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¡Esto es tan genial!, que vieja tan sabrosa, mira nada más que chichotas tan
ricas tengo ahora –
Quien
iba a decir que alguna vez podría pasar de ser un simple chico vendiendo nieves
en la calle a una deliciosa prostituta, todo sucedió aquel día, cuando me
encontraba vendiendo nieves por la calle, yo venía de mi pueblito con un simple
carrito y vendiendo nieves día a día a la gran ciudad, cuando sin saber, camine
con mi carrito por un callejón de prostitutas, todas me miraban extraño y algo perturbador,
sonreían y actuaban como putas por trabajo, obviamente sabían que no tenía
dinero para pagar por sus insignificantes servicios, le voltee la cara cuando
me sentí incomodado, estaba muy incómodo y no sabía qué hacer, solo eran
mujeres con cuerpos ardientes, mientras que yo era un simple vendedor, de
repente, un fuerte estruendo se escuchó y cuando me di cuenta, me encontraba en
otro cuerpo.
Podía
sentirme todo extraño, con más peso en mi pecho, lugar donde ahora admiraba con
curiosidad y muchos nervios un par grande de tetas bien carnosas, lleve mis manos
a ellas totalmente confundido y pude experimentar una grandiosa sensación al
estrujarlas, eran mías, ahora yo tenía unas tetas, me había convertido en una
mujer, miraba a todos lados confirmando, mirando como yo y otras chicas se
levantaban confundidas del suelo, todas aparentemente sin saber que hacían ahí,
con cuerpos que no les correspondían, mire otra vez mi cuerpo confundido, ahora
tenía el cuerpo de lo que parecía ser una prostituta, tenía un top rojo y abajo
una minifalda que mostraba todas mis pierna eh inciso algo de lo que ahora era
mi vagina, cruce mis piernas con pena, notando que también tenía unas bonitas
botas blancas, parecía toda una puta, me sentía tan penoso, mir a todas las
chicas que parecían estar igual o más confundidas y nerviosas de lo que yo
estaba, entonces, note a lo lejos como mi cuerpo también se levantaba al
parecer, la chica de este cuerpo había cambiado conmigo, me miraba a lo lejos
confundida, notando que ahora tenía mi cuerpo de foráneo, horrorizada, comenzó a llorar y a hacer berrinche,
de repente, un hombre salió furioso del motel cercano en el que estaba, al parecer
era nuestro jefe y comenzó a regañarnos y a meternos muy furioso, poco después
había entendido todo y nos ayudó un poco a sobre salir con esta situación, el
Caos Universal había atacado a todas las personas del planeta, cambiándonos de
cuerpo y provocando un gran caos en todo el mundo, con dificultad y casi obligado,
tuve que aprender a comportarme como señorita pero sin duda mi vida ha mejorado
bastante, pase de sr a un vendedor cualquiera de nieves a una deliciosa chica prostituta,
ahora tengo este par de chichitas y una rica vaginita para ganarme la vida.
En mi opinion cambiar con una prostituta aunque sea de las baratas que van al dia en sus gastos seria la mejor nueva vida
ResponderBorrarEh... tal vez
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