observando lo increíble que lucía la silueta de Mónica, si bien no era la más bonita ni una modelo pero estaba muy buena, miraba desde sus ojos analizando todo nuestro cuerpo hasta que me di cuenta de que traía puesto en el cuello el collar que le había regalado el día  de mi muerte, me quede asombrado pensando en que quizás esa era la razón por la que me encontraba en su cuerpo, lo cual solo me hacía pensar en que me había salvado la vida de alguna manera, luego de eso, intente hacer unas pruebas para saber si podía controlar completamente a Mónica, ordenaba levantar sus brazos a lo cual ella lo hacía solo un  poco después sin ningún interés del porque lo haba hecho, ponía sus manos en sus pechos apretándolos para ver cómo se veía la silueta de estos en su escote, pensaba que era como un huésped el cual podía darle órdenes a  mi completa voluntad, luego de eso, nos gire para irnos a nuestro sepelio, quería con muchas ganas ver a mi mama, ahora que sabía que una parte de mi aún se encontraba con vida y podía usar a Mónica como intermedio para despedirme de mi madre, nos subimos al auto y conducimos hasta llegar, ahí se encontraba toda mi familia esperando con tristeza la hora del entierro, el jefe también había llegado con algunos de nuestros compañeros, incluyendo a Kevin, el chico que le caía mal, el me miraba, mejor dicho miraba a Mónica pues como siempre se había vestido tan provocativamente, Mónica se sonrojo y le mostro una risita falsa, pero dentro de mi sentía que se había apenado y abochornado, intente que Mónica buscara a mi madre para abrazarla, aunque el jefe me tomo del brazo un momento solo para consolarnos, yo estaba angustiado, quería darme prisa antes de que no pudiera verla más, le ordene a Mónica soltarnos del jefe e ir en busca de mi madre, Mónica jamás la había visto pero gracias a que yo le indicaba todo pudo llegar con ella, solo miraba como mi mama estaba deshecha sobre mi ataúd, yo también comencé a sentir una fuerte presión por la situación, mirarme a mí mismo dentro de un cofre, ver mi cadáver, eso me provocaba un fuerte nudo en la garganta, mi madre estaba por caerse pero logre tomarla abrazándola, parecía como si ella sintiera algo dentro de Mónica, que rápidamente la abrazo con gran cariño, Mónica comenzó a llorar asintiendo mis emociones de tristeza al sentir a mi madre en brazos pegada junto con  nosotros, pronto todo parecía volverse un mismo universo entre los tres, ella nos soltó mirándonos con desilusión, pues no miraba a su hijo si no a Mónica, pero aun así la tomo de la mano llevándonos hasta un sillón junto con ella, platicamos un poco de rato donde sol deje que Mónica dialogara con ella, yo indicaba algunas cosas que decirle sin que sospechara que  me encontraba en su cuerpo y terminara todo, yo insistí en quedarme junto con ella toda la noche para cuidarla, paso el tiempo hasta que todo había terminado hasta m entierro, donde por última vez me vería  con mi madre al menos si lograba visitarla e otra ocasión, fue  una despedida muy conmovedora pero fuerte, nos abrazamos por ultima vez y luego de despedirnos comencé a llorar desde Mónica junto con ella, subimos al auto y nos fuimos poco a poco del lugar.



Luego de un tiempo, permanecí callado y sin interés dentro de Mónica, el verla todo el tiempo portando  su cuerpo me dejo de llamar la atención por un tiempo, no quería hacer nada, poco después intente reponerme, el cuerpo de Mónica llamaba mucho la atención, además de que cuando estaba por tener relaciones con el jefe, me daba algo de asco y sin quererlo obligaba a Mónica a alejarse del jefe, también notaba como ella no era tan lista como aparentaba, se equivocaba en muchas ocasiones las cuales yo terminaba salvando gracias a mi inteligencia, también a los empleados que trataba mal como a mi comencé a provocar en Mónica que los tratara  mejor, todo parecía estar mucho  mejor en la oficina, a pesar de todo, no se veía tan mal que estuviera dentro de  Mónica, podía hacer todo lo que alguna vez soñé con el poder que tenía sin tener que esperar más, quizás tendría que abrir en alguna ocasión las piernas de Mónica para que el jefe me siguiera teniendo consideraciones pero no podía en este momento asimilarlo, yo prefería a las mujeres por lo que poco a poco sin quererlo obligaba a Mónica a ver sus propios pechos en medio del trabajo como modo de distracción, aprovechar que estábamos solos en la oficina para abrir el escote de la blusa y distraernos tocando nuestros pechos, poco a poco la  Mónica que antes conocían estaba dejando de existir, ella se extrañaba algo de hacer lo que muchas veces se impedía a si misma por más extraño que le pareciera, ella sabía muy bien qué hacer cuando le convenía y ahora solo hacia el bien, comencé a cambiar totalmente el estilo de vida de Mónica, cuando los hombres me hablaban por mensaje los ignoraba a pesar de que Mónica recibía muchas atenciones por ello, intentaba hablar más con las mujeres pues me interesaba más que pensar en hombres, en el trabajo sin quererlo miraba con sus ojos a las demás chicas, mientras que ellas no lo sabía y al darse cuenta se apenaba, pero las demás chicas solo parecían verme a mí  por envidia  y sin imaginar que  un hombre dentro de Mónica las miraba con bastante perversión, regresaba a la oficina de Mónica tan solo para tocarme pensando en diversas situaciones con las demás compañeras de la oficina, inclusive poco a poco intente forjar una relación con algunas de ellas las cuales por el mismo  interés de un mejor puesto no se negaban ante mí, sin darnos cuenta, Mónica y yo nos estábamos fusionando, poniendo más de mí mismo que de usar lo que existía de Mónica en su cuerpo, ella parecía acomplejarse más a mi esencia mientras que ella se desvanecía, cada vez más obtenía un mayor control sobre de ella, ya podía sentir más la sensibilidad de su cuerpo como si fuera mío, estaba bajo mi control y ahora podía hasta moverme sin tener que  pedírselo, ella estaba desapareciendo mientras que yo me quedaba con su cuerpo.



Todo parecía estar muy bien, había dejado atrás todo lo que había pasado en los últimos meses, me estaba acostumbrando más al cuerpo de Mónica y a mi nuevo trabajo, se sentía tan  bien ser la líder de la oficina más que como la puta del grupo, ya notaba cada vez más respeto hacia mí que como antes cuando todo el mundo odiaba a la maldita puta de Mónica, ahora era para todos la señorita Mónica, era la trabajadora y la mejor de la oficina, el jefe también aunque molesto con mi rechazo sexual de los últimos meses prefería más ver lo bien que trabajaba, disfrutaba así de una cena amorosa conmigo las cuales si le concedía solo para mantener las cosas en paz, él lo aceptaba sin rencores pues además tenía esposa y le había hecho entrar en razón que esto entre los dos estaba mal, úes debía de pensar en su familia, todo cambiaba de manera radical en Mónica, yo ahora era Mónica al 100%, aunque para mí el hecho de ahora ser mujer me costaba un poco más al padecer por sus periodos cada mes, o al sentir el acoso que aún me daban los hombres, al igual que  algunas envidias de mujeres pero todo era sobre llevado, el que aun sentía que tenía rencores conmigo inclusive siendo Mónica era Kevin, del cual estaba sospechando demasiado luego del último mes, él era encargado de la oficina de contabilidad, y por los recuerdos de Mónica pude saber que quería el puesto que yo obtendría luego de que Mónica me diera mi ascenso dentro de un año, solo que él estuvo luchando por dos años antes que yo para lograrlo, un día, Kevin se quedó hasta tarde, yo aun terminaba un trabajo  mientras que todos los demás ya se habían retirado, parecía estar esperando algo, pero yo no me intimidaba, ya estaba por terminar cuando en eso Kevin llego tocando ya abriendo la puerta sin demora en mi oficina, fue cuando me sorprendí al ver como este con las manos mostraba los puños cerrados se acercó a mi escritorio cocándolos con despecho, de pronto todo se volvió sombrío dentro de la oficina, el temor comenzó a invadirme, algo que no había sentido desde mi lamentable muerte, notaba como desde hace tiempo me miraba tanto perversa como despectivamente, solo que ahora estaba desprotegida, era una mujer sola sin nadie que me pudiera ayudar y los guardias del edificio solo se encontraban en las entradas, podía tocar la alarma pero eso sería demasiado tonto como para intentarlo, el me atraparía, de un momento a otro, Kevin comenzó a reírse sínicamente, poso si mirada frente a mí, bajando hasta mis pechos descubiertos por mi escote, pues me gustaba vestir siempre sexy a pesar de todo, poco después de intentar sobrellevar la situación, el inicio la conversación, -¡Tu, tu maldita perra!, desde hace tiempo que por tu culpa no logre el puesto que deseaba, como es que me amabas tanto a escondidas del jefe y jamás me diste la oportunidad, tenía que llegar ese maldito escuincle para arrebatarme todo, por eso lo mande matar aquella noche fingiendo un robo, las palabras de Kevin resonaban mi mente, aturdiéndome un poco de manera escabrosa, - ¿Tu, tu, mandaste asesinarlo? –preguntaba con la voz entrecortada-, - ¡Hay, pero si no finjas que no lo sabias!, yo te dije que ese puesto era mío y haría todo para que nadie me lo quitara, las emociones subieron al mil dentro de mí, pensaba que Mónica había sido su cómplice, estaba tan aturdido  como para pensar en una solución a todo esto, lego Kevin se acercó  a mi vertiginosamente, empezó a tomarme de los brazos con fuerza poniendo sus labios en mi cuello bajando hasta mi pechos desliando sus manos para apretarlos con fuerza sometiéndome, él me decía que esto me gustaba hace unos meses cuando deje de frecuentarlo, la verdad jamás había investigado dentro del cuerpo de Mónica si haba tenido algo que ver con Kevin hasta que me entere hace un momento, sus besos y caricias  me hacían sentir asqueada, pero por dentro la aun sensibilidad de las emociones de Mónica me hacían sentirme la mujer que debía de ser para Kevin, ella estaba enamorada del antes de que yo llegara a su cuerpo, tenían todo un plan para derrocar al jefe y quedarse con  la empresa, pero leyendo los recuerdos de Mónica eso solo parecía ser más el plan de Kevin quede ella, inclusive, no sabía que  el chico mandaría a asesinarme solo por su obsesión de poder, yo había llegado con un mejor nivel, para ocupar el puesto que necesitaba el jefe, inclusive Kevin me reclamó el que haya tenido el dueto que pudo haber sido de ambos pensado que como siempre había sido una puta con el jefe ocultamente mientras que todos en la oficina me veían como la diosa, la amable y la que todo sabia, no entendía cómo es que le habían dado el puesto a una puta como yo sin conocimientos en el tema, pero a verdad es que gracias  a mi es que logre tener el puesto que desde antes me pertenecería, había hecho que monoica olvidara poco a poco el amor que sentía hacia Kevin poniéndole intentes en las mujeres, con las  que ella había tenido relaciones en las últimas semanas, le había dejado claro a Mónica que a la nueva Mónica ya no le interesarían los hombres, ahora yo ordenaba en Mónica y yo mismo seria Mónica, Kevin me seguía desnudando a punto de violarme, yo estaba aterrada, no quería pasar a algo más con un hombre y menos de esa forma al parecer estaba más obsesionado que nadie en cogerse a Mónica, quien también le había negado abrirle las piernas desde antes de que yo llegara pues solo se las abría al jefe, Mónica le había impuso a Kevin que hasta  que no consiguiera mejor puesto para darle una vida a ambos no le cedería las puertas abiertas de su vagina, lo cual me hizo enojar mucho más pues el solo quería eso de mí, pero no le dejaría, intente tomar lo que estuviera en mis manos, tome un jarrón de flores que alcance gracias a la flexibilidad de mi nuevo cuerpo y lo arroje sobre la cabeza de Kevin dejándolo inconsciente, intente reponerme de su ataque volviéndome a vestir tapando lo importante para que quedara evidencia suficiente de que este intento violarme, afortunadamente había pensado en todo y había colocado cámaras de seguridad en la oficina por cualquier cosa, luego de aquel incidente quería estar mejo prevenida, quizás aun pensándolo bien, el que todos vieran el video traería repercusiones a mi actual vida, pues yo no era Mónica, pero como si o fuera no podría explicar que era otra persona actualmente habitando su cuerpo y no la Mónica que hizo todos esos  planes contra de mí mismo junto con Kevin, tome la mejor de las decisiones, intente recordar más cosas de las que Mónica hacía con Kevin, armando todo un plan para que lograra desvincularme con él y sus planes, todo para salir bien librada y como una héroe, afortunadamente mi sorpresa ante la orden de Kevin por mi mete había sido suficiente para impedir que me involucraran como su cómplice además de los demás actos ilegales que había hecho en contra de la empresa, el jefe y los demás compañeros e agradecieron, e inclusive el jefe me otorgó  un nuevo asenso gracias a mí, pues de no haber cambiado todo lo malo que había en Mónica las personas no hubieran creído en mí, todo funciono como el mejor de los  planes pues pude lograr que creyeran que antes era así para descubrir a Kevin, que la verdadera y bondadosa Mónica actuó en los últimos meses para desenmascararlo y ser la gran persona que debía de ser con todos, al final mi vida había cambiado para bien, me gustaba mi actual vida sin importar el costo u el sexo que debía de tener para lograrlo.





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12 comentarios:

  1. Estuvo muy buena esta entrada ~aka

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  2. Me encanto la historia, pasara a ser de mis favoritas lo juro

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  3. De mis favoritas hasta ahora la verdad.
    Puedes hacer una historia con tematica de esclavitud,seguramente te queda genial

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  4. Interesante como siempre.
    -confused

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  5. Muy buena historia, me encantan las de este tipo

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  6. Me encanta cuando haces historias tan buenas, con una extensión considerable y autoconclusivas, muchísimas gracias Karina :3

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  7. Me ha encantado.

    Muy bonito.

    Muchas gracias por compartirlo.

    Saludos.

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